Archive for julio, 2005
Nunca-Nunca
Estudiar en una escuela de puros hombres durante muchos años me privó, además de lo obvio, de diversos rituales sociales como el denominado ‘Juego de la Botella’. Este juego, que generalmente se comienza a dar alrededor de los 12 años, se realiza alrededor de una mesa en donde jóvenes de ambos sexos se retan a hacer cosas que incluyen besos de todo tipo. Como se podrán imaginar, la realización de estos rituales pierde todo chiste si la concurrencia es totalmente masculina o, en su defecto, se vuelve francamente alarmante.
Debido a esta falta en mi educación social, cada vez que por alguna razón caigo en reuniones mixtas en playas, casas en Cuernavaca u ocasiones aburridas, me sorprendo por la cantidad de actividades que se han desarrollado para ‘pasar el rato’ entre grandes grupos mixtos. La última vez que esto me sucedió (cfr. las Aventuras en la Casa de la Luna) conocí un juego que se llama «Yo Nunca-Nunca» y que va así:
Primero a todos los participantes se les sirve una cantidad considerable de alcohol en sus vasos y disponen a ponerse todos en círculo de tal forma que todos puedan ver lo que todos hacen. A continuación una persona elegida al azar (pero que generalmente es la Mente Maestra y Diabólica detrás del jueguito) da las reglas: «Yo voy a hacer una frase que comience con ‘Yo Nunca-Nunca’ y a continuación una actividad… por ejemplo «yo nunca-nunca he hablado por teléfono» si realmente ustedes nunca-nunca han hablado por teléfono, no hacen nada y se quedan como están, pero si ustedes SÍ han hablado por teléfono, entonces toman un trago de su bebida… y ahora le toca el turno de hablar al que está a mi lado y así sucesivamente»
Y ahora ustedes se preguntarán ¿qué tipo de motivación tiene jugar «Yo Nunca-Nunca»? Pues es la manera perfecta de conocer a las personas con las que estás conviviendo, particularmente su lado más oscuro. Esto es debido a que las frases raramente son «yo nunca-nunca he hablado por teléfono» sino más bien «yo nunca-nunca he visto a mis papás desnudos» o «yo nunca-nunca he fantaseado con un familiar cercano» o «yo nunca-nunca he fingido un orgasmo». Por supuesto que, quien toma después de haber escuchado la frase en ese momento se vuelve el receptor de todas las miradas y de dos que tres preguntas… y como el alcohol comienza a correr, eso se vuelve -literalmente- un círculo vicioso: preguntas cosas más manchadas, respondes más sinceramente, te cuestionan acerca de la experiencia que acabas de confesar y tú les platicas sin ningún pudor cómo es que tu prima y tú tuvieron un encuentro cercano del tercer tipo.
¿Por qué les cuento esto? Ja! No sé… hoy me desperté y por razones que desconozco, lo primero en lo que pensé fue en esa frase: «yo nunca-nunca». Curioso, ¿no?
Salvador rocks!!
Nunca pensé que podría decir esto… pero ahora resulta que soy una mala influencia para la sociedad, las buenas costumbres y el status quo. Caray!
Recibí un correo electrónico que dice más o menos así:
Estimado Salvador,
Todo sucedió una mañana de jueves. Entré a internet y comencé a revisar los sitios que generalmente leo. Pero cuando decidí entrar a cierto blog me apareció el siguiente mensaje (ir al mensaje)
No tenía idea que te habías convertido en un impúdico terrorista del teclado que atenta contra las conciencias y pervierte las mentes de los inocentes…
No creo que esté mal, de hecho me parece que es una de las cosas más roqueras que he visto últimamente. Ya que, pafafraseando a Damon Albarn, “el rock, para ser rock, tiene que molestar a alguien”.
El mensajito que se ve en pantalla dice: This page will not be displayed because it contains prohibited words or it has exceeded its tolerance of questionable words y proviene del sistema de seguridad de una conocida compañía de seguros.
Chan chan chaaaaaaan
Ahora resulta que escribo con palabras prohibidas o con exceso de palabras cuestionables. Diablos! Me siento algo así como el Marqués de Sade…
El departamento creativo de este blog comienza a manejar las frases para slogan a partir de su más reciente encuentro con la censura:
Be brave, read SalvadorLeal.com
For those who live in the edge: Salvador Leal.com
SalvadorLeal.com: Breaking The Law
Push The Limits: SL.com
Y están en inglés porque si el slogan fuera en español sería:
GNP: Ni aguantan nada
En la Conferencia
En la prepa había una cosa que se llamaban ‘Actividades Estéticas’ y era una asignación para la cual debías juntar ‘créditos’ asistiendo a diversos eventos culturales, políticos o sociales.
Por ejemplo, si un político renombrado quería llenar el auditorio del CUM, se ponía de acuerdo con las autoridades escolares y éstas decían: «Jóvenes, la conferencia del Licenciado ____________ valdrá 5 créditos para Actividades Estéticas». Tomando en cuenta que las obras de teatro o conferencias normalmente valían 1 crédito únicamente y que para el final del año debías tener 10 créditos, la decisión no era muy complicada.
Al día siguiente, los periódicos comenzaban sus reportajes con un «El candidato expuso su plan de acción ante un auditorio repleto hasta su máxima capacidad…»
En fin, el caso es que un detalle que se me había olvidado de las conferencias de la prepa y que recordé el viernes pasado al asistir al 1cwcom es lo divertido que resulta estar entre los asistentes y poder comentar las cosas que están diciendo los expositores. Adicionalmente, el hecho de que todo esté oscuro y que se suponga que tú no debes hablar (sobretodo porque el maestro te puede cachar), le daba ese toque que lo hacía más divertido; muchas veces, lo verdaderamente entretenido sucedía entre las butacas y no en el escenario.
Uno de los comentarios que salió durante una amena plática entre Agustín y yo (y de la que Gaby es fiel testigo, vean aquí) fue la idea de hacer un calendario para fin de año de puro Blogstar™. ¿Se pueden imaginar lo divertido que estaría? Bueh, quizás el resultado completo no… pero la sesión de fotos y el armado del calendario estaría de lujo!! Imagínense a su bloggero(a) favorito(a) pero en pose de calendario…
Sería algo así:
Pendientitos
1. Cuando estaba en la primaria, uno de los mejores premios que te podían dar por ser un buen grupo (por buen grupo entiéndase uno que se formaba en el patio al primer timbre, que iba de manera ordenada al salón, que no hacía ruido cuando el maestro tenía que ausentarse o que juntaba la mayor cantidad de dinero para la recaudación anual de fondos para alguna buena causa) era ir de visita a alguna fábrica. Las favoritas, por supuesto, eran Sabritas y Bimbo. Uno iba, «aprendía» cómo se hacían papitas o pastelitos y luego te daban tu dotación de productos de la compañía *gratis*.
Era como estar en el paraíso.
Una de las actividades que sí disfruté de la semana pasada fue ir de visita a una fábrica… de cerveza.
¿Necesito decir más?
2. El sábado fui a comprar el libro número 6 de Harry Potter (Harry Potter and the Half-Blood Prince). Fui a una conocida librería capitalina (Gandhi, vaya) y me encontré con que habían tenido una venta nocturna cuyos estragos aún eran visibles cuando yo fui: telarañas, espejos, letreros con la tipografía Potter, velas y simulaciones de Hogwarts eran parte del decorado en toda la tienda (la nota periodística, aquí). En la fila para las cajas, delante de mí, había una chava perfectamente vestida con el uniforme de la casa de Gryffindor. Atrás había personas con sombreros de magos y bufandas amarillas y guindas.
¿Cómo hay espacio para tanto fan?
Si se estrena una película de Star Wars, gente vestida de Darth Maul se presenta a la función de medianoche. Si estaba el estreno de Lord of the Rings, Gandalfs región 4 compraban su boleto en pre-venta y se formaban horas antes de la función para lograr los mejores lugares. J. K. Rowling saca un nuevo libro y se organiza una venta nocturna a la que acuden cientos de fans vestidos de su personaje favorito. ¿Serán (seremos) todos los mismos? ¿Somos fans de las mismas cosas pero con distinto disfraz? ¿Tenemos una necesidad tan grande de querer pertenecer a algo? ¿Estamos faltos de héroes reales en quienes creer?
Mientras ustedes responden esas preguntas de tarea, yo me voy a ver qué diablos le sucede a Snape.
3. En la conferencia de weblogs del viernes pasado se invitó a bloggers de distintas partes del país a mandar pequeñas aportaciones con la finalidad de que también estuvieran presentes en este experimento y que evitáramos que fuera un evento fundamentalmente chilango. Estas aportaciones se mandaron al departamento de producción de Básico FM y se convirtieron en un audio que pueden bajar dando click aquí.
Todos en Básico esperamos sus opiniones.
4. Debido a causas de fuerza mayor, la próxima semana parece que una vez más me convertiré en el jefe de mi oficina (wahoo!). Esto significa que la cantidad de trabajo disminuye y que puedo ir de jeans… parece ser que a pesar de todo, sigue habiendo un Dios que escucha la plegaria de sus agobiadas creaciones.
Si eres Dios y estás leyendo este blog, te recuerdo que también te pedí vacaciones en algún destino exótico. Gracias!
Low Battery Warning
Si les digo que tuve una semanita infernal, creo que es decirles poco. Pero bueh, ya regresé. Ya estoy de vuelta en la ‘vida normal’. Ahora nomás me hace falta recuperarme del déficit de sueño que traigo, responder mis mails pendientes (54 en mi cuenta personal y un número indeterminado en la de la oficina) y ponerme al día en los blogs que suelo leer.
Para responder preguntas: no, no me fui de vacaciones; sí, estuve trabajando; no, no estuve en mi oficina; sí, estoy al borde del colapso; no, aún no requiero que me internen en un psiquiátrico; sí, deseo con todas mis fuerzas unas vacaciones.
En otras noticias, hoy fue la Conferencia de Weblogs.Comunicación. Fuera de algunos detalles, creo que salió más o menos bien. Si ustedes estuvieron ahí, sí, yo era el que gritaba «básico efe eme» a la menor provocación y no, no estuve moderando la conferencia. Precisamente la estación que regenteo junto con otros compañeros fue la encargada de producir un audio con las diversas opiniones de bloggers que se encuentran desperdigados a los alto y ancho de nuestra república y que por razones obvias no pudieron estar presentes de manera física.
Debo reconocer que el audio quedó increíble. En cuanto lo tenga, lo subo y se los paso para que lo escuchen quienes no fueron a la conferencia (bueh, y también quienes fueron pues la compu dejó de reproducir el audio como a la mitad).
Escribo estas líneas con la última rayita de batería que tiene disponible mi cuerpo. Me voy a dormir, luego les platico más.
Viajar
Hace unas dos semanas me fui a tomar una chela con un viejo amigo de la preparatoria. En sexto de prepa era el compañero de banca de la persona que se sentaba frente de mí y, así como la guerra genera amistades entrañables entre los soldados, vivir la experiencia de tu último año de preparatoria en una escuela sólo para hombres hace que tú y tus compañeros de banca tengan una relación muy particular.
Sin embargo, tenía mucho de no verlo, por lo que me pidió que le contara qué había sido de mi vida. Contar lo que he hecho de mi vida desde 1997 a la fecha es poco menos que un crimen, así que le dije lo que suelo decir cada vez que me encuentro con alguien a quien no he visto en mucho tiempo y que me pide que le resuma ocho años de mi vida en una frase: «Pues nada… estudié economía y ahora estoy trabajando».
Dependiendo del nivel del alcohol o de la profundidad de la conversación (que muchas veces van de la mano), el resto de la conversación puede explorar de manera más extensa en mi época de estudiante (y le cuento que empecé con una carrera, luego me salí, luego me metí a estudiar dos carreras al mismo tiempo, luego me pusieron una huelga que le partió el queso a una de esas dos carreras para quedar finalmente como economista) o en mi etapa laboral (comencé trabajando en una estación de radio, de ahí me salí para terminar la escuela, trabajé en una multinacional que me enseñó lo bajo que podía caer como persona para finalmente terminar en el lugar en donde estoy actualmente).
Sin embargo, en esta ocasión, la conversación se fue por un camino que jamás había explorado por completo y que, por lo mismo, no me había dado cuenta que era tan rico en anécdotas y vivencias: viajar.
Sí, como a muchos más, me encanta viajar. Pero no fue sino hasta que comencé a platicar anécdota tras anécdota que me di cuenta que a viajar lo he vuelto una actividad en sí misma dentro de mi vida. Sin querer (o sin pensarlo) he visitado muchos lugares… pero particularmente, he vivido muchas cosas en el transcurso de los viajes en los que he estado.
Así, sin proponérmelo, comencé a contar anécdotas que me hacían acordarme de otros viajes y otras personas. En menos de lo que lo platico, le conté de noches perdido en la lluvia de Londres o comiendo tacos árabes en pijama y calcetines en Cambridge; de maletas y contratiempos en Frankfurt o de trasbordos en Philadelphia; de aventuras en Guanajuato o de viajes en tren a Zacatecas; de tugurios de mala muerte en Acapulco o de nadar en un cenote bajo la luz de la luna; de visitar de manera extraordinaria los aposentos privados de Carlos Menem o de quedar atrapado en un pueblito de Oaxaca (Arrazola) al más puro estilo de la Dimensión Desconocida.
Yo era el más sorprendido. Hasta ese momento, no me había dado cuenta que sí, que tenía muchas historias que contar, que en todas esas había estado yo presente y que invariablemente me había divertido al vivirlas. Hasta ganas me dieron de tener un lugar en donde escribir tanta aventura (jo!).
Hoy, hace un año, estaba de viaje. Todo comenzó siendo una idea tan sencilla que cuando se comenzó a hacer más grande y más real, no hubo otra alternativa que disfrutarlo. Aún me causa sorpresa el imaginarme viajar durante toda la noche de Boston a la frontera con Canadá para desayunar en Montreal; ir al festival de Jazz con unos pases de prensa que nos permitieron tener acceso a refrescos, cervezas y bocadillos ilimitados, conocer Québec y Vermont, comer langosta y putin, visitar el MIT, Harvard y los Hamptons, dormir en una camioneta porque el departamento en donde nos estábamos quedando en Montreal estaba cerrado, cantar en un bar gay o dormir en la casa del amigo de la esposa de un amigo de un amigo mío…
Hoy me dieron ganas de releer las aventuras que pasamos. Si ustedes también tienen ganas, ¿qué tal que me acompañan?
Viaje a Montreal – 1
Viaje a Montreal – 2
Viaje a Montreal – 3
Viaje a Montreal – 4
Viaje a Montreal – 5
Viaje a Montreal – 6
Viaje a Montreal – 7
Viaje a Montreal – 8
Viaje a Montreal – 9
Viaje a Montreal – 10
Viaje a Montreal – 11
Viaje a Montreal – 12
La Conferencia
¿Ya se enteraron de la conferencia acerca de weblogs que se está organizando?
¿No? Pues vayan apartando la fecha en su agendas!!
Apunten: 15 de julio (o sea, el próximo viernes) a las 4 de la tarde en un lugar llamado ‘Foro Cultural Coyoacanense’ y que está en la calle de Allende no. 36, en Coyoacán.
Si no tienen ni idea de dónde está el Foro Cultural Coyoacanense, ocúpense de llegar al centro histórico de Coyoacán y de ahí sigan el siguiente mapa:
El lugar está marcado con una estrella. Sí, sí, esa estrella que está a un lado de donde dice ‘Foro Cultural Coyoacanense’ (duh!)
El tema central de la conferencia será el papel que juegan los weblogs para enriquecer la comunicación en la web, además de que le daremos un poco de formalidad a la reflexión acerca de esta nueva forma de expresión. Ojo! en esta ocasión le daremos ‘formalidad’, lo que no significa que le daremos ‘solemnidad’ ni nada por el estilo. Si todavía no se convencen, les puedo decir quiénes van a estar en la conferencia: alt1040, Área Estratégica, Vecindad Gráfica, Ánima Dispersa, N@rrativa, 8 senderos, ecuaderno, Isopixel y WOMS!
Mi nombre estaba originalmente como moderador del evento (a los demás organizadores se les ocurrió que yo podría ser algo así como el espectáculo de medio tiempo o la variedá), sin embargo acaban de surgir ciertos imprevistos que movieron mis horarios de la próxima semana. Así que, haciéndola de emoción, todavía no sé si llegaré a tiempo para sentarme junto con el resto de la blogósfera a platicar/pachequear un poco acerca de nuestro mundo (que, si eres blogger, finalmente es algo que te gusta hacer… y mucho! jejeje)
La invitación está abierta a toda la comunidad y la entrada es libre. Si quieren informarse de más cosas o registrarse de una buena vez, vayan acá.
Allá (espero) nos vemos!!
PD. Ahora que, si tu horario laboral no te lo permite o eres vampiro y no sales de día, el jolgorio se continuará en el Kuru Kuru, Av. La Paz 157, Locales 37 al 39, Segundo Piso, Plaza del Carmen en San Angel (arriba del Cluny). Cáele!!
PD.2 Si eres de nuestros Amigos de Provincia®, lánzate para el Defectuoso también!! Digo, estoy seguro de que conoces a algún bloggero de tu confianza que te puede dar hospedaje para este magno (¡!) evento, ¿no?
CUM
¿Qué tienen en común Jorge Ibargüengoitia, Roberto Madrazo, Carlos Fuentes, German Dehesa, Adolfo Aguilar Zínzer, Yordi Rosado, Manuel Bartlett, Miguel Alemán Velasco, Esteban Arce, Porfirio Muñoz Ledo, Bernardo Fernández ‘BEF’, Federico Döring, Emilio Chuayffet, Juan Ramón de la Fuente, Fernando de la Mora, José Emilio Pacheco, Esteban Moctezuma, Agustín Fest, Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’, Miguel Mancera, César Costa, Plácido Domingo, Jorge Volpi, Ruy Feben y José Francisco Ruiz Massieu?
Pues que todos ellos (entre muchos más) estudiaron y sufrieron las torturas propias de mi preparatoria: el Centro Universitario México (el CUM… sin liga a ninguna referencia pornográfica). Justo leía el post de Árbol y también el de BEF acerca de esto mismo de lo que hoy les platico y creí conveniente poner en perspectiva el orgullo (suena trompetilla) de haber estudiado (suena doble trompetilla) en esta noble (triple) institución (enooorme trompetilla).
Resulta que yo llegué a ese lugar después de haber pasado la primaria y la secundaria en las escuelas que son consideradas como las ‘indicadas’ para llegar al CUM. Algo así como ‘el camino de Santiago’ pero en cuanto a educación media superior.
De hecho, yo no sabía que el CUM era El CUM sino hasta que ya tenía un año estudiando ahí; sí, los maestros de la secundaria nos lo cacareaban más que el ser recibidos en el cielo por San Pedro y la Corte Celestial… pero la verdad es que lo que decían los maestros no solía ser objeto de mucha credibilidad.
Así, un día de agosto de 1994 hice mi entrada a esa escuelita y poco a poco me fui enterando de las distintas tradiciones que pululaban por los pasillos de mi preparatoria. Ahí me enteré que las Noches Coloniales® surgieron de ahí, lo mismo que las estudiantinas (yiack!); también supe que en la década de los 60, las autoridades de la escuela estaban tan a la onda que las primeras tocadas de El Tri (sí, sí, esa agrupación comandada por Alex Lora) fueron en las instalaciones de la escuela. Los maestros te platicaban de las muchas personalidades que se habían sentado antes que tú en las enormes bancas de madera que poblaban los salones y quienes tenían hermanos que habían pasado antes por el CUM te podían presumir de las numerosas leyendas del lugar, que si un tipo se había dado un tiro en los laboratorios debido al estrés de un examen o que si un maestro había hecho lo mismo en las escaleras de la biblioteca por razones desconocidas hasta la fecha.
La zona deportiva también tenía su historia. Te platicaban de cuando aquellos gloriosos Pumas de la década de los ochenta habían ido a jugar contra la selección de futbol del CUM o de los numerosos trofeos que se tenían guardados en un gabinete transparente que ocupaba una enorme pared cerca de la dirección. Y por supuesto no sólo eran de futbol soccer sino también de americano, en donde los Gamos (el equipo de la escuela) eran amos y señores.
Las tradiciones eran múltiples. Las Interáreas eran (son) de las memorables y que en alguna ocasión ya narré en este blog. El despedir a los mejores maestros en la última clase del año mediante una valla hecha por sus alumnos, era otra. Los mariachis, las noches coloniales, las obras de teatro. Y cada una de las actividades extraescolares tenían sus propias tradiciones: a los nuevos miembros de la rondalla y de la selección de futbol se les hacían novatadas, por ejemplo.
En fin, este post ha sido para tratar de recordar un poco la sensación que era asistir a mi preparatoria. De hecho, uno de los golpes más fuertes que me dio la universidad (y ahora mi presente laboral) es que me resultaba (resulta) tremendamente difícil levantarme por las mañanas. En la prepa eso no sucedía; digo, no es que sonara el despertador a las 6 de la mañana y pegara un salto como si las sábanas me escupieran. No, tampoco.
Pero no se compara el quehacer diario de mi chamba, con la certeza de que algo en la escuela será divertido/entretenido/digno de contarse. Algo harán los maestros o algún compañero, que será bueno para recordar en unos años. Y eso, recordar, es justo lo que he estado haciendo durante toda la mañana.
Writing
Hoy me trajeron un regalito.
Junto con él, venía una postal que dice:
I know nothing in the world that has as much power as a word.
Sometimes I write one, and I look at it, until it begins to shine.
………………………………………………………….Emily Dickinson
Soy feliz.
Comics
Soy ñoño. Eso lo he dicho desde el principio.
Pero hasta mi ñoñez tiene límites. Los videojuegos, por ejemplo, no me gustan y lo último que jugué fue Mario Bros 3; tampoco le he entrado jamás a un juego de rol. De hecho, durante mucho tiempo juré que los ‘juegos de rol’ consistían en tomar violentamente la ropa/mochila/libro de un compañero de salón y lanzárselo a varios compañeros con el propósito de que el interesado no pudiera agarrarlo, todo esto mientras se canta un pequeño y burlón cántico que dice ‘Role! Role! Role!’.
Siendo conocedor de los límites de mi ñoñez, también sé que mi temporada de comics terminó hace mucho tiempo. Eso sí, durante cierta época leía comics como desenfrenado y, en lo que sería un avance de mis gustos musicales, mi gusto por los comics no conoció de prejuicios… Comencé con los clásicos de Walt Disney y la Pequeña Lulú, Sal y Pimienta, Lorenzo y Pepita, Mutt y Jeff, Tarzán, Kalimán y hasta el Lágrimas y Risas, el Libro Vaquero y el VideoRisas. Obviamente leí los comics de superhéroes tanto de DC como de Marvel así como a Karmatrón y los Transformables. Pero un día llegó la pubertad o la radio o sabrá Dios qué, y me deshice de mi enorme y muy variada colección de comics. De aquella época quedan muy pocas evidencias, pero aún conservo ciertos números que simplemente son básicos para cualquier persona que se precie de conocer un poco la cultura pop de nuestros tiempos. Los números que llevan a la muerte de Superman es uno de ellos, por ejemplo.
De todos los superhéroes, a pesar de todo (a pesar de Spiderman o Superman), mi favorito siempre fue Batman. Sus historias eran psicológicamente complejas y el personaje maduró de una forma que jamás pensé posible en una figura que yo creía infantil. Recuerdo haber sufrido durante todo un verano la espera de la segunda parte del ‘Muerte en la Familia’, en donde se concluye la historia de cómo muere Jason Todd (que fue quien tomó el papel de Robin después de que Dick Grayson [Ricardo Tapia] se convirtiera en Nightwing).
Otro de los números que guardo es uno llamado ‘The Killing Joke’ en donde el Guasón deja inválida a Batichica después de violarla. Eso es a lo que le llamo entretenimiento para todas las edades!!
Pero bueno, todo esto viene a cuento por dos eventos que sucedieron durante el fin de semana. El primero, por supuesto, es el ‘conflicto’ que tenemos con Estados Unidos debido a un comic llamado Memín Pinguín. Si alguien se lo preguntaba, sí, yo leía Memín Pinguín. Recuerdo particularmente bien un número cuando Memín cambia una canica ‘ojo de tigre’ por una plancha de vapor para su ‘Ma Linda’. También recuerdo que no podía concebir a alguien que pudiera hacer un comic en donde apareciera la pobreza de una manera tan explícita.
Pues ahora resulta que a Estados Unidos no le parece correcto que México emita una estampilla con la imagen de Memín. Independientemente del espectacular error de timing que cometió el gobierno mexicano (again) al sacar la estampilla apenas 3 semanas después de que el presidente hiciera un comentario fuera de lugar (again) acerca de los negros, creo que todo este asunto está fuera de contexto.
Si tienen oportunidad, lean la editorial que escribe Enrique Krauze en el periódico Reforma de ayer domingo (¿no tienen acceso? léanlo acá), creo que clarifica bastante bien la situación en la que se encuentra México versus Estados Unidos con respecto al racismo.
La segunda de las cosas que sucedieron este fin de semana fue que por fin se me hizo ir a ver ‘Batman Inicia’. Tenía muchísimas ganas de verla, no sólo por mi pasado en los comics de este grandioso personaje sino también por Christian Bale, uno de mis actores favoritos (si alguien tiene la capacidad de hacer ‘Empire of the Sun’ y ‘American Psycho’ merece todos mis respetos). Pues bien, no he salido decepcionado. Si ustedes no la han ido a ver, corran ahorita mismo pues se están perdiendo de ‘la sorpresa del verano’. Uno sale de la sala sin la asquerosa sensación de haber visto «una película de comics», sino una muy buena película con un desarrollo de la historia coherente, buenas actuaciones (bien por ese casting para Alfred, Ducard y Lucius Fox!!) y perfecta explotación de la oscuridad -particularmente psicológica- de un personaje como Batman.
… caray! Batman y Memín Pinguín en un solo post!
Debería haber un premio para este tipo de conjunciones, ¿no?