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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for 2005

Pendientitos

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1. Cuando estaba en la primaria, uno de los mejores premios que te podían dar por ser un buen grupo (por buen grupo entiéndase uno que se formaba en el patio al primer timbre, que iba de manera ordenada al salón, que no hacía ruido cuando el maestro tenía que ausentarse o que juntaba la mayor cantidad de dinero para la recaudación anual de fondos para alguna buena causa) era ir de visita a alguna fábrica. Las favoritas, por supuesto, eran Sabritas y Bimbo. Uno iba, «aprendía» cómo se hacían papitas o pastelitos y luego te daban tu dotación de productos de la compañía *gratis*.
Era como estar en el paraíso.

Una de las actividades que sí disfruté de la semana pasada fue ir de visita a una fábrica… de cerveza.

¿Necesito decir más?

2. El sábado fui a comprar el libro número 6 de Harry Potter (Harry Potter and the Half-Blood Prince). Fui a una conocida librería capitalina (Gandhi, vaya) y me encontré con que habían tenido una venta nocturna cuyos estragos aún eran visibles cuando yo fui: telarañas, espejos, letreros con la tipografía Potter, velas y simulaciones de Hogwarts eran parte del decorado en toda la tienda (la nota periodística, aquí). En la fila para las cajas, delante de mí, había una chava perfectamente vestida con el uniforme de la casa de Gryffindor. Atrás había personas con sombreros de magos y bufandas amarillas y guindas.

¿Cómo hay espacio para tanto fan?
Si se estrena una película de Star Wars, gente vestida de Darth Maul se presenta a la función de medianoche. Si estaba el estreno de Lord of the Rings, Gandalfs región 4 compraban su boleto en pre-venta y se formaban horas antes de la función para lograr los mejores lugares. J. K. Rowling saca un nuevo libro y se organiza una venta nocturna a la que acuden cientos de fans vestidos de su personaje favorito. ¿Serán (seremos) todos los mismos? ¿Somos fans de las mismas cosas pero con distinto disfraz? ¿Tenemos una necesidad tan grande de querer pertenecer a algo? ¿Estamos faltos de héroes reales en quienes creer?

Mientras ustedes responden esas preguntas de tarea, yo me voy a ver qué diablos le sucede a Snape.

3. En la conferencia de weblogs del viernes pasado se invitó a bloggers de distintas partes del país a mandar pequeñas aportaciones con la finalidad de que también estuvieran presentes en este experimento y que evitáramos que fuera un evento fundamentalmente chilango. Estas aportaciones se mandaron al departamento de producción de Básico FM y se convirtieron en un audio que pueden bajar dando click aquí.

Todos en Básico esperamos sus opiniones.

4. Debido a causas de fuerza mayor, la próxima semana parece que una vez más me convertiré en el jefe de mi oficina (wahoo!). Esto significa que la cantidad de trabajo disminuye y que puedo ir de jeans… parece ser que a pesar de todo, sigue habiendo un Dios que escucha la plegaria de sus agobiadas creaciones.

Si eres Dios y estás leyendo este blog, te recuerdo que también te pedí vacaciones en algún destino exótico. Gracias!

Written by Salvador Leal

julio 17th, 2005 at 6:35 pm

Low Battery Warning

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Si les digo que tuve una semanita infernal, creo que es decirles poco. Pero bueh, ya regresé. Ya estoy de vuelta en la ‘vida normal’. Ahora nomás me hace falta recuperarme del déficit de sueño que traigo, responder mis mails pendientes (54 en mi cuenta personal y un número indeterminado en la de la oficina) y ponerme al día en los blogs que suelo leer.

Para responder preguntas: no, no me fui de vacaciones; sí, estuve trabajando; no, no estuve en mi oficina; sí, estoy al borde del colapso; no, aún no requiero que me internen en un psiquiátrico; sí, deseo con todas mis fuerzas unas vacaciones.

En otras noticias, hoy fue la Conferencia de Weblogs.Comunicación. Fuera de algunos detalles, creo que salió más o menos bien. Si ustedes estuvieron ahí, sí, yo era el que gritaba «básico efe eme» a la menor provocación y no, no estuve moderando la conferencia. Precisamente la estación que regenteo junto con otros compañeros fue la encargada de producir un audio con las diversas opiniones de bloggers que se encuentran desperdigados a los alto y ancho de nuestra república y que por razones obvias no pudieron estar presentes de manera física.
Debo reconocer que el audio quedó increíble. En cuanto lo tenga, lo subo y se los paso para que lo escuchen quienes no fueron a la conferencia (bueh, y también quienes fueron pues la compu dejó de reproducir el audio como a la mitad).

Escribo estas líneas con la última rayita de batería que tiene disponible mi cuerpo. Me voy a dormir, luego les platico más.

Written by Salvador Leal

julio 16th, 2005 at 1:32 am

Viajar

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Hace unas dos semanas me fui a tomar una chela con un viejo amigo de la preparatoria. En sexto de prepa era el compañero de banca de la persona que se sentaba frente de mí y, así como la guerra genera amistades entrañables entre los soldados, vivir la experiencia de tu último año de preparatoria en una escuela sólo para hombres hace que tú y tus compañeros de banca tengan una relación muy particular.

Sin embargo, tenía mucho de no verlo, por lo que me pidió que le contara qué había sido de mi vida. Contar lo que he hecho de mi vida desde 1997 a la fecha es poco menos que un crimen, así que le dije lo que suelo decir cada vez que me encuentro con alguien a quien no he visto en mucho tiempo y que me pide que le resuma ocho años de mi vida en una frase: «Pues nada… estudié economía y ahora estoy trabajando».
Dependiendo del nivel del alcohol o de la profundidad de la conversación (que muchas veces van de la mano), el resto de la conversación puede explorar de manera más extensa en mi época de estudiante (y le cuento que empecé con una carrera, luego me salí, luego me metí a estudiar dos carreras al mismo tiempo, luego me pusieron una huelga que le partió el queso a una de esas dos carreras para quedar finalmente como economista) o en mi etapa laboral (comencé trabajando en una estación de radio, de ahí me salí para terminar la escuela, trabajé en una multinacional que me enseñó lo bajo que podía caer como persona para finalmente terminar en el lugar en donde estoy actualmente).

Sin embargo, en esta ocasión, la conversación se fue por un camino que jamás había explorado por completo y que, por lo mismo, no me había dado cuenta que era tan rico en anécdotas y vivencias: viajar.
Sí, como a muchos más, me encanta viajar. Pero no fue sino hasta que comencé a platicar anécdota tras anécdota que me di cuenta que a viajar lo he vuelto una actividad en sí misma dentro de mi vida. Sin querer (o sin pensarlo) he visitado muchos lugares… pero particularmente, he vivido muchas cosas en el transcurso de los viajes en los que he estado.
Así, sin proponérmelo, comencé a contar anécdotas que me hacían acordarme de otros viajes y otras personas. En menos de lo que lo platico, le conté de noches perdido en la lluvia de Londres o comiendo tacos árabes en pijama y calcetines en Cambridge; de maletas y contratiempos en Frankfurt o de trasbordos en Philadelphia; de aventuras en Guanajuato o de viajes en tren a Zacatecas; de tugurios de mala muerte en Acapulco o de nadar en un cenote bajo la luz de la luna; de visitar de manera extraordinaria los aposentos privados de Carlos Menem o de quedar atrapado en un pueblito de Oaxaca (Arrazola) al más puro estilo de la Dimensión Desconocida.

Yo era el más sorprendido. Hasta ese momento, no me había dado cuenta que sí, que tenía muchas historias que contar, que en todas esas había estado yo presente y que invariablemente me había divertido al vivirlas. Hasta ganas me dieron de tener un lugar en donde escribir tanta aventura (jo!).

Hoy, hace un año, estaba de viaje. Todo comenzó siendo una idea tan sencilla que cuando se comenzó a hacer más grande y más real, no hubo otra alternativa que disfrutarlo. Aún me causa sorpresa el imaginarme viajar durante toda la noche de Boston a la frontera con Canadá para desayunar en Montreal; ir al festival de Jazz con unos pases de prensa que nos permitieron tener acceso a refrescos, cervezas y bocadillos ilimitados, conocer Québec y Vermont, comer langosta y putin, visitar el MIT, Harvard y los Hamptons, dormir en una camioneta porque el departamento en donde nos estábamos quedando en Montreal estaba cerrado, cantar en un bar gay o dormir en la casa del amigo de la esposa de un amigo de un amigo mío…

Hoy me dieron ganas de releer las aventuras que pasamos. Si ustedes también tienen ganas, ¿qué tal que me acompañan?

Viaje a Montreal – 1
Viaje a Montreal – 2
Viaje a Montreal – 3
Viaje a Montreal – 4
Viaje a Montreal – 5
Viaje a Montreal – 6
Viaje a Montreal – 7
Viaje a Montreal – 8
Viaje a Montreal – 9
Viaje a Montreal – 10
Viaje a Montreal – 11
Viaje a Montreal – 12

Viaje a Montreal – 13

Written by Salvador Leal

julio 11th, 2005 at 3:03 pm

La Conferencia

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¿Ya se enteraron de la conferencia acerca de weblogs que se está organizando?
¿No? Pues vayan apartando la fecha en su agendas!!
Apunten: 15 de julio (o sea, el próximo viernes) a las 4 de la tarde en un lugar llamado ‘Foro Cultural Coyoacanense’ y que está en la calle de Allende no. 36, en Coyoacán.

Si no tienen ni idea de dónde está el Foro Cultural Coyoacanense, ocúpense de llegar al centro histórico de Coyoacán y de ahí sigan el siguiente mapa:

El lugar está marcado con una estrella. Sí, sí, esa estrella que está a un lado de donde dice ‘Foro Cultural Coyoacanense’ (duh!)

El tema central de la conferencia será el papel que juegan los weblogs para enriquecer la comunicación en la web, además de que le daremos un poco de formalidad a la reflexión acerca de esta nueva forma de expresión. Ojo! en esta ocasión le daremos ‘formalidad’, lo que no significa que le daremos ‘solemnidad’ ni nada por el estilo. Si todavía no se convencen, les puedo decir quiénes van a estar en la conferencia: alt1040, Área Estratégica, Vecindad Gráfica, Ánima Dispersa, N@rrativa, 8 senderos, ecuaderno, Isopixel y WOMS!

Mi nombre estaba originalmente como moderador del evento (a los demás organizadores se les ocurrió que yo podría ser algo así como el espectáculo de medio tiempo o la variedá), sin embargo acaban de surgir ciertos imprevistos que movieron mis horarios de la próxima semana. Así que, haciéndola de emoción, todavía no sé si llegaré a tiempo para sentarme junto con el resto de la blogósfera a platicar/pachequear un poco acerca de nuestro mundo (que, si eres blogger, finalmente es algo que te gusta hacer… y mucho! jejeje)

La invitación está abierta a toda la comunidad y la entrada es libre. Si quieren informarse de más cosas o registrarse de una buena vez, vayan acá.

Allá (espero) nos vemos!!

PD. Ahora que, si tu horario laboral no te lo permite o eres vampiro y no sales de día, el jolgorio se continuará en el Kuru Kuru, Av. La Paz 157, Locales 37 al 39, Segundo Piso, Plaza del Carmen en San Angel (arriba del Cluny). Cáele!!

PD.2 Si eres de nuestros Amigos de Provincia®, lánzate para el Defectuoso también!! Digo, estoy seguro de que conoces a algún bloggero de tu confianza que te puede dar hospedaje para este magno (¡!) evento, ¿no?

Written by Salvador Leal

julio 8th, 2005 at 12:45 pm

CUM

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¿Qué tienen en común Jorge Ibargüengoitia, Roberto Madrazo, Carlos Fuentes, German Dehesa, Adolfo Aguilar Zínzer, Yordi Rosado, Manuel Bartlett, Miguel Alemán Velasco, Esteban Arce, Porfirio Muñoz Ledo, Bernardo Fernández ‘BEF’, Federico Döring, Emilio Chuayffet, Juan Ramón de la Fuente, Fernando de la Mora, José Emilio Pacheco, Esteban Moctezuma, Agustín Fest, Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’, Miguel Mancera, César Costa, Plácido Domingo, Jorge Volpi, Ruy Feben y José Francisco Ruiz Massieu?

Pues que todos ellos (entre muchos más) estudiaron y sufrieron las torturas propias de mi preparatoria: el Centro Universitario México (el CUM… sin liga a ninguna referencia pornográfica). Justo leía el post de Árbol y también el de BEF acerca de esto mismo de lo que hoy les platico y creí conveniente poner en perspectiva el orgullo (suena trompetilla) de haber estudiado (suena doble trompetilla) en esta noble (triple) institución (enooorme trompetilla).

Resulta que yo llegué a ese lugar después de haber pasado la primaria y la secundaria en las escuelas que son consideradas como las ‘indicadas’ para llegar al CUM. Algo así como ‘el camino de Santiago’ pero en cuanto a educación media superior.
De hecho, yo no sabía que el CUM era El CUM sino hasta que ya tenía un año estudiando ahí; sí, los maestros de la secundaria nos lo cacareaban más que el ser recibidos en el cielo por San Pedro y la Corte Celestial… pero la verdad es que lo que decían los maestros no solía ser objeto de mucha credibilidad.
Así, un día de agosto de 1994 hice mi entrada a esa escuelita y poco a poco me fui enterando de las distintas tradiciones que pululaban por los pasillos de mi preparatoria. Ahí me enteré que las Noches Coloniales® surgieron de ahí, lo mismo que las estudiantinas (yiack!); también supe que en la década de los 60, las autoridades de la escuela estaban tan a la onda que las primeras tocadas de El Tri (sí, sí, esa agrupación comandada por Alex Lora) fueron en las instalaciones de la escuela. Los maestros te platicaban de las muchas personalidades que se habían sentado antes que tú en las enormes bancas de madera que poblaban los salones y quienes tenían hermanos que habían pasado antes por el CUM te podían presumir de las numerosas leyendas del lugar, que si un tipo se había dado un tiro en los laboratorios debido al estrés de un examen o que si un maestro había hecho lo mismo en las escaleras de la biblioteca por razones desconocidas hasta la fecha.

La zona deportiva también tenía su historia. Te platicaban de cuando aquellos gloriosos Pumas de la década de los ochenta habían ido a jugar contra la selección de futbol del CUM o de los numerosos trofeos que se tenían guardados en un gabinete transparente que ocupaba una enorme pared cerca de la dirección. Y por supuesto no sólo eran de futbol soccer sino también de americano, en donde los Gamos (el equipo de la escuela) eran amos y señores.

Las tradiciones eran múltiples. Las Interáreas eran (son) de las memorables y que en alguna ocasión ya narré en este blog. El despedir a los mejores maestros en la última clase del año mediante una valla hecha por sus alumnos, era otra. Los mariachis, las noches coloniales, las obras de teatro. Y cada una de las actividades extraescolares tenían sus propias tradiciones: a los nuevos miembros de la rondalla y de la selección de futbol se les hacían novatadas, por ejemplo.

En fin, este post ha sido para tratar de recordar un poco la sensación que era asistir a mi preparatoria. De hecho, uno de los golpes más fuertes que me dio la universidad (y ahora mi presente laboral) es que me resultaba (resulta) tremendamente difícil levantarme por las mañanas. En la prepa eso no sucedía; digo, no es que sonara el despertador a las 6 de la mañana y pegara un salto como si las sábanas me escupieran. No, tampoco.
Pero no se compara el quehacer diario de mi chamba, con la certeza de que algo en la escuela será divertido/entretenido/digno de contarse. Algo harán los maestros o algún compañero, que será bueno para recordar en unos años. Y eso, recordar, es justo lo que he estado haciendo durante toda la mañana.

Written by Salvador Leal

julio 6th, 2005 at 1:17 pm

Writing

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Hoy me trajeron un regalito.
Junto con él, venía una postal que dice:

I know nothing in the world that has as much power as a word.
Sometimes I write one, and I look at it, until it begins to shine.
………………………………………………………….Emily Dickinson

Soy feliz.

Written by Salvador Leal

julio 5th, 2005 at 6:15 pm

Comics

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Soy ñoño. Eso lo he dicho desde el principio.
Pero hasta mi ñoñez tiene límites. Los videojuegos, por ejemplo, no me gustan y lo último que jugué fue Mario Bros 3; tampoco le he entrado jamás a un juego de rol. De hecho, durante mucho tiempo juré que los ‘juegos de rol’ consistían en tomar violentamente la ropa/mochila/libro de un compañero de salón y lanzárselo a varios compañeros con el propósito de que el interesado no pudiera agarrarlo, todo esto mientras se canta un pequeño y burlón cántico que dice ‘Role! Role! Role!’.

Siendo conocedor de los límites de mi ñoñez, también sé que mi temporada de comics terminó hace mucho tiempo. Eso sí, durante cierta época leía comics como desenfrenado y, en lo que sería un avance de mis gustos musicales, mi gusto por los comics no conoció de prejuicios… Comencé con los clásicos de Walt Disney y la Pequeña Lulú, Sal y Pimienta, Lorenzo y Pepita, Mutt y Jeff, Tarzán, Kalimán y hasta el Lágrimas y Risas, el Libro Vaquero y el VideoRisas. Obviamente leí los comics de superhéroes tanto de DC como de Marvel así como a Karmatrón y los Transformables. Pero un día llegó la pubertad o la radio o sabrá Dios qué, y me deshice de mi enorme y muy variada colección de comics. De aquella época quedan muy pocas evidencias, pero aún conservo ciertos números que simplemente son básicos para cualquier persona que se precie de conocer un poco la cultura pop de nuestros tiempos. Los números que llevan a la muerte de Superman es uno de ellos, por ejemplo.

De todos los superhéroes, a pesar de todo (a pesar de Spiderman o Superman), mi favorito siempre fue Batman. Sus historias eran psicológicamente complejas y el personaje maduró de una forma que jamás pensé posible en una figura que yo creía infantil. Recuerdo haber sufrido durante todo un verano la espera de la segunda parte del ‘Muerte en la Familia’, en donde se concluye la historia de cómo muere Jason Todd (que fue quien tomó el papel de Robin después de que Dick Grayson [Ricardo Tapia] se convirtiera en Nightwing).
Otro de los números que guardo es uno llamado ‘The Killing Joke’ en donde el Guasón deja inválida a Batichica después de violarla. Eso es a lo que le llamo entretenimiento para todas las edades!!

Pero bueno, todo esto viene a cuento por dos eventos que sucedieron durante el fin de semana. El primero, por supuesto, es el ‘conflicto’ que tenemos con Estados Unidos debido a un comic llamado Memín Pinguín. Si alguien se lo preguntaba, sí, yo leía Memín Pinguín. Recuerdo particularmente bien un número cuando Memín cambia una canica ‘ojo de tigre’ por una plancha de vapor para su ‘Ma Linda’. También recuerdo que no podía concebir a alguien que pudiera hacer un comic en donde apareciera la pobreza de una manera tan explícita.
Pues ahora resulta que a Estados Unidos no le parece correcto que México emita una estampilla con la imagen de Memín. Independientemente del espectacular error de timing que cometió el gobierno mexicano (again) al sacar la estampilla apenas 3 semanas después de que el presidente hiciera un comentario fuera de lugar (again) acerca de los negros, creo que todo este asunto está fuera de contexto.
Si tienen oportunidad, lean la editorial que escribe Enrique Krauze en el periódico Reforma de ayer domingo (¿no tienen acceso? léanlo acá), creo que clarifica bastante bien la situación en la que se encuentra México versus Estados Unidos con respecto al racismo.

La segunda de las cosas que sucedieron este fin de semana fue que por fin se me hizo ir a ver ‘Batman Inicia’. Tenía muchísimas ganas de verla, no sólo por mi pasado en los comics de este grandioso personaje sino también por Christian Bale, uno de mis actores favoritos (si alguien tiene la capacidad de hacer ‘Empire of the Sun’ y ‘American Psycho’ merece todos mis respetos). Pues bien, no he salido decepcionado. Si ustedes no la han ido a ver, corran ahorita mismo pues se están perdiendo de ‘la sorpresa del verano’. Uno sale de la sala sin la asquerosa sensación de haber visto «una película de comics», sino una muy buena película con un desarrollo de la historia coherente, buenas actuaciones (bien por ese casting para Alfred, Ducard y Lucius Fox!!) y perfecta explotación de la oscuridad -particularmente psicológica- de un personaje como Batman.

… caray! Batman y Memín Pinguín en un solo post!
Debería haber un premio para este tipo de conjunciones, ¿no?

Written by Salvador Leal

julio 4th, 2005 at 11:06 am

Las Cinco del Viernes

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Y por aclamación popular, hoy no platicaremos de Memín Pinguín (hasta hoy me voy dando cuenta que se pronuncia Pinguín y no Pingüín, damn!) ni de la política mexicana, ni de las razones por las que no debemos votar por Andrés Manuel López Obrador. No. Hoy, le cedemos este espacio a (sfx: redoble de tambor) Las Cinco del Vieeeeernes!!!

1) En general, eres totalmente espontáneo o tienes escondido un lado salvaje, políticamente correcto, incorrecto, sensible, etc?
Como cualquier amante de la música sabe, cuando un grupo musical saca un sencillo (es decir, la canción que se promocionará en las estaciones de radio), junto con ese sencillo (que generalmente es la canción más pegajosa) sacan una o dos canciones que son covers de alguna rola que le gustó al grupo, o una canción que sólo le gusta al guitarrista y sus amigos, o alguna rareza de ese estilo. Debido a que antes había LP’s en donde en el Lado A, venía la canción que se iba a promocionar como sencillo en las estaciones de radio y en el ‘Lado B’ venían las rarezas, desde entonces se les conoce como ‘Lado B’ a la parte clavada del grupo o el artista.
Después de esta explicación de flojera, debo decir que creo firmemente en la existencia de un Lado B en todas las personas. Un lado que sólo sale en los momentos adecuados o con las personas correctas. Así que si soy políticamente correcto, por supuesto que tengo mis momentos de incorrección política absoluta. Arriba los Lados B!!

2) ¿Alguien ha sico capaz de sacar de tí una personalidad desconocida (para bien o para mal)? ¿Un héroe? ¿Un energúmeno?
Ja! Pues no ‘alguien’ sino más bien ‘algo’: una corporación.
Yo no sabía lo bajo que podía caer hasta que caí en las garras de Procter & Gamble. Un día les platico más, pero sí… P&G sacó cosas de mí que yo no conocía.

3) ¿Por quién te cambiarías durante un día? ¿Por qué? He dicho por un día (o un mes, o 5 minutos) para evitar la respuesta facilona: «No, me gusta como soy».
Okey, okey… sí, me gusta como soy («It’s Good To Be Salvador Leal!!») pero como tengo que responder, supongo que me gustaría cambiarme un rato por algún creador de música. Creo que no lo he puesto en este blog pero tengo una vena artística que no he podido explotar como hubiera querido… así que me gustaría cambiarme por alguien como Peter Gabriel o Nitin Sawhney. Si no se puede, pues ya de perdida Luis Miguel (ajajaja)

… pensándolo dos veces, igual y me cambiaría por unos cuantos minutos por alguna mujer y ver ‘qué se siente’. Como la película de Rob Schneider, sólo que al revés.
Pero eso sí, sólo un ratito, eh!!

4) Cuando te ves en algún vídeo casero, ¿te gusta como eres? ¿te caes bien? ¿eres como realmente crees?
Odio las cámaras de video y todo lo que ellas representan. No me gusta verme en videos, no me caigo bien y no, no soy como realmente creo que soy.

5) ¿Te engañas a tí mismo? ¿Te das cuenta de ello?
Chas!
Por supuesto que me engaño a mí mismo (vamos… ¿qué daño te puede hacer una rebanada más de pizza?) y por supuesto que me doy cuenta de que me engaño a mí mismo (bah, no importa que me trates de engañar… me merezco esa rebanada de pizza!)

Written by Salvador Leal

julio 1st, 2005 at 12:15 pm

Llueve

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Desde que tengo memoria me gusta la lluvia.
Me gusta ver llover. Me gusta escuchar el sonido de las gotas cayendo. Me gusta mojarme en la lluvia.

En efecto, ver llover me pone un poco melancólico; pero es justo el mood en el que me gusta estar. Es el tipo de clima que le queda a la ciudad en la que vivo y al tiempo en el que vivo. Supongo que parte de mi gusto por la lluvia o por el mero hecho de que esté nublado, proviene de que no puedo relacionar ningún sentimiento negativo con un clima como el que tiene hoy la Ciudad de México.

Me gusta tanto la lluvia, que el Blog Rockin’ Beats que generalmente se publica los jueves, será el día de hoy. Hoy tengo ganas de una canción lenta, serena, descansada. Si uno ve la partitura de la canción, notará que las indicaciones del compositor son sencillas pero muy específicas: lent et douloureux

Interesante descripción.

Si quieren la rola, vayan aquí. Insisto… es canción para días nublados y consciencias serenas.

Written by Salvador Leal

junio 29th, 2005 at 1:39 pm

Diabolique

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Hoy se me cayó al piso un dulce.

No es que eso tenga nada de raro. Las cosas se me cae con bastante frecuencia. Pero lo que hoy sucedió en mi mente sí estuvo fuera de lo común.
Se cayó al piso el dulce y mi mente, desenpolvando telarañas y capas de polvo que datan de 1982 dijo: «No. No lo levantes. Ya lo chupó el diablo»

Chas!!
Ya no me acordaba de cuando no te podías comer las cosas que se caían al suelo porque las había chupado el diablo. No sé ustedes o su generación, pero yo recuerdo que con mis primos y mis amigos de la primaria, esa era la frase: ‘ya lo chupó el diablo’.

Ahora tengo dos dudas. La primera es saber si el resto de mi generación la usaba (nací en 1979; échenle +/- 4 años) o sólo existía en la burbuja de cristal en la que yo vivía. La segunda duda consiste en si los niños de este 2005 utilizan esa frase. Y si no, ¿qué frase utilizan?

La duda se complementa pues he visto que muchas de las ‘políticas’ que tenían nuestros padres (o por lo menos los de mi familia) con respecto a sus hijos han caducado. Un ejemplo clarísimo es que, cuando yo era pequeño, sacar las manos por la ventanilla de un automóvil en movimiento era de los peores crímenes que podías cometer. Hoy en día, uno ve niños con la mitad del cuerpo (bueh, por lo menos cabeza y manos) fuera de caminonetas y coches en la ciudad. ¿Qué ya no se estilan esas medidas de seguridad? ¿Pasaron de moda? ¿O los nuevos modelos de automóviles previenen -de alguna forma- que les pase algo a los niños que vienen con la cabeza en la ventanilla?

… si este blog tuviera categorías, este post estaría en la categoría de ‘Preguntas sin Respuesta’, ‘Dudas Existenciales’ o ‘Diarrea Neuronal’.

Written by Salvador Leal

junio 28th, 2005 at 4:21 pm