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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for the ‘personal struggle’ Category

Credo

with one comment

«There is no such thing in life as normal»
                Morrissey, The Youngest Was The Most Loved (2006)

Written by Salvador Leal

diciembre 7th, 2006 at 7:18 pm

Creciendo

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Cuando uno está en la secundaria, en la preparatoria o inclusive en la universidad, las reglas del juego son más o menos claras: vas a la escuela, estudias, pasas el curso, vacaciones, regresas a clases y así consecutivamente por dieciséis o dieciocho años. Para tí, ‘el verano’ tiene connotaciones vacacionales muy claras… sabes que en algún punto de mayo dejarás de hacer lo que sueles hacer casi todo el año para recetarte dos meses de descanso/viajes/recuperación.

Pero cuando sales de la universidad y comienzas a vivir en el Mundo Real®, las cosas cambian. Tus vacaciones ya no necesariamente son en julio sino cuando quieres (o cuando te dejan en tu chamba), los fines de semana haces cosas que no hacías antes y algunas veces te descubres un lunes a las once de la mañana haciendo algo que jamás habrías hecho durante los años que fuiste a la escuela (en el caso de los universitarios, al menos dieciséis… es decir, más de la mitad de tu vida). En pocas palabras, tu vida cambia y comienzas a vivir (y adaptarte) a un caos organizado.

Lo que más extraño de estar en la escuela son, sin lugar a dudas, las vacaciones. Tengo todavía muy claro en mi mente la posibilidad de estar en casa de un amigo durante todo el día haciendo ABSOLUTAMENTE nada y que de repente, salir a ‘hacer el súper’ se convirtiera en la gran actividad del momento. O verte con tus cuates para ir a chelear un martes al mediodía. O ponerte de acuerdo para irse de viaje todos juntos a algún lugar.

Crecer, avanzar en el caminito social: primaria – secundaria – preparatoria – universidad – mercado laboral, implica renunciar a muchas cosas a las que ya te habías acostumbrado y que te gustaban. Hoy, si quiero ir a comer con algún amigo, tengo que agendar la comida con, al menos, tres días de anticipación. Antes era salir de clases y poder pasar la tarde entera con alguien que compartía tus mismos gustos musicales, o salir al cine, o simplemente ir a perder el tiempo al centro comercial más cercano (o más lejano, dependiendo de lo mucho que quisieras perder el tiempo).

Durante estos meses me he dado cuenta de las crisis que muchos de mis cuates han comenzado a vivir. Creo que, a tres años de haber salido de la universidad, apenas se (nos) están (estamos) dando cuenta que los esquemas en los que vivimos durante tantos años ya no se aplican y tenemos que crear nuevos estilos de vida que representen un camino más o menos interesante hacia La Felicidad™. Nos estamos acostumbrando a la idea de que aquellos días, al igual que las oscuras golondrinas, jamás volverán. No hemos pasado a un nuevo semestre dentro del esquema de nuestras vidas, es más… nuestras vidas ya no se miden en semestres!! A lo más que llegamos es a medirlo en años fiscales o, ya muy desesperados, en quincenas.

No sé si les ha pasado, pero ante la falta de profesores y compañeros de banca de los cuales burlarnos, buscamos en nuestro lugar de trabajo patrones similares que nos regresen, aunque sea por un momento, la sensación de estar en un espacio relativamente seguro y relativamente divertido como lo era el salón de clases.

… en fin, todo lo que acabo de decir se debe a que hace unos cuantos días tuve que regresar a mi preparatoria y fue como hacer un viaje en el tiempo. Ah! y a que encontré una canción de un grupo que ando escuchando mucho durante estos días y que ha provocado dos que tres reflexiones de a varo como la que me acabo de echar. La rola habla de un tipo que está trabajando durante un grandioso día y cómo desea huir de la oficina y de su asquerosa chamba para poder irse de vacaciones con sus cuates:

I need a holiday (I need a holiday)
I need a holiday with my friends
I need a holiday (I need a holiday)
I need a holiday with my friends
I wish it could be sunday when I wake up everyday
I wish it could be sunday when I wake up everyday
I wish it could be sunday when I wake up everyday
I wish it could be sunday when I wake up everyday
I wish it could be sunday when I wake up everyday
I wish it could be sunday when I wake up everyday

Sí, así de profunda es la letra de la canción… pero la neta es que está muy divertida, y a los 2’44» la canción revienta de una manera bastante bonita con solito de piano y todo. Como se podrán imaginar, es la canción que he estado cantando durante las frías mañanas de estos días en los que lo que uno más quiere es estar en la playita disfrutando del sol, el mar y la arena, lejos de cualquier responsabilidad laboral.

Sea como sea, aquí les regalo la rola de la semana. El grupo es Scouting for Girls y la rola se llama ‘I Need a Holiday’

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Written by Salvador Leal

diciembre 4th, 2006 at 12:48 am

Topé con

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**Bienvenidos a la ya conocida sección «Salvador Leal vs. el Mundo».
En el capítulo de hoy, «Salvador Leal vs. topé con»**

Las nuevas generaciones me caen bien. Sí, la neta debo admitir que ya los veo medio chavitos (mis 27 añotes han logrado mermar mi juventud) y que algunos comentarios son exactamente iguales a los que yo hacía a los 19 o a los 22 o a los 17. Pero me caen bien, pa’ que lo voy a negar. En general, esa masa amorfa presa de los intereses políticos más oscuros llamada ‘la juventud’, me cae bien.

Pero me purga, odio, aborrezco, detesto vaya, cuando usan la combinación ‘topé con’. As in: «estaba en la condesa y topé con Mauricio que estaba en el Malafama». Es malo verlo escrito, pero escucharlo me es simplemente insoportable. Uy! Pero de verdad que me pone mal, eh!

Por favor, por favorcito, la próxima vez que vayan a usar esa frase (particularmente utilizada por jóvenes condeseros/alternativos/amo a sigu ros/mi pelo chino alcanza volumenes espectaculares) no lo hagan. Utilicen un ‘me encontré con’, ‘ví a’, hasta ‘divisé a’ si quieren… pero no usen el ‘topé con’.

En caso de que sean necios, apliquen ‘me topé con’ ya que el verbo topar es un verbo pronominal. Eso significa que este tipo de verbos utilizan una forma personal átona de tipo reflexivo (te, se, me, etc.) como en el caso de los verbos arrepentir y vanagloriar.

Y si de plano la explicación gramática no les gustó, no los convenció o de plano creen que estoy equivocado… no sean malitos, de veras se oye terriblemente mal el ‘topé con’. En serio.

Written by Salvador Leal

noviembre 21st, 2006 at 11:48 am

Tolerarte es Básico

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En días pasados, en la estación de radio que regenteo junto con unos amigos, se nos ocurrió una dinámica para regalar boletos para el concierto de los Pet Shop Boys en el Auditorio Nacional. Como, además de todo, ese día que armamos el mailing se habían aprobado las sociedades de convivencia, pues todo caía redondito y mandamos el Correo Básico® con varias referencias tanto a esa nueva ley como a la comunidad homosexual.

Los reclamos no se hicieron llegar. Varios escuchas de Básico FM nos preguntaron (unos con mayor cortesía que otros) si acaso éramos gays, perredistas o los dos. Como a Elagus y a mí fue a quienes se nos ocurrió la idea del mailing, pues nosotros dos nos juntamos para ver cómo diablos contestábamos. A mí, la neta, lo que de verdad me ardía, era que me dijeran perredista. Pero como Elagus sí picha de ese lado, pues por ahí no podíamos irnos…
En fin, para la respuesta hecha y derecha, den click aquí.

(y recuerden que esta Navidad las Promociones Básicas son LA onda)

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P.D. Para mis anteriores opiniones del tema, ver aquí y aquí.

Written by Salvador Leal

noviembre 14th, 2006 at 2:03 pm

Awkward

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Hace unos días fue el cumpleaños de mi jefe. Se celebró en forma con un pequeño convivio que duró no más de 30 minutos. Eso es un detalle que me gusta de mi chamba: todos entendemos que la cosa es venir a trabajar y no a socializar (arriba los antisociales!!) así que no convivimos más que el tiempo justo que nos toma dar un respiro y regresar a nuestras múltiples actividades.

En fin, ese mismo día, a la hora de la comida, salí al Mixup a comprarle un regalo de cumpleaños. Yo regalo discos porque así como hay personas que te regalan un suéter o unos calcetines, a mí me gusta regalar discos. Punto. Creo sinceramente que hay pocos regalos mejores que la música y quienes me conocen personalmente saben lo importante que es ésta en todos y cada uno de los instantes de mi vida.

Pues ahí va Salvador al Mixup por el disco para su jefe. Nótese que el asunto es delicado porque no le estoy regalando un disco a cualquier persona, sino a El Jefe®. Me pasé las dos horas que tengo para comer escogiendo el disco perfecto, tomando en cuenta la personalidad del festejado y lo que le podría gustar o no. Al finalizar, tenía dos opciones:

– La opción A era la opción fácil. He escuchado lo que mi jefe oye mientras trabaja y sabía perfectamente que ese disco le iba a gustar. El único riesgo era, de hecho, que mi Jefe ya tuviera el disco.

– La opción B era la opción «vamos a ampliar los horizones musicales de mi Jefe». Y sí, como se pueden imaginar, era la opción arriesgada. Era un disco que tenía frontera con gustos convencionales, pero con un twist de modernidad.

Analicé algunos puntos más y decidí irme por el lado arriesgado. Total, no sé si ya se los he dicho, pero mi segundo nombre es Osado… así que compré la opción B. La envolví y se la dejé en su escritorio con una tarjeta.

Pasó el tiempo y, como bien dice el dicho, no news, good news; es decir, pensé que el disco había pasado sin problemas por el filtro musical de mi Jefe y listo. Pero no. Hoy llegué a una mini junta con él en donde aprovechó para agradecerme el disco y decirme que lo comenzaría a escuchar justo en ese momento. Mientras decía eso, rasgaba la envoltura del CD y lo ponía en su Mac. Yo, obviamente, quería correr.

Y la razón por la que quería correr es simple. No hay nada, NADA peor que ver la cara de alguien a quien no le ha gustado un regalo que le has dado. Vaya, ni siquiera la probabildiad de que le guste el regalo y salte de felicidad vale el encontrarse en una situación en donde todo podría salir exactamente al contrario. Y lo puso. Y creo que jamás voy a olvidar la expresión de su cara.

Bravo, Salvador Osado Leal. Sigue tratando de «ampliar los horizontes musicales» de tu jefe.

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Gotan Project – Mi Confesión

Written by Salvador Leal

octubre 31st, 2006 at 1:46 pm

Raro

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1. El daño que provocaron en mi psique tantos y tantos años de presentar exámenes en la escuela es muy probable que jamás termine de ser curado en terapia. Hoy soñé que estaba en un examen de dibujo. El profesor era el mismo que me tocó en 2° y 3° de secundaria, un arquitecto que disfrutaba hacerle la vida complicada a sus alumnos. Recuerdo que la clase me gustaba particularmente porque era de los pocos que entendía cómo hacer bien un ortogonal y un isométrico (mis amigos ingenieros y arquitectos me dicen que eso ya te lo hace una compu en tres patadas) y obviamente yo era su favorito justo por la misma razón.

En mi sueño estábamos en el examen final en donde él nos daba distintas figuras que teníamos que pasar en papel y hacer, justamente, una proyección ortogonal y un isométrico. Recuerdo que, al llegar al salón de clases, el tipo te daba la figura que te tocaba hacer y era loquísimo porque todos tenían figuras realmente complicadas ya no digas de poner en isométrico, sino siquiera de dibujar! Había un tipo con cara de franca decepción que tenía en sus manos un carrusel que giraba trepado en un cono. Yo llegaba tarde pero como era el consentido, me tocaba una hoja de papel con 8 dibujos y yo solo tenía que escoger uno de ellos para copiarlo en la hoja de mi examen.

A la mitad del examen me daba cuenta que parte del examen era que, después de todo el numerito ortogonal-e-isométrico, teníamos que pasarlo en código html y se tenía que ver exactamente igual en la pantalla de una computadora. Yo no me acordaba de ningún comando html y comenzaba a preguntarme cómo diablos le iba a hacer para pasar un examen tan estúpidamente sencillo cuando desperté.

2. ¿No les ha pasado que de repente se les queda pegada una tonadita o una canción y no se puede deshacer de ella? A mí me sucedió el sábado. Durante todo el día tuve pegada la canción -horror de los horrores- del Unicornio Azul de Silvio Rodríguez. Lo peor no fue eso, lo realmente malo sucedió cuando esa tonadita fue sustituida por una canción que escuché en el centro. Era cantada por una rondalla cristiana (sí… leyeron bien… no sólo era una RONDALLA, sino que además era de CRISTIANOS!) y su corito decía «Libertaaaad, libertaaaaad…» y luego otra parte de la canción que hablaba de la aceptación de Cristo y la felicidad.

Es hora que no se me quita la tonadita y estoy a punto de pegarme un tiro. Lamento decirlo pero entre la rondalla cristiana y Silvio Rodríguez prefieron -gulp- a Silvio.

3. Hoy salí de mi casa y se me olvidó la cartera en mi cuarto. Aparte de que no tengo un sólo centavo para salir a comer, dentro de mi cartera está mi licencia para manejar.

Lo que me ha sorprendido del hecho de no traer licencia es lo realmente vulnerable que me siento. Hasta el día de hoy no me había sentido nunca protegido por la Ley. Hoy me siento absolutamente desprotegido sin mi licencia. No es que me sienta cometiendo un delito al manejar sin permiso, pero siento que si me pasa algo, la Ley no sólo no estará de mi lado sino que me la dejarán caer con toda su fuerza. La sensación que traigo es rara de verdad y no sé si achacársela a que no me había dado cuenta de la verdadera institucionalidad de una Ley en la vida diaria o a que simplemente tengo hambre y no tengo lana ni para comprar unas papitas.

4. Inserte aquí un enorme suspiro porque el día de hoy cumplo un año de estar en una dieta baja en carbohidratos. De hecho, la última frase del punto anterior es absolutamente incorrecta pues justamente desde hace un año que no como papitas. De hecho, si hago un recuento, hace 12 meses que no como spaguetti, ni papitas, doritos o botanas por el estilo. Tampoco he vuelto a probar un refresco con azúcar (ahora todo lo que tomo es agua mineral o refresco light), ni un bolillo. Snif.

5. Hoy comienza, oficialmente, The Worst Week Of My Year™. No sé si eso provoquemás o menos posts. Sólo pido que, si en algún momento están desocupados, lo disfruten al máximo y brinden ese momento de ocio en honor del wey que escribe este blog y que muy probablemente no tenga tiempo ni para respirar esta semana.

6. Recuerdo la firma del correo electrónico de un viejo amigo, allá en los albores del internet que decía «Silvio Rodríguez es el único que ha tenido un unicornio azul… y lo pierde el imbécil!». Extraño a ese viejo amigo.

Written by Salvador Leal

octubre 23rd, 2006 at 1:51 pm

Perpetual identity crisis

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Ya lo había dicho Orsai, de repente uno cree que está solo en el mundo. Que es el único que sufre de alguna fobia o filia, pero gracias a internet hemos descubierto que no estamos tan solos.

A continuación, un texto que sólo publico porque sé que el link a la página se perderá en la inmensa lista de páginas de internet guardadas en mi navegador. El link me lo pasó, justamente, un cuate que me conoce mucho antes de convertirme en economista/locutor/creativo… y que desde entonces me hizo ver que estar en una crisis vocacional permanente no es tan malo.

(…) As the conversation unfolded, we started talking about interdisciplinarity being the key to the next intellectual shift. The problem with disciplines is that they’re too narrow and all you can do is improve in one little niche arena. The key to intellectual shifts is the key to creativity. Ronald Burt talks about how social network bridges are super creative because they draw on ideas from disparate parts of the network. Of course, this is why i love the idea of apophenia – making connections where none previously existed. It’s all about building synaptic connections between things that were otherwise unconnected.

I think that it’s hard to be interdisciplinary. I think everyone *wants* to be interdisciplinary but that seems to mean draw haphazardly from different disciplines, throw into the blender, add a few spices and voila interdisciplinary gazpacho. I want a chemical reaction dammit.

The problem with being interdisciplinary is it that means staying in a state of perpetual identity crisis. I think that this is fundamentally hard for academics. Many of us grew up as ostracized freaks and geeks and felt such glory in fitting in. There’s something desperately comforting about fitting it, about being amongst peers. Staying in-between, outside and perpetually bridging any dichotomous definitions is exhausting. I think about how many people i know who identify as someone in-between (fe)male but eventually chose to identify as one or the other. Alternatively, i think about inter-racial identities and how some of my friends happily proclaim the identity of hapa. When no identity out there works, you end up developing a new one. Of course, this happens in academia all the time. There are new interdisciplinary departments popping up daily in academia.

(…)

I think that i relish staying in a perpetual state of identity crisis. Well, i go back and forth. Sometimes, i desperately want a cohort, a community. But every time a journalist asks me how to label me, i laugh.

El texto, aquí.

Written by Salvador Leal

octubre 12th, 2006 at 1:13 pm

Posted in personal struggle

Lo que fácil viene… II

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Pues aquí iba a contar todo lo que ha ocurrido desde el viernes que puse el post del Hermano Rabito, el sistema bancario mexicano y el ochenterísimo juego ‘Cuestión de Escrúpulos’ (¿alguien lo recuerda? aquél en donde te ponían una situación moralmente cuestionable y tenías que escoger opciones para actuar).

Sin embargo, debido a una recomendación del departamento legal de SalvadorLeal.com, dejaremos que la historia se enfríe un poquito para después contarla a toro pasado y en calidad de anécdota. Es por eso que el post anterior también quedará bajo reserva.

Por su comprensión, miel gracias.

Written by Salvador Leal

octubre 3rd, 2006 at 9:25 am

Protegido: Lo que fácil viene…

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Written by Salvador Leal

septiembre 29th, 2006 at 3:32 pm

Volver a repetir

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Odio, odio, odio, ODIO, odio con todas mis ganas la frase ‘volver a repetir’. La odio. Me desquicia, saca lo peor de mí. Creo ser relativamente tolerante con los bestialismos a los que nos enfrentamos día a día, incluido el uso de tres verbos en una misma oración (¿a poco no han escuchado cosas como ‘tratar de volver a hacer’ o ‘quiso seguir tratando’?), las numerosas faltas de ortografía y el uso de la palabra ‘bizarro’ como sinónimo de ‘extraño’ o ‘raro’ (cuando en castellano, ‘bizarro’ significa ‘valiente’… [búsquenlo aquí]).

Pero con el ‘volver a repetir’ nomás no puedo. Es más fuerte que yo. Cuando escucho un «Mire joven, se lo vuelvo a repetir, la avenida está cerrada» o «Te lo vuelvo a repetir, esa es la situación», hasta humito me sale por las orejas.

Nota: Si tú eres de los que utiliza esa combinación de verbos, por favor, razónalos primero. Uno puede repetir las cosas, o puede volver a decir las cosas, pero volver a repetir implica que ya te han dicho la misma cosa en, al menos, dos ocasiones anteriores. Sólo así se permitiría el uso correcto de volver a repetir. Y generalmente no, ese no es el uso que se le da en conversaciones comunes y corrientes.

Por tu atención, miel gracias.

**Este fue un mensaje patrocinado por la Fundación Salvador Leal para el Correcto Uso del Lenguaje**

Written by Salvador Leal

septiembre 19th, 2006 at 6:27 pm