SalvadorLeal.com

La vida irreal de Salvador Leal

Archive for mayo, 2010

Lost

with 4 comments

Por razones que se explican en el texto, este post NO CONTIENE NINGÚN SPOILER

En el ocaso de la década de los noventa, un grupo de amigos preparatorianos que se había ido de vacaciones a una ciudad colonial mexicana decidió coronar su viaje con un pequeño twist. Regresarían a la ciudad un día antes de lo planeado y no le dirían a sus familias que ya no estaban de viaje, esto les permitiría salir esa noche, reventar hasta más no poder y no tener que llegar a casa de sus papás sino hasta la hora en la que el regreso original estaba planeado.

Por supuesto, la anécdota se complica hasta niveles insospechados y dignos de ser pasados al cine. Sin embargo, en este post no pienso hablar de lo sucedido esa noche, sino de la sensación de angustia y estrés que uno de esos amigos preparatorianos tuvo al saberse en la misma ciudad que el resto de sus conocidos, pero sin que nadie supiera que había regresado. Sentía que a la vuelta de la esquina se iba a encontrar a sus papás, a algún familiar, o peor, a algún amigo lejano de su familia que, por azares del destino, terminara echando a perder todo el plan de aquella noche de farra.

Pues bien, hoy me siento como ese joven preparatoriano de la anécdota que no voy a contar en esta ocasión. Resulta que el día de ayer se transmitió el último capítulo de Lost y yo no lo veré sino hasta hoy por la noche. Y desde ayer he estado tratando de evitar cualquier contacto con la tecnología que me vaya a arruinar la experiencia del final de mi serie favorita del momento.

Me desconecté de twitter (@salvadorleal), no he entrado a Facebook, ni al Messenger y deshabilité el chat de mi Gmail para evitar que algún chistoso me vaya a hacer pasar un mal rato. Ninguna medida es suficiente; tan sólo el mes pasado, un amigo me arruinó uno de los momentos claves de la serie al publicar en sus status del Facebook su shock por lo que acaba de ver en la televisión. Me sucedió como en el capítulo de los Simpson en donde Homero sale de ver ‘The Empire Strikes Back’ y dice «¿Quién hubiera imaginado que Darth Vader era el padre de Luke?» Así, nomás que versión 2.0

Pero nada de todo a lo que he tenido que renunciar el día de hoy ha sido tan duro como dejar el Google Reader. Porque, como lo he dicho en otras plataformas (jo!), lo mío, lo mío, lo mío, es el Google Reader (mis compartidos, aquí). Y sé perfectamente que en cuanto lo abra, un buen porcentaje de los feeds a los que estoy suscrito me spoilearan (del inglés, spoiler: adelanto en donde se revela total o parcialmente el argumento de una obra, particularmente relativa al teatro, el cine, la televisión o la literatura) lo ocurrido la noche de ayer en Lost. Tampoco he entrado a YouTube por aquello de los Features que salen por default en la página principal y que pudieran darme alguna pista del desenlace.

Así pues, llevo 12 horas de un ayuno tecnológico sin precedentes. Ni he entrado ni a los portales de noticias, vaya. No vaya a ser la de malas. En el más patético de los intentos de dejar de pensar en entrar a mis redes sociales, he regresado aquí, a mi viejo blog, a desfogarme.

Es 2010 y tratar de desconectarme del mundo que me rodea (peor, del mundo que he construido a mi alrededor) se vuelve casi imposible. Supongo que las únicas plataformas más o menos seguras serían LinkedIn y Blip. Y de la primera no estoy tan seguro porque muchos ligan sus estatus a Twitter, en donde sé que ha habido un intercambio de información sobre Lost digno de ser analizado por el departamento de Comunicación de alguna institución educativa. Afortunadamente tengo el capítulo en Apple TV y lo puedo ver hoy por la noche. No sé qué sería de mi si tuviera que esperarme hasta mañana martes para verlo en AXN. Supongo que no llegaría. Me marchitaría antes por falta de información.

Continuaré encerrado en esta cuevita, en mi último reducto de privacidad, en este mensaje dentro de una botella enviado desde una isla desierta. Y aún así, estaré entrando a mi blog con muchísimas reservas. O qué, ¿a poco creen que no sé que en los comments pueden poner información sobre Lost?

Written by Salvador Leal

mayo 24th, 2010 at 10:43 am

Posted in medios

Fuego

without comments

Estoy leyendo «This Is Your Brain on Music: The Science of a Human Obsession» [link], un libro de un cuate que está muy clavado en descubrir qué es lo que, neurológicamente, hace que el ser humano esté obsesionado con la música. Esta persona, de nombre Daniel J. Levitin, quiere saber qué es lo que se activa en nuestros cerebros cuando escuchamos una melodía que nos gusta, cómo es posible que unas canciones nos gusten mucho y otras no tengan éxito y saber si las melodías que cantan los seres humanos a lo largo y ancho del planeta tienen algo en común.

Leyendo la parte de las letras, me encontré con esta frase en donde reflexiona acerca de la poesía y de su importancia para las letras de las canciones. Me gustó mucho y les comparto un párrafo traducido por mí, en este blog que poco a poco ha dejado de ser un espacio de diálogo (Twitter se llevó las conversaciones) y se ha vuelto más un lugar para guardar mis filias y obsesiones:

«Hace casi cien años, la Enciclopedia Britannica, en su edición de 1911, publicó que la poesía había «tenido tanto efecto en el destino de la humanidad como el descubrimiento del uso del fuego». Comparar la poesía con el fuego no sólo es metafóricamente satisfactorio sino también dramático (¿el fuego en el alma de hombres y mujeres? ¿el deseo quemante de expresar sentimientos con rima y ritmo?). ¿Pero queremos creer que la poesía realmente ha ejercido un efecto profundo en el curso de los eventos de la humanidad? La Británica dice que sí, que la poesía y presumiblemente, la letra de las canciones, han cambiado la historia, comenzado y terminado guerras, documentado la historia de la humanidad y cambiado la mente de los hombres acerca del curso de sus vidas.»

Written by Salvador Leal

mayo 13th, 2010 at 1:09 pm

Posted in arte,música