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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for marzo, 2005

Guía Roji

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En México, uno no busca una calle en ‘un mapa’, o en ‘un plano’. Uno va y busca las calles, colonias, ejes viales y callejones en una Guía Roji. Tenemos tatuado en la mente la marca ‘Guía Roji’ y es a los mapas lo que los Kleenex son a los pañuelos desechables y el Pan Bimbo es al pan de caja. En pocas palabras, es nuestro top of mind.

Aquí les podría contar muchas historias de cómo la Guía Roji me permitió llegar a una fiesta o a una boda o a una reunión. También me ha ayudado cuando he estado perdido en la Ciudad y necesito salir a algún lugar más o menos civilizado. Pongámoslo claro: si Don Quijote no salía sin Rocinante y Sancho Panza, yo no salgo sin Indiana y sin mi Guía Roji. Punto.

Pues bien, hoy que estaba en mis 40 minutos de meditación (que es como yo le llamo al trayecto de mi casa a mi oficina a través del tráfico), me surgió una duda. Ahora que el Periférico tiene un segundo piso… ¿cómo lo va a dibujar la Guía Roji?

La primera respuesta que vino a mi mente fue que la versión 2005 de la Guía Roji podría ser como los libros infantiles pop-up. ¿Se acuerdan de los libros que abrías y que de repente salían animales y eficicios? Pues así mero: uno llega, abre su Guía Roji y sale el Segundo Piso del Periférico.
Si no se acuerdan de los libros pop-up, son algo así:

Sin embargo, mi segunda respuesta me gustó todavía más.
Uno abre su Guía Roji y quiere ver el Segundo Piso del Periférico. Okey, sencillo. Va a la contraportada, de donde saca unos lentes de tercera dimensión, regresa al plano, se los pone y ve el Segundo Piso en 3D.

¿Alguna mejor idea?

Written by Salvador Leal

marzo 30th, 2005 at 9:53 am

Resaca del Cumpleaños No. 26

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Ahora sí que ustedes disculpen las molestias que estos días de descanso les provocan. Sucede que me desconecté de mis mundos (los reales y los ficticios también) y no es sino hasta hoy a esta hora que puedo encontrar un espacio para postear.

Antes que cualquier cosa suceda, debo darles las gracias a todos aquellos que hicieron de mi cumpleaños no. 26 el evento de la temporada. Algunos detalles los pueden leer aquí y aquí pero la verdad es que no hay como vivirlo. El momento cumbre de la noche fue cuando Alfonso sacó unas máscaras con mi cara y, en contra de cualquier prejuicio, los invitados se las pusieron. Por unos minutos, mi cumple se convirtió en un capítulo de Dimensión Desconocida y la fiesta dio una vuelta de 180° para convertirse en una Todos Somos Salvador™ Celebration Party.

Me sorprendió muchísimo que el mesero que nos estaba atendiendo me haya pedido una máscara. No sé que habrá pensado de mí o para qué la querrá. Mi imaginación vuela nomás de sentarme a pensar un poco.

Escena 1: Salvador es confundido en todas las reuniones sociales a las que llega. «¿Qué tú no eres mesero en el T-Gallery?»
«Cre..cre..creo que me estás confundiendo»
«No!! Claro que eres tú!! Te pedí un vodka y me trajiste un wisky en las rocas!»

Escena 2: Salvador es buscado por la ley.
(voz de López-Dóriga) Los terroristas que mantienen secuestrado el avión, utilizan unas máscaras caseras con la cara de un personaje con lentes oscuros. En la pantalla podrán ver un retrato hablado de las máscaras; se cree que dicho personaje es el líder extremista del grupo y cualquier información que lleve a su captura será recompensada por las autoridades…

Escena 3: Salvador comienza a confundir a sus (ahora muchas) personalidades.
(voz de psicoterapeuta) ¿Así que me estás diciendo que tus personalidades múltiples cobraron vida y ahora uno de ellos sirve bebidas en un bar de la Condesa?

Sea como sea, gracias todos los que me felicitaron de una manera o de otra. Gracias a quienes fueron a la celebración y también gracias a quienes querían ir y no pudieron. Gracias a quienes llegaron con un regalo a la fiesta que, en varios sentidos, fueron todos los que llegaron.
Ya se los había dicho en alguna ocasión (100% choro-free) y fue por eso que ahora evité dar speech, pero mi verdadero regalo es tenerlos a todos juntos. Mi regalo más valioso es verlos una vez más, a todos juntos; no importa que sea una vez al año o que sea un fin de semana más.

Pues ese fue mi cumple, llegó y ya se fue. Ahora viene la planeación de la siguiente celebración (jejejeje). De mis pequeñas vacaciones en la playa tengo taaaaanto que contarles que será dosificado en pequeñas porciones vía Big-Blogger. Por lo pronto me voy a dormir que esta semana pinta para estar rudísima…

Written by Salvador Leal

marzo 29th, 2005 at 2:59 am

Muchas cosas

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Tengo mucho que contarles!!
Mi cumpleaños fue un hit al 100%
Hubo fiesta, sorpresas y muchísimo más. Luego posteo fotos.

Pero mientras, me largo a la playita durante la Semana Santa…

… ahí les encargo el changarro!

Written by Salvador Leal

marzo 20th, 2005 at 12:38 am

Vamos a…

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Cuando cumplí 15 años, convencí a mis papás que la mejor manera de estudiar inglés de verdad era yéndome a estudiar a Inglaterra. Hoy que lo veo en perspectiva (más de diez años han pasado desde aquel episodio), no sé cómo fueron capaces de dejar viajar solo a su pequeño retoño a un país extraño, en un dormitorio universitario y desbordado de estudiantes extranjeros.

Pero así fue. Un día agarré mi avión, me pusieron mi identificación (si eres menor de 16 años y viajas solo, la aerolínea se encarga de tí) y me treparon en un avión que, después de hacer una larga escala en Filadelfia, me dejó en el aeropuerto de Heathrow. Contartes aquí todas las peripecias, aventuras y desventuras ocurridas durante mi estancia en Londres (y, particularmente, en la Universidad de Cambridge que fue en donde estuve estudiando) tomaría no uno ni dos ni tres, sino incontables posts que no podrían siquiera esbozar la aventura que significó, para un moconete de 15 años, irse solito a estudiar en el extranjero.

Uno de los muchos amigos que hice fue un polaco de nombre Adam que tenía como 18 pero que para mí parecía un adulto hecho y derecho. Era diabético o por lo menos eso era lo que nos decía al verlo cargar para todos lados su estuchito negro de piel con una jeringa. Él era parte del grupo de cuates que convivíamos con mayor regularidad en la Universidad y que estaba compuesto por un par de italianas, un portugués, un kuwaití (con quien todavía me comunico vía messenger) y otra polaca. Pasamos muchísimas cosas juntos y varias cosas sucedieron entre los miembros del grupo, tantas, que al momento de despedirnos, nos prometimos solemnemente irnos a visitar respectivamente, un país cada verano. Yo todavía sigo esperando a que me hablen para decirme cuál país toca primero, pero bueh, supongo las amistades que haces en esas circunstancias tienen las mismas características que la experiencia en sí: es muy intensa, tremendamente importante a un nivel personal, pero extremadamente fugaz.

En fin, el punto de este post es que el día en que nos conocimos, Adam y yo, hubo un pequeño intercambio cultural que me dejó perplejo. Obvio las segunda pregunta que surje al presentarte con alguien nuevo era de qué país venía. Y cuando le dije a Adam que venía de México, su respuesta fue verdaderamente asombrosa.

Comenzó a cantar una canción que -supongo- fue muy famosa cuando yo tenía 5 o 6 años. Y digo que supongo que fue muy famosa porque mis primos y yo la cantábamos cada vez que salíamos juntos en el verano. Ni siquiera recuerdo haberla escuchado alguna vez en la radio, sino que se hizo parte del zeitgeist de aquel momento en particular. No me pregunten por qué razón fue exitosa o, peor aún, por qué diablos Adam conocía esa canción en perfecto español.

Sólo sé que es la canción que he estado tarareando toda la semana y que, si todo sale bien, se hará realidad en un par de días. También sé que es la rola de Blog Rockin’ Beats del día de hoy y que la pueden bajar de aquí.

Written by Salvador Leal

marzo 17th, 2005 at 9:13 pm

Low Battery Warnign

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Estoy extremadamente cansado.
Estos días han sido de una actividad laboral extremadamente intensa. Como no la veía desde hacía varios meses.
Les juro que no me da tiempo ni de ir al baño. Pararme a la impresora comienza a ser un lujo, ya no digamos postear algo medianamente bueno.

Bueno… hasta mi depresión cumpleañera se ha visto disminuída debido a la presión del trabajo!
Ayer por la noche revisaba mis posts del cumpleaños pasado. Hace un año no me gustaba la idea de cumplir 25. Hoy, que estoy a punto de cumplir 26, la verdad es que cumplir 25 ya no me parece tan malo. Maldito sea mi timing!

Me acabo de dar cuenta que escribí mal la palabra ‘warning’ del título de este post y, ¿saben qué? estoy taaaan cansado que así lo voy a dejar.

Si todo sale bien, el día de mañana les tendré sorpresas, felices sorpresas. Pongan changuitos!

Nota Mental: Borrar este post en cuanto tenga la sufiente energía para hacerlo. Sí creo que califica para un lugar dentro de Los Tres Peores Posts de la Historia.

Written by Salvador Leal

marzo 17th, 2005 at 12:17 am

Tres cosas

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Dado que tengo mucha chamba y mañana es posible que no pueda postear, les dejo tres cosillas (iba a poner ‘tres reflexiones’ pero me sonó demasiado Miguel Angel Cornejo)

1. Vengo de regreso hacia mi casa y en el alto se me acerca un wey. El tipo no tiene pinta de pedir dinero en las esquinas, viene vestido como miembro promedio de la clase media y me pide por favor que le baje a mi vidrio pues me tiene que decir algo.
Contrario a cualquier pronóstico, le abro el vidrio…
«Oye, perdón que te moleste, pero es que se me quedó parado el coche sin gas aquí en la esquina y quisiera saber si me puedes echar la mano con cinco pesos o algo así para poder echarle gasolina»

tic, tac, tic, tac

El alto es de esos altos fugaces que casi no cuentan, así que la mente de Salvador tiene muy poco tiempo para evaluar la situación. Tiene tan poco tiempo que comienza a buscar dinero aún cuando el fulanito no ha terminado su speech. En una maletita que carga, Salvador encuentra veinte pesos y, de nuevo contrario a cualquier pronóstico, los toma y se los da al fulanito.
El fulanito agarra el billete, da las gracias, la luz verde se pone y el coche de Salvador avanza.

Su acompañante le reclama: «¿¿Pero qué te pasa??» le grita, «tú me has dicho varias veces que no crees en las limosnas ni en darle dinero a quien pide en la calle… y ahora se lo das al primero que se te acerca!!»
Eso es cierto. No creo en dar limosnas. Sería complicado de explicar en este post, pero es algo que simplemente no hago.
«Además, el tipo ni siquiera se veía tan urgido!», dice mi cuate.
Eso también es cierto, la persona que me pidió dinero no estaba feliz, pero tampoco se le notaba una cara de angustia y congoja.

«… karma», le respondo.
«¡¿KARMA?!, ¡¿Cómo que karma?!»
«Sí, karma. Ese rollo de que todo lo que haces se te regresa, la ley de la causa y los efectos, una recompensa o castigo divinos con base en pequeñas acciones», comienzo a argumentarle sobre la marcha. «Si un día de estos a mí se me queda parado el coche sin gasolina, quiero pensar que me encontraré a alguien con una generosidad tan grande como para regalarme 20 pesos que me permitan llegar a mi casa o a algún lugar seguro»
«Wey… ¿¿pero qué tal que el tipo es un estafador que está buscando al IMBÉCIL que le regale dinero por nada??»
«Pues entonces», contesto yo, «espero que un día de estos que yo quiera engañar a alguna persona, me encuentre a alguien tan estúpido como que me regale no 20 pesos, sino 200».

Mi amigo se queda callado. Mi argumentación es impecable.
Karma.
Algunas veces hasta yo mismo me sorprendo.

2. Ya se las había recomendado en otra ocasión que la leyeran y espero que así haya sido. Si no, no se pueden perder las dos últimas aventuras de Lulú Marina (primera parte y segunda parte). No cabe duda que quizás sea, como dijo Mimismo, el nuevo ídolo juvenil que México estaba esperando. Sus metáforas son exactas, su narrativa es muy divertida, sus temas son demasiado cercanos y si quieren saber cómo vive una inteligente Niña Fresa™ de verdad (no como Paris Hilton que es puro bluff), atrévanse a leerla (y cuando digo Niña Fresa™ lo digo como un cumplido, eh!!).

3. El Vaticano, con esa prontitud que algunas veces lo caracteriza, acaba de censurar la lectura del bestseller «El Código Da Vinci» (la nota, aquí)
Independientemente de que censurar libros y películas no se me hace la manera más inteligente de conducir las conciencias humanas, creo que el timing del Vaticano anda chafeando. El librito ese nomás ha logrado vender 20 millones de copias y ya va por la eneava reimpresión…
Tres preguntitas:
a) ¿No me digan que apenas lo acaban de terminar de leer? Digo, yo me lo lleve a mis vacaciones de Semana Santa (sí, lo acepto, también leo basura; no sólo de Borges y Coupland vive el hombre) y lo acabé en menos de dos días. ¡Si para eso es!

b) Supongamos por un momento -supongamos nomás- que quiero hacerle caso al Vaticano. ¿Qué hago? ¿Cómo des-leo un libro? ¿Cómo elimino la poca o mucha información que YA llegó a mi cerebro? ¿No habría sido mejor avisarlo un poco, un poquito antes?

c) Supongamos que eres la institución humana más antigua que prevalece en el planeta. Supongamos que tienes *poder* sobre varios cientos de millones de conciencias. ¿De verdad te preocupa lo que dice un libro hecho para ser consumido en tres sentadas? ¿De verdad quieres subirte en un ring de menor catego? ¿No tienes mejores cosas qué hacer?

Nomás pregunto.

Written by Salvador Leal

marzo 15th, 2005 at 9:24 pm

s.a.l.v.a.d.o.r

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Hecho con Spell with Flickr, vía alt1040

Written by Salvador Leal

marzo 15th, 2005 at 2:57 pm

Vacaciones

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He llegado a la conclusión que necesito unas vacaciones bidimensionales. ¿Qué es eso?
El concepto se me ocurrió mientras venía de camino a la oficina. Cuando uno se va de vacaciones a Cancún, Ixtapa o Atlacomulco, lo único que uno está cambiando es la dimensión del espacio. Es decir, uno pasa de estar en la gris y depresiva Ciudad de México, a la gris y depresiva ciudad de Atlacomulco, Estado de México, por ejemplo.

¿Pero qué pasaría si no sólo pudieramos cambiar de espacio, sino también de tiempo? ¿Qué tal que decidiera pasar mis vacaciones en el Acapulco de los años 40, en las Vegas de los años 60 o en el Nueva York de los 70? ¿No sería eso mucho más divertido?
Y dejen lo divertido… eso verdaderamente ayudaría a quitarte el estrés! Porque resulta que si te vas de vacaciones a 1983, el celular no existe así que no podrían localizarte. Y no podrías checar tus correos y estresarte a distancia por la sencilla razón de que la internet aún no ha sido inventada. No te tendrías que preocupar con los problemas de AMLO, de Fox o de las elecciones del 2006 pues eso aún no ha llegado.
¡¡Sería el paraíso de las vacaciones!!

***

Releo mi post y me doy cuenta lo gacho que estoy desvariando. Definitivamente necesito unas vacaciones.

Written by Salvador Leal

marzo 15th, 2005 at 9:40 am

Hoy…

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… me siento raro.

Será que mi cumpleaños se acerca (19 de marzo, here I go!) o que las «vacaciones» se avecinan… el caso es que hoy amanecí raro. Extraño, vaya.

No es que me hayan salido alitas o un duro caparazón (à la Gregorio Samsa). Solamente que me desperté y pensé en una poesía.
Pero no en las poesías que nos hacían aprendernos en 5° de primaria para concursar en los certámenes de poesía del Instituto México (más info de aquellos viejos tiempos, aquí)…

Hoy desperté, y lo primero que pensé fue en esta poesía de Arthur O’Shaughnessy llamada Ode y que dice:

We are the music makers
And we are the dreamers of dreams,
Wandering by lonely sea breakers,
And sitting by desolate streams;
World losers and world forsakers,
On whom the pale moon gleams,
Yet we are the movers and shakers
Of the world forever it seems.

With wonderful deathless ditties
We build up the world’s great cities,
And out of a fabulous story
We fashion an empire’s glory:
One man with a dream, at pleasure
Shall go forth and win a crown;
And three with a new song’s measure
Can trample an empire down.

We in the ages lying,
In the buried past of the earth
Built Nineveh with our sighing,
And Babel itself with our mirth.
And o’erthrow them with prophesying
To the old of the new world’s worth;
For each age is a dream that is dying,
Or one that is coming to birth.

*sigh*

Written by Salvador Leal

marzo 14th, 2005 at 5:49 pm

Episodio III

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Hoy no voy a hablar de lo importante que ha sido la saga de Star Wars para mi vida, ni de cómo me gustan las películas a pesar de ciertos baches que tuve con el Episodio I y el Episodio II. No.

Hoy nomás les voy a pasar el link para ver el trailer del Episodio III. Creo que ahora sí, esta película nos sacará cualquier tipo de espinitas que se nos pudieron haber clavado durante los últimos años.

Written by Salvador Leal

marzo 11th, 2005 at 12:17 pm