Archive for mayo, 2004
ITAM’s Top Ten
Hace exactamente un año dejé de ir a la universidad. Ojo, no dije que me gradué o que me *recibí* como licenciado en Economía. No. Hace un año terminé las clases y decidí salir a ver qué me deparaba el mundo real.
Algunas de las conversaciones que he tenido en estos últimos días me han recordado lo que era estar estudiando en el Infierno Tecnológico Autónomo de México (inscríbase aquí) y así como puedo ser tremendamente cursi y nostálgico con mi prepa, la verdad mi experiencia universitaria se acerca mucho a la experiencia de un examen prostático… de 10 semestres!! (la comunidad gay que lee este blog puede intercambiar el examen prostático por algo realmente doloroso, incómodo y sórdido; it’s up to you).
El asunto es que, hace un año, durante las últimas horas de mi vida universitaria en el ITAM, decidí hacer un top ten con las experiencias más divertidas/curiosas/raras/patéticas/memorables que me ocurrieron durante mi larga estadía en ese antro de ñoños, regresiones econométricas y libros de estadística.
Debido a que comentar todos y cada uno de los puntos del top ten me llevaría demasiado espacio (y digo, ustedes tampoco MUEREN por conocerlos todos), haré una selección de cinco que me dejaron especialmente marcado.
Así que… empezamos!!
No. 10: Mi primer día de clases
Desde el inicio comenzamos mal. Imaginen a un ñoño que se mueve por la ciudad de México a través del transporte público; el ñoño tiene lentes de fondo de botella, peinado de libro abierto, chamarra verde como de velador de edificio y una pluma que se asoma del bolsillo de su camisa de cuadritos. El ñoño baja del microbús y cruza una calle que lo dejará justo al lado del estacionamiento de su nueva universidad. Intempestivamente, un BMV nuevecito pasa a escasos centrímetros de él, sin darse cuenta el conductor que estuvo a punto de terminar hasta con la última pizca de ñoñez que llena el cuerpo del peatón. Detrás del BMW, un Mercedes, luego otro Mercedes y otro BMW; el ñoño voltea a su alrededor y ve una fila de guardaespaldas que, cual mamás en primer día de clases, esperan a que el retoño entre al salón de clases y esperan pacientemente limpiando sus pistolas y puliendo la recubierta blindada del vehículo del pequeño.
En estos momentos, Salvador se siente la pulga más miserable que jamás ha pisado la faz de esta tierra. Piensa en Beverly Hills 90210 y se da cuenta que no se parece ni siquiera remotamente a Brandon. Entra a los pasillos y se encuentra con un desfile de modas instantáneo; decenas de supermodelos han decidido estudiar administración y relaciones internacionales y se pasean por las instalaciones del ITAM. Pasa el día, Salvador regresa a su casa y visualiza su autoestima como una jerga de gasolinera. Es apenas el primer día… de diez largos, largísimos semestres.
No. 7: Mi primer examen de Eco
Un ñoño siempre será un ñoño. Podrá pasar por épocas difíciles o de búsqueda personal, pero por dentro seguirá teniendo una extraña fascinación ya sea por D&D o por SW (si sabes a qué me estoy refiriendo… FELICIDADES! tú también eres un ñoño!).
Los ñoños estamos acostumbrados a varias cosas: a que no nos inviten a fiestas en la secundaria, a que destruyan nuestro proyecto de medio ambiente sustentable para el laboratorio de química y a siempre -SIEMPRE- sacar diez en todos los exámenes de todas las materias. ¿Saben en dónde radica el poder del ITAM? En que por muy ñoños que sean las personas que acuden a ese centro de saber, el ITAM siempre sabrá más que tú. Por muy *machetero* que seas, el profesor siempre será más ñoño que tú. Por muy inteligente que te creas, el ITAM siempre tendrá la ventaja sobre tí. O por lo menos eso se te queda grabado después de que en tu primer examen de economía, para el cual estudiaste desde dos semanas antes (no es exageración, pregúntenle a su itamita de confianza), para el que fuiste a todas las clases de recuperación y laboratorios extras, para el que sacaste los ejemplares más gordos de la biblioteca… en ese examen para el que te preparaste como si tu vida dependiera de ello… sacas 4.
Si… CUATRO!
«¿¿Pero cómo??» se pregunta el recién ingresado al templo del saber y del terror, «si en mi preparatoria casi me levantan una estatua después de haber visto las respuestas de mis exámenes!»
Pues nada… en ese momento y no antes, es cuando finalmente el ITAM te da la calurosa bienvenida y es apenas el prólogo de lo que vendrá más adelante.
Lo peor… LO PEOR! Es que, una vez que sales de el lugar con mayor cantidad de ñoños por metro cuadrado de la ciudad de México, sabes que ese primer examen que respondiste no se merecía más de un cuatro. El ITAM ha infectado tu alma.
No. 5: El CRTV
Desde que yo era muy pequeño me ha gustado la radio. Soy el típico caso del hijo *único* al que le regalaron una grabadora y un micrófono y hacía programas, anunciaba canciones, escribía comerciales y proporcionaba datos culturales. Creo que hasta recetas de cocina daba! Desde siempre, entonces, he querido ser locutor de radio; nomás que hasta el 2000 no había ningún valiente que me dejara un micrófono enfrente para que yo hablara a mis anchas. En el ITAM no existe la carrera de Comunicaciones; vaya no existe ni Periodismo!… lo más cercano a esas carreras es el Circuito de Radio y Televisión del ITAM.
Originalmente, el CRTV era un juguetito que los alumnos de ingenierías utilizaban para transmitir Metallica, AC/DC y hablar de circuitos eléctricos y cosas del estilo. Sin embargo, en los tiempos en los que yo pululaba por los grises pasillos itamitas, la dirección del CRTV cambió de manos y comenzó a ser manejada por administradores y economistas, quienes no tenían ningún conocimiento técnico de la radio, pero que desbordaban en entrepreneurship. Justo en ese momento llegué yo y mi vida, literalmente, jamás volvió a ser igual.
Tres meses después de haber entrado al CRTV, entrevisté a Vicente Fox y Francisco Labastida. Una semana después estuve con Juanes y para noviembre estaba tomando una cerveza en Acapulco con todo y mi acreditación de prensa para el evento masivo de música electrónica, el Aca World Sound Festival.
El Circuito me permitió conocer los oscuros negocios de las disqueras y los pretenciosos pasillos de las estaciones de radio comercial. Asímismo, el Circuito hizo que me atrasara casi un año en mis materias y que comenzara a vivir más en la Cabina que en mi propio cuarto. Cuando no llegaba a mi casa, mi mamá ya ni siquiera marcaba mi celular, simplemente marcaba el teléfono del ITAM (5628 4000) y la extensión del Circuito (1287) y sabía que ahí me encontraría, ya fuera haciendo promos, bajando canciones o simplemente disfrutando del Sky que teníamos contratado.
En el CRTV tuve varios programas: el Noticiero Itamita (lun-vie de 7 a 8.30), el Top 13 (lun y mie de 10 a 11), la Hora de Nadie (cuando alguien no llegaba a su turno), Fallas del Corazón (programa nocturno de consejos sentimentales) y la cobertura de los eventos especiales como el Día ITAM y el Día de Hacer Horarios. Sin embargo, el programa al que más cariño le tenía (y al que más tiempo le daba de preparación) era Micro20159. Como el pequeño racional lo dice, Micro20159 era un espacio dedicado a la buena música que comenzó por accidente y que terminó con bombo y platillo hace exactamente un año.
Había muchos gags que sólo los radioescuchas podían disfrutar en su totalidad, como el hecho de que los sidekicks no duraran más de unas cuantas semanas bajo el yugo del conductor o que programa a programa el grito introductorio fuera rompiendo su propio récord.
Aunque me despedí del aire universitario hace un año, el último programa de Micro20159… nunca se dio. De hecho, aún está por hacerse. Sobretodo porque lo extraño cañón.
Top 3: El Pulque
Nunca me ha gustado hacer las cosas que todos hacen. En parte por eso me molestaba tanto mi universidad. Un maestro decía ‘hagan un trabajo creativo’ y todos llegaban hablando de tasas de interés, inflación y regresiones econométricas. FLO-JE-RA.
Durante toda mi estancia en la Cuna de la Tecnocracia Mexicana tuve muy pocas ocasiones de realmente poner mi creatividad a prueba… y mi top 3 es precisamente una de ellas.
Resulta que el profesor de Historia Económica de México era un Perro del Mal™. Para su primer examen parcial (que todos reprobamos, desde luego) nos hizo aplicar modelos de Agente y Principal para las encomiendas españolas y los indígenas aztecas, además de pedirnos que explicáramos, con Teoría de Juegos, la relación que había entre los esclavos en la Nueva España.
El segundo parcial fue peor que el primero, por lo que todas mis esperanzas estaban puestas en el trabajo de fin de semestre y en el examen final. El examen final lo daba por descontado porque el Dr. Salas (en el ITAM se extasian cuando les dicen ‘doctor’ en lugar de ‘maestro’ o ‘profesor’) seguramente lo iba a hacer imposible de contestar. Esto es, todo dependía de mi trabajo final.
«El trabajo debe ser académica y teóricamente impecable, pero además debe tener un toque de originalidad. Quiero ideas O-RI-GI-NA-LES. Ni se les ocurra traerme viejas ideas disfrazadas con nuevos modelos económicos» nos dijo el Doctor. «Presentan su paper en hard copy y preparan una pequeña presentación oral para la clase, que también voy a calificar»
Pues ahí tienen a Salvador rompiéndose la cabeza para pensar en algo *económicamente* original. Y que se me ocurre! Y que lo presento! Y que pega!!
Mi trabajo se tituló «El Pulque en la Nueva España: Una Visión Económica» y hablaba de la importancia que tenía el pulque como el principal bien por el que se pagaban impuestos. Con decirles que hasta pulque llevé a mi presentación!!
Esa materia, de ser la que peor llevaba, terminé sacándola con 9.
Top 1: Pedro Aspe
Estudiar en el ITAM tiene muchas deficiencias: instalaciones hechas en un edificio originalmente planeado para ser un manicomio, cero areas verdes, compañeros más mamones que uno con una cuenta bancaria con muchísimos más ceros que la tuya, etc, etc. Lo único bueno que tiene esa escuelita, son los maestros. ¿Siempre has querido entrar al Banco de México? Pues tomas clase con el Director de Investigaciones Económicas. ¿Te interesa la parte fiscal? Te vas con el Subsecretario de Ingresos. ¿Tienes ganas de chismear agusto? Entras a tomar clase con José Córdoba Montoya. ¿Quieres conocer los entretelones de la política macroeconómica de México? Pues entras a tomar clase con Pedro Aspe, el famoso secretario de Hacienda en tiempos de Carlos Salinas de Gortari.
Tomar clase con Aspe era todo un reto. Y no sólo intelectual, sino físico también. Su clase era de 3 horas seguiditas los viernes a las siete de la mañana. Nos daba Macroeconomía I y debo decir que, si bien no era un maestro excelente, sus clases eran realmente grandiosas, pues más que enseñarnos lo que nos tenía que enseñar, nos daba lecciones de aplicación de política dura y madura. Sus anécdotas eran lo mejor: «Así que cuando me mandaron una manifestación a que cerraran mi oficina, a todos los líderes del movimiento les sacamos los impuestos que no habían pagado…», «Estaba hablando con Fidel Velázquez cuando…», «Entonces le pregunté al licenciado Salinas…»
Pero bueno… lo entretenido de mi Top 1 no es haber tomado clases con Pedro Aspe. Eso sería demasiado pretensioso (si de por sí). La razón por la que está en mi Top 1 es porque a mí, un ñoño al que jamás lo habían regañado ni por hablar en clase… a mí! me sacó Pedro Aspe del salón.
Los detalles me los guardo para la posteridad, pero sepan que una vez que un ex-secretario de la talla del Dr. Aspe te saca del salón, es como si te dieran una placa para hacer lo que quieras en el resto de las clases. El profesor, literalmente, te la viene pelando. Desde entonces, apliqué el «pues de mejores lugares me han corrido» cada vez que algún maestro encontraba mi presencia indeseable en el salón de clases… y no estaba mintiendo.
Fight Club (2a. parte)
Lo siento… no he podido dejar el programita de GoogleFight. La paginita ha abierto demasidas confrontaciones al estilo Celebrity Deadmatch que tenía pendientes y que ahora comparto con ustedes.
* Tu jefa vs. Mi jefa
Ganador: Mi Jefa (OOOBVIO!)
* Cuerpo vs. Alma
Ganador, dándole la razón a la tradición judeocristiana, ganó el Alma.
* Bien vs. Mal
Ganador: Bien (fiu! no sé qué hubiera hecho si hubiera salido lo contrario!)
* Joaquín López-Dóriga vs. Jacobo Zabludovsky
Ganador: Jacobo!!
* GC vs. el Tío Gamboín
Ganador: GC (maldito gato!)
* Espía blanco vs. Espía negro (cfr. Mad Magazine)
Ganador: Espía blanco (lo sabía!!)
* Big Mac vs. Whopper
Ganador: Big Mac (yacks!!)
* Carlos Salinas vs. Porfirio Díaz
Ganador: Carlos Salinas (inserte aquí alguna referencia de AMLO hacia ‘el innombrable’)
* The Beatles vs. Yoko Ono
Ganador: Los Beatles (pues no, eh!)
… y sigo y sigo y sigo y sigo
Fight Club
Nunca he estado en una pelea. Nunca he golpeado y nunca me han golpeado. No sé qué tan raro sea esto en sus comunidades, pero para uno que es ñoño desde la primaria, ésto es haber alcanzado un nivel de maestría de la ñoñez tal, que te eleva a una nueva categoría en totem social de la ñoñería: yo era un ñoño peligroso al cual no le podías pegar.
Ahora, no crean que soy una Hermana de la Caridad. Si nunca he estado en una pelea ha sido porque nunca me han pegado y porque no soy lo suficientemente estúpido como para pegarle a alguien sabiendo que no sé golpear. No es que sea un pacifista, sino que creo en la violencia verbal más que en la física… y creo más en una que en otra porque en una me defiendo bien mientras que en la otra nomás no. No hay nada como estar en un antro, con cierto alcohol de la sangre encima, y ponerte detrás de tu Amigo el Fuerte™ para gritarles a los de la otra mesa cosas que no les gritarías si no tuvieras la protectora presencia de tu cuate para defenderte.
Nunca me he peleado… hasta ahorita. Gracias a Mau, me enteré de esta página denominada ‘GoogleFight‘, que es la lucha encarnizada entre dos búsquedas de Google. Si por ejemplo, uno pone a luchar a los Pumas contra a las Águilas, el OBVIO ganador son los Pumas!
Si pones a luchar a Pepsi contra Coca, el ganador es Pepsi; si pones a Radioactivo contra WFM, el ganador OBVIO también es WFM… y así.
Dicho lo siguiente, nos arremangamos la camisa, nos quitamos zapatos, reloj y corbata, escuchamos los últimos consejos de nuestro mánager y…
LUCHARAAAAAAAAAAAAAAAAAAN, A DOOOS DE TRES CAÍIIIIDAS, SIN LÍIIIMITE DE TIEMPO…. En eeeeeeesta esquina, con 25 años y 250 kilos de libros y DVD’s a sus espaldas…. Salvadoooooooor Leaaaaal!!! (inserte aquí ovación de la multitud)
Y en eeeeesta ooootra…
* Salvador vs. AMLO – Ganador: Salvador (y esto no es complot!)
* Salvador vs. el Santo – Ganador: Salvador (ajuerzas!)
* Salvador vs. Darth Vader – Ganador: Salvador (may the force be with me!)
* Salvador vs. Marcelino Champagnat – Ganador: Salvador (pa’ que vean esos maristas de mi escuela con quién se meten!)
* Salvador vs. Sarampión – Ganador: Salvador (y eso que no me he vacunado!)
* Salvador vs. Dios – Ganador: Salvador (literalmente, ¡TÓMALA BARBÓN!)
* Salvador vs. Bill – Ganador: Bill!! (auxilio Uma!)
* Salvador vs. Satán – Ganador: Salvador (Obvio!)
* Salvador vs. Joe – Ganador: -ejem- mejor vayan a la página.
* Salvador vs. Benito Juárez – Ganador: Salvador
ajajajajaja, okey, creo que con Benito Juárez comenzó el desvarío. Los dejo con el link que les proveerá de muchas horas de diversión.
Sólo agregue agua…
Terrible jueves.
Dos juntas kilométricas. Stress y calor.
Mucho trabajo durante mucho tiempo.
La ciudad se funde bajo los rayos solares.
Llego a mi casa y no hay nadie.
Abro la regadera y traigo la grabadora.
Saco el Legend de Bob Marley y le pongo play.
Para cuando llega a ‘Waiting in Vain’, el alma comienza a regresar a mi cuerpo. No sé si alguna droga tenga mayor efecto que el agua acompañada de música.
El calor sofocante sigue cuando cierro la regadera, pero ahora sirve en lugar de toalla. La casa sigue vacía.
Life… is good!
He’s messing with my mind!
Pasé dos veces frente a él antes de darme cuenta que no decía lo que yo creía. Ya me lo habían advertido… pero aún así, caí.
Esto es lo que en psicología se denomina ‘inferencia perceptual’, es decir, cuando nuestra mente tiene ya establecido un patrón que completa cuando ve ciertas piezas. El ejemplo clásico es con figuras geométricas que unimos en nuestra mente a través de un dibujo donde sólo se sugieren esas figuras… lo que está muy cañón es el grado al cual se nos ha metido este signo gráfico simbólico ritualizado en donde la imagen tiene un significado en sí misma, sin que nos detengamos a leer lo que dice.
Ahora quiero una playera con ese logo!!
Confusiones
Hablando de mezclas…
«Vemos un buen panorama para el País, mientras no confundamos lo político con lo económico, lo económico con lo político, lo político con lo judicial o lo judicial con lo político».
Vicente Fox,
Presidente de México.
El panorama para el País sería mejor, si en el 2000 no hubiéramos confundido al político con el ranchero, al ranchero con el estúpido y al estúpido con el pigmeo mental. ¡No se confundan!
Salva te salva
Originalmente, la sección se llama «De la bolsa de Jaimito el Cartero» y es donde revisamos la correspondencia que llega al correo electrónico (que, desde esta semana, es exlocutor@gmail.com). Sin embargo, en esta ocasión han llegado más preguntas que comentarios y hemos decidido abrir la sección «Salva te salva» en donde la gente manda sus preguntas (no importando si tienen o no que ver con el blog) y aquí su wey se las contesta. Comencemos.
P: Hace un par de horas escuché a un güey decir que no se debe mezclar la política con la economía, ni la economía con la política ¿Es esto posible?
R: Mi estimado, la persona a la que escuchaste decir eso no tiene ni la más pálida idea de lo que está hablando. No sé quién sea (a estas alturas ya todas las declaraciones son iguales, las de Fox, AMLO, Creel o Paquita la del Barrio), pero es claro que debería darse un fuerte golpe en la cabeza a ver si así se le reacomodan algunas neuronas.
La política y la economía (por lo menos la macro y la micro) están fuertemente relacionadas. Una afecta a la otra de una manera directa. Un político no puede menospreciar la economía y un economista no puede menospreciar a la política. Si uno no domina las dos, es muy probable que sea un político o un economísta bastante mediocre.
P: Ahora que has estado viajando en metro, sería interesante saber si ya le diste una hojeada al librito tan famoso que te prestan en el metro para leer en el transcurso de tu camino. ¿y usted que opina?
R: En los días que estuve viajando en el metro no me dieron ningún librito. Desafortunadamente, no fui el único. Parece que a otros cuantos miles de usuarios que venían junto a mí tampoco se los dieron pues no venían leyendo nada. De hecho, me dio una mezcla de coraje/tristeza ver que las personas realmente no van haciendo NADA. No ocupan su tiempo en NADA. No aprovechan esos largos trayectos para hacer algo. Los únicos que veníamos haciendo algo éramos, un señor leyendo ‘Sensacional de Traileros’ y yo, que venía leyendo un libro que luego te recomiendo. Estaba para ponerse a llorar de la depresión o -si eres medio ojete- para ponerte muy contento… pues te das cuenta que si lees, ya estás en ventaja sobre los miles y miles y miles de mexicanos que no leen. Tu lugar para sobresalir está un poco más arriba gracias a que el resto no lee. Claro que, citando a Semidios, en tierra de ciegos, el tuerto no es visto con buenos ojos.
P: ¿Quién fue el décimo séptimo virrey de la Nueva España?
R: (si les digo que aquí está su wey buscándoles las cosas) El décimo séptimo virrey de la Nueva España fue Don Diego López Pacheco Cabrera y Bobadilla, Marqués de Villena, Conde de Xiquena y Duque de Escalona, que gobernó la Nueva España a partir de 1640 y sólo nos duró dos años porque le inventaron que quería darle el territorio a Portugal (él siempre dijo que era un complot en su contra). Se le recuerda especialmente porque llegó a Veracruz en junio pero se presentó al palacio virreinal de la ciudad de México hasta finales de agosto debido a las numerosas celebraciones en honor a su llegada.
P: ¿Sabes cuándo o en dónde podremos ver la película de Michael Moore por la que le dieron la Palma de Oro de Cannes?
R: No tengo ni idea.
P: La canción de Paulina Rubio ‘Nieva Nieva’, utiliza correctamente la conjugación del verbo ‘nevar’?
R: Oooookey… El verbo ‘nevar’ es un verbo defectivo natúreo, también conocido en tus clases de español de la primaria como ‘impersonal’ o ‘unipersonal’. La forma en que Paulina Rubio utiliza el verbo nevar es la correcta, pues el presente del imperativo para ese verbo sí es ‘nieva’, no ‘neva’ que podría ser la otra opción.
P: ¿Cómo le hiciste para meter la cámara al reclusorio y sacar las fotos que posteaste?
R: Híjole! Ya me cansé… esa la respondo en otro post, no?
Links
Amín Cárdenas, corresponsal de SalvadorLeal.com, gasta diariamente sus pupilas en búsqueda de material que resulte interesante para los lectores de este espacio. Algunas veces envía reseñas de películas o discos mientras que en otras ocasiones manda links que hacen la delicia de chicos y grandes aquí en la oficina.
A continuación, les envío algunos de los links más raros/divertidos:
1. Es algo así como la página de inspiración del Dr. Chunga, pero en real. Son algo así como inventos estúpidos japoneses; mi favorito es la mantequilla que viene en presentación de Pritt (como el lápiz adhesivo o como un lipstick gordo) para embarrar en el pan.
2. Si quieres mucho a tu plátano y deseas que nada le haga daño, ¡protégelo! ¡cuídalo! Más información, aquí.
3. No hay nada como aprender yoga en compañía del dirigente mundial más popular del momento. El Virabhadrasana nunca fue tan divertido! Yorch DobleU te dice cómo!
4. El link de la noticia sórdida no podía faltar.
Enjoy!
Los enemigos del futuro
Así como podría hacer un sitcom acerca de los días que trabajé en una estación de radio, podría hacer una serie cómica acerca de la relación con mis papás. Resulta que ellos son economistas (los dos), de la UNAM (los dos), de la generación del movimiento del 68 (mi mamá organizaba mítines and stuff) y fueron expuestos a altas dosis de Marx, Engels y Echeverría.
Imagínense lo que es tener un hijo (que de milagro no se llamó ‘Lágrima de Oso’ o ‘Garra de Ocelote’ o alguno otro de esos nombres que a los hippies les encantaba poner) que, después de muchos años de estar en un ambiente de campo, jorongos de Chinconcuac, agua de jamaica y Serrat, se convierte en un *monstruo* que estudia economía en el ITAM (cuna de la tecnocracia mexicana), le gusta la música electrónica, McDonald’s y no puede vivir sin su palm. A mí me da mucha risa… aunque analizándolo más de cerca, a mis papás les ha de causar serios conflictos educativos.
Dentro de las características que no tengo, hay una muy particular que a mis papás les parece que raya en el cinismo y que para mí es pecar de ingenuidad: las ideologías. Cuando yo veo todo lo que ellos hicieron en la universidad a finales de la década de los sesenta, me parece loable, interesante e histórico… pero para que a mí me saquen hoy en día a la calle a manifestarme a favor o en contra de algo, mínimo me tendrían que cloroformar. El asunto de *expresarse* mediante marchas y mítines me parece no sólo inútil y primitivo, sino también demodé.
Todo esto viene a cuento debido a la próxima cumbre de Jefes de Estado de Latinoamérica y Europa que se realizará en la ciudad de Guadalajara a finales de esta semana. Resulta que los periódicos comienzan a darnos reportes de las actividades que grupos globalifóbicos tendrán a lo largo de esos dos días de encuentro. Nomás lo pienso y no lo entiendo. ¿por qué se manifiestan? ¿creen que así van a cambiar la situación de inequidad por la que actualmente pasa nuestro planeta? ¿piensan que los jefes de estado van a decir ‘híjoles! sí son retehartos… a lo mejor tienen razón y deberíamos cerrar nuestras puertas al comercio internacional’? ¿o es básicamente una forma más elaborada de ‘echar desmadre’?
Recientemente estuve en un foro donde se presentó el índice de Libertad Económica que The Heritage Foundation presenta anualmente junto con The Wall Street Journal. De las primeras cosas que se dijeron, al comenzar a increpar a los ponentes acerca de los *beneficios* que el aumentar las medidas *neoliberales* (Dios, cómo odio ese adjetivo!!) podrían traer a países como México.
Y lo primero que contestó el representante de The Heritage Foundation fue, palabras más, palabras menos: ‘el debate no debe ser entre ideas de izquierda versus ideas de derecha, ni entre liberales versus conservadores… sino entre ideas dinámicas versus ideas estacionarias’ Esto es, ideas que permitan movernos hacia un lugar mejor (apertura de mercados, desaparición de fronteras comerciales, globalización, competitividad, infraestructura) en comparación con ideas que permitan mantener el status quo (economías cerradas, subsidios, aumento del paternalismo gubernamental, «soberanía»).
Ja! Entonces resulta que los cuates globalifóbicos son los individuos más *reaccionarios* que desean que las cosas o se queden como están o regresen a como estábamos hace 30 años; en un país donde el gobierno era omnipotente y omnipresente en los niveles político, económico y social.
La palabra clave aquí, es ‘libertad’. Libertad de ser y hacer sin que el gobierno meta las narices (más que para ejercer el marco legal, obvio); libertad para invertir, para elegir y para decidir; libertad para pensar y para mejorar. Ni siquiera estamos hablando de autonomía (ya ven que la UNAM es ‘autónoma’ pero sigue chupando del presupuesto del gobierno… y que la educación de la mayoría de los niños mexicanos la dan maestros que obedecen a los intereses de la estructura gubernamental), sino de libertad de acción.
Pero bueno, pensarán, eso es lo que piensa un niñito fresa que fue a una universidad privada y que cree que el mundo es un feliz ecosistema constituído por ranitas saltarinas y nubes de algodón de azúcar. Nada, qué! Uno puede ser medio wey, pero no puedes estar ciego ante la situación que vive nuestro país… y ver que parte de los problemas consisten en grupos de personas que, en lugar de ponerse a trabajar, se dedican a perseguir reuniones de jefes de estado para aventarles harina y huevos. ¡Uy! ¡Mufasa!
Luego les sigo platicando del índice de Libertad Económica… el reloj marca que ya es hora de ponerse a chambear.
Go Go Gmail!!
Ya no tenía pensado postear por el día de hoy, pero la siguiente página me dio mucha risa.
Como ustedes saben, Google -el buscador más popular del planeta- está en las pruebas para sacar su correo electrónico: Gmail.
Gmail es una maravilla: tu correo está archivado por tópicos, utilizas un buscador (al estilo google) para encontrar mails pasados y tienes 1 Gigabye de capacidad (sí, has cuentas… Hotmail te da 2 Megas). Todo, desde luego, completamente gratis.
¿Qué necesitas hacer para tener una cuenta en Gmail? Pues ahorita ser de los elegidos por los dioses y tener mucha suerte, porque el programa apenas está en pruebas (más info, aquí). Esto fue precisamente lo que se me hizo muy gracioso: un lugar en donde se postean cosas a ofrecer por una cuenta en Gmail.
La lista va desde online girlfriend for a month hasta an explanation of semiotic theory, from de Saussure on up pasando por una tarjeta VIP para un antro en Noruega, todos los comics de Calvin & Hobbes y Asterix en un CD y un ratoncito, así que da para un buen rato de lectura. Aquí está el link para la página.
¿Y tú? ¿Qué darías por una cuenta en Gmail?
Si se te ocurren ideas, mándalas a mi nuevo correo electrónico: exlocutor@gmail.com