Archive for the ‘personal struggle’ Category
Recomendación
Querido Dios:
Te lo he dicho varias veces, unas más fuerte, otras más quedito… pero te faltaron ganitas. Lo que este mundo realmente necesita no es más amor, una montaña más o bebés felices y rozagantes. No. Lo que a esta vida le hace falta es tener un buen soundtrack, efectos de sonido y poco más.
¿Qué no te has dado cuenta que todos quisiéramos vivir en una serie de televisión? ¿No crees que sería mucho mejor que todos nuestros problemas surgieran, se desarrollaran y terminaran en menos de una hora? ¿No consideras que los seres humanos seríamos más felices si nuestros amigos nos acompañaran a lo largo de varias temporadas en lugar de que te los fueras llevando uno a uno como si furan malos actores de vodevil? Creo, mi estimado, que como productor nomás no la haces.
¿A poco no crees que los tragos amargos que nos haces pasar no serían más agradables con unos pequeñitos efectos de sonido? Imagínate, después de meses de desempleo, finalmente le consigues al protagonista de su vida, una entrevista de trabajo. El tipo se pone su mejor traje, se peina y sube a su coche. A la mitad de Insurgentes, al coche se le poncha una llanta, el tipo se baja y comienza a llover. Abre la cajuela y no encuentra ningún tipo de herramienta que lo pueda ayudar. Llueve más fuerte y el tipo se empapa. Finalmente, un alma caritativa se detiene. Es una Windstar. El tipo está salvado! Se abre la ventana, una guapa joven lo ve desde adentro y le pregunta: «Disculpa, sabes cómo llego a Plaza Loreto?
De la nada, se escucha:
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O, mejor aún, un:
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¿No crees, querido Dios, que por lo menos nos daría la esperanza de que las cosas no están tan mal? Sería una manera perfecta de decirnos que realmente somos dueños de nuestra propia vida… de que las cosas malas nos suceden sólo a nosotros pero que por lo menos el efecto de sonido correcto nos acompaña en nuestras desgracias. Y en nuestras alegrías también. ¿O no crees que la humanidad sería más feliz si uno llegara al set principal de su vida (el cubículo de su oficina, el salón de clases, la sala de su casa) y que, como buen protagonista de serie de televisión, se nos diera un buen recibimiento?
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A mí en lo personal me gusta pensar en mi vida como en una enorme serie de televisión. Sí, seguramente ya has leído de ella. A falta de mejor nombre, la he titulado «La Vida Irreal de Salvador Leal». Porque, seamos honestos, me das bastante material que me hace pensar que te quedaste con ganas de ser guionista de televisión. Y con todas las cosas que me pasan pues la verdad es que el asunto del acompañamiento musical sale solito.
Por ejemplo, el inicio de la serie ya tiene su ‘canción oficial’.
Todo comienza con un reloj despertador que cambia de las 05:44 a las 05:45…
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(collage de imágenes de un tipo saltando de la cama, entrando a la regadera, amarrándose las agujetas, ajustándose la corbata, tomando una taza de café y saliendo a la calle; y ahí entra la presentación de los actores de la serie: el protagonista, sus amigos, el antagonista, el Jefe™, sus cuates de Básico, su psicoanalista, los amiguis del blog, y finalmente, el señor que le bolea los zapatos que al final de cada capítulo termina dándole un buen consejo al estilo de Wilson en Home Improvement)
Para música incidental, esa que sucede cuando voy caminando por los pasillos de la oficina y me pasa algo. O cuando voy en el coche pensando en Anna Nicole Smith y su relación con el futuro de la humanidad, algo pegador y bonito como…
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¿A poco no crees que mejoraría la vida de las personas con un poco de producción integrada? Creo firmemente que habría menos gente frustrada y más personas que realmente se sentirían los protagonistas de su vida y no actores secundarios que ni siquiera salen en los créditos de la vida de otras personas. ¡Así con música, hasta un cajero del súper tiene una vida interesante!
¿Cuántas veces no me ha sucedido que tengo que quedarme a chambear hasta tarde? Mis amigos me llaman desde la fiesta, la cámara toma un departamento de la Condesa con música a todo volumen, alcohol y gente que se está divirtiendo. Dos de mis mejores amigos se terminan de reir de un chiste y uno de ellos dice: «wey… a qué hora va a llegar este tipo??»
Una voz en off dice: «y mientras tanto… en la Oficina de Salvador…»
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No importa que en ese momento te estén esclavizando en la chamba, el sonidito te hace la noche.
¿Hay algo más increíble?
Se me ocurren tantas cosas que decir. Pero sólo atino a pensar que la esperanza -en nosotros, en nuestro país, en todo lo bueno que hay en el planeta- existe. La siguiente imagen es, a mi punto de vista, tan perfecta, que me dolería mucho que fuera armada y no espontánea.
Me encantaría como comercial. Aún no sé de qué, pero adoraría verlo en televisión nacional en un spot de 30 segundos.
¡México!
Sputnik Mayo
¿Qué hacer con el calentamiento global? ¿De veras nos van a dar ganas a todos de dejar de contaminar? ¿A poco a la creatividad humana no le da mas que para pensar en utilizar papel reciclado y no dejar abierta la llave del agua?
¡Vean qué otras ideas hay en la mente de los seres humanos para arreglar este problema de dimensiones planetarias! ¡Sólo en el artículo «Deteniendo el Fin del Mundo» contenido dentro de la Revista Sputnik del mes de mayo!
… pero si de plano la patria anda pobre, pus ahí está el link para que por lo menos lean el artículillo. Pura calidá, cortesía de aquí su humilde servidor.
Los Nuevos Emperadores
¿Alguien recuerda aquel cuento llamado «El traje nuevo del Emperador»? En él, se contaba la historia de un sastre que, dispuesto a cualquier cosa por atraer la admiración del Emperador y su corte, finjía mostrar un hilo de preciosa confección con el que haría un traje jamás antes visto por nadie. El hilo no existía, y por supuesto el traje tampoco… pero todos, desde el Emperador hasta el último habitante del pueblo admiraban y alababan aquellas ropas para evitar que se les considerara como tontos que no podían apreciar tal belleza. Hasta que un niño que vio pasar al Emperador simplemente gritó: «¡el Emperador está desnudo!». Creo que a la fecha el Emperador no sale de sus aposentos de la vergüenza.
Yo sé poco de arte. Sé lo que me gusta y lo que no. Admiro y aprecio muchas formas artísticas que a muchos les parecerían estúpidas o indignas de aprecio. Otras me parecen simplemente incomprensibles (la danza, por ejemplo… lo sé, soy un naco); así que lo que aquí expongo está totalmente limitado por mi propio -y muy subjetivo- concepto de Arte™.
Spencer Tunick anduvo rondando este fin de semana por la muy noble y muy leal Ciudad de México. Este cuate es famoso por hacer fotografías en lugares públicos llenos de personas absolutamente desnudas. Él, por supuesto, justifica su arte. Y los participantes justifican su involucramiento en la fotografía. Durante la semana pasada, los diarios capitalinos estuvieron entrevistando a diversas personas que iban a desnudarse este domingo en el Zócalo y posar para Tunick. Unos hablaban de libertad de expresión, otros de sublimación artística, unos más decían que estaban interesados en los movimientos culturales de vanguardia y de cómo querían estar involucrados en algo tan edgy.
A mí me podrán decir muchas cosas. El mismo Spencer tendrá toda su argumentación muy bien armada. En lo personal hubiera preferido leer los testimonios de personas exhibicionistas que deseaban dejar huella fotográfica de su filia; se me hubiera hecho un poco más auténtico. Cínico quizás, pero de a deveras. Arte por aquí, arte por allá… pero cada vez que leía las razones para estar en una fotografía de Spencer Tunick no podía dejar de pensar en «El traje nuevo del Emperador» y decirle a la persona en cuestión: «wey… te estás desnudando, te están fotografiando… y ni siquiera te están pagando!»
April 30, 4007
1. Todo comenzó con Anna Nicole Smith y sus implantes.
Supongo que supieron que esta fulanita (quien fuera Playmate y de esas personas famosas que sólo son famosas porque son famosas) se petateó. Pues bien, me puse a pensar en Anna Nicole Smith muerta y enterrada a tres metros bajo tierra.
Alto. Antes de que piensen que soy demasiado morboso u oscuro, déjenme les sigo platicando para que vean que al final llegué a conclusiones… digamos, *interesantes*. La cosa es que me puse a pensar en esta fulanita muerta con todo y sus implantes. Y después pensé en todas las mujeres que se someten a operaciones de cirugía plástica para aumentarse los senos mediante implantes de silicona. Y después me pregunté qué diablos podrían pensar los arqueólogos dentro de mil o dos mil años de nosotros. En serio, ¿qué pensarían? ¿A qué conclusiones podrían llegar al analizar una civilización que enterraba a sus muertas con dos enormes bolsas de silicona a la altura del pecho?
Si no tienen ni la más remota idea, igual y se les ocurre que la silicona, por sus características no biodegradables, representaba el alma de las mujeres que jamás moriría. Siendo un poco más inteligentes podrían adivinar que esas prácticas correspondían a la normalidad de una sociedad en donde se sobrevaloraba la imagen estética por sobre la personalidad real de los individuos.
Cualquier ser más o menos cuerdo podría cuestionarse las razones por las que alguien se abriría la piel con un bisturí, se insertaría un par de bolsas de plástico con todos los riesgos que ello implicara, para después cerrar y esperar la recuperación y cicatrización de dos profundas heridas. Los arqueólogos trabajarían con cientos de teorías que ahondarían en la superficialidad de nuestra época y cómo podríamos poner en riesgo nuestras vidas por el beneficio de tener mejores cuerpos o mejores caras.
La imagen de miles de ataudes carcomidos por el tiempo, vacíos con excepción de dos bolsitas de silicona en el primer tercio del ataúd, inundó mi mente. Y luego pasé a la siguiente reflexión.
2. Ya estando en el plano de los arqueólogos del futuro… ¿irán a tener chamba? Quiero decir que existen actualmente una buena cantidad de ruinas arqueológicas a lo largo y ancho del planeta. ¿Pero qué sucederá en dos mil años? ¿Qué edificios permanecerían durante tanto tiempo? ¿Cuáles serán las pirámides de entonces? ¿Acaso las ciudades que ahora conocemos serán en su totalidad ruinas arqueológicas? Y si así fuera, si las ciudades de hoy en día se conservan para su estudio… ¿en dónde diablos van a vivir las personas?
Hay tantas cosas construidas hoy en día, que no me imagino qué fenómeno podría destruirlas por completo y provocar que alguien comenzara a construir de nuevo sobre esos terrenos. Y por supuesto, tampoco me imagino cuáles serían los edificios que aguantarían miles de años. Es más, me pregunto si como civilización hemos creado algo que nos permita eternizarnos en la historia, como las pirámides de Egipto, por ejemplo. ¿Qué es lo que durará? ¿Qué permanecerá cuando todo se haya ido? ¿Hemos hecho alguna obra magnífica que intente traspasar los límites de la vida de cien generaciones? ¿De mil?
Y ahí fue cuando me pregunté acerca de nuestra civilización. Esa civilización en la que vivimos…
3. Mi psicoanalista me platicaba la semana pasada de una muy bonita técnica que se utiliza en psicoanálisis infantil. Se llama «Caja de Juego» o «Caja de Aberastury» y es una caja cerrada que se le da a cada niño a la que él mismo va alimentando con juguetes. Los juguetes y la manera en la que el niño juega con su caja es una herramienta que el psicólogo utiliza para diagnosticar y analizar los problemas que pudiera tener el niño.
El ejemplo que me dio fue muy ilustrativo. Un niño con una obesidad notable llega a terapia y en la primera sesión se le asigna una caja para él solito; en esta caja él encuentra algunos cuantos juguetes pero conforme pasa el tiempo y comienza a tener mayor confianza, comienza a llenar y llenar y llenar su Caja de Juego hasta que la caja se desborda. Es una manera de tener cierta idea de lo que está ocurriendo en la mente del pequeñín de un vistazo.
Pues bien, imaginemos que nosotros como cultura humana actual somos el niño que la tele, o el Internet, o los medios (prensa, cine, literatura) es nuestra pequeña gran Caja de Aberastury. ¿Qué podría decir un psicoanalista medianamente entrenado con la cantidad de cosas que le hemos puesto a nuestra caja de juego?
… Maldita Anna Nicole. Las cosas que desata.
Atento Aviso:
Desde hace varias semanas, el tema del aborto es el clásico tema que está en todos lados, del que todo el mundo habla (muchos, haciendo gala de la enorme ignorancia que cargan), del que todo el mundo opina (varios más, haciendo gala de los enormes prejuicios que cargan) y del que todos queremos tener una postura clara que nos haga estar de un lado (los mochos) o del otro (los asesinos).
Te subes a un taxi, estas en una sala de juntas antes de la reunión, platicas antes de comenzar la comida propiamente… y no falla, el tema del aborto entra tan fácilmente como entraba AMLO a la conversación en el ya lejano 2006.
Sirva este post de aviso. Ni me intenten hacer plática del tema. Lean todo mi blog y vean que creo fervientemente en la libertad de los individuos. Sepan que estoy a favor de que las mujeres puedan abortar, de la misma manera que estoy a favor de la eutanasia y la muerte asistida. Y sí, me sigo llamando católico y también puedo defender mi fe (la poca que queda después de cada homilía del Cardenal Norberto Rivera). Discutir del tema y tratar de llegar a un resultado es tan estéril como las conversaciones entre gente a la que le gustan las corridas de toros y personas a las que no.
Por lo tanto, podemos hablar de lo que ustedes quieran. Hasta de Economía (puaj!) si quieren, pero ahórrense el tema del aborto conmigo.
Por su atención, miel gracias.
Fuego
1. He cambiado de chamba y he llegado a un nuevo lugar. He tenido que aprender mucho en poco tiempo. Eso de las curvas de aprendizaje está cañón… quién sabe cuántos miles de millones de dólares le costará a este planeta el aprendizaje humano (laboral, social, cultural, sexual, intelectual…)
Pero bueh, el asunto es que ando en nuevas cosas y nuevos parajes laborales. De hecho, acabo de firmar mi contrato. En él, me obligo a prestar mis servicios y desarrollar mis actividades con «eficiencia, eficacia, intensidad, cuidado, probidad, honradez, lealtad, entrega y esmero». Así dice el contrato.
Me gustó.
Claro, me gustaría aún más que se dedicaran a armarla de tos cada vez que el «empleado» no trabajara bajo el régimen anterior. Me gusta mi nuevo trabajo.
2. Creo que lo que más me gustó del contrato fue que tengo que trabajar con intensidad. Cada vez que escucho esa palabra no puedo dejar de pensar que la vida -aunque suene a comercial de condones- debe vivirse con intensidad. Y luego me pongo a pensar que el verbo vivir debería incluir en su definición el concepto de intensidad, porque vivir lo que se dice VIVIR, sólo se puede hacer con intensidad. Lo demás es pasar el tiempo.
Me caen bien las personas que viven. Me caen bien las personas que deciden caminar por este mundo con verdadera intensidad. Justo este fin de semana me platicaban de un hermano marista de nombre Basilio Rueda. El nombre medio me sonaba (digo, estuve 12 años metido en reclusorios de paga colegios maristas… las cosas se te quedan por repetición) pero lo que realmente me llamó la atención fue la frase que me dijeron de él. La busqué en internet y la encontré. Y aquí la transcribo pero sin el trasfondo religioso que tiene el párrafo original:
«Estás quemando la vida por los dos cabos» -me recordaba el Hermano Léonida-, y me enviaba una página entera de Life en la que se veía un cirio encendido por los dos extremos. Y yo le envié una respuesta tal vez algo insensata: “Ese ha sido siempre mi ideal”.
Quemar la vida, incluso si ha de durar menos tiempo de lo que pudiera haber durado.
Quemar la vida. Reducirla a cenizas. Acabársela, consumirla toda. Aún y aunque dure menos tiempo de lo que pudiera haber durado. ¿No es eso lo mejor que podrías ofrecer? ¿No es lo mejor que podrías hacer?
La vida no se vive. Se quema.
Ayn
De ella he hablado aquí, aquí y aquí (entre muchos otros lados). Y de un tiempo para acá, se ha vuelto mi muy particular faro.
Posteo esto no sólo porque soy fan, sino porque creo firmemente que mientras más personas puedan estar expuestas a las ideas de Ayn Rand, este mundo será un poco mejor.
Entrevista de Mike Wallace con Ayn Rand (1959), 1a. parte
Entrevista de Mike Wallace con Ayn Rand (1959), 2a. parte
Entrevista de Mike Wallace con Ayn Rand (1959), 3a. parte
La tercera parte de la entrevista es particularmente interesante. Me encanta cuando le comienza a preguntar acerca de la relación que lleva con su marido. Para poner todo en contexto, debo decir que Mike Wallace está sorprendido (el término sería shockeado) por el asunto del egoísmo. Pregunta acerca de eso una y otra y otra vez, tratando de encontrar una contradicción en el pensamiento de Ayn. Y cuando toca el tema de su marido y le pregunta si ella en alguna ocasión lo ha ayudado económicamente, el diálogo es el siguiente:
Mike Wallace: There is no contradiction here… in that… in that… you help him.
Ayn Rand: No. Because, you see, I am in love with him selfishly. It is to my own interest to help him if he ever needed it. I would not hold a sacrifice because I take selfish pleasure in it.
Hay otra entrevista con Phil Donahue muchos años después. Si quieren también echarle un ojo, vayan acá (es Rand en su manera más pura… chequen su reflexión acerca de las personas con retraso mental), o acá (en donde habla acerca de Dios).
Gracias YouTube!
Días
A lo mejor me tildan de loco, pero hoy se me antojó estar en Navidad.
Revisé y faltan 283 para que llegue la Navidad.
Faltan 5 días para que llegue la primavera.
Faltan 3 días para mi cumpleaños.
… creo que sí, prefiero que sea Navidad.
Usted está aquí
No sé si resulte demasiado ñoño mi comentario, pero yo adoro los mapas. Lugar al que voy, lugar en donde lo primero que hago es conseguir un mapa para saber cómo moverme, qué hay cerca, qué ruta es más corta o cuál es la manera más rápida de salir en caso de tsunami. Londres es una de las ciudades que más amamos quienes gustamos de los mapas; es una ciudad con calles, callejones y avenidas interesantemente trazadas (no como las gringas que son a-bu-rri-dí-si-mas) pero que consiguen tener cierto orden y armonía en lo general. En contraste, las ciudades mexicanas son, generalmente, la pesadilla de cualquier urbanista. Algunos lugares son perfectos para perderse (Guanajuato y Zacatecas, por ejemplo) pero hay otras en donde es un verdadero milagro encontrar la salida, la entrada y los pasos intermedios entre esas dos. Yo, por ejemplo, a pesar de mi amplia experiencia como chilango, no consigo entenderle a la colonia Roma o a los ‘circuitos’ de Ciudad Satélite.
Como podrán imaginarse, los Google Maps y el Google Earth son los juguetitos más disfrutables de este ñoño insufrible. Pero bueh, el asunto es que con eso de que me gustan los mapas, pues la verdad es que soy un asiduo usuario de la conocidísima Guía Roji.
Uno sabe que un extranjero comienza a mexicanizarse en el momento en el que sabe conjugar el verbo ‘chingar’ correctamente, cuando sabe distinguir entre ‘ahora’, ‘ahorita’ y ‘al rato’, y cuando sabe usar y querer como a su mejor amiga a la Guía Roji. Pues bien, este dato no lo he encontrado en ninguno de los denominados blogs de [comillas]tecnología[comillas], la cosa es que la versión en línea de la Guía Roji acaba de sacar su nueva versión que verdaderamente está para ponerse de pie y aplaudir.
Aquellos que consultamos la Guía Roji en línea, sabíamos que a lo más que aspirábamos era a los conocidos mapas y cuadrantes de toda la vida, acompañados de un pequeño buscador de calles y colonias. Al final, nos terminábamos enfrentando al clásico error de las publicaciones ‘tradicionales’: creer que la versión en línea de su producto es lo mismo pero con hipertexto incluido.
A lo que la Guía Roji nos tenía acostumbrados era a esto:
O sea, una versión digitalizada del mapa que toooodos conocemos. De hecho, creo que en algún momento nos salió con algo así que, por supuesto, a nadie le gustó:
Pero el asunto es que desde hace un par de semanas, tienen un impactante sistema de calles y avenidas que te dice hasta dónde hay gasolineras, agencias automotrices y si la calle va para un lado o para el otro. Con la nueva página puedes hacer zoom, irte al cuadro anterior, medir distancias entre dos puntos y, por supuesto, buscar calles y colonias… y no sólo de la Ciudad de México sino también de Guadalajara y Monterrey (hasta donde he investigado). De hecho, el sistema es tan novedoso que ya incluye varias de las carreteras más importantes del país (!) y no dudo que en algún momento llegue a tener un buen mapeo de todo México. Yo, la verdad, estoy encantado. Así se ve más o menos la nueva página de la Guía Roji:
Corran hacia allá. Dénle una visitada. El link está aquí.
P.D. Mientras realizaba este post, me di cuenta que el servicio de la página oficial de Guía Roji es bastante más chafa que el de su versión hosteada en el periódico Reforma. No lo duden, usen este último.