Archive for the ‘vida diaria’ Category
Idea para Proyecto Editorial
Si yo hubiera estudiado la carrera de comunicaciones, seguramente podría darle una justificación más certera al proyecto editorial que se me ocurrió hoy por la mañana mientras viajaba en el Periférico y hasta podría presentarlo como una tesis locochona con todo y su marco teórico mafufo.
Resulta que en la Ciudad de México, cuando uno pone las luces direccionales para cambiar de carril (los flashers), la gente no te da al paso… muy por el contrario, acelera para evitar que pases. Lo que he encontrado mucho más eficiente durante mi experiencia como conductor, es sacar el brazo e indicar de manera física que quiero cambiar de carril. La técnica funciona pues parece ser que las personas se espantan con un brazo, frenan y te dejan pasar involuntariamente.
Pues bien, hoy me encontré con una vieja que nomás nada. Ni me dejó pasar, se aceleró y hasta medio se me cerró en un claro mensaje de «…y un sustito pa’ que se te quiten las ganas de quitarme mi lugar»
Traía mi cámara digital a la mano y pensé en tomarle una foto. Y luego pensé en tomarle una foto a todos los conductores que no me dejen pasar, que me avienten el coche en el tráfico o que simplemente sean tan gandallas como para meterse al inicio de las largas colas que se forman cuando uno quiere entrar o salir del Periférico.
Tomarle una foto a los malos conductores no sólo cumpliría con el objetivo editorial final, sino que también los sacaría de onda y les provocaría algún tipo de *preocupación*. Es decir, el conductor afectado (o sea yo) obtendría no sólo material para mi libro sino que también tendría una (algo enfermiza) venganza.
El libro (obvio de gran formato, con fotos a color y papel couché) se llamaría «Civismo Periférico: Imágenes de Odio, Frustración e Inmadurez Vial en la Ciudad de México» y tendría en la portada un brazo femenino que sale de la ventanilla de una Windstar y que claramente le está mentando la madre al fotógrafo.
Descubrimiento
Hoy descubrí que cuando en los anuncios de venta de coches dice ‘único dueño’, no significa que existen personas que compran entre varios un coche, lo comparten y que por lo tanto tendría ‘muchos dueños’.
‘Único dueño’ significa que sólo ha sido vendido una vez, es decir, que la agencia se lo vendió a él. ‘Segundo dueño’ significa que es la segunda vez que el auto cambia de manos.
… me siento como cuando descubrí (hace muchos, muchísimos años) que cuando una dirección decía ‘No. 34’ no significaba que la dirección podía ser tooooooodos los números MENOS el 34 (no 34).
No cabe duda que sigo descubriendo este mundo en el que vivimos…
Life as a Sitcom
Yo, como muchos de ustedes, considero que la vida sería mucho más cómoda si fuera como una serie de televisión con problemas que comiencen y se resuelven en media hora. Si no, por lo menos sería bastante más divertido si hubiera risas grabadas y aplausos en determinados momentos de nuestra vida. Ah! y eso sí, un buen soundtrack.
Desde hace bastante tiempo, he medido algunos aspectos de mi vida como si viviera en una serie de televisión gringa. Ciertos personajes que sólo entran durante un capítulo para moverle el tapete al protagonista (es decir, yo) o algunas situaciones que merecen toda una temporada para desarrollarse. El tiempo que estuve en Procter, por ejemplo, constituye toda una temporada (en donde me imaginaba la secuencia de inicio recorriendo la ciudad, despierto hasta las 3 de la mañana planeando mis ventas, ahogado en una pila de detergente en polvo y jugando escondidas entre los pasillos de un supermercado); con W sucedía igual (la secuencia de inicio de esa temporada incluía un rave, los locutores siendo perseguidos por fans como en la escena de A Hard Day’s Night de los Beatles, mis compañeros y yo jugando con pistolitas de agua entre los pasillos de Televisa Radio y, por supuesto, una cabina de radio conmigo haciendo mi programa); lo mismo que en el ITAM y en otras etapas por las que he pasado.
Los capítulos de esta serie de televisión que es mi vida (y a la que suelo llamar ‘La Vida Irreal de Salvador Leal’ a falta de mejor título) suelen ser bastante buenos, divertidos y emocionantes, pero lo que más me gusta son los finales de temporada. Esos sí se ponen suuuuper buenos! Sobretodo porque de manera plenamente circunstancial, cada vez que han habido cambios en mi vida, suele haber eventos que marcan claramente que una temporada se está acabando y que el protagonista tendrá que tomar decisiones que modificarán la serie por completo. Algunas veces hay cambio del 80% del cast, otras requieren de un cambio de imagen por parte del protagonista, la gran mayoría incluyen una modificación total de escenografía.
Todo esto lo digo porque desde hace algunas semanas, se prepara el final de esta temporada. A ver qué tal se pone.
P.D. Y en otras noticias, no se olviden de comprar la revista Sputnik. Ahí encontraran un interesantísimo artículo de tecnología y economía escrito por un wey de nombre Salvador Leal™. Vayan a su Sanborns más cercano o exíjalo en su puesto de periódicos, y échenle un ojo… espero comentarios!
Conversaciones Ajenas
Ella: ¿Qué? ¿Que mataron al novio de la protagonista?
Él: Ajá
Ella: Créeme… no quieres saber.
Él: ¿De plano?
Ella: Piensa en la manera más ridícula y multiplícala por diez.
Él: Chas! Mmmmm… ¿todo era un sueño?
Ella: No
Él: ¿El que se murió era otro?
Ella: No
Él: ¿Tenía un hermano gemelo?
Ella: No… el novio de la protagonista que se muere al final de la primera temporada, reencarna en otra persona al inicio de la segunda temporada.
Él: …
Élla: Bueno… pero ahora es más guapo!!
Hoy…
… estoy así.
Me lo robé de Simultáneo.
El otro…
Obviamente yo no soy este Salvador Leal
1. Yo no podría correr un maratón.
2. Si no podría correr por más de una hora… mucho menos cuatro y media!
Obviamente el objetivo no era ganar (eso se lo dejamos a una tribu de kenianos domiciliados en el Distrito Federal), pero acabar un maratón es una hazaña digna de ser reconocida. Yo estoy impactado.
Así es la vida en la Familia Leal.
Navidad
Adoro la Navidad. No hace falta que se los diga, simplemente dénse un clavado por el mes de diciembre de este blog y verán cómo me encanta la Navidad… hasta que llega.
Hoy justo me acordé de lo mucho que me gusta la Navidad cuando venía hacia el trabajo. Ya venía tarde (tardísimo, de hecho) y no le venía prestando mucha atención a la iPod. Sin embargo, cual cachorrito juguetón, la iPod decidió darme tres canciones navideñas al hilo… y justo mis favoritas. Fue entonces que me dieron unas ganas tremendas de que no fuera Agosto sino Diciembre y que por las calles la gente caminara un poco más rápido para que, según yo y mi imaginación, lleguen más pronto a sus casas a ver a sus familias (aunque realmente van hacia el centro comercial más cercano a hacer compras de urgencia). Me gusta el sol de diciembre, me gusta la sensación de inmediatez que te da tener La Navidad™ a unas cuantas horas, me gusta ese tráfico ligero de los días de asueto navideños. Y me gusta, por sobre todas las cosas, la música navideña.
Dentro de mis mp3’s tengo una muy bonita colección de canciones (de ayer, hoy y siempre) que hablan de la felicidad de la Navidad, la tristeza de la Navidad o la emoción de la Navidad. Y me emociona escucharlas y pensar en que la Navidad se acerca calladamente.
Claro… eso fue justo antes de que me diera una vuelta por el Costco y viera, con horror, que ya están vendiendo artículos navideños!!! Shit!!
Temprano
La hora de publicación no se equivoca. Pasan de las cinco y ya estoy despierto y en la computadora. Ayer («ayer») terminé a las 2. Tres horas de sueño invaluables pero insuficientes… y todo un día por delante que simplemente no me va a terminar de rendir lo suficiente *sigh*
¿Lo mejor de esta hora? Que ya tengo e-mails en mi inbox. Además, no cualquier tipo de e-mails, sino los correos electrónicos que dan instrucciones y que piden hacer cosas o realizar actividades. E-mails malvados, evil mails, e-mails pero con la ‘e’ sangrante, llena de pus, garras asesinas y colmillos afilados.
¿Lo peor de esta hora? Que parece que debrayo más de la cuenta. Je. No, supongo que lo peor de esta hora es que no hay nadie conectado en el messenger con quien platicar. Levantarte temprano y trabajar es una actividad que se hace mejor acompañado de alguien… como cuando quieres que te vayan platicando mientras vas manejando en la carretera de noche para evitar dormirte.
Pero no, en el messenger sólo están ‘conectados’ Eduardo y Luis así como dos amigos del ITAM… pero no están conectados-conectados. Más bien dejaron sus sesiones abiertas y aparecen como ‘away’; obvio duermen. Siempre me he preguntado las razones para no apagar la compu. Es más, si un día de estos publicara un libro de autoayuda para manejo de estrés y relajación, se llamaría ‘Apagando la Compu: La Guía Completa para Disminuir el Estrés relacionado con el Trabajo’ o ‘Apagando la Compu: Guía de Práctica de Desintoxicación Tecnológica’.
Dios… estoy repensando ese asunto de escribir un libro de autoayuda y creo que si en algún momento veo mi nombre publicado debajo del título de un libro de ese estilo, sí me doy un tiro. Qué horror. Aunque, bueh, por lo menos le sacaría jugo al particular nombre que me cargo.
En fin, desde el País de los Sueños Interrumpidos, reportó Salvador Leal. Regresamos contigo Joaquín…
Sangre y Chiles en Nogada
Como nuestro lado de la mesa había puro wey, decidimos preguntarles a ellos y que también nos dijeran si a sus mamás les gustaban los chiles en nogada. Impactante: todos contestaron que o no les gustaban los chiles en nogada (yo entre ellos) o que si no les desagradaban, no sería algo que pidieran en un restaurante. Por otro lado, una gran mayoría de los encuestados dijo que a sus respectivas mamás les encantaban los chiles en nogada.
De ahí pasamos a una discusión del por qué de este fenómeno. Que si es lo dulce, lo delicado o lo pequeño de la porción lo que hace que las mujeres prefieran los chiles en nogada a, por ejemplo, una sabrosa arrachera o cualquier otro tipo de carne asada, que es algo así como el símbolo culinario de la masculinidad. En pocas palabras ¿qué atrae a las mujeres del sabor del chile en nogada? (guarros y albureros, absténganse de contestar). Y el debraye comenzó.
Yo (y mi cerebro lleno de datos inútiles) propuse la teoría de que ocurriera algo similar de lo que sucede con la cerveza, en donde para la obtención del lúpulo (ingrediente fundamental para la elaboración de la chela), se ocupan únicamente las flores de las plantas femeninas antes de ser fecundadas. Esto lleva a pensar que la preferencia que tienen los hombres por la cerveza va más allá del sabor amargo de la misma y se adentra a llamados internos macho-hembra de la naturaleza que apenas llegamos a imaginar. (Caballeros, pónganse a pensar en la próxima vez que se toman una chela en las implicaciones de que se estén saboreando un ente femenino antes de ser fecundado).
Ante semejante jalada (y a que esa no se la sabían!) la conversación tomó un rumbo más ilógico, que si tal o cual producto podría atraer más a hombres o mujeres o que si el tipo de sangre que corre por nuestras venas determina si nuestros ancestros eran más cazadores o sedentarios y, por lo tanto, si preferían carne o verduras. Y así, hasta el astío.
Hoy, sin embargo, en una de esas búsquedas inútiles que hago por internet, me encuentro con que el tipo de sangre es visto por muchas personas como un indicativo de la personalidad que tiene la persona portadora de esa sangre. En Japón, por ejemplo, el asunto resulta de tal importancia que se considera de buen gusto poner tu tipo de sangre en las tarjetas de presentación (business cards) para que la otra persona sepa con quién está tratando.
…sí, así como lo oyen.
Yo no me la creía (de hecho, la información me la encontré en un foro web de tarjetas de presentación) y tuve que revisar otros artículos para verificar si era cierto. Y sí, resulta que para los japoneses el tipo de sangre es como para nosotros el signo del zodiaco, pero en serio.
Al respecto hay una enorme cantidad de estudios acerca del tipo de vocación que debieras tener o de con quién te deberías casar. Mi tipo de sangre, por ejemplo, dice de mi caracter:
Type O: calm, patient, in control of their emotions, strong-willed, unyielding and full of self-confidence despite a quiet appearance.
y de mi vocación:
Type O: Banker, politician, gambler, minister, investment broker, baseball player.
Chas! Ahora resulta que si mi carrera como economista falla, siempre me podré volver jugador de baseball!
PD 1.Más info del tipo de sangre, aquí, aquí y aquí.
PD 2. Para continuar la encuesta de los chiles en nogada, opinen en los comments.
PD 3. El detalle de la sangre hubiera sido un buen gag para Lost in Translation.
Resolución
Ya. Tengo demasiadas cosas que hacer. Pero muchas. Y todas son urgentes. Y además me acaban de agendar una reunión mañana a las 4 de la tarde lo que significa que a) voy a tener que venir de trajecito y corbatita y b) que no me voy a poder ir tempra a mi casa en viernes. Argh!
Pero bueh, acabo de leer una frase que me ha gustado mucho y que pienso poner en práctica en este mismo instante: I’m old enough to do what I want, and young enough to do it. En pocas palabras, al diablo el trabajo!
Es curioso, no tengo mucho que contarles y sin embargo he decidido venir a perder el tiempo escribiendo cosas. Por ejemplo, hoy me di cuenta que el hosting de SalvadorLeal.com se venció hace varios días. ¿Que cómo me di cuenta? Sencillo: mi página nomás no abrió y las imágenes que he guardado en aquel servidor nunca se desplegaron. Hablé al servicio de hosting (que no pienso recomendar, digo… son buenos pero no tanto) y me dijeron que mi cuenta había caducado el 12 de agosto, que me habían mandado mails pero que si era Gmail probablemente no habrían llegado.
La frase me pareció una enorme patraña pero aunque de todos modos tenía que pagar, procedí a hacerlo de inmediato (cargo a la tarjeta, shickling!) y para hoy en la tarde, SalvadorLeal.com regresó a su madre. (dato ñoño del día que supongo ya sabían, uno de los significados de ‘madre’ es «Cauce por donde ordinariamente corren las aguas de un río o arroyo» por lo que utilizar la palabre ‘desmadrar’, ‘desmadre’ o ‘salirse de madre’ está correctamente utilizada y no sólo no es una Mala Palabra™ [huy! cómo odio que les digan así a las groserías!!] sino que además están hablando un muy propio y correcto castellano)
Cuando llamé para saber si ya estaba arriba mi página de nuevo, el fulanito que me atendió (de nombre Edgar Pérez) me dijo que no sólo me habían restablecido el servicio sino que además me había dado un pilón. Que si antes tenía capacidad para 5 cuentas de correo (de la cual sólo uso una: salv@salvadorleal.com) ahora tengo 10 a mi entera disposición (pregunta: ¿alguien quiere una cuenta de correo en salvadorleal.com? juar juar), que además me habían aumentado de capacidad y que ahora iba a tener 100Mb, que tendría un usuario web además de poder manejar una base de datos. Para el momento en el que comenzó a hablar del ‘usuario web’ perdí a don Edgar, por lo que si alguien me puede explicar qué diablos fue lo que me dieron de extra, se los agradecería.
Esto de que me den pilón me conflictúa de una manera que no se imaginan. Siento o que el personaje en cuestión está cometiéndo un ilícito para darme un servicio porque le caí bien o que el tipo me está tratando de ligar y por lo tanto está cometiendo un ilícito para ver si yo caigo. Y no, no es que sea demasiado paranoico (bueno, también) pero créanme… ha pasado… varias veces. Shit.
Hoy comí en McDonalds y en la fila del Automac comencé a mandar mensajitos. Mandar mensajitos vía celular es algo que hago cuanto estoy particularmente aburrido. Cuando me contestaron mis mensajitos me sentí afortunado de tener amigos que se toman el tiempo de sacar del aburrimiento a sus cuates. Estrellita en la frente y tres puntos más a mis amigos que contestan mensajitos cuando se los mando desde una junta, un seminario aburridísimo o la cola del Automac.
Me he dado cuenta que no sé cerrar mis posts. Es decir… ahorita ya quería publicar esto que he escrito (y que sigo escribiendo en mi muy particular y ridícula manera de expresar mi inconformidad con la cantidad de chamba que tengo), sin embargo, siempre siento que mis finales deberían tener más punch.
Es más, me atrevería a decir que los mejores posts de este blog son aquellos que tienen un final con punch, ya sea que te hace reír, que te hace sentir mal o que te deja pensando. El desarrollo del post creo que debe ser entretenido y único, con una dinámica especial que te atrape… pero si al final chafeas, creo te quedas como con una sensación de coitus interruptus pero literario.
Supongo que al darle tanta importancia al final, hacer una analogía entre la vida y un post común y corriente no estaría nada fuera de lugar. ¿O sí?
P.D. Este post fue escrito con Aretha Franklin cantando a todo volumen.