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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for the ‘vida diaria’ Category

One of these days…

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La lluvia siempre ha tenido connotaciones positivas en mi vida. Desde que tengo memoria, me gusta ver llover. Pero también me gusta estar en la lluvia y mojarme y sentir cómo no puedo tener control de lo que cae sobre mí. Me gusta saber que no puedo apretar ningún botón o pagar una cuota para tener un minuto de alegría instantánea que con la misma facilidad llega y se va. Me gusta el color que tiene el cielo cuando llueve realmente con fuerza; no sé si sean síntomas de que vivo en un estado de *depresión* permanente, pero ese color gris que adorna el cielo durante los días lluviosos me dice muchas cosas más de las que suelo oir cuando volteo la cara al cielo.
Hoy amaneció lloviendo en muy noble y muy leal Ciudad de México. Conozco a muchas personas que se deprimen cuando amanece gris y con lluvia; supongo que, cuando piensan en la frase «mañana será otro día» en busca de un mejor mañana, no ven que el mañana puede ser bueno aunque amanezca lluvioso, gris y frío.

Canibalitum publicó hace poco una foto que reproduzco sin su permiso:

Según yo, cuando llegue el fin de los tiempos, de este color será el cielo. Lloverá y el agua en la cara será la última sensación que tendremos sobre la faz de la tierra.

Si se están preguntando ‘¿y ahora qué se fumó Salvador?’… lo siento mucho, así me ponen los días nublados.

Written by Salvador Leal

marzo 30th, 2004 at 12:19 pm

Las Cinco del Viernes

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Debido a la cantidad de cosas que traigo pendientes en la cabeza, aquí les van las cinco preguntas del viernes…

1) ¿En que ciudad o pueblo vives?
Vivo en la muy noble y muy leal Ciudad de México, también conocida como la Gran Tenochtitlan, el Defectuoso, el Defe, Mexicalpan de las Tunas, La Ciudad Más Grande del Mundo, ‘la capital’, ‘la suidá’ (López Obrador dixit), MakeSickO’ City (Semidios dixit), la Región Más Transparente del Aire (Carlos Fuentes dixit) o la Ciudad de los Palacios (Alexander von Humboldt dixit).

2) ¿Un buen restaurante?¿Uno barato?¿Uno especial por algún motivo?
Aquí sí me dan en mi mero mole. Veinticinco años de experiencia y un Índice de Masa Corporal que raya los veintinueve puntos son fieles testigos de mi constante exploración por los rincones gastronómicos de esta ciudad. Así que, para nuestros amigos de provincia (Chabelo dixit) que visiten esta ciudad, mándenme un emiliano para saber dónde, cuánto y cómo comer en la urbe del águila y el nopal.
En cuanto a un buen restaurante, ahí les van mis opciones. El ‘Restaurante del Lago’ tiene por un lado, la mejor vista que podrán encontrar en el Distrito Federal además de que la cocina es simplemente grandiosa. Su comida será grandiosa y la cuenta, si bien no será grandiosa, sí será grandota.
‘El Cardenal’, en la calle de Palmas en el Centro Histórico resulta ser uno de los lugares con mayor tradición y de más caché entre los que se dicen conocedores. Si van, a la vuelta está la Dulcería Celaya. Vale la pena no comer los deliciosos postres de ‘El Cardenal’ por darse la vuelta y entrar en un local que mantiene el look y las recetas originales desde 1874.
Finalmente les recomiendo el que a mi gusto es de los mejores restaurantes italianos de la capital: ‘El Capri’. Su osobucco es indescriptible.

De restaurantes baratos, los que más se prestan son las taquerías. También recomiendo tres. ‘Xotepingo’, localizado en la zona de Coapa (argh!) maneja una carta amplia pero afordable. ‘El Chalet’, localizado en la entrada de la Col. del Valle (Amores esq. Obrero Mundial). Y los ‘Tacos Miguel’, mejor conocidos como ‘Los Tacos de la Cochinada’ gracias a su apariencia y a sus cualidades gastrointestinales de efecto retardado; este último se encuentra en la calle de Doctor Vértiz casi esquina con Eugenia (también en la Col. del Valle)

De restaurantes especiales por alguna razón, únicamente escojo dos.
1. Cuando yo cursaba la primaria (1985-1991) en el HHH Instituto México, había una actividad que hacía de los sábados el mejor día de la semana: el Cineclub. En lo que consistía, básicamente, era en una función de cine en el Auditorio Vicente Tejedor (así se llamaba el auditorio de mi primaria) a donde acudían todas las familias a ver alguna película que recién hubiera salido de cartelera o que todavía estuviera rolando en alguno que otro cine. Gracias a esos sábados conocí a los Goonies, Who Framed Roger Rabbit? y Young Sherlock Holmes.
Pero el Cineclub era apenas una excusa para lo que venía después: ir a cenar a Juliu’s Pizza. Este lugar se encuentra a algunas cuadras de distancia de la escuela (Pilares, casi llegando al parque de Tlacoquemécatl) y mantiene ese aire ochentero que tuvo cuando yo lo conocí. Decorado con toda la parafernalia de la Coca-Cola habida y por haber, Juliu’s Pizza es sinónimo de mi infancia y de tardes de sábado post-cinematográfico que no sé si algún día volverán.
2. El segundo restaurante especial es un *patrocinio*. Tengo un cuate que abrió un restaurante italiano bo-e-ni-sí-mo. Se llama Il Ricco: Cucina Urbana y está localizado en Altavista no. 14 casi esquina con Revolución. Además de sabroso, es trendy-fashion-cool; vayan, prueben la pizza Il Gober o el Filete Eréndira y luego platicamos (inserte aquí una boca hecha agua).

3) ¿Qué es lo que más te gusta de tu población, y lo que menos?
Me gusta mucho vivir en donde vivo. Sobretodo porque no es fácil querer a esta ciudad. Se requiere una buena dosis de paciencia, esfuerzo y ganitas… igual que con una relación amorosa. La ciudad de México puede desquiciarte un martes a las tres de la tarde pero redimirse un sábado al mediodía. Simplemente hay que escucharla, apapacharla, consentirla y, sin muchos miramientos, tratar de sobrevivirla. Lo que más me gusta de este lugar es que puede ser ruidosa y estresante pero también sabe ser retraída y tímida. Lo que menos me gusta es al imbécil que tiene como Jefe de Gobierno.

4) ¿Algún sitio, monumento o rincón de tu ciudad que sea un pecado no visitar?
Si vienen a la ciudad de México y no pasan aunque sea un día en el Centro Histórico, su visita ha perdido sabor, color y olor. Para aquellos bloggers que hace algunos días platicaban de Coyoacán, la próxima vez que vengan láncense a San Ángel… es como Coyoacán pero Región 1.

5) ¿Sabes alguna leyenda, mito o curiosidad de tu zona?
La Colonia del Valle tiene mucha historia derivada de las distintas etapas que ha tenido. Al principio fue la zona donde se ubicaban las casas de campo de la aristocracia porfiriana; tiempo después se volvió una ‘moderna’ zona habitacional y, por lo tanto, hubo un boom de construcción de escuelas (sin exagerar, creo que mi colonia es la zona con mayor cantidad salones de clase por habitante de la ciudad). Poco después llegaron las oficinas y actualmente, la Col. del Valle está regresando a su vocación habitacional.
El dato curioso es que, muy cerca de donde vivo, en lo que son las calles de Martín Mendalde y Manuel López Cotilla, había hace mucho tiempo un galgódromo. Tan-tan.

P.D. Si eres observador o curioso y quieres saber más del Índice de Masa Corporal, ve aquí.

Written by Salvador Leal

marzo 26th, 2004 at 4:28 pm

Dos servicios y una recomendación

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No sé si a ustedes les pasa, pero una de las cosas que más aborrezco es que la gente que hace su trabajo prestando un servicio, no lo haga con las ganas suficientes como para ser amable en la prestación de sus servicios.
Uno llega a Burger King y la señorita, además de ser un pigmeo mental con nivel de IQ que no llega a la unidad, te trata mal y de mala gana. O llegas a Banamex y el cuate de la caja nomás no tiene la voluntad de ayudarte con algún problema o trámite que tienes que hacer. Y comienzas a darte cuenta de lo mal que sirve la gente que presta servicios cuando un servicio bueno te deja con tan buen sabor de boca. Este es mi caso el día de hoy.

1. Por diversas cuestiones sociales, últimamente me he visto en la necesidad de usar smoking. Dejando a un lado las referencias a Sean Connery que tengo cada vez que me veo en el espejo (lejanas a la realidad, pero a quién diablos le importa la realidad cuando puedes decir ‘My name is Bond, James Bond’), he requerido de los servicios de una alquiladora de trajes de etiqueta, como se les conoce en el mercado.
No conociendo mucho del tema, decidí utilizar los servicios del establecimiento con más antigüedad en el mercado: Casa Marcelo (est. 1938). Resulta que a este lugar le falla todo; la imagen que tiene, el slogan que maneja, su publicidad, su ubicación… todo, con excepción de una cosa: el servicio. Es realmente sorprendente llegar a un lugar donde te tratan tan, pero tan bien. Vaya… ¡las señoritas que te atienden hasta se ríen de mis chistes!
La manera en la que trabajan es eficiente y afable, discreto pero efectivo y con una satisfacción del 100%. Así que, sin afán de hacerle publicidad barata, la próxima vez que vayan a una de las recepciones del embajador (cfr. comercial de Ferrero Rocher) y no cuenten con un smoking, utilicen los excelentes servicios de Casa Marcelo.

2. En otro reconocimiento al excelente servicio que presta, no puedo dejar pasar la oportunidad de felicitar a la primera instancia gubernamental en la que me siento como si yo fuera el Presidente de la República. Se llama la Comisión Federal de Competencia (por sus siglas CFC) y es impactante cómo te contesta hasta el de seguridad. Los tipos que trabajan ahí se desviven (verídico!) por ayudarte a encontrar la información que quieres, contestándote de buena manera y con un ánimo que ya lo quisieran las cajeras de la Comercial Mexicana. Im-pac-tan-te. Sé que el servicio de la CFC está muy cañón que lo puedan utilizar… no importa, sepan que hay ciertas cosas de nuestro gobierno que están funcionando muy bien, y que una de ellas es la atención que prestan en la Comisión Federal de Competencia.

3. La última recomendación es bastante más banal que mi felicitación a Casa Marcelo y la CFC. La tercera recomendación que les hago el día de hoy es que vean a cualquier costo la serie de televisión ‘Guía de Padres’.
‘Guía de Padres’ es un programa hecho por la organización que regentea Martita Sahagún (Vamos México) y la organización que regentea Elba Esther Gordillo (la SNTE). De hecho, si a mí me encargaran los spots promocionales del programa, serían algo así como:

‘De las retorcidas mentes que trajeron a Elton John a México y que paralizan la circulación vial con marchas y plantones… llega hasta ustedes lo último en reality shows… GUÍA… DE PADRES!

El programa se transmite los domingos a las 10.30 de la mañana por canal 2 (nosotros los mediajunkies nos levantamos temprano los domingos para ver a Mario Ivan Martínez contando cuentos en ‘En Familia con Chabelo’) y es exactamente eso: lo último en cuanto a reality shows se refiere.

El capítulo de esta semana siguió la vida de cuatro familias que viven en una vecindad de la Ciudad de México. Las imágenes son impactantes, morbosas, desgarradoras… en una palabra: deliciosas (por lo menos para los que nos gusta esa mezcla de televisión de primer mundo en un ambiente tercermundista). Las cámaras filman la interacción de las familias: la mamá que cose ajeno para ayudar en el hogar, el papá sin chamba, la hija con complejo de artista de telenovela que llora ante cualquier provocación, el niño (con el fabuloso nombre REAL de ‘Bodínez’) que es torturado por los otros niñitos de la vecindad, la vecina que se pasa las tardes enteras practicando la coreografía de su baile de quince años… y todo es 100% real, créanlo o no.

Todas estas imágenes (además!) están aderezadas con los comentarios de sociólogos y psicólogos especialistas. Así que después de que una de las niñas golpea a su hermanita porque se puso lápiz labial, una psicóloga nos habla del porqué de su violencia y cómo se debería ayudar tanto a la niña como a su hermanita. Insisto, el programa va mucho más allá que Big Brother… el programa entra a la realidad mexicana y registra lo duro que es vivir en un país como el nuestro, en familias que se ven oprimidas por la pobreza y la necesidad, que viven en la frustración de no salir de donde se encuentran y de tener como espectadores a los niños que acaban de ver a Chabelo.
Triste, interesante, impactante y desgarradora, como la realidad de 50 millones de mexicanos, es el programa Guía de Padres. Una recomendación de tres estrellas de este blog. Si eso no te genera conciencia de que algo malo ocurre en el funcionamiento social de nuestro país, no hay ni cómo ayudarte.

Written by Salvador Leal

marzo 8th, 2004 at 3:42 pm

Posted in medios,vida diaria

Las Cinco del Viernes…

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Las preguntas que son publicadas el día de hoy en el blog Las Cinco del Viernes sí están de suuuuuuper flojera e incluye una que dice ‘¿cómo pasaste el carnaval el año pasado?’ que, como cualquier defeño sabe, no puede ser contestada en nuestra ciudad en donde no se realiza carnaval…

No sé si sea bueno o malo que no exista la tradición del carnaval en la Ciudad de México… y como es viernes no me voy a poner a analizar los pros y contras que tiene la existencia de tal evento. El asunto es, responderé las preguntas que correspondían a otro día y que me di la libertad de no responder en aquella ocasión.

1) ¿En que tipo de vivienda vives: casa, piso, chalet, de propiedad, de alquiler, en casa de tus padres, en residencia de estudiantes…?
Desde 1982 vivo en un agradable departamento enclavado en la que considero la Suiza de la ciudad de México: la Del Valle.
¿porqué es la Suiza defeña la Colonia del Valle? Por principio de cuentas se encuentra situada en un punto céntrico en la ciudad. Si quieres ir al sur (Pedregal, Coapa [argh!], San Angel) tardas lo mismo que si quieres ir al norte (Polanco, Satélite [no comments], Santa Fe). Es una colonia pluricultural de gente que vive sin amarguras y que no es reconocida más que por cosas favorables… no tiene los estigmas que pudieran tener las colonias ‘ricas’ y tampoco tiene a la raza de las colonias ‘pobres’, no tiene algún tipo de comunidad que la caracterice (los gays o los artistas o los vándalos) y su población está conformada en su mayoría por familias que, si bien no pueden evitar ser disfuncionales (nadie en el DF se puede dar ese lujo), tampoco vive dramones dignos de la telenovela de las 8. En fin… el punto es, vivo en un departamento de la HHH Colonia del Valle.

2) ¿Cuál es tu estancia favorita de la casa?
Mi cuarto, sin lugar a dudas. Es el centro neurálgico la pequeña burbuja de cristal en el que vivo. Ahí está mi colección de discos y películas, la discreta pero bien escogida biblioteca, la compu, mi tele y el DVD. ¡Es increíble cómo a Maslow se le pudieron haber ido cosas tan básicas para el nivel 1 de su pirámide!
También están pósters, la cama (ooobvio), el workstation, el soundstation, el guardarropa (que me gustaría decir, recibe los mismos adjetivos que la biblioteca… pero pues no), fotografías… en fin, es como entrar en el Resumen Ejecutivo de la vida del que escribe este blog.

3) ¿Cuál es el último objeto que has comprado para la casa (o para tu habitación)?
El último objeto que compré para mi cuarto fue…mmmm… creo que hace tiempo que no compro nada para el cuarto. Más bien he sacado muchísimas cosas debido a una severa remodelación que tuvo en octubre del año pasado. Bueh, lo último último fue un DVD de Southpark pa’ la colección.

4) Si pudieras elegir, ¿qué obra de arte te gustaría tener en la sala?
Uuuuuy…. este Warhol, un Douglas Coupland original o este Hockney.

5) Nunca sales de casa sin…
… desayunar. Mi mamá simplemente no me deja salir de casa sin que algo haya caído en mi estómago… con la excepción de hoy!!! Y tengo un hambre…uuuuffff.

Written by Salvador Leal

marzo 5th, 2004 at 10:57 am

Homofobia

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El sábado pasado fui a una comida de cumpleaños y estuve platicando con varias personas… a continuación, un fragmento de la conversación:

AO: Tons qué wey, ¿vas a ir a ver a Junior Senior?
SL: Hiiiijole, pues aún no sé… me preocupan dos o tres cosas…
AO: O sea….?
SL: Bueh, primero, su disco tiene demasiada producción como para que pueda sonar tan bien en vivo.
AO: Okey, puede ser…. y luego?
SL: Pues hay otros detalles que no me laten…
AO: Si… va a ir mucho gay, ¿no?
SL: …
AO: ¿… a poco eres homofóbico?

***

Durante una docena de años (6 de primaria, 3 de secundaria y 3 de preparatoria) asistí, de lunes a viernes, por 9 meses al año, a una escuela de puros hombres. Doce años dejan una honda huella en la psique de cualquier persona, ya no digamos de un niño/adolescente/joven que se ve diariamente estimulado en todos sus sentidos por la experiencia de estar en un mismo salón de clases con puro machín.

Al principio de la primaria aprendes las reglas básicas de supervivencia que te serán de gran utilidad por el resto del tiempo que tus papás planeen tenerte en ese sistema educativo… Conoces lo que le sucede a los soplones, qué lugar ocupan los mataditos, cómo son tratados los favoritos del profesor y qué tipo de vida social puede tener alguien que llega el primer día de clases con una lonchera de los ositos cariñositos. En pocas palabras, es como Oz pero en región 4 y clasificación ‘para toda la famlia’

Si algo aprendimos (mi inconsciente y yo) durante estos doce años, fue que tú podías ser ladrón, hijo de político corrupto, pobre, feo, ojete, hijo de prófugo de la justicia o bastardo… pero nunca de los nuncas podías identificarte como gay. O puñal. O puto. O cualquiera de sus sinónimos. Los que por alguna razón eran tachados como tal, no tenían mayor opción que aguantar las más crueles ‘bromas’ que a los delicuentes juveniles disfrazados de estudiantes maristas se les podían ocurrir. Era eso o cambiarse de la escuela. Como ñoño, lo acepto, a las pocas personas que podía torturar en la escala totémica de la escuela, era a los amanerados… y ooobviamente yo hacía uso de ese pequeño lujo.

Así pasó el tiempo, salí de la prepa y estando en la universidad, comencé a enterarme de varios compañeros que salieron del clóset. Cuando no habían sido muy cercanos, la noticia era como chisme de lavadero que corría por los pasillos de las universidades que habían dado refugio a los ex-alumnos maristas.
Cuando los involucrados eran tan cercanos como para considerarlos mis amigos, el asunto era distinto porque yo entraba como paño de lágrimas, en algunas ocasiones y como portavoz de la noticia ante los papás, en otras. Yo, desde luego, no tuve nunca ningún problema con que algún amigo tuviera tendencias homosexuales… finalmente yo me hice amigo de él, no de sus tendencias y cada quien tiene derecho de cambiar de opinión según le parezca conveniente.

Según yo, era muy tolerante pensar así. Según yo, la homofobia me era ajena pues contaba entre mis cuates a personas con preferencias sexuales distintas a las mías. Eso, según yo.

El problema vino cuando entré a trabajar a WFM.
En ese momento, y debido a que entró al aire el primer programa dirijido a gente gay en la FM, me vi obligado a trabajar casi de tiempo completo con gente que a) no conocía, b) era gay y c) era parte del equipo de W. Sobra decir que los primeros días yo era el más alejado a los tres nuevos conductores del programa gay (quizás oyeron hablar de él, se llama Triple G y se sigue transmitiendo los martes de 10 a 12pm en el 96.9) y cuando todos estábamos en junta, el ambiente era bastante tenso.

Para fortuna de la estación, los tres conductores estaban muy conscientes de que la comunidad gay es una comunidad que, más que ser defendida y/o reconocida, necesita primero promover la información libre en una sociedad ídem. Así que un día me sentaron y comenzamos a platicar todos los prejuicios que una persona como yo, con una carga histórica como la mía, podía tener con respecto a los homosexuales.

A partir de ahí comencé a comprender muchas cosas, no sólo de la comunidad gay sino de la comunidad en general. De la aceptación propia como persona y de los miedos que pueden surgir de la ignorancia. De cómo deberían actuar tanto los gays como nosotros. Aprendí palabras como buga, tortillera, lencha, trailera, jota, menachera, guagüis, ocho, draga y closetero. Pero sobretodo aprendí de la enorme diferencia que existe entre tener un amigo que se vuelve gay y conocer un gay que se vuelve tu amigo.

***

Con todo esto dicho, no me puedo considerar homofóbico. Tampoco puedo decir que soy super open-minded y que no tengo problema alguno al ver a dos hombres besándose en la calle…tampoco. Desgraciada o afortunadamente me educaron a la antigüita y mi primera reacción es una mezcla de morbo e impacto. Pero homofóbico no soy. Ser homofóbico significa ser ignorante… y he tratado toda mi vida de quitarme diariamente, aunque sea un poquito, esa carga.

Actualmente existe una controversia en Estados Unidos desatada por su presidente (cuyo nombre trataré de no pronunciar en este blog) para modificar la constitución de tal forma que se prohiban los matrimonios entre parejas homosexuales. A reserva de una mayor discusión del tema, creo que el presidente de los EUA está equivocado. Creo que debe existir un enorme esfuerzo por parte de las comunidades gay y hetero para borrar las barreras que puedan existir entre las dos (nosotros debemos dejar de verlos raro, ellos deben dejar de hacer desfiles raros) Y creo que una medida más (no la mejor, no la única) para que seamos una sola comunidad, es aceptar los matrimonios entre homosexuales.

Este post va con dedicatoria a los que han cuestionado el criterio de apertura que tiene mi blog.

Written by Salvador Leal

marzo 1st, 2004 at 1:55 pm

Start your engines!

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Faltan justo 28 días para mi cumpleaños!
He tenido tantas cosas que hacer y en tanto qué pensar (este blog incluído) que se me había pasado por completo!

Como aquellos que ya tienen experiencia saben, esto del «19 de Marzo: Festejo Nacional» es bastante extraño. Durante todo un mes suelo nefastear acerca de los años que cumplo, que no he logrado todo lo que hubiera querido, que si me han hecho falta cosas qué hacer o lugares qué visitar… en fin, me convierto en una nena.

Pero todo esto se debe que para mí, mi cumpleaños es poquito menos que el día más importante del año… es donde verdaderamente puedo celebrar un ‘feliz año nuevo’ con nuevos proyectos o nuevas experiencias. Es el momento de ‘cerrar ciclos y comenzar nuevos’ (la frase no es mía ni tampoco de tarjeta hallmark, es de mi ex-jefa). El 19 de marzo es mi alfa y mi omega anual.

Debido a esto, durante toooodo este mes los estaré torturando con ‘¿cuántos días faltan para mi cumpleaños?’ Lo siento, así somos quienes sufrimos de egocentrismo y abrimos un blog para hablar, básicamente, de nosotros mismos.
Pero, ey! así son las reglas del juego!

Hoy, por lo pronto, faltan 28 días para el 19 de marzo. Sigan contando…

Written by Salvador Leal

febrero 20th, 2004 at 4:52 pm

La Práctica 28 (Epílogo)

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Pues resulta que muchos no estuvieron de acuerdo con el final de la Práctica 28 (cfr. los posts de enero 19, 22, 29 y febrero 9). Lo siento mucho, así fue como sucedió aquel incidente a inicios de la década de los noventa. Si el final no tuvo la fuerza narrativa que se requería para un asunto de ese calibre… este epílogo seguro lo tendrá.

Opera en DF primer banco de semen en México
Redacción online y Yetlaneci Alcaraz
El Universal online
Ciudad de México
Jueves 19 de febrero de 2004

Una de cada seis parejas en México no puede procrear hijos directamente y 33% de estos casos se atribuye la infertilidad al hombre, y, para revertir esta situación, hace tres meses abrió el primer Banco de Semen registrado como tal ante la Secretaría de Salud federal en todo el país.
La muestra de semen cuesta 500 pesos y si la mujer desea que le realicen la fecundación artificial, el costo va de los 4 mil a los 45 mil pesos, de tal forma que el proceso costaría unos 11 mil pesos.

Los donantes, que actualmente suman 50 en proceso de aceptación -sólo 14% de ellos tienen semen de calidad y ellos son lo suficientemente sanos para ser donadores- reciben una aportación «significativa» de 500 pesos por cada donación. Las características del donador, mismas que se evalúan, son:
+ El donante debe ser totalmente anónimo.
+ Aunque la norma internacional señala que éste puede ser hasta de 50 años,
el límite de edad es de 35 años.
+ Joven de complexión delgada, normal.
+ Que cursen algún tipo de licenciatura.
+ Se les aplican estudios de árbol familiar, genético, psicológico (para
descartar presión o casos de psicosis en la familia ) y físico (para evitar
enfermedades infecciosas que se puedan transmitir).
Con ello se busca que mujeres solas que no desean tener una relación o parejas que no pueden tener hijos, puedan optar por la donación de semen y la inseminación artificial de manera segura. Sin embargo, aquellos hombres que desean guardar su semen, pueden hacerlo durante 12 años, mediante el pago de 12 mil pesos mensuales.
«Desde hace un año venimos trabajando en este banco de semen y podemos decir que desde hoy tenemos semen mexicano a la disposición. Y no es que el semen importado no funcione, pero el de nuestro banco será con las características fisiológicas del mexicano», declaró el doctor José Gaytán, director del Instituto Valenciano de Infertilidad México.
Los interesados podrán dirigirse al hospital ubicado en Bosque de Ciruelos 168 en la colonia Bosques de las Lomas, en la capital del país.
(editado libremente del artículo original)

Comentarios:
1. «…si la mujer desea que le realicen la fecundación artificial, el costo va de los 4 mil a los 45 mil pesos» ¿Qué hace que el rango de precios sea tan grande? ¿Hay distintos tipos de fecundación artificial? ¿Alguno de ellos involucrará al ‘donante’ de forma más personal?
2. ¡Quinientos pesos por donación! ¿Anyone?
3. ¿Ahora hasta para ser donador de semen hay que cursar una licenciatura?
4. Si estos son los requisitos sólo para ser donador, ¿cuáles deberían ser los requisitos para ser papá ‘a la antigüita’?
5. ¿¿Doce mil pesos mensuales por guardarlo?? ¿Pues qué le hacen? ¿Lo divierten mientras tanto? ¿Lo pasean y lo llevan al cine? ¿Lo meten a estudiar a la universidad?
6. «Y no es que el semen importado no funcione, pero el de nuestro banco será con las características fisiológicas del mexicano» No es que yo sea malinchista… pero estoy convencido -como buen economista del ITAM- en la libre concurrencia y apertura de los mercados. ¿Por qué las prácticas desleales? ¿por qué hay barreras a la entrada de semen importado? ¿cómo saben que lo que quieren las mujeres son hijos gorditos, chaparritos, bigotones y prietitos… y no desean nórdicos de ojo azul?

Si he desvariado un poco en este post, lo siento. La gripa me consume momento a momento.

Written by Salvador Leal

febrero 19th, 2004 at 2:30 pm

Sitcom

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¿No les ha pasado que su vida parece una película o una serie de televisión?
Mis papás dicen que es debido a la contaminación que la radio, la tele y las películas tienen en mí… pero a mí me pasa muy seguido.

Mi clase de spinning del día de hoy, por ejemplo… me hizo el día!
Imaginen lo que es estar en una bicicleta, pedaléando duro, sudando -literalmente- la gota gorda, y que de repente la maestra ponga en la grabadora a The Pointer Sisters – I’m So Excited.
En verdad me sentía yo en película ochentera mal plan. Onda ‘Flashdance-meets-Wall Street’. Cuando terminó la canción y siguió Maniac de Michael Sembello, yo estaba en el éxtasis total.

Such is life on my planet…

Written by Salvador Leal

enero 21st, 2004 at 10:00 am

Posted in vida diaria

Lee Bros.

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El título de este post está vilmente pirateado de alguna publicación que tenía una columna con un nombre idéntico. Como no me acuerdo del nombre de la publicación ni de cuándo salió, simplemente les avisto que, por mucho que quisiera adjudicarme el bonito juego de palabras, no puedo hacerlo.

Este post, como ya se pudieron haber imaginado, habla de libros. Hoy recibí dos correos que me invitan a recomendar cosas que sean agradables/accesibles al leer. Como no soy ni crítico ni mucho menos, me dedicaré a recomendar o reseñar un poco las cosas que en estos momentos están en mi buró siendo leídas. He aquí una imagen que, literalmente, demuestra que los estoy leyendo.

(si se lo estaban preguntando: no, no me gusta leer de a un solo libro)

1. El primer libro gordote que se ve a la izquierda me lo trajeron los Reyes Magos y es la versión de pasta dura del clásico de Mario Puzo, «El Padrino».
Si ustedes, como yo, son fans de las películas, no podrán evitar el goce que resulta al leer el libro original. A lo largo de las páginas de El Padrino, encontrarán referencias magníficas acerca de la lealtad, la amistad y la venganza. Sencillito de leer, perfecto para llevarlo a todos lados (¿se han dado cuenta que en la cola del banco NADIE lee?) hay ciertas partes en las que simplemente no lo podrán soltar. Si no son mucho de leer, pero sí de imágenes… vean primero la película y luego lean el libro; aquí nadie los va a castigar si hacen ‘trampa’

2. El siguiente libro abajito del anterior fue un regalo de cumpleaños al que le tenía ganas desde hace mucho rato, pero con eso de que terminé la escuela y luego entré a Procter y después me cambié de chamba… pues no había tenido oportunidad de hincarle el diente (o el ojo). Se llama «México Secreto» y es de Francisco Martín Moreno. El libro es una novela histórica (basada en hechos reales) que explica cómo el papel que jugo México en la Primera Guerra Mundial no se limitó al de mero espectador, sino que fue, nada mas y nada menos que el detonador del conflicto bélico. A lo mejor les parece un poco ñoño leer una novela que tenga como protagonistas a Venustiano Carranza o Victoriano Huerta… pero si lo que les late es la intriga, los espías y la historia, este libro es una excelente opción.

Los dos anteriores libros los pueden encontrar en su Gandhi/Sanborns/Librería de Cristal de su preferencia. No son difíciles de encontrar o de conseguir.

3. En el bonchecito de la derecha tenemos tres libros, los tres en inglés y conseguidos por medio electrónico (Ebay y Amazon). No sé si ya se encuentran disponibles en México, pero pueden intentar en la American Bookstore, la librería Pegaso de Casa Lamm o alguna de las librerías para gringos que están en la zona de Polanco. El de hasta arribita es el último libro del que, sin lugar a dudas, es mi escritor contemporáneo favorito. Señoras y Señores, con ustedes: Douglas Coupland.
Si no les suena o si nunca han leído una línea de este cuate, les recomiendo ampliamente que no duden un solo segundo y consigan lo que puedan de él. Yo soy fan fan fan de hueso colorado. El dato más conocido de D. Coupland es el haber sido el ‘inventor’ del término Generación X, título de su primer libro de 1994. De ahí para acá, ha publicado 8 libros más, además de dedicarse a la escultura y otras artes. (No me den cuerda con Coupland porque no paro!)
El libro que leo es, curiosamente, el primero de él que leo en inglés y se titula «Hey Nostradamus!». Tratar de reseñarlo sería poco objetivo y totalmente parcial. Simplemente les digo que trata de religión, religión y más religión… vista desde el punto de vista de un ser tan deliciosamente cínico como Mr. C. *God is nowhere – God is now here*

4. Abajito de Coupland se encuentra uno de mis placeres más culpables aparte de las canciones de Juan Gabriel y el carisma de Carmen Salinas: leer acerca de Economía. Suena ñoñiiiiiisimo: lo es. Lo curioso de este libro es que resulta muy accesible para cualquier persona que tenga 2 dedos de frente, se llama «New Ideas From Dead Economists» de Todd G. Buchholz y es el recuento de todo el pensamiento económico, desde Adam Smith hasta nuestros días. Todo aderezado con muchos ejemplos de la vida real y de chistoretes bastante entretenidos. Es algo así como «Historia Económica para Dummies». Si son estudiantes de Economía, economistas consumados, economistas frustrados o interesados de la Economía… primero que nada, mi más sincero pésame. Después les digo: lean el librito, les va a gustar.

5. Finalmente está este libro que tiene uno de los mejores títulos de los que yo haya escuchado: «Using the Force: Creativity, Community and Star Wars Fans» y lo escribió Will Brooker.
Hasta lo que llevo leído (más de la mitad), el librito como que me ha decepcionado un poco, pues es más un estudio acerca de los fans de Star Wars que del fenómeno sociocultural de las películas. (… aunque con ese título, lo primero que pensé al comprarlo es que dominaría el control mental y la lucha con sables láser; no es el caso)
Sin embargo, si ustedes con fans-fans de Star Wars, es un libro indispensable para que lo tengan en su biblioteca al lado de los Shadows of the Empire y los Tales of the Bounty Hunters.

Hasta aquí, los libros. Les prometo que cuando tengamos a SalvadorLeal.com totalmente en activo, habrá una sección especialmente dedicada a recomendar o reseñar libros.

Written by Salvador Leal

enero 10th, 2004 at 1:21 am

Los marcianos llegaron ya…

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¿Se acuerdan de lo que «querían ser cuando fueran grandes»?
Cuando yo tenía 3 años, hubiera matado por ser el cuate que pasa anunciando con una sonora campana la llegada del camión de la basura. Se me hacía el trabajo más increíble que podía existir. Mis papás, obviamente, tuvieron que ir a varias sesiones de terapia para tratar de explicarse qué es lo que había salido mal conmigo.

Después crecí y quise ser bombero. El problema es que desde que tengo memoria, estoy incapacitado para realizar la actividad más importante que hacen los bomberos, esto es, bajar por el tubo de la estación. Supongo que no tengo el gen que le permite a las personas agarrarse de un tubo, soltarse y después deslizarse hasta abajo. Triste pero cierto. Y no creo que haya cura.

Así que, sin poder ser ni ‘el señor de la basura’ ni bombero, me enfoqué en ser médico. Soñaba con poderle dar a la humanidad una alternativa viable a la peor solución médica que ha existido después de las sanguijuelas: las inyecciones. Con esta idea llegué a la secundaria y conocí al profesor Astorga que me dio Biología y sólo fueron necesarios dos años para destruir todas las aspiraciones médicas que pudiera tener en mí.
También en la secundaria conocí el dibujo técnico y quedé fascinado con hacer planos, isométricos, proyecciones y mediciones. Mi vida se habría enfocado hacia la Arquitectura de no ser porque nunca nadie me ‘vendió’ la carrera y terminé por pensar que si no conocía a ningún arquitecto era porque quizás vivían en ghettos aislados de la sociedad y repudiados por dedicarse a la profesión que se dedicaban.

Después, viene la historia que todos conocen. Me dediqué a estudiar Actuaría, carrera que supe fue un error a la semana de iniciada. Pasé por una crisis vocacional (aunque ahora que hago este recuento, mi vida entera se podría definir como una crisis vocacional) que me llevó a estudiar Letras Hispánicas y, para no morirme de hambre, Economía.

Esa es la historia vocacional de mi vida a la que le faltan dos profesiones. Una, a la que me dediqué desde muy pequeño que era jugar a la radio y la otra, que ocurrió cuando tenía entre 8 años y vivía con la tremenda ilusión de ser astronauta y viajar al espacio.
Llámenlo ingenuidad infantil, pero el asunto de estar en una nave espacial despegando y luego vivir en la ingravidez total me resultaba fantástico.
Claro, después supe que para ser astronauta se necesita ser ingeniero y que para ser ingeniero se requiere estudiar Física. Y la relación que tengo con la Física es bastante similar a la que tengo con el Deporte.

Supongo que las cosas que nos gustan cuando somos niños nunca nos dejan del todo. Simplemente necesitamos darnos cuenta de la manera en la que hemos crecido para darnos cuenta que el pequeño niño al que le gustaba imaginarse viendo la tierra desde una pequeña escotilla sigue ahí.
Eventos como los recientemente ocurridos sobre el planeta Marte, me ponen a pensar en eso. Y sigo sintiendo una fascinación muy parecida a la que tenía hace más de 16 años.

Para ver las increíbles imágenes del Spirit, visiten este link… y sueñen.

Written by Salvador Leal

enero 8th, 2004 at 1:10 pm