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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for septiembre, 2006

Protegido: Lo que fácil viene…

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Written by Salvador Leal

septiembre 29th, 2006 at 3:32 pm

Money

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Desgraciadamente me he convertido en una de esas personas que no puede salir de su casa sin antes haber leído la sección de ‘Negocios’ del periódico. Es como si de la noche a la mañana me hubiera convertido en el Sr. Banks (cfr. Mary Poppins). Antes sólo me gustaba la primera sección y la sección de espectáculos; hoy, resulta preocupante que me pueda saltar esas pero que tenga que revisar la de negocios de pe a pa [esta expresión nunca la he entendido… ¿qué cosa podría examinarse desde pe y hasta pa? ¿no debería ser de pa a pu? ¿es decir, que se revisara: pa, pe, pi, po y pu? … misterios del lenguaje].

Bueno, la cosa es que el día de hoy salió en la sección de negocios la noticia de que pronto tendremos nuevos billetes. El HHH Banco de México decidió darle una manita de gato al diseño medio piñatón del dinero que guardamos en nuestras carteras, además de que los billetes de 50 ahora serán del mismo tipo de plástico de los de 20. Sí, de esos que te rechazan las cajas automáticas de los estacionamientos si están mínimamente doblados.

En el asunto de los billetes hay dos cosas que me llaman la atención. La primera es la nueva tipografía que utilizarán. Y como no soy un experto, esperaré a que Isopixel nos de un detallado análisis de por qué escogieron sans serif, por qué le habrán quitado lo rebuscado de la tipografía que hoy tenemos en los billetes o por qué no utilizaron Times New Roman para el título de ‘Cincuenta Pesos’ (aunque, con las ocurrencias de nuestro gobierno, poquito habría faltado para usar Comic Sans).

La segunda cosa que me llama la atención acerca de nuestro nuevo dinero es, por supuesto, la elección de Diego Rivera y Frida Kahlo para los billetes de 500 en sustitución del General Ignacio Zaragoza.

Seguramente habrá muchos patriotas que dirán que cómo es posible que el general de la única batalla decente que hemos tenido contra una potencia extranjera (porque fue la que ganamos) sea jubilado para poner a dos comunistas de hueso colorado y con igual cantidad de pelo facial. No soy de esos. La elección de Rivera y Kahlo para los nuevos billetes viene a reafirmar una pequeña teoría que tengo en mente desde hace algún tiempo y que trata de los Nuevos Héroes.

¿Quiénes serán los héroes para los siguientes doscientos años? ¿Acaso se imaginan una estatua de Cuauhtémoc Cárdenas? ¿o un Hemiciclo a Ernesto Zedillo? En la teoría que les platico, argumento que el último ‘héroe’ que podríamos considerar para el Olimpo Nacional es Lázaro Cárdenas. Y debido a esa carencia de personajes, durante los próximos 200 años nos dedicaremos a hacer una de dos cosas: ya sea reciclar a los mismos héroes de los pasados 200 (Hidalgo, Morelos, Francisco I. Madero, Juárez), o buscar en el terreno de las artes del siglo XX a los nuevos personajes que representarán a la mexicanidad frente al mundo y frente a nosotros mismos (Rivera, Kahlo, Siqueiros, Paz, Varo, Rulfo, Galindo, Fuentes).

Eso, creo yo, tendría varias consecuencias en la psique nacional. Primero, rendiríamos honores a personas de carne y hueso, no de mármol o bronce. Poetas, escritores y pintores con claroscuros en su vida, con escándalos amorosos y mal humor, que en algún momento tuvieron tropezones políticos e históricos pero que representan lo mejor que México aportó al mundo durante el pasado siglo. Y por esta sola razón, ya sería un avance. Pero una consideración mayor es que ahora comenzaríamos a visualizar nuestro ideal como un ente creador y artístico, no como generales y presidentes que aguantaron estoicamente los golpes de la Historia. Porque, afrontémoslo, eso son los héroes. Igual funcionan o no, pero los héroes son modelos a seguir, personajes inspiradores en situaciones difíciles y generadores de las mejores excusas para que los mexicanos de ayer y hoy puedan hacer de las suyas (cfr. la «austeridad republicana» de AMLO-Juárez).

Modificar a los héroes nacionales modifica también el tipo de sociedad de donde emanan esos héroes. Y la verdad es que no me puedo imaginar una cosa más bonita que tener libros de historia llenos de pintores, escultores, poetas, escritores y músicos mexicanos. Que tu examen de Historia esté adornado con un poema de Carlos Pellicer o que tengas que dar alguna referencia cultural de la importancia que tuvo ‘Bésame Mucho’ desde finales del siglo pasado hasta la actualidad.

Esto último me lleva a un tercer punto: ¿Quiénes escogen a las personas que salen en los billetes? Propongo que lo haga un consejo ciudadano que sea el termómetro cultural de nuestro país, forjador de las aspiraciones que le queremos dar a los niños de México y de los objetivos hacia donde queremos llegar. Y que hagan una página de internet en donde podamos meter candidatos para los siguientes billetes. Yo, por lo pronto, pondría a Esquivel en los de $20, a Octavio Paz y un paisaje del Dr. Atl en los de $50, una pintura de Remedios Varo y a Juan Rulfo en los de $100, en los de $200 dejaba a Sor Juana con Carlos Fuentes del otro lado, y en los de $500 se mantendrían Rivera y Kahlo.

¿Y para los de $1,000? Mauricio Garcés, por supuesto.

Written by Salvador Leal

septiembre 27th, 2006 at 12:00 pm

Sonar

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Una de las razones por las que adoro la radio es porque podemos hacer… esto:

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Eso es un promo de Básico FM

Written by Salvador Leal

septiembre 27th, 2006 at 12:05 am

Posted in básico fm,política

Corazón de minibar

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Tengo varios días teniendo esta canción en la cabeza y nomás no me la puedo quitar. No, no estoy diciendo que sea la mejor rola creada por el hombre ni que debieran tenerla obligatoriamente en sus reproductores de mp3’s.

Nomás digo que en el Planeta Salvador Leal, ésta rola ha sido la más tocada durante esta semana.

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La Cabra Mecánica – El Mundo No Necesita Otra Canción de Amor

A ver si les late. Mi parte favorita es la que dice:

esta canción no te alegrará el día
no mejorará en ningún aspecto
tu miserable vida,
no me hará millonario, no sonará en la radio,
no será Lorca ni Mozart. Ey!
Y el mundo, ya no necesita otra canción de amor… pero yo sí

Written by Salvador Leal

septiembre 26th, 2006 at 11:57 am

Posted in música

Mala suerte

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Mara salió de su casa sintiéndose mierda. El día simplemente no había comenzado bien.

No sólo su despertador no había sonado pues la luz se había ido en la madrugada y ya iba tarde al entrenamiento, sino que Josué, el menor, había amanecido enfermo. Antes de salir, ya tarde, el pequeño le había vomitado sobre su pantalón, lo que la obligó a tomarse 15 minutos más para calmar al pequeño y cambiarse de ropa.

La jarra de la cafetera recién reparada (la semana pasada un pequeño fusible se había quemado dejándola sin café por tres días) se había roto como por arte de magia cuando se servía la primera taza. Ni tiempo le dio de limpiar y mientras caminaba rumbo a su camioneta, trató de olvidar el enorme charco que había dejado tras de sí.

La camioneta encendió sin problemas, pero por razones que nunca pudo entender, las ventanas eléctricas jamás bajaron, lo que provocó que al terminar su trayecto de 2 horas (30 minutos más de lo planeado pues había un choque justo entrando a la autopista) Mara estuviera al borde de la deshidratación.

Al entrar al estacionamiento, Mara sintió cierto alivio. No importaba qué tan mal se sintiera, generalmente llegar al entrenamiento podía olvidarse de todo, relajarse y hacer bien su trabajo. Estar en el campo de tiro de jabalina simplemente la ponía de buenas y tenía la firme convicción de que allá adentro estaba segura. Ahí no la podían tocar ni sus hijos, ni su exmarido, ni su madre, ni el tipo que le cobraba la renta del pequeño departamento que ocupaba desde hacía tres años. Dentro de ese campo verde, la mala suerte no existía y nadie la podía tocar.

Con esa seguridad, salió al campo de tiro. Con esa seguridad y una enorme sonrisa que sólo tienen los que saben que nada les puede pasar.

Fuente: Reuters; más info, aquí.

Written by Salvador Leal

septiembre 25th, 2006 at 6:11 pm

Posted in ficción

Volver a repetir

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Odio, odio, odio, ODIO, odio con todas mis ganas la frase ‘volver a repetir’. La odio. Me desquicia, saca lo peor de mí. Creo ser relativamente tolerante con los bestialismos a los que nos enfrentamos día a día, incluido el uso de tres verbos en una misma oración (¿a poco no han escuchado cosas como ‘tratar de volver a hacer’ o ‘quiso seguir tratando’?), las numerosas faltas de ortografía y el uso de la palabra ‘bizarro’ como sinónimo de ‘extraño’ o ‘raro’ (cuando en castellano, ‘bizarro’ significa ‘valiente’… [búsquenlo aquí]).

Pero con el ‘volver a repetir’ nomás no puedo. Es más fuerte que yo. Cuando escucho un «Mire joven, se lo vuelvo a repetir, la avenida está cerrada» o «Te lo vuelvo a repetir, esa es la situación», hasta humito me sale por las orejas.

Nota: Si tú eres de los que utiliza esa combinación de verbos, por favor, razónalos primero. Uno puede repetir las cosas, o puede volver a decir las cosas, pero volver a repetir implica que ya te han dicho la misma cosa en, al menos, dos ocasiones anteriores. Sólo así se permitiría el uso correcto de volver a repetir. Y generalmente no, ese no es el uso que se le da en conversaciones comunes y corrientes.

Por tu atención, miel gracias.

**Este fue un mensaje patrocinado por la Fundación Salvador Leal para el Correcto Uso del Lenguaje**

Written by Salvador Leal

septiembre 19th, 2006 at 6:27 pm

Cinemex

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En cuarto de prepa yo tenía un profesor de matemáticas que todos conocíamos como Esperón (sí, ese era su apellido). La particularidad de este profesor (porque, curiosamente, todos los profesores de mi prepa tenían algún rasgo muy muy distintivo) era que tenía cara de un chavo de 20, voz de un tipo de 40 y la personalidad de un tipo de 50. No era ni buen ni mal maestro; era perro pero manejable y su otra gracia eran las frases que parecían sacadas de un baúl con olor a viejo.

Si, por ejemplo, Ramírez le lanzaba una goma a Martínez y Esperón se daba cuenta, soltaba un «Ramírez, no le ande midiendo el agua a los tamales» con voz pausada y rasposa. Si, a la clase siguiente, Martínez le contestaba la afrenta a Ramírez, Esperón sacaba un «Martínez, me está llenando de piedritas el buche«.

Un día, estando Esperón de espaldas al salón de clase, se oyó un maullido. Sin voltear, Esperón dijo «A ese gatito le vamos a dar su lechita«. Nada causa más risas generalizadas que un albur dicho por el profesor del que menos lo esperas.

Pues bien, el sábado fui al cine. Desde esta ocasión, mi primera opción cuando salgo al cine, es ir a Cinépolis. Pero resultó que los boletos estaban agotados en Perisur y pues lo más cercano era ir a Cinemex Cuicuilco. ¡Pero qué bruto, qué malo es! Y se nota, eh! Pues mientras que en Cinépolis no había boletos sino hasta las 11 de la noche, cuando llegué a Cinemex (7.20) todavía había lugar para las funciones de las 7.15.

Durante toda la película el sonido estuvo malo y se escuchaba como si una de las bocinas de detrás de la pantalla hubiera estado volada. La imagen estaba mal cuadrada (o sea, toda la película vimos la parte blanca de la pantalla abajo de la imagen y un cacho de la película en las cortinitas que tapan la parte de arriba), sin mencionar que mi acompañante pudo haber no pagado ningún boleto pues el fulanito encargado de cortar los boletos ni siquiera se fijó en quién entraba con boleto y quién no.

Para acabarla de amolar, la película estaba bastate chafona (WTC, de Oliver Stone). Digo, eso no es culpa de Cinemex, pero ya con eso salí bastante poco conforme del cine. Ahora sí, Cinemex, me llenaste de mermelada los bombones!

Written by Salvador Leal

septiembre 18th, 2006 at 1:27 pm

Guatos

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Esta idea califica en las ‘ideas que me encantaría que se me hubiera ocurrido a mí’. El concepto es rápido, sencillo y muy creativo.

El concepto se llama Guatos. Y son sandwiches enrollados.
Si han vivido un poco, estoy seguro de que el nombre del producto y el concepto por lo menos les sacó una sonrisa. Pero eso no es todo, los distintos tipos de sandwiches enrollados tienen nombres como ‘guarumo’ y ‘acapulco golden’. Además, los jugos que acompañan a los sandwiches se llaman ‘maruata’, ‘zipolite’ y ‘chacahua’. Sounds familiar?

¿Quieren el detalle final? Los ordenas a tu dealer vía messenger.

No los he probado, pero el concepto ya me gustó de inicio. Si se quieren animar a ver qué tal están, vayan aquí. Si les latió la idea, creo que califica como una de las ideas más pirateables del momento.

P.D. Si alguien se anima, no deje de avisarme si están sabrosos o no.

P.D. Ahorita se anuncian como ‘Guatos – sandwiches ponchados’ pero creo que el concepto da para un eslogan creativo que juegue con la idea detrás del producto. ¿Alguna idea?

Written by Salvador Leal

septiembre 13th, 2006 at 5:19 pm

Teoría del Cover

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No me considero experto en ningún género musical. Lo que sí me considero es un gran amante de la música. Y dentro de la música tengo, por supuesto, artistas a los que quiero más que a otros. A pesar de esto, existe una forma muy facilita de que un artista pueda entrar directito en el corazón musical de Salvador Leal: haciendo un cover.

Así es, soy un gran gran gran gran (GRAN) fan de los covers. De hecho, de mi colección musical (15,304 archivos y contando), la parte más preciada, cotizada y que se encuentra en la bóveda de seguridad es la de los covers.

Soy tan fan de los covers como sólo un obsesivo compulsivo musical lo puede ser. Puedo buscar un cover por años, revisando compilaciones hechas por amigos, pasando horas en los listening booths de tiendas de discos y escarbando en soundtracks de películas chafas (que es uno de los mejores lugares para encontrar covers interesantes). En fin, la cosa es que debido a este post de b3co y ya que me considero medianamente experto en la materia, he decidido compartir con ustedes un primer acercamiento a mi propia

Teoría del Cover**

Definamos primero qué es un cover. A riesgo de sonar un poco matemático, un cover ocurre cuando un artista X graba una canción m que originalmente fue editada por un artista Z. En cristiano, esto significa que si yo Salvador Leal hago una canción que se llame «La Venganza de Juan Pirulero» y de repente alguien como… no sé… Luis Miguel por ejemplo, decide grabarla después, pues justamente la versión de Luismi a «La Venganza de Juan Pirulero» es un cover. Sencillo, ¿no? Pero dada la variedad de dicho fenómeno, los covers se dividen en categorías, a saber:

1. El cover del mismo artista. Los teóricos de la música han debatido incansablemente si ésta categoría califica como cover o no. En escencia, el artista se está covereando a sí mismo… es decir que sólo está reeditando una canción de él pero con otros arreglos musicales (siguiendo la definición matemática, X=Z). Es muy usada en conciertos y es la base de todo el movimiento unplugged. He ahí el gran conflicto: ¿cuando el mismo artista le quita beats y le pone guitarritas o le quita guitarritas y le pone beats, es un cover? Yo considero que sí. Pero como es una forma muy barata de realizar un cover, lo considero como una variación muy menor del fenómeno. Ejemplos: Cualquier disco que termine con la palabra ‘unplugged’ y muchísimas presentaciones en vivo, sobretodo cuando el artista tiene sólo un hit, está cansado de tocar ese hit siempre igual a como se escucha en el disco y quiere demostrarle al público que no sólo se sabe una rola.

2. El cover en concierto. El cover en concierto es cuando un artista decide tocar una canción que no es del él durante una presentación en vivo. Cabe resaltar que el cover en concierto también entra en las variaciones menores del cover, pues no se compromete lo suficiente ni con la rola (no paga tantos derechos por la canción como si la editara en un CD) ni con el artista (es muy probable que no quede registro fonográfico de su homenaje). Pero este tipo de cover es practicado con mucha frecuencia, sobretodo cuando un grupo sólo tiene un album en su haber y su manager los obliga a dar una gira de conciertos… el grupo se tiene que poner vivo y darle al público algo más que los 30 minutos que duraría su concierto si nomás tocaran las rolas del disco. Ejemplo: Pearl Jam se ha vuelto particularmente famoso por sus covers en concierto logrando que muchas personas crean, por ejemplo, que Last Kiss es de ellos y no un cover a la rola de 1964 que tocara Frank Wilson & the Cavaliers.

3. El cover idéntico. Es el modus vivendi de cualquier grupo de rock principiante que se respete. Cuando formas una banda lo primero que tocas son las rolas que tú y tus cuates conocen y quieres que la versión sea lo más apegada a la canción original. Así pues, los arreglos y tiempos de la rola tienen que ser exactamente iguales a los del artista que la sacó originalmente. Ejemplos: Si bien este tipo de cover es muy popular en los grupos amateurs, en la escena comercial de la música son muy difíciles de encontrar por la sencilla razón de que, cuando ya tienes fama, lo último que quieres es sacar una canción idéntica a la de alguien más… sobretodo si ese alguien tiene más talento que tú. Un buen ejemplo es el disco ‘Swing When You’re Winning’ de Robbie Williams.

4. El cover clásico. Y aquí entramos en materia. El cover clásico es cuando un artista X graba una canción m que originalmente fue editada por un artista Z, y donde X y Z no tienen nada que ver entre sí. Aquí los ejemplos son, simplemente interminables y el movimiento del cover podría volverse un género musical en sí mismo debido a los niveles de sofisticación y popularidad que ha alcanzado. Justamente debido a eso, existe todavía una última categoría de covers, que es

5. El cover supremo. Como su nombre lo indica, el cover supremo es aquella canción que no sólo ha sido mejorada por el artista que coverea la rola sino que simplemente ha logrado desplazar por completo cualquier otro intento pasado, presente y futuro de cover. En pocas palabras, el cover supremo anula la presencia de cualquier otra versión y se convierte, simple y sencillamente, en la única versión existente en el imaginario colectivo musical. Ejemplos: Algunos que se me vienen a la mente son Black Magic Woman, de Santana (original de Fleetwood Mac); Twist & Shout de los Beatles (original de los Isley Brothers) y I Will Always Love You de Whitney Houston (original de Dolly Parton).

** Este es una teoría en progreso por lo que se agradecerán comentarios, propuestas, redefiniciones y correcciones.

Written by Salvador Leal

septiembre 10th, 2006 at 2:55 pm

Conociéndonos III

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50 cosas que debes saber de mí

1. Nací el 19 de marzo de 1979. En lunes. Por la madrugada.

2. De chiquito no me gustaba mi nombre.

3. Durante 12 años de mi vida, me dijeron «Leal».

4. Estudié en escuelas para hombres desde la primaria hasta la preparatoria.

5. Muchos de mis mejores amigos los hice en los últimos dos años de esos 12.

6. Era el ñoño más insufrible que jamás has conocido. Ahora nomás soy ñoño e insufrible.

7. Soy el wey más introvertido que conozco.

8. A los 12 años estuve a punto de entrar al seminario.

9. Lo que más me motiva a hacer algo es que alguien me diga ‘eso no se puede hacer’.

10. En la universidad, me sacó de clases un famoso ex-secretario de Estado.

11. Ese mismo ex-secretario me ofreció chamba al final del curso.

12. Y dije que no.

13. No tengo medias tintas con mis rollos vocacionales: o los odio, o los amo.

14. Nunca he visto OVNIs, ni fantasmas, ni nada «sobrenatural».

15. Según mis cuates, cuando me preguntan mi nombre para hacer algún trámite, hago una pausa entre mi nombre y apellido. También dicen que remarco demasiado mi apellido.

16. Mis abuelito paterno fue alpinista, mi abuelito materno fue estrella de basquetbol. Mi papá corre maratones. Yo no hago deporte ni en defensa propia. Y los cuatro nos llamamos ‘Salvador’.

17. Los payasos me dan una mezcla entre lástima, asquito y miedo. Las payasas me son simplemente insoportables.

18. Cuando era pequeño, mi fascinación por la historia del Titanic llegó a niveles alarmantes. Pero la película con Leonardo Dicaprio terminó de vacunarme.

19. Cuando le digo a la gente que me gusta TODA la música, no me lo cree. Hasta que me conoce más y se da cuenta que, para bien o para mal, realmente me gusta TODA la música.

20. La lluvia y el cielo nublado son mi clima favorito.

21. Tengo una extraña fascinación por el Fin del Mundo.

22. Mi escritor favorito en castellano es Jorge Ibargüengoitia. Mi escritor favorito en inglés es Douglas Coupland.

23. He visto más de cien veces la versión de Disney de Peter Pan.

24. Durante años, mi tema de conversación favorito era la muerte.

25. Por razones que no comprendo, me creo capaz de estudiar cualquier carrera o dedicarme a cualquier profesión. Lo único que no haría sería trabajar en una funeraria.

26. Utilizo la misma loción desde 1996.

27. Soy narcisisita y obsesivo compulsivo. Más lo primero que lo segundo.

28. Dos episodios de estrés modificaron radicalmente mi manera de vivir la vida.

29. Disfruto ser buen amigo de mis amigos.

30. Si tuviera que definirme en una sola palabra, ésta sería ‘afortunado’.

31. Considero a los maestros de escuela como el pilar fundamental de las sociedades.

32. Durante años estuve obsesionado con Inglaterra. Después de una clase de Historia de México en la prepa, recuperé el amor y esperanza en mi país.

33. Tengo un buen poder de observación.

34. Mi memoria es deplorable. Yo se lo atribuyo a la cantidad de información que me hicieron memorizar durante la primaria.

35. Justo en esa época, gané varios concursos de declamación de poesía y oratoria.

36. Quise ser locutor desde los seis años.

37. No me gusta comer huevo ni tomar leche. Desayunar en una casa ajena es de lo más conflictivo que se pueden imaginar.

38. Usé lentes desde los 7 años. Cuando finalmente decidí operarme la miopía, mis dioptrías eran -7.5 y -8.0.

39. Alguna vez tomé clases de italiano pero dejé de ir porque la maestra ponía canciones de Laura Pausini al inicio de la clase.

40. Creo que nadie debería salir de su casa sin traer un Boy Scout en el bolsillo del pantalón.

41. No hay mayor placer en la vida que salir de viaje con personas inteligentes.

42. Mi dream job sería tener una casa de asesoría musical para soundtracks de películas.

43. Me gustaría aprender a tocar la armónica.

44. Una vez dormí por 23 horas seguidas.

45. Me gusta ir al cine solo.

46. No creo en los horóscopos pero si veo uno, no puedo evitar leer el mío.

47. Nunca me he peleado a golpes. No es que sea pacifista, sólo que no sé cómo.

48. Mi promedio de primaria, secundaria y prepa es diez.

49. Siempre he querido tener una iguana de mascota.

50. Mis animales favoritos son los tiburones

Written by Salvador Leal

septiembre 8th, 2006 at 2:39 pm