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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for enero, 2004

Tres cosas

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Cosa No. 1
Algunos pensaron que con la tercera parte de «La Práctica 28» iba a terminar la historia. ¿Qué, ahora resulta que o las historias son trilogías o no son nada? ¿Es acaso el síndrome ‘El Señor de los Anillos’ y piensan que si en la tercera parte no se resuelve mi historia ya no se resolvió? Pues no!
Para que mi historia terminara en la 3a. parte, yo habría tenido que cargar a mi compañero de equipo rumbo a los baños cual Sam a Frodo en ‘El Retorno del Rey’. No es así. Prometo que no se alargará más el descenlace.

Cosa No. 2
La gente de radio somos gente fea. Simpática, inteligente, divertida… pero somos feos. Punto. Es por eso que me han sorprendido los comentarios surgidos a partir de la última actualización de las fotos de SalvadorLeal.com.
¡Así somos! Si alguna vez pensaron que la voz sensual del micrófono corresponde a la silueta de la persona de sus sueños…. ¡error!
Dénle una checada a las nuevas adiciones de la galería

Cosa No. 3
En alguna otra ocasión invité a todos mis cuates a un concierto de un amigo que comienza a hacer sus pininos en el ambiente musical. A mi poderosa convocatoria acudieron… dos! Y eso que fue en el Hard Rock… cuál que los invito a Neza y no me acompaña ni mi autoestima.
En fin, para todos aquellos que quieran conocer/cantar/bailar al ritmo rockero de Chica Bomba, este anuncio es para ustedes.

¿Ya anotaron?
El Bulldog tendrá a los integrantes de Chica Bomba cantando sus mejores éxitos (yo soy fan de ‘Sin Ti’) el próximo 6 de febrero. Creo que el cover está alrededor de los doscientos morlacos. No se fijen en eso y si se animan, échenme un telefonazo y/o un mail.

Written by Salvador Leal

enero 30th, 2004 at 2:20 pm

Posted in de todo un poco

La Práctica 28 (3a. parte)

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En el capítulo anterior, habíamos dejado a nuestro protagonista viendo desesperanzado las tres opciones que se le mostraban para la resolución de su problema:
1. No llevar nada
2. Obligar a dos de los miembros del equipo a que llevaran la muestra, corriendo el riesgo de que no llevaran nada o, que en el mejor de los casos, llevaran un vasito con concentrado de agua de horchata.
3. Ya fuera yo o mi otro compañero de equipo responsable y cumplido lleváramos la muestra

De todas las opciones, la tercera era la que tenía más probabilidades de éxito pero al mismo tiempo, la que se prestaba más para la injuria y la descalificación por parte, no sólo de nuestros otros compañeros de equipo, sino inclusive del resto del salón. Hay terrenos de la dignidad humana que hasta los ñoños hemos de saber evitar y ése era uno de ellos.

Después de mucho pensar y repensar, una idea golpeó nuestros pequeños cerebritos y decidimos utilizar una forma no convencional para obtener las muestras: haciendo un concurso.

– «La mecánica es simple», les explicamos al resto del equipo, «la persona que logre obtener las muestras y que compruebe que lo que obtuvo es el resultado del esfuerzo de alguien más, gana la prueba»
– «O sea, ¿cómo?» dijeron nuestros compañeritos que a duras penas podían juntar palabras en su boca para escupir frases.
– «Sí, mira: supongamos que yo llego el próximo miércoles con un vasito lleno; debo poder comprobar que no es mío, que lo conseguí de otra manera y así ganas»
– «¿Y qué gano?»
– «El concurso»
– «Sí, sí… pero ¿qué gano si gano el concurso?»
«Diles que pueden tomar lo que reste de las muestras!» pensaba para mis adentros… pero lo que realmente dijimos fue:
– «Asesoría personalizada para todos y cada uno de los exámenes finales; dos ñoños a tu entera disposición para resolver dudas, prestarte cuadernos… en fin, te ganas un ‘couch académico'»
Los ojitos se les iluminaron y en ese momento supimos que habían caído en la trampa: ellos tenían una motivación para obtener las muestras a como diera lugar, pero cuando les pidiéramos que nos demostraran que ninguno de ellos había proveído de la materia prima para la práctica, no podrían hacerlo y nosotros nos reiríamos de ellos en sus caras, tomaríamos las muestras, haríamos la práctica, sacaríamos diez y seríamos felices. Desde luego, no tendríamos por qué ser sus ‘asesores académicos’ pues el concurso consistía en comprobar que la muestra no provenía de ellos.

Así llegó la semana en la que todo segundo de secundaria tenía que pasar al laboratorio a realizar la ahora mítica práctica 28. Las amenazas de los padres de familia habían sido inútiles para detener al profesor Astorga y sus maquiavélicos planes de perversión juvenil. Nosotros, el salón 23, tendríamos la práctica hasta el miércoles, por lo que tendríamos tres días para ver las reacciones de los otros salones.

Pero nunca nos esperamos que sucediera lo que sucedió.

Los baños del colegio no fueron suficientes para satisfacer (verbo bien usado) la demanda de sus usuarios. ¡¡Había colas para entrar al baño!! ¡¡Había gente vendiendo vasos enteros de muestras para la práctica 28 por los pasillos!! ¡¡Había centenares de personas COMPRANDO las muestras!!

Y cuando digo centenares de personas, no exagero. Mi generación -sólo 2o. de secundaria- era nada más de 650 personas! Los salones de primero y tercero, que no sabían nada de la práctica 28, pronto se enteraron de la situación y en lugar de alegrarse de no tener ese tipo de maestros de biología, decidieron unirse a la ‘celebración’ visitando, ellos también, los baños del colegio.

Eso era una bacanal. Una orgía. Era todo un espectáculo.
Era, además, la orgía más privada y solitaria que se ha visto nunca.

Para el descanso del mediodía de aquel lunes, se respiraba en toda la secundaria una tranquilidad que sólo las satisfechas y exhaustas hormonas adolescentes podían generar. Mi amigo y yo estábamos francamente alarmados; nos había salido el tiro por la culata. Ahora tendríamos que darnos a la tarea de encontrar las muestras por nuestro lado… y no teníamos la menor idea de cómo le íbamos a hacer.

…¿cómo resolvieron este nuevo problema nuestros jóvenes protagonistas, sin convertirse en la versión noventera de Tenoch y Julio, los charolastras de ‘Y tu mamá también’?
… no se pierdan la conclusión de esta historia… en exclusiva a través del blog de SalvadorLeal.com!

Written by Salvador Leal

enero 29th, 2004 at 3:32 pm

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… por qué escribo?

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El viernes pasado, una persona que muy recientemente entró a mi grupo de amigos me preguntaba por qué escribo. La respuesta la da Amy Tan:

Escribir es para mí un acto de fe, la esperanza de que descubriré lo que significa para mí la «verdad». Y leer es también para mí un acto de fe, la esperanza de que descubriré algo esencial acerca de la vida, acerca de mí. Y si el escritor y el lector descubren lo mismo, si tienen esa conexión, entonces el acto de fe se ha convertido en un acto de magia. Para mí ese es el misterio de la literatura y de la vida – la conexión entre dos individuos que descubren al final que son más parecidos que diferentes.

… y le daremos un poco de emoción a la continuación de «la práctica 28» (gracias a los exalumnos el IM por darme datos que no recordaba de la historia!!)

Written by Salvador Leal

enero 26th, 2004 at 4:03 pm

La Práctica 28 (2a. parte)

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Como su número bien lo indicaba, la práctica de ‘Observación de Células Sexuales Masculinas’ era la número 28. Lo que significaba que durante todo el primer semestre de mi segundo de secundaria el tema de conversación era sólamente uno: la práctica 28.

Porque no sólo significaba lidiar con nuestras ya de por sí alborotadas hormonas. Había que lidiar con las ‘buenas conciencias’ de numerosas familias que habían enviado a sus retoños a una escuela-católica-solo-para-hombres con la esperanza, ya fuera de corregir los torcidos pasos de sus angelitos, o para asfaltar aún más el camino al cielo que tenían previsto para sus querubines. El alboroto fue tanto que los reclamos no se hicieron esperar y para mediados de octubre, ya había padres de familia formados afuera de la oficina del Director (conocido por todos como ‘Benny Hill’) reclamando que en una escuela de tan renombrado prestigio se permitiera fomentar «ese tipo de actividades». Claro, nunca nadie decía a qué actividades se referían… simplemente era «esas actividades».

Nuestro profesor de biología, un infame biólogo con el nombre de Eduardo Astorga, ya ni siquiera se tomaba la molestia de negarse a las numerosas citas con los padres de familia. Simplemente no había horario de atención a papás en lo que a la materia de Biología se refería. «Y háganle como puedan!» decía Astorga cada vez que llegaba a quejarse con los alumnos de tener padres tan persignados. Así pasó el primer semestre. Abrimos ojos de buey, matamos gallinas, disecamos patas de rana, cocinamos el cerebro de un sapo para poderlo exponer en frasquitos con formol… estar en su clase o trabajar en un rastro venía siendo la misma cosa. Cuando llegó enero, mis manos (y las manos de toda la generación) estaban arrugadas por el manipuleo constante de formol y cloroformo, y mi ropa nunca volvería a oler a nada que no fuera un laboratorio de biología.

Finalmente, llegó el día:

«Jóvenes» -nos dijo Astorga- «durante estos meses ha habido mucha presión por parte de sus padres para evitar que realicemos la práctica que corresponde a la próxima semana»
(murmullos)
«Silencio!» -dijo mirando fíjamente a cada uno de nosotros- «un murmullo más y su calificación comienza en 6»
«He platicado con el Señor Director y con el otro profesor de Laboratorio, y hemos llegado a la conclusión de que… Ramírez! Vaya inmediatamente por un reporte!!»
(Ramírez) «Pero profesor…»
«Le he dicho que vaya por un reporte»
(Ramírez) «…lo que pasa es que…»
«Le recuerdo a usted que aquellos que han querido probar mi paciencia no han querido repetir la experiencia. Salga inmediatamente del salón»
(Ramírez se levanta haciendo ruido con la banca y sale del salón)
(Dios… así era la vida en la secundaria. Quizás por eso me gusta tanto «La Lista de Schindler»)

(Astorga no suelta la mirada de Ramírez hasta que sale. Se voltea hacia nosotros)
«El asunto es que, el Señor Director y yo hemos platicado largamente del asunto y no hemos encontrado ninguna razón por la que la práctica 28 no se lleve al cabo»
«Les recuerdo que, al igual que con el pollo, las ranas y el ojo de buey, si no traen ABSOLUTAMENTE TODO EL MATERIAL REQUERIDO, tendrán cero en la práctica. Y que para aprobar la materia de Biología es requisito haber pasado primero el Laboratorio»
(un escalofrío recorre la espalda de todos al recordar que así ha sido todo el año)
«Habrán su cuaderno de prácticas. De la Peña, lea el material»
(De la Peña se levanta y lee con grandes dificultades pues sabe que si se ríe la clase tendrá a un reportado más)
«Escucharon bien jóvenes. Una muestra por equipo»
«No me importa de quién es la muestra, no me importa cómo la consigan, no me importa si la tienen que comprar, robar u obtener por métodos no convencionales. Si no traen la muestra FRESCA, tienen cero en la práctica. ¿Entendido?»
(murmullo de ‘si’)
«Fresca significa que no pueden comprarla congelada, pues sé hay lugares donde la venden congelada a precios estratosféricos. Fresca significa que no tenga más de 24 horas de antigüedad. Fresca significa Fresca»
«Ahora pónganse sus batas y pasen al laboratorio»

Los papás que, pasado un semestre, aún no se habían enterado de la práctica 28 se enteraron durante esa semana y hubo fuertes rumores de que sería cancelada y que correrían a Astorga justo después de excomulgarlo por pervertir a las jóvenes mentes del Instituto México Secundaria.
¡Pobres padres! Pensar que se puede pervertir aún más la mente de sus hijos inscritos en tan renombrada escuela marista no era ingenuo, sino estúpido.

Los equipos de laboratorio de Biología en los que me tocó participar a lo largo de mi carrera académica eran como un castigo divino que me invitaba a arrojarme a un barranco. Siempre terminaba yo («el ñoño de Leal») pasando en límpio los apuntes, escribiendo a máquina la práctica, haciendo todo en el laboratorio, dibujando los esquemas y anotando las conclusiones. El resto de los integrantes solía verme con una mirada que mezclaba la lástima con el triunfo. Yo, internamente, les pintaba cremas.
Ese año, segundo de secundaria, no fue la excepción. De cuatro integrantes de mi equipo, sólo dos (un amigo y yo) eramos ñoñamente responsables pues teníamos una fascinación casi orgásmica por sacarnos dieces y salir exentos. Los otros dos eran un par de patanes que jamás podrían distinguir entre un tubo de ensaye y un mechero Bunsen. Vaya, ni siquiera podían pronunciar ‘bunsen’ correctamente.

Hace poco, para entrar a Procter & Gamble me hicieron describir el problema más grande al que me hubiera enfrentado en mi vida… y por poquito incluyo el ‘the 28th practice incident’ en mi solicitud.
El asunto resultaba espinoso por donde lo viéramos:
– Si no llevábamos la ‘muestra fresca’ reprobaríamos y no podíamos darnos ese lujo
– Si obligaba a los otros dos patanes del equipo a que llevaran la ‘muestra fresca’ era muy probable que no la trajeran. Y no por falta de ganas de hacer el procedimiento requerido… simplemente porque tenían como política a)no pelarme, b)hacerme enojar a toda costa y c)empujarme a reprobar la materia a como diera lugar.
– Pero si yo era el que llevaba la muestra… bueno, supongo que ustedes entienden cómo quedaría ante los ojos de mi equipo. Ellos no habrían perdido la oportunidad de oro que una situación así les brindaría. Básicamente, no me la hubiera acabado.

…qué pasará?
…cómo resolverá nuestro protagonista tan duro dilema?
…quién terminó proveyendo la materia prima?
No se pierdan el siguiente bati-episodio, a la misma bati-hora y en el mismo bati-blog.

(Comentarios bienvenidos)

Written by Salvador Leal

enero 22nd, 2004 at 4:51 pm

Posted in maristas,nostalgia

Sitcom

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¿No les ha pasado que su vida parece una película o una serie de televisión?
Mis papás dicen que es debido a la contaminación que la radio, la tele y las películas tienen en mí… pero a mí me pasa muy seguido.

Mi clase de spinning del día de hoy, por ejemplo… me hizo el día!
Imaginen lo que es estar en una bicicleta, pedaléando duro, sudando -literalmente- la gota gorda, y que de repente la maestra ponga en la grabadora a The Pointer Sisters – I’m So Excited.
En verdad me sentía yo en película ochentera mal plan. Onda ‘Flashdance-meets-Wall Street’. Cuando terminó la canción y siguió Maniac de Michael Sembello, yo estaba en el éxtasis total.

Such is life on my planet…

Written by Salvador Leal

enero 21st, 2004 at 10:00 am

Posted in vida diaria

La Práctica 28

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No recuerdo quién me lo dijo. Pero sé que yo no fui el que hojeó el libro de prácticas de biología a principios de año. Si yo lo hubiera visto y lo hubiera dicho, sería una ‘ñoñada más de Leal’. Pero como no fui yo el que dio el aviso… se convirtió en el evento de ese curso escolar.

Era el año de 1993, el inicio de los noventas y, para mi generación, el inicio de lo que se puede llamar propiamente ‘vida’. Yo cursaba el 2o. de secundaria en un reclusorio de paga que se hacía llamar ‘escuela’. La característica principal de esta institución no sólo la conformaban los maestros orates y una disciplina que rayaba en lo irracional. No. Lo que realmente destacaba era que mi secundaria, el Instituto México, era sólo para hombres.

A primera vista, una secundaria sólo para varones no podría tener mucha diferencia de una escuela mixta. Sin embargo, las diferencias son abismales; el tipo de clases, las bromas en el salón, el lenguaje mismo y la educación en sí que se impartía en mi escuelita iba enfocada a convertir a niños de primaria en verdaderos monstruos dispuestos a quemar cualquier preparatoria que se dejara. Si alguna vez han estado en un mismo lugar con más de dos ex-alumnos de mi escuela, entenderán a lo que me refiero.

El asunto al fin y al cabo, es que yo no hojeé el libro de prácticas de laboratorio de Biología al inicio del año y que, gracias a eso, tuve que enterarme dos semanas después del gran escándalo que se había armado alrededor de esta materia. Sé que desde que mis antiguos compañeros de secundaria leyeron el título de este post, esbozaron una sonrisa de complicidad y nostalgia. Y es por eso que me he tardado un poco en realmente contar la historia que un amigo me hizo recordar el pasado fin de semana. La práctica 28 del laboratorio de Biología.

Podría decir que si ahora, diez años después, nos volvieran a poner una práctica de este estilo, podríamos mantener la cordura y la madurez para realizar la práctica… pero estaría mintiendo vilmente. Sería igual o peor.
Cualquiera que hubiera tenido la mínima curiosidad de hojear su «Libro de Prácticas de Laboratorio de Biología. 2o. de Secundaria. Biol. Eduardo Astorga Riquer» se hubiera encontrado, después de pasar la disección de ojo de buey, del cerebro de un sapo y justo adelante de la práctica del sistema nervioso de una gallina, con un peculiar título:
***
Práctica No. 28
Células Sexuales Masculinas
Objetivo: Que el alumno observe al microscopio células sexuales masculinas, identifique sus partes, dibuje lo observado, conteste las preguntas adjuntas y elabore conclusiones.
Material:
– Microscopio
– Portaobjetos
– Cubreobjetos
– Muestras frescas (1 por equipo)
***

Este párrafo fue suficiente para causar el alboroto más grande que había visto en toda mi vida académica. Todo empezó como un pequeño rumor; como si un pequeño secreto se fuera esparciendo a lo largo de todos los miembros de la generación. «¿Ya viste la práctica 28?», susurraban mientras el profesor Garibay daba sus lecciones de Civismo y Derecho. «Sí sabes lo que significa, ¿no?» preguntaban incautos a diestra y siniestra mientras ‘La Cebolla’, nuestra eficiente maestra de Matemáticas, se esforzaba en enseñarnos la ley del sandwich. Todos sabíamos lo que significaba y, precisamente eso, era lo que más nos mataba de curiosidad.

Continuará..
…will proceed if required

Written by Salvador Leal

enero 19th, 2004 at 3:35 pm

Posted in maristas,nostalgia

Las Cinco del Viernes

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Pequeño experimento: A partir de esta semana y hasta nuevo aviso, el blog oficial de SalvadorLeal.com se integra a un webring llamado ‘las cinco del viernes’. En lo que consiste es en que cada viernes se publican 5 preguntas que el del blog (es decir, yo) debo contestar de tal manera que permita saber más de mí a las personas que a) leen el blog y b) pertenecen al webring. Las preguntas también sirven para que quienes las leen, piensen y reflexionen en sus propias respuestas. Si ustedes, como ‘new kids on the blog’ quieren entrarle a este ejercicio, lo único que tiene que hacer es darle click al link que está hasta el final de la lista de links.
Aquí van, las 5 preguntas de este viernes…

1) En este mismo instante me encantaría tener…
un calentador. Mi oficina es realmente muuuy fría y sería maravilloso poder escribir más de dos palabras sin tener que calentar mis manos con el vapor de mi boca o con el calor que sale de atrás del monitor.
Hoy, como además no vino más de la mitad de la oficina a trabajar, sería grandioso poder festejar el momento como Tom Cruise en ‘Risky Business’ (1983), pero si hago algo similar terminaría en el hospital con hipotermia.

2) De pequeño mi madre siempre me decía…
«salte al parque a matar pajaritos»
y nuuuunca le hice caso. No sólo me horrorizaba la imagen del pajarito muerto; simplemente no me gustaba salir a jugar a la calle.

3) Cada vez que me miro en el espejo pienso…
Qué bueno que todavía me salen granitos y no canas!

4) Quién habría imaginado que…
– Arnold Schwarzenegger se volvería gobernador.
– Vicente Fox fuera taaaaaaaan wey.
– nos tocaría vivir en tiempos tan interesantes (cfr. 9-11 et.al.)

5) La gente suele decirme que me parezco mucho a…
a mi papá
o a mi mamá
o a mi abuelito
… la gente todavía no se ha dado cuenta que me parezco mucho a mí.

Written by Salvador Leal

enero 16th, 2004 at 1:36 pm

Se busca abogado

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.. debido a que dije que SalvadorLeal.com es una página comunitaria y que la hagan de ustedes y bla, bla, bla, un amigo me ha pedido que use mi página como vil Anuncio de Ocasión. Esperando que no se vuelva costumbre, se les avisa que:

Microfinanciera solicita Abogado titulado para ejercer funciones de gestor de cobranza y realizar y dar seguimiento a los trámites legales de la empresa
Sueldo y Prestaciones a tratar en la entrevista.

Si saben de alguien o ustedes están interesados, comuníquense a Impulsemos, S.A. de C.V. a los tels. 5862 9513, 5862 9513 y 5862 9514, con el Sr. Oscar Vertti.

Written by Salvador Leal

enero 15th, 2004 at 3:52 pm

Blog Rockin’ Beats II

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Estoy algo nefasteado por mi ‘poor performance’ en cuanto a la manufactura de páginas de internet se refiere. Trato de convencerme que, para ser la primera vez que hago una página no lo he hecho tan mal… y me suena taaaan mediocre mi ‘coco-wash’ que prefiero detenerme y reconocer que mi página es como de cabecera municipal de algún pueblito perdido en la sierra oaxaqueña. Como pueden ver, no soy muy bueno en la parte de ‘frustration management’. Además, noto cómo se apodera de mí el nefasteo cuando utilizo más de un anglicismo por párrafo!

En este oscuro rincón de mi ánimo sólo hay algo que ha dado luz y alegría a mi tan castigado espíritu. Es un disquito soberbio, de un par de cuates que de conocerlos, creo que nos volveríamos mejores amigos. A continuación… el Blog Rockin’ Beats de:

Artista: Junior Senior
Album: D-d-don’t Stop The Beat
Integrantes: Jesper ‘Junior’ Mortensen y Jeppe ‘Senior’ Laursen

Si los Beach Boys hubieran salido a la luz pública en el 2003, cantaran las canciones ‘felices’ de The Cure y los hubieran asesorado Juan García Esquivel y Smiley (la carita feliz de Wal-Mart) el resultado sería el que nos presenta el dueto Junior Senior.
Provenientes de Danesia, Jesper y Jeppe han logrado lo que nadie había logrado desde hacía mucho tiempo: que volviera a comprar un disco. Resulta que para aquellos que acabamos de entrar a formar parte de la Población Económicamente Activa (PEA) no hay nada que alegre mejor la mañana que cualquiera de las rolas contenidas en «D-d-don’t Stop The Beat» y de verdad que no basta bajar dos rolas de internet, ya que en todo el álbum no se pierde el ritmo en ninguna de las canciones; nada de descansos; nada de ‘la rola suavecita’ o ‘la baladita’, no, no, no. Junior Senior nos da la mejor inyección energética que cabe en un CD y, aunque por un lado se le podría criticar su falta de versatilidad por no explorar otros terrenos musicales, demuestran que son muy buenos en lo que hacen y lo quieren dejar muy claro.

Si tienen pensado ir a la playa pronto o salir de campamento con sus amigos, no hay mejor soundtrack para traer en el coche que el primer material de estos cuates. Ahora, si son de más bajos vuelos y simplemente necesitan que el tráfico sea más aguantable, éstos también son una opción. Una advertencia es necesaria. Si lo que les gusta clavarse en las letras y el significado que el artista quiso decir cuando puso ‘it’ en lugar de ‘him’… este disco no es para ustedes. Junior Senior no será recordado por sus perífrasis verbales o sus sinonimias pues cuando dice ‘shake your coconuts’ no tiene mucho hacia donde le podamos interpretar.

Track List:
1. Go Junior, Go Senior – Es la rola ‘de presentación’. Algo así como ‘yo soy la ficha roja y yo soy la ficha azul’ pero con una producción bastante más decente que la tenían Tino, Frank, Yolanda, Gemma y David. Me recuerda mucho al inicio de ‘Close To Me’.
2. Rhythm Bandits – Muy del estilo de Fantastic Plastic Machine, tiene grandes influencias del pop japonés. La número 4 de mi top5 del disco.
3. Move Your Feet – El primer sencillo, el que tiene video y se pelea por ser la mejor canción del disco.
4. Chicks and Dicks – En mi número 2 del top5. Aún no he encontrado las letras de la canciones, pero creo que el contenido es levemente ‘gayish’. Eso, sin embargo, no le quita la bueno, simplemente recoge el antiguo significado de la palabra ‘gay’ que era: feliz, alegre o festivo.
5. Shake Your Coconuts – Es la que pelea el lugar no. 1. Los coros son realmente fenomenales y sorpresivos. Invitan a cantar. Y a shakear los coconuts.
6. Boy Meets Girl – No soy fan pues este tipo de rolitas ya fueron exploradas hasta el cansancio durante los noventas. No deja de ser un bonito recordatorio de aquellos días.
7. C’mon – También muuuy noventero, pero con un twist surferón y sesentero muy agradable.
8. Goog Girl, Bad Boy – Si han escuchado el disco en orden, para este momento a lo mejor necesitan un descanso, pues como son similares los ritmos ya les pudieron haber aturdido.
9. Shake Me Baby – Excelente cambio y bien por el productor del disco. La rola recuerda a los mejores acordes de los New Radicals.
10. Dynamite – Lugar 3 del top5. Con reminiscencias de ‘At the Hop’ y ‘Whole Lotta Love’.
11. White Trash – A pesar de no ser mi hit, no dudo que los amantes del garage y el surf pesado (si es que la clasficación lo permite) serán felices.
12. Coconuts (movie edit)
13. Move Your Feet (live)
Además, trae el video de ‘Move Your Feet’ y un pequeño documental.

Precio: $197
Yo hubiera pagado: hasta $220 (así de bueno está)

Written by Salvador Leal

enero 14th, 2004 at 8:15 pm

Posted in música

Arriba y Adelante

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A todos los que vienen directo al blog, les informo que a partir de este momento, SalvadorLeal.com ha comenzado a cobrar forma. Sé que no tiene el gran diseño ni flash, ni mucha tecnología… pero por lo menos lo hice yo solito!

Para todos aquellos inútiles que pensaron «se nota», ya podrían estar mandando su participación para la página. Como pueden ver falta un logo, en el que ya está trabajando un amigo y que espero pronto lo pueda subir; pero si creen que hay algún tip/crítica/apoyo que puedan dar… son absolutamente bienvenidos.

Poco a poco se irán abriendo las distintas secciones. Nomás déjenme terminar de sacar a flote tan difícil tarea.

Written by Salvador Leal

enero 13th, 2004 at 11:31 pm

Posted in blog