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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for the ‘trabajo’ Category

Redes Sociales vs. Funcionarios Públicos

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Desde hace algún tiempo he traído en la cabeza el tema de la vida on-line versus la vida off-line (ver aquí, aquí y aquí). Es un tema que me ha tenido obsesionado no sólo por sus repercusiones en el futuro (ay sí, bájale dos rayitas a tu intensidad) sino porque me está afectando directamente. La delgada línea entre lo que hago on-line (estatus de Facebook, actualizaciones de Twitter, escribir en este blog) y lo que hago off-line, cada vez se difumina más mientras más personas comienzan a tener también una variante on-line de su vida.

Cuando «¿tienes twitter?» se convierte en la nueva frase para romper el hielo en una reunión laboral significa que tus tuits, sean sobre el tema que sean, podrán ser leídos por esa persona que te acaba de agregar a su lista a seguir. Y significa que tus vidas on-line y off-line están a punto de colisionar.

Una de las variantes en las que me afecta está, justamente, en el título de este post. Y eso es porque…

(Salvador se levanta de una de las sillas que están acomodadas de forma circular y dice con voz clara y firme) «Soy Salvador Leal, y soy funcionario público del Gobierno Federal mexicano».
(se sienta)
(el resto de las personas sentadas dicen) «¡HOOOOLA, SALVADOR!»

La revelación, que se encuentra plasmada en el Aviso Legal de este blog (ver la columna de la derecha) busca armonizar tres figuras que «ostento» desde hace algunos años: ser humano, usuario de internet y funcionario público. ¿Cómo sostener en un ambiente off-line todo lo que digo o pongo en un blog que tiene mi nombre real? ¿Y cómo lograrlo sin que eso entre en conflicto con mi trabajo en el gobierno? Y si eso me genera conflictos a mí, ¿quién dice que no hay otras personas por ahí que, a parte de ser tuiteros o facebookeros o bloggeros consumados, también son funcionarios públicos con las responsabilidades que eso conlleva?

Decidí entonces presentar, como parte de mi maestría, un ensayo acerca de esta condición y de cómo podría ser abordada por parte del Gobierno Mexicano. Hoy lo publico aquí con una sincera petición: échenle un ojo y mándenme su opinión a exlocutor [arroba] gmail [punto] com. Lo que ustedes digan ya sea como usuarios de internet o hasta como funcionarios públicos me será de gran utilidad pues es un ensayo que quisiera crecer para presentarlo como mi tesis de titulación de la maestría. ¿Va? ¿Les late? Si todo sale bien, prometo invitarlos al examen profesional. Neto.

El ensayo se llama «Participación de servidores públicos en redes sociales» y lo encuentran en la sección de «Publicaciones» de este blog (ver, de nuevo, columna de la derecha) o dando clic aquí.

Written by Salvador Leal

diciembre 23rd, 2010 at 6:10 pm

22 años

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Trabajar con gente de 22 años, te permite tener conversaciones como:

Joven de 22 años: … y entonces, ese es el resumen de la propuesta legislativa.
Salvador: Okey. Está muy bien. Esa última línea que me leíste, subráyala con plumón amarillo y déjala en mi escritorio.
Joven de 22 años: Ya está. Está subrayada en verde y con una carita feliz a un lado.
Salvador: …
Joven de 22 años: (sonrisa de satisfacción)

Dios proteja a este mundo que estará en manos de los jóvenes un día de estos…

Written by Salvador Leal

junio 2nd, 2009 at 5:45 pm

Posted in trabajo

Job

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Por rollos profesionales, de un par de meses para acá, he estado poniendo más atención en artículos/posts que traten acerca del clima laboral y cómo lograr un mejor ambiente de trabajo. Hoy encontré un post en el blog de Schaefer que me llamó mucho la atención.

Muchos de nosotros pasamos más tiempo en nuestra chamba que en nuestra casa. Es una realidad que, buena o mala, es. ¿Pero es nuestro trabajo un «segundo hogar», o simplemente es el espacio en donde pasamos más tiempo que en nuestro verdadero hogar? Y si es un lugar X (o, peor aún, un lugar que odias), ¿cómo hacer que ese lugar se convierta en un espacio ameno, creativo, productivo y cómodo?

Creating a place where someone feels at home requires:

1. Trust – an organization lacking the trust of its employees and/or customers is much like a machine without oil, it will continue to operate, but each movement requires more work than the one before…and in the end it will self-destruct. Trust is the greatest of social lubricants, allowing us to focus on the outcome more than grinding through the process.
2. Joy – do people smile in your organization? Do they laugh? Is it FUN? One of the quickest ways to judge whether or not your organization is inspiring joy is to observe how often you hear side-splitting laughter. Joy is a healthy part of every family environment.
3. Consistency – one thing about family is you always know what to expect. Sure there are surprises every now and then, but in the end it’s a lot like Thanksgiving. Uncle Joe will make an awkward toast, Cousin Cindy will make the same candied yams she has for the past 15 years and someone will be in the corner recliner snoring before the dessert has even been passed out. We love it because it’s uniquely ours and it’s consistent.
4. Love – simple, not easy. Love is living for someone else’s good. Without love there is no home. Without love an organization is simply going through the motions and has no chance of inspiring passion, courage, or dedication.

Para una organización o institución es tremendamente complicado que algo así se dé. No sé si en algún momento se dio un cambio de paradigma, pero conozco a muchísimas personas (yo, entre ellas) que ve en su trabajo (y en sus horas de trabajo) algo mucho más allá que la realización de una tarea diaria. Ven un lugar de realización personal y profesional, de retos que por el mero hecho de serlos, resulta divertido resolverlos.

No sé si sea exceso de ingenuidad -o juventud- pero me gusta pensar que la oficina es tan parte de tu vida como tu casa o la casa de tus cuates. Y, por lo visto, no soy el único. Google también piensa lo mismo:

Check out the Top 10 Reasons to Work at Google taken straight from their website and notice how many times you see the traits of a home I mentioned above:

1. Lend a helping hand. With millions of visitors every month, Google has become an essential part of everyday life – like a good friend – connecting people with the information they need to live great lives.
2. Life is beautiful. Being a part of something that matters and working on products in which you can believe is remarkably fulfilling.
3. Appreciation is the best motivation, so we’ve created a fun and inspiring workspace you’ll be glad to be a part of, including on-site doctor and dentist; massage and yoga; professional development opportunities; on-site day care; shoreline running trails; and plenty of snacks to get you through the day.
4. Work and play are not mutually exclusive. It is possible to code and pass the puck at the same time.
5. We love our employees, and we want them to know it. Google offers a variety of benefits, including a choice of medical programs, company-matched 401(k), stock options, maternity and paternity leave, and much more.
6. Innovation is our bloodline. Even the best technology can be improved. We see endless opportunity to create even more relevant, more useful, and faster products for our users. Google is the technology leader in organizing the world’s information.
7. Good company everywhere you look. Googlers range from former neurosurgeons, CEOs, and U.S. puzzle champions to alligator wrestlers and former-Marines. No matter what their backgrounds Googlers make for interesting cube mates.
8. Uniting the world, one user at a time. People in every country and every language use our products. As such we think, act, and work globally – just our little contribution to making the world a better place.
9. Boldly go where no one has gone before. There are hundreds of challenges yet to solve. Your creative ideas matter here and are worth exploring. You’ll have the opportunity to develop innovative new products that millions of people will find useful.
10. There is such a thing as a free lunch after all. In fact we have them every day: healthy, yummy, and made with love.

No dudaría que hacer del trabajo un apéndice del hogar sea benéfico para todos: patrón, empleados y las familias de los empleados. El problema consiste en hacerlo de verdad.

Written by Salvador Leal

julio 7th, 2008 at 1:53 pm