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La vida irreal de Salvador Leal

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Dismal

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No hay más que decir.

Written by Salvador Leal

septiembre 2nd, 2009 at 2:40 pm

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2009

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1. Pues comenzó el nuevo año y este blog nomás no había posteado. Lo siento, trataré de hacer un recuento de las múltiples cosas que han pasado y verán que he tenido muchas razones para no haber escrito.

2. Como nos habíamos quedado en la última serie de posts, me titulé. Ahora sí, la gente por la calle me puede decir ‘licenciado’ sin temor a equivocarse o herir susceptibilidades. Nomás me tomó cinco años y tres temas de tesis distintas pero al final quedó. ¿El tema de mi tesis? Etiquetado de transgénicos. Groundbreaking y breathtaking, lo sé. Tengan en cuenta que mi primer acercamiento a la titulación incluía una investigación de campo en países musulmanes; y si con esta última línea no se convencen de que me gusta complicarme la vida, no sé qué más necesitan.

Mientas que hordas de economistas de mi generación hacían maestrías (hasta dos) y doctorados, yo todavía no me titulaba. ¿Cómo era eso posible? me preguntaban mis allegados. Aaaaahhh, contestaba yo, lo que pasa es que ninguno de mis colegas contemporáneos ha estado cinco años escribiendo un blog. Porque justamente, ese es otro de las cosas que sucedieron en estas últimas semanas…

3. Mi blog cumplió cinco añotes. Un lustro de mantener y shinear (y revampear) SalvadorLeal.com no cualquiera. En el blog he encontrado un espacio para aventar pa’rriba las ideas que se me ocurren, las cosas que veo y -poquito- las cosas que me pasan. Creo que, haciendo un balance, los cinco años de mi blog dan resultados bastante positivos; no porque me haya ahorrado una lana de terapia (aunque también), sino particularmente porque gracias al blog me he podido encontrar con una gran cantidad de personas talentosas, divertidas e inteligentes que de ninguna otra forma me hubiera topado.

Leerlos primero y conocerlos después, han sido de los fenómenos más extrañamente agradables a los que me he visto expuesto. Supongo que es una nueva forma de hacer amigos que, como la Sección Amarilla, funciona y funciona muy bien. Un abrazo grande, grande, tan grande como el blogroll de la derecha que leo religiosamente, a todos mis amigos, panas, comparsas y colegas bloggeros. Nunca cambien, valen mil. Y si cambian, no duden en postear sus razones (je).

4. Otra de las razones por las que no me había titulado podría haber sido la falta de necesidad. Resulta que para estudiar una maestría uno debe estar titulado de una licenciatura (duh) y pues yo ya tenía hasta mi credencial de (neo)alumno de la maestría pero de mi título ni sus luces. Vaya, nada como ponerle algo de emoción al asunto de la titulación: si no te titulas no sólo no serás licenciado sino que tampoco podrás entrar a la maestría y los bocadillos y bebidas de la recepción tendrán que tirarse a la basura o dársela a los niños pobres.

Viéndolo de otro lado, en estos cinco años no dejé de ser ‘alumno’ y cuando finalmente tengo la oportunidad de dejar de serlo, decido inscribirme en una maestría para mantenerme en el redil. Ahí les dejo el dato para su interpretación favorita.

5. Diciembre también marcó otra fecha de celebración: llevo seis meses yendo al gimnasio. Como en otra ocasión les platiqué, Martha y yo nos inscribimos en un ‘fitness club’ que más bien es el centro social más vibrante del momento; yo lo considero ‘el Califa de los gimnasios’ pues no hay día en donde no me encuentre a alguien conocido. A Javier Solórzano ya no me lo he encontrado, pero la otra vez estuve conviviendo con Zague en los vestidores y hasta miembro de la Selección me sentí. Y si no me encuentro a nadie famoso, no falla que está algún exalumno del CUM, o del ITAM. Me cae que un día de estos hasta un blogstar me voy a encontrar en las caminadoras.

6. Por cierto, hablando del gimnasio, aún no se sienten las multitudes que pusieron «hacer ejercicio» en el primer lugar de su lista de propósitos para el año nuevo. No sé si sea la crisis o que simplemente no les ha dado tiempo de ir a que les den el tour por el lugar. En pensamientos aleatorios adicionales, la otra vez llegué a las 6 de la mañana y había COLA para entrar al lugar!! ¡¡COLA!! Háganme el favor. Los sportjunkies son toda una raza que me sorprende día a día.

7. Para no fallarle este año, comenzamos con dieta baja en carbohidratos para eliminar los kilitos acumulados. De vuelta al queso panela a la plancha, las ensaladitas y las comidas altas en proteínas. Adiós a las tortillas y el pan. Adiós, pues, al 70% de la comida mexicana. Si todo sale bien, con esta dieta y el ejercicio, para el 2012 estaré listo para posar en la portada del Men’s Health.

8. El 2009 también marca una nueva temporada de «La Vida Irreal de Salvador Leal» (traducida en otros países de habla hispana como «La Culpa de Todo la tiene Salvador Leal»). En esta nueva temporada, aparte de una maestría, nuestro joven protagonista cumple 30 años y sus escritores deciden que es hora de ponerle un poco de ‘Friends’ a su serie mudando no a uno sino a dos de sus amigos al mismo edificio donde él vive. Y no a cualquier tipo de amigos, no señor. A los cuates con los que escribe un sitcom. De la nada, eso se convierte en un sitcom acerca de escribir un sitcom. Es como «Nobody’s Watching» pero en México. A ver qué pasa.

9. En mis vacaciones se me ocurrieron varias ideas. Una de ellas (la más pegadora) la publicaré en el siguiente post. Seguiremos informando…

Written by Salvador Leal

enero 7th, 2009 at 7:56 pm

Cuenta regresiva

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Estoy a 12 horas de «El Gran Final»…

Ya no hay uñas que morder.
Ya no hay pestañas que quemar.
Ya no hay mucho más que hacer.

Más que subirle a todo el volumen y gritar con Jim…

Written by Salvador Leal

diciembre 18th, 2008 at 11:22 pm

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Crónicas Itamitas I

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Es viernes, ya es noche y estoy estudiando.
De la nada, como si no hubieran pasado cinco años, estoy de regreso en el mismo lugar.

Afuera, millones de personas se disponen a salir o han pasado la tarde con sus amigos. Y yo, como me solía pasar en época de exámenes finales en el ITAM, no. Recuerdo que en esa temporada a mí se me olvidaban los días de la semana y sólo me quedaba con las fechas y el examen que me tocaba. 14, Econometría; 17, Microeconomía Avanzada II; 18, Economía Internacional; 22 (sí, juro que una vez tuve un examen un 22 de diciembre), Derecho y Economía.
No importaba si era viernes, sábado o domingo, durante Los Finales™ estaba en la biblioteca. De hecho, la biblioteca del ITAM la abrían las 24 horas para los intensos que querían estudiar Problemas de la Realidad Contemporánea a las 3 de la mañana. Por un papelito pegado que está a un lado de mí, me doy cuenta que la bonita tradición se mantiene. Nunca me vi llegado, de viernes a sábado, a las 2 de la mañana, con mi tambache de libros, apuntes y fotocopias. Me sigo sin ver, pero ahora creo que por lo menos daría una buena premisa para película u obra de teatro.

Como se pueden dar cuenta, me he aburrido un poco y he decidido postear. En mis épocas no había internet inalámbrico. Bueh, y aunque lo hubiera habido, yo no tenía laptop. Uno iba al Centro de Cómputo (donde chequé mi correo electrónico colossus durante los primeros tres años de la carrera, I swear) a perder el tiempo y ver cómo los demás estaban haciendo trabajos finales. Benditos ellos. Yo casi nunca tuve que presentar trabajos escritos, puros exámenes. Ninguno como para el que estoy estudiando ahorita, though. El único que me viene a la mente fue una investigación para Historia Económica de México en donde analicé la importancia tributaria del pulque en la Nueva España. Neto. Resulta que la segunda entrada de dinero más importante para nuestra Madre Patria, era por el pulque. La primera era la plata.

En aquellas épocas no había internet inalámbrico que me permitiera aislarme un rato del estudio. Bueh, para el caso tampoco había blogs ni twitts ni Facebook. Hoy vi a dos itamitas cuyos blogs leo y que ellos no lo saben. Son pequeñas celebridades en mi cabeza (neta sus blogs son muy buenos) pero se me hizo demasiado freak acercarme a ellos y decirles «hola, soy Salvador y me gusta mucho tu blog». No sé si eso se estile entre los universitarios de hoy en día. O si siga siendo tan freak como hubiera sido en mis épocas llegar de la nada con alguien y comenzar una conversación.

Con tristeza he descubierto que una parte de la biblioteca que dejaban abierta los domingos, ha sido cerrada y remodelada. Lástima. Adoraba estudiar ahí los domingos. Llegaba a eso de las 10 de la mañana y me quedaba hasta bien pasadas las cinco de la tarde. Como nunca había nadie, no habían distracciones. Sólo el radio y la tranquilidad que te da un domingo en el sur de la ciudad. Hoy esa zona está convertida en una cosa que denominan «Aulas Ejecutivas». Me he asomado (no se puede entrar) y parece la Sala Centurión de American Express. Me pregunto quién tomará clases ahí. Me pregunto si ha pasado suficiente tiempo como para que yo tome clases ahí.

La leyenda decía que los maestros se ponían más buena onda durante las épocas navideñas. Que, según esto, había más aprobados en la temporada de exámenes finales de diciembre que en la de mayo. Nunca supe si era cierto. Me lo sigo preguntando ahorita, a cinco años de haber pasado mi penúltimo examen de la carrera y a una semana de hacer el último.

Written by Salvador Leal

diciembre 12th, 2008 at 7:32 pm

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Yo declaro

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En defensa de mi nombre y mi reputación, agredida por la izquierda, debo hacer la siguiente aclaración: no soy de la Ibero. Soy del ITAM.

Atte.

Salvador Leal.

P.D. También estudié Letras en la UNAM, pero supongo que eso no contribuye al estereotipo que quieren crear.

Written by Salvador Leal

febrero 20th, 2007 at 12:14 am

Vivir tu vida puede cambiar tu vida para siempre

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No sé ustedes, pero a mí varias veces me han dicho que «mi vida está a punto de cambiar». Recuerdo que alguien me lo dijo recién entré a trabajar a aquella estación de radio en donde estuve como locutor de 3 a 6 de la tarde. También me lo dijeron cuando me fui a estudiar a Cambridge a los 15 años y cuando entré a Procter & Gamble en el 2003.

Y la verdad es que mi vida sí cambió en aquellas ocasiones. Pero definitivamente no han sido los cambios más grandes de la vida. Sí, un día de la noche a la mañana comencé a recibir llamadas y correos electrónicos de gente a la que le gustaba mi voz (weird), las cosas que decía (weird x 10^3) o hasta mi forma de ser (weird x 10^12). Pero la verdad es que agradecería más que alguien me hubiera avisado en otras ocasiones menos obvias que mi vida iba a cambiar. Por ejemplo, ¿quién diría que mi vida cambiaría al cantar ‘It wasn’t me’ de Shaggy a la 1 de la mañana de un viernes?, ¿y por qué nadie me avisó que mi vida cambiaría al escoger el lugar en donde me sentaría durante 4° de prepa?.

Si ustedes han sido fieles lectores de este blog, sabrán que odio bastante al ITAM a pesar de que soy egresado de esa universidad (si no son lectores asiduos, para eso sirven las categorías que están en la columna de la derecha, den click donde dice ‘itam’). Y de hecho, cada vez que amigos y conocidos me escuchan hablando del querido Infierno Tecnológico Autónomo de México, me terminan preguntando: «¿y entonces por qué estudiaste ahí?». La respuesta siempre es la misma. Por error.

De hecho, la respuesta podría ser más certera y podría decir que fue por casualidad. O por las trajineras de Xochimilco. O por no tener coche en la prepa. Todas las razones tendrían sentido, pues resulta que un viernes de hace justo diez años, decidimos en el salón que nos iríamos a beber alcohol y escuchar música trepados en una trajinera de Xochimilico. Yo estaba invitado, pero por no tener coche, un amigo me daría aventón si lo acompañaba a hacer un par de cosas antes. Dentro de ese par de cosas, tenía que llevar sus papeles para hacer el examen en el ITAM.
El resto se lo podrán imaginar. Acompañé a mi amigo, la fulanita que le recibió los documentos a mi cuate me dijo que si yo no quería entrar, le dije que no tenía papeles, me preguntó mi promedio y me dijo que los alumnos del CUM tenían pase automático, así que el único documento que tendría que entregar -si quería- era para sacar una beca. Me dijo que no perdía nada, bla bla bla.
El resto es historia: fui admitido en la UNAM y en ITAM. Y como yo me quería ir a la UNAM, cuando llegó a mi casa una carta con el porcentaje de beca que me daba el ITAM (recordemos que en el 97 usar internet no era muy común), pasé saliva y les hablé por teléfono mandándolos mucho a la goma.

Al día siguiente, los malditos itamitas hablaron con una oferta que no pude rechazar -Vito Corleone dixit-. No me arrepiento. Nomás soy un itamita renegado que le debe a esa escuelita casi todo lo que he hecho desde hace diez años: escribir para Sputnik, trabajar en una estación de radio, chambear en el lugar que trabajo actualmente, escribir comedia para televisión, tener una estación de radio por internet y hasta los cuates con los que salgo hoy en día. Y no, no es que todo lo que me rodea esté lleno de hijos del ITAM. No. Pero si no fuera por esa p****e escuela, mi vida sería totalmente distinta.

Hoy me pregunto por qué aquella tarde de viernes no hubo nadie que estuviera a mi lado y me dijera: «¿Sabes? Ir a las trajineras va a cambiar tu vida para siempre»

Written by Salvador Leal

febrero 14th, 2007 at 7:23 pm

Política IV

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Recibo este bonito cuadrito que hizo JP Morgan con respecto a las elecciones en México:

Por si no lo alcanzan a leer o nomás no mascan el inglés, el cuadrito dice:60% de probabilidad de que gane Calderón
40% de probabilidad de que gane AMLO

1. Si gana AMLO (40%)
a) 5% de probabildiad de que el PRD controle el congreso
– No hay reformas
– Política fiscal y monetaria poco disciplinada (loosen, floja)
Recomendación JP Morgan para títulos mexicanos: Vender
– Bajo crecimiento económico
– Peso débil
– Altas tasas de interés

b) 35% de probabilidad de que el PRI y el PAN controlen el congreso
– No hay reformas
– Disciplina fiscal y monetaria
Recomendación JP Morgan para títulos mexicanos: Neutral
– Bajo crecimiento
– Peso sin cambios
– Tasas de interés sin cambios

2. Si gana Calderón (60%)
PRI y PAN controlan el congreso
– Hay reformas
– Disciplina política y fiscal
Recomendación JP Morgan para títulos mexicanos: Comprar
– Alto crecimiento económico
– Peso fuerte
– Bajas tasas de interés

… No sé qué me sorprende más, si el análisis tan charro (simplista) que hizo una institución financiera tan importante como JP Morgan o que realmente alguno de sus clientes se la vaya a creer. Se me hace que lo hizo algún camarada itamita que en verdad cree que con uno nos lleva el diablo y con el otro nos volvemos Suiza.

Que se quede aquí como muestra de cómo pudiera ser la propaganda política más sofisticada. Es igual de engañosa y chafa que la publicidad común y corriente, nomás que necesitas saber inglés, entender de porcentajes y conocer quién diablos es JP Morgan.

Written by Salvador Leal

junio 23rd, 2006 at 1:05 pm

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Dentro del autobús

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Uno de los factores por los que he hecho muchas de las cosas que he logrado en mi vida ha sido la existencia de personas a mi alrededor que me han dicho ‘no se puede’ en el momento justo.
Si un día se me ocurre una idea, la suelo platicar por ahí para ver cómo funciona en la mente de otras personas y si por casualidad me encuentro con alguien que, con argumentos más o menos inteligentes, me dice que no se puede… no veo mejor excusa para realizar la idea que el demostrar que sí, que sí se puede.

Así sucedió hace casi seis años, cuando se me ocurrió que la estación de radio universitaria en donde trabajaba (el Circuito de Radio y Televisión del ITAM) podía cubrir la llegada de Vicente Fox, el primer presidente electo de un partido distinto en 70 años, al poder en México.
Y cuando conté mi idea, lo primero que me dijeron fue: 1. estás estúpido y 2. no se puede. Las razones eran muchas, que si un medio de comunicación universitario no podía ser considerado como un medio digno de una acreditación para la ceremonia de traspaso de poderes; que si bien el Circuito hacía una buena labor como radio universitaria, el ITAM ni siquiera tenía la carrera de Comunicaciones y que por lo tanto no podía haber ni siquiera una buena excusa para cubrir el evento; que si había una fila interminable de medios nacionales e internacionales que querían estar en el evento… y así, muchas razones para que decirme que no, que me olvidara del asunto, que no se podía.

No recuerdo bien a bien cómo le hice. Sí recuerdo una conversación con Marta Sahagún (a quien conocí en la campaña cuando era la vocera oficial) y con una colaboradora suya de nombre Gina Morris. Recuerdo haber mandado mi solicitud explicando los motivos de la cobertura y también recuerdo que mis motivos no iban mucho más allá de a) demostrar que sí se podía y b) ver Historia sucediendo frente a mis ojos. Contra todas las posibilidades, una mañana recibí un correo electrónico en donde se me indicaba que podía pasar por mi acreditación el 29 de noviembre a un edificio muy cercano a la glorieta de Colón en el Paseo de la Reforma y que ahí recibiría mayores indicaciones.

Para no hacerles el cuento largo (los cuentos largos saben mejor al calor del vodka), el primero de diciembre del año 2000, el día en el que un presidente de un partido distinto llegaba al poder después de más de 70 años de una denominada ‘dictadura perfecta’, aquí su seguro servidor portaba su gafete de prensa y se metía por todos lados acompañado de su fiel minidisc.

Muchas cosas vienen a mi mente de ese día. Recuerdo la cara de Paco Gil cuando me acerqué a pedirle una entrevista a nombre del Circuito de Radio del ITAM. Primero se rió y luego me dijo muy divertido «¿qué no deberías estar estudiando para tus finales?». En efecto… justo mis finales comenzaban la siguiente semana y don Paco, en un afán desmoralizador y en su papel de profesor de Economía en el ITAM, prefirió remitirme a mis deberes académicos que darme ‘la nota’. Recuerdo también que los eventos que más me gustaron de ese día fueron el desfile en el Campo Marte y la celebración en Palacio Nacional. Esa fue la última actividad de ese día (mi día de reportero presidencial) y había autobuses que llevaban a la comitiva desde Palacio hasta el Centro de Prensa en la glorieta de Colón.

Pues bien, yo la neta ya estaba cansado y me quería ir a mi casita a dormir, por lo que vi un camión desocupado, me subí y esperé a que llegaran más compañeros periodistas para irnos al Centro de Prensa. De repente el chofer recibe una orden y arranca. Me había subido en uno de los camiones del Estado Mayor Presidencial.

Lo que sigue jamás se me borrará de mi mente y corresponde al título de este post. Es la imagen de un ‘reportero’ de 21 años que va, sólo, en un autobús a toda velocidad hacia el Centro de Prensa. En cierto momento me doy cuenta que la velocidad del autobús es bastante considerable por lo que decido asomarme para ver cómo diablos le está haciendo para ir a ese ritmo por las congestionadas calles de la Ciudad. Ahí descubro que la policía ha cerrado las calles y que el camión circula entre una valla de personas (hombres, mujeres, niños, familias enteras) deseosos de ver a su nuevo Presidente. Recuerdo sus ojos, sus caras, la esperanza de sus miradas.

Eran caras de personas que habían votado por una alternativa y que querían hacerle saber a su nuevo líder que estaban con él, que lo único que él tenía que hacer era no fallarles. Era un ambiente de fiesta, de la esperanza de los desesperanzados, de ojos que nunca había mirado hacia arriba, de gente que quería celebrar su logro democrático.

Recuerdo que tuve que sentarme a pensar y asimilar lo que estaba viendo. Comprendí muchas cosas acerca del Poder, de quienes están afuera del camión y también de quienes van dentro de él a toda velocidad. Me dio tanta tristeza que me dieron escalofríos.

Y luego hice lo que cualquier wey de 21 años hubiera hecho en mi lugar: abrí la ventana y saludé a la gente.

Written by Salvador Leal

septiembre 2nd, 2005 at 10:15 pm

Salvador a la moda!

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… pues ahora resulta que estoy a la moda!
Veamos el siguiente artículo. Mis comentarios, en cursivas.

«La Economía es la profesión más popular entre los estudiantes»
por Jessica E. Vascellaro
Dow Jones Newswires

5 de julio – ¿Qué vas a estudiar? En todo el mundo la pregunta de rigor para los jóvenes está provocando cada vez más la misma respuesta: economía.

Shit! Ya con este inicio, me amargaron el día.

Los títulos de economía han aumentado 40% en Estados Unidos en los últimos nueve años. John J. Siegfried, catedrático de economía en Vanderbilt University en Nashville, Tennessee, quien le sigue la pista a 272 universidades y escuelas superiores para Journal of Economic Education, encontró que éstas otorgaron 16,141 títulos de economía en el año académico 2003-2004 en comparación a los 10,701 en 1995-1996.

Bueno, bueno… aquí hay que poner un alto! Digo, el otorgamiento de títulos de economía no garantiza que esta carrera esté ‘en onda’, sino puede ser debido a otros factores: la carrera se hizo más sencilla durante estos últimos años, pusieron algún tipo de programa de titulación (a los economistas nos encanta no-titularnos) o, peor aún, se cansaron de tener economistas contaminando el campus universitario y decidieron dejarlos salir.

Desde mediados de los noventa, el número de alumnos que estudia economía en Estados Unidos ha ido en aumento, mientras que el número que estudia ciencia política ha declinado y el número que estudia historia y sociología apenas y ha crecido, de acuerdo a la agencia gubernamental National Center for Education Statistics.

Bueeeeeeno, digo, también… con qué lo están comparando!
Si comparamos la economía con la biblioteconomía o la antropología, pues sí.. ooobviamente va a estar creciendo!

“Ha habido una clara explosión de la carrera de economía”, dijo Mark Gertler, catedrático y decano del departamento de economía de New York University.

Alguien debería explicarle a mister Gertler que lo que explota no es la carrera de economía, sino los estudiantes de economía al estudiarla. Trust me on this one, mister Gertler.

Muchos estudiantes alrededor del mundo se están preguntando sobre los efectos que tendrán sobre ellos las tendencias económicas globales, lo que los lleva a elegir la carrera de economía.

Sabrina de Abreu, una estudiante de Argentina a punto de empezar su último año en Harvard, dijo, por ejemplo, que las experiencias de su país le facilitaron la elección de la profesión a la que deseaba dedicarse.

“Cuando crecía en Argentina mi país entró en una recesión”, dijo. “Entender la economía se ha vuelto una parte fundamental de mi vida”.

Esta parte sí es cierta. Yo no hubiera estudiado economía si no hubiera sido por las tristes condiciones económicas que prevalecen en mi país. De haber nacido en Suiza, Noruega o hasta en Estados Unidos, probablemente me hubiera dedicado a escribir o continuaría como locutor teniendo un salario anual de más de seis cifras… pero bueh, de algo tiene uno que sobrevivir, ¿no?

Otras carreras en Estados Unidos siguen siendo populares pero eso está cambiando. En New York University, por ejemplo, el número de graduados en economía ha aumentado por encima del doble en los últimos 10 años. Con 800 estudiantes, ésta es ahora la carrera más popular.

En Harvard University, la carrera de economía también es la más popular, 964 la escogieron en 2005. El número de estudiantes de esa materia en Columbia University subió 67% desde 1995 y en University of Chicago, el año pasado, un 24% de sus graduados, 240, egresaron con títulos en economía.

Ahora, el dato que verdaderamente revelador aparecería si hiciéramos una correlación entre el aumento de egresados de la carrera de economía y el aumento en crisis financieras, países en quiebra, malas políticas públicas o la infelicidad global del planeta. Estoy seguro de una correlación positiva muy cercana a uno.

La tendencia marca un gran vuelco para la llamada ciencia inexacta y que experimentó una gran disminución en las matrículas universitarias a principios de los noventa mientras el interés en otras áreas, como la sociología, crecía.

Hmmmm… creo que aquí hubo un error de traducción. En efecto, a la Economía se le llama la «ciencia» inexacta (las comillas son mías, je), sin embargo es mejor conocida (y a mí me gusta más el adjetivo) como ‘the dismal science’, o lo que es lo mismo, la ciencia deprimente o sombría. Nice, eh!

Detrás del cambio se ve una clara lectura de la ley de la oferta y la demanda. En una economía mundial llena de incertidumbres, muchos estudiantes ven en esta profesión al mejor vehículo para obtener un empleo seguro y bien remunerado.

Bueh, ni tanto ni tanto. Aunque es buena publicidad a favor de los economistas… si antes nos veían con ojos de interesados, egoístas y money-driven, ahora con mucha mayor razón! En pocas palabras, estamos dispuestos a vender nuestra felicidad y la tranquilidad de nuestra alma por un (and I quote) ‘empleo seguro y bien remunerado.» Ja! Y no sólo eso!! Suban la remuneración y vean hasta dónde puede llegar un economista!

Y a medida que ha expandido su enfoque, hay claras evidencias que estudiar economía se está volviendo cool.

Y finalmente hemos llegado a la verdadera razón por la que puse este artículo en mi blog!! ¿Leyeron? Vuélvanlo a leer!
«…que estudiar economía se está volviendo cool»
Toma chango tu banana!! ‘Cool’. ¿Cómo les quedó el ojo, eh?

Además de investigar los mecanismos que explican la inflación y las variaciones del tipo de cambio, los académicos están usando ahora las estadísticas y el punto de vista de los economistas para entender por qué la gente responde a ciertos incentivos a fin de explicar todo tipo de fenómenos, desde el sida o la obesidad y hasta el terrorismo.

Uno de los libros con mayores ventas en Estados Unidos en la primavera pasada fue “Freakonomics”, en el que uno de los autores, el profesor en economía de University of Chicago, Steven Levitt, examina problemas que van desde la corrupción hasta los luchadores de sumo.

Totalmente cierto y muy divertido e interesante. Desgraciadamente, los economistas que conozco consideran esa rama de la Economía (la que a mí me resulta la más atractiva) como un chiste. Si no hablas de tasas de interés, crecimiento del capital, regresiones y econometría, pareciera que no eres un buen economista. Ahora, debo aclarar que don Steven Levitt no es ningún pionero en el asunto; de hecho, el más famoso economista que se ha dedicado a estos asuntos es el Dr. Gary Becker. Becker recibió el premio Nobel de Economía justo por llevar el análisis económico a (citando Star Trek) lugares a donde nadie había llegado antes, esto es, el lecho conyugal o los semáforos de la calle. Si quieren saber más de estos temas, pueden comprar su libro «The Economics of Life: From Baseball to Affirmative Action to Immigration, How Real-World Issues Affect Our Everyday Life» o, todavía mejor, visitar su blog (que publica, oh sorpresa, junto con Richard Posner)

Pooja Jotwani, recién graduada de Georgetown University, en Washington D.C., dijo que está convencida de que su título en economía la ayudó a conseguir un empleo en la división de ventas y comercio de Lehman Brothers, donde ganará 55,000 dólares al año, el sueldo inicial promedio de la industria sin incluir bonificaciones. Jotwani agregó que su carrera fortaleció sus habilidades para los negocios y le dio “seguridad financiera”.

“La gente está fascinada con la aplicación del modelo económico para analizar una variedad de asuntos, y esto está provocando que la economía se estudie más y más”, dijo Lawrence H. Summers, presidente de Harvard y ex-secretario del Tesoro.

Estos dos últimos párrafos se pueden resumir muy fácilmente: Los estudiantes de economía son jóvenes con una ambición a prueba de fuego.

De acuerdo con National Association of Colleges and Employers los graduados en economía en Estados Unidos ganan en sus primeros empleos un promedio de 43,000 dólares al año. Eso no es tanto como el sueldo inicial para los graduados en informática o ingeniería, quienes pueden ganar más de 50,000 dólares. Aunque esos empleos de informática o ingeniería se ven más amenazados por la competencia barata de trabajadores calificados de India o China.

“Históricamente las tendencias están más conectadas a la percepción sobre las posibilidades de un trabajo”, dijo Marvin Lazerson, historiador de educación y profesor del programa Graduate School of Education de University of Pennsylvania. “El reciente y más obvio ejemplo es el de los graduados en informática que se disparó en los años noventa y declinó dramáticamente a principios de 2000” después del reventón de la burbuja de internet y cuando las empresas empezaron la subcontratación de empleos de programación.

De acuerdo a una encuesta de 2004 realizada por National Association of Colleges and Employers de Estados Unidos, las carreras de economía y de administración de empresas se ubicaron entre las cinco más deseadas, junto a las de contabilidad, ingeniería electrónica e ingeniería mecánica. No solamente los bancos y las aseguradoras expresaron interés en contratar a graduados en economía sino también firmas en la industria minorista o de servicios públicos.

Yei!! Ya lo saben… la economía no sólo es demandada por los empleadores, sino que -recordemos- es cool! Vendes tu alma al diablo, pero a cambio de una buena remuneración y de una alta autoestima (¿qué carrera te da más por tu alma?)

Nicholas Rendler, un estudiante de 19 años de Brown University, en Rhode Island, dijo que la economía le parecía aburrida pero de todos modos escogió una carrera multidisciplinaria combinando economía, sociología y antropología porque cree que la economía es crucial para entender el mundo.

“La economía puede ser muy frustrante, pero es el mundo en que ahora operamos”, dijo.

Aaaaaahhhh, mi estimada Nicholas Rendler, le has dado al clavo! La Economía es tremendamente frustrante… de qué sirve ‘saber cómo funcionan las cosas’ si nadie te hace caso o, peor aún, si nadie confía en tí por la misma razón de que eres economista?!

Written by Salvador Leal

agosto 9th, 2005 at 12:48 pm

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El correo

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*SalvadorLeal.com y su calificada red de distribuidores, presentan*
El Correo!!… y otros detalles más

El día de hoy voy a responder públicamente a dos que tres correos electrónicos que hay llegado a mi cuenta con algunos comentarios que, creo, es bueno ventilar.

«¡por favor! no uses tanto el ingles en tus escritos es un gran barbarismo, es casi como si el 14 de febrero fuera tu día más esperado en todo el año. saquele provecho a nuestro bonito idioma.»

Mmmmmm. Sí, es lo mismo que mi mamá me dice todo el tiempo. Pero, créeme, no todo el tiempo es así. Como había platicado en un post anterior, una de las tantas cosas que he hecho para no aburrirme en esta vida fue estudiar dos carreras al mismo tiempo: una por hobbie y otra por ‘obligación’. Al final, la carrera que estudié por ‘obligación’ me terminó gustando tanto, que ahora voy por la vida disfrazado para todos lados de economista… sin embargo, la otra carrera (mi carrera hobbie) era Letras Hispánicas. De hecho, el título original era Letras y Literatura Hispánicas… y pues resulta obvio que no puedes estudiar una carrera así con una fijación por el inglés como la que quieres achacarme.
De hecho, las frases en inglés las utilizo por dos razones: la razón práctica y la flojera. La razón práctica es que el inglés muchas veces es más directo y expresa de mejor manera qué es lo que quiero decir (i.e. no es lo mismo decir ‘una experiencia increíble’ a ‘a breath-taking experience’). La otra razón -la flojera- es debido a que muchas veces me da pereza mental buscar en mi archivo de vocabulario la palabra que necesito en español… y la que más está a la mano es la palabra en inglés.

Finalmente, y para terminar con el choro del inglés, resulta que una parte de mi vida laboral la pasé en una empresa donde el idioma oficial es el inglés y el segundo idioma oficial también es el inglés. Parafraseando a una ex-jefa: ‘si no lo puedes decir en inglés, mejor no lo digas’. Para más información de la enfermedad conocida como ‘procterismo’, ve aquí.

El siguiente correo viene de alguien que próximamente entrará a la vida universitaria y que visitó el Infierno Tecnológico Autónomo de México (ITAM) en búsqueda de opciones:

aaahhhhhhh casi lo olvido. es un hecho en el ITAM van el 80% de los hombres mas guapos de la ciudad, no puede ser posible. espero que esto ayude a encontrar mi verdadera orientación vocacional.

El comentario habla por sí solo. Lo único que me gustaría es que adivinaran si quien escribe es hombre o mujer… (jejeje, algunas veces me gusta jugar con la apertura que ostenta este blog). Sin embargo, no es grato no poderse contar dentro de ese 80%… uno se puede sentir el patito feo del mundo universitario.
Seguimos, ahora revisando algunos de los comentarios que surgieron a partir de la Práctica 28.

Por cierto, tu crónica de la Práctica 28 fue muy buena, en un
principio. Describiste muy bien el escenario, los personajes estaban muy bien
trazados y prometían una mezcla corrosiva, la anecdota era muy buena, oscura, clandestina y lo suficientemente morbosa como para llamar la atención
de todos los que todavía no hemos superado del todo la pubertad y nos
divertimos con películas como American Pie, Revenge of the Nerds, etc.

Quien escribió esto le dio al clavo al 100%. Una de las muchas razones por las que no me gusta/no acepto que me gusta mi cumpleaños es debido a que, mentalmente, sigo teniendo 13 años. 14 a lo mucho.
Como tú dices, la anécdota es lo suficientemente morbosa para aquellos que no hemos superado la pubertad; todos los demás la encontraron demasiado naive y light (¿ves cómo si funciona esto de los anglicismos?) Sin embargo, para aquellos que somos los suficientemente inmaduros (o ñoños) como para que nos gusten no sólo American Pie sino Road Trip también (y que estamos esperando ansiosos ‘Euro Trip’) el hecho de que la historia que conté haya sido verídica, le da un toque que nos hace sonreir.

Desafortunadamente falló a la hora de la verdad, cuando los hombres se distinguen de los americanistas. Te pasó lo mismo que a los hermanos Wachowski con The Matrix, bueno, no tan gacho, pero si le faltó un giro inesperado, un final dramático, alguna reflexión sobre la condicón humana, una frase estilo Star Wars o Kill Bill, etc. (…) En pocas palabras, creo que sufriste del síndrome del eyaculador precoz…. te falló a la hora de la hora.

Diablos!! El comentario tocó puntos sensibles!!
Sin embargo, es curioso como nuestro lector compara la inocente (ja!) tarea de escribir un blog con otro tipo de actividades… y cómo el resultado le puede ser tan satisfactorio y llenador como otros resultados también finales. ¡No te trages todo! Dicen que la experiencia hace al maestro. A mí nomás me hace falta práctica… tú siéntate, relájate y deja que este blog te cubra con sus comentarios. Prometo mejorar.

Finalmente, dos cosas:
1. Les recuerdo la existencia del lugar de donde comenzó todo: SalvadorLeal.com. Es medio pitero de tres varos, pero son tres varos queridos y hechos con la mejor de las intenciones. Les recomiendo que se den una vuelta y si ven algo en esta vida que valga la pena compartir pero no quieren abrir su blog, mándenlo y con gusto lo publicamos. Si entre sus curiosidades tienen fotos que deseen compartir con la comunidad, también son bienvenidas. Prometo dar el crédito.

2. He añadido varios links a la sección de ‘New Kids on the Blog’. Les recomiendo que les den una buena repasada diariamente (-ejem- ojalá no vayan a sustituir su visita y dejen de leer SalvadorLeal.com!!). De la misma manera que este blog, el resto de los links exigirá de su inteligencia y criterio. Todos son de calidad e ingenio indudables… para que vean que no soy el único pirado que publica cosas en internet.

Written by Salvador Leal

febrero 24th, 2004 at 11:54 pm