Archive for 2008
Un Día en los Noventas
Que comience, como todo lo bueno, con un poco de música…
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1990 (II)
Les recuerdo que mañana es «Un Día en los Noventa«.
El objetivo es que todos aquellos que tenemos blogs, facebook, twitters, vlogs, podcasts, etc., posteemos como si estuvieramos en la década de los noventa. Sí, sí, no es tan difícil. Si no se les ocurre nada simplemente recuerden cuando tener teléfono celular no era ni remotamente tan normal como ahora; cuando no había sms, ni mails (bueno, poquitos), ni google.
Cuando teníamos que ir a la biblioteca de la escuela a sacar el dato en lugar de buscarlo en la Wikipedia, cuando nos pasábamos toda la tarde hablando por teléfono con nuestros cuates, cuando existía Skytel y tenías que mandar recados con números primero y luego pequeños telegramas, después, cuando aún comprabas música en una tienda de discos, cuando un disquette de 3 1/2 era el lugar en donde guardabas la información. Cuando Amazon era un sueño guajiro y para comprar boletos en el cine tenías que ir directamente a la taquilla o revisar las funciones en el periódico.
Imagínate cómo hubiera sido twittear estando en la clase más aburrida de Etimologías, cómo postearías en tiempo real la devaluación del 94 o el asesinato de Colosio, cuál hubiera sido el SMS que le hubieras mandado a tu mejor amigo al enterarte de la muerte de Kurt Cobain.
Eso, y todo lo que se te pueda ocurrir, mañana, en tu blog (sí, el tuyo).
Vida
“And in the end, it’s not the years in your life that count. It’s the life in your years.”
Abraham Lincoln
Para recordarlo el 19 de marzo de 2009, justo el día en el que cumplo 30 años. *escalofríos*
Marchando
Lista de propósitos que voy a cumplir (o seguir cumpliendo) en lugar de asistir a una marcha en contra de la inseguridad. En dónde dice «no consumir», léase «no fomentar».
1. No consumir productos pirata. La piratería NO es una forma legal de ganarse la vida; los artículos pirata erosionan la legalidad; el precio de tu DVD pirata no refleja el costo del mismo.
2. No consumir productos de establecimientos que no pagan impuestos y/o servicios públicos (luz y agua). No pagar la luz o el espacio para trabajar es saltarse la ley, cuando te «saltas» la ley, también saltas de la legalidad hacia la ilegalidad. El ambulantaje NO es una forma legal de ganarse la vida.
3. No sobornar policías ni servidores públicos bajo ninguna circunstancia. La corrupción fomenta la impunidad, la impunidad aumenta exponencialmente la inseguridad.
4. [VACANTE]
La anterior lista de compromisos no será rota bajo ninguna circunstancia. Si en algún momento estoy tentado a realizar alguna de las acciones descritas en la lista anterior, le daré ánimo a mi fuerza de voluntad preguntándome si lo haría en caso de que mi libertad física estuviera en juego.
Se aceptan sugerencias. Y cómplices.
Obama/Sorkin
Soy, debo admitirlo, un fan from hell de Aaron Sorkin.
Soy tan fan de él, que ya era fan aún sin saber que lo era. Sí, así de pesado está el asunto.
Yo vi ‘A Few Good Men’ y recuerdo haber flipado en mi butaca (dato curioso: yo vi esa película en mi clase de CineClub de segundo de secundaria); luego vi ‘American President’ y recuerdo haber pensado que estaría increíble trabajar en la Casa Blanca.
Después caí en ‘The West Wing’ y jamás volví a ser el mismo. Ahí fue cuando supe que el creador del show era Aaron Sorkin, el mismo que había escrito ‘A Few Good Men’ («you CAN’T HANDLE THE TRUTH») y ‘American President’. Me volví fan de hueso colorado; leí su biografía, leí algunos guiones suyos y me compré la primera (y única) temporada de ‘Studio 60 on the Sunset Strip’.
Y, de hecho, parte de lo que me ha emocionado durante las recientes primarias demócratas, ha sido que parecen escritas por Aaron Sorkin. Una mujer, esposa de un expresidente que la engañó se ve forzada a luchar cara a cara contra un joven novato de buenos sentimientos, gran oratoria que, además, es de raza negra. Si eso no les huele un poco a la sexta temporada de ‘The West Wing’, no sé qué otra cosa sí!!
En fin, la cosa es que si uno googlea «obama sorkin», se encontrará con que, en las noticias, hay muuuuchas personas que creen que el discurso de aceptación de nominación de Barack Obama también tuvo olor a Sorkin.
Esto no es para sorprenderse. Según sé, en la época de Reagan (actor de profesión, recordemos), comenzaron a incorporarse al pull de escritores de discursos, gente relacionada con la farándula, particularmente cómicos que pudieran darle toques de humor a los discursos del Presidente. Aún así, es de llamar la atención que el lenguaje (hablado y físico) que es utilizado por políticos sea cada vez más parecido al lenguaje cinematográfico de las películas y series de televisión.
La música, las tomas y movimientos de cámara, los discursos. Todo hace que el electorado se sienta viendo al protagonista de una película logrando el éxito del momento (la nominación de la candidatura, el discurso del perdón, ganar la Presidencia). Supongo que los expertos en imagen de EE.UU. lo saben: la gente se siente cómoda viendo eso que hace que su corazón y su mente logren conectarse en lo político de la misma forma en que se conectan cuando están viendo la película que será nominada al Oscar el próximo febrero.
Me pregunto qué moverá al electorado mexicano.
Cannes
Para ver los spots ganadores del León de Cannes 2008, dar click aquí.
1990
Se me acaba de ocurrir algo.
Claro, hay poca chamba y cuando eso sucede, existe el riesgo de que uno comience a pensar en cosas. Quizás esa es la verdadera razón del porqué el sistema funciona haciendo *trabajar* a la gente… pero esa es otra historia.
Quiero hacer un día en los noventa. Más bien; quiero hacer Un Día en los Noventa.
Como la onda de la nostalgia es lo de hoy y los ochenta, a pesar de estar de moda, nomás no nos tocaron realmente (aunque tooooodos tengamos lejanas referencias mezcladas con una gran dosis de fantasía). Lo que sí nos tocó, y mucho, y muy bien, fueron los noventa.
Propongo entonces que hagamos Un Día en los Noventa.
¿En qué consiste?
El próximo jueves 4 de septiembre vamos a hacer únicamente referencias a los noventa en todos «nuestros» medios de comunicación. Esto significa que vamos a postear cosas de los noventa, o escribir como si tuviéramos un blog, pero en la década de los noventa (tú escoges el o los años), vamos a poner nuestros nicks en el Messenger y nuestros estatus del Facebook con referencias constantes a aquellos días. Y sí, si quieren también vamos a escuchar música noventera, pero eso cada quien en la intimidad de sus casas.
¿Les parece? ¿Lo hacemos? Convoco a que hagamos de este jueves 4 de septiembre la primera edición de Un Día en los Noventa. Finjamos que de nuevo estamos en la prepa o iniciando la universidad, pensemos en cómo era la comunicación antes de que llegaran a nuestra vida los SMS, saquemos del cajón viejas fotos, anécdotas añejas, curtidas por el tiempo y exageradas por las numerosas conversaciones que hemos tenido una y otra vez con nuestros amigos de antaño. Recordemos cuando no había Sony Entertainment Television, cuando el PRI gobernaba y cuando las tardeadas en el W & Tops, la Lagarquija eran cosa de cada semana y cuando uno iba a los antros que estaban en el Centro Histórico. ¿Va?
Let’s bring the 90’s back!
Coverseando
Yo siempre he querido tener un programa de radio de puros covers. Entre eso y una primera edición autografiada de Atlas Shrugged, me cae que sí ando vendiendo mi alma.
Desgraciadamente, el «concepto» de mi programa (que, en mis fantasías, se llama «Original y Copia») es muy chafa: primero pongo la versión original y luego el cover, hablo un poco de las circunstancias bajo las que fueron grabadas las dos versiones y luego nos vamos con otro grupo/artista/proyecto. Tan-tan. Lo más sofisticado que se me ha ocurrido está en las versiones que toooooodo el mundo cree que son las originales, pero que realmente son covers; en esta situación, primero pongo el cover y luego la original. Adiós y corte a comerciales.
Debido a que las probabilidades de que tenga un programa de radio de puros covers son bastante bajas (y dado que el equipo de Básico FM no me ha comprado la idea de Cover FM), pues no me queda otra que utilizar el único espacio de expresión disponible para poner los covers que me gustan y que he recopilado a lo largo de los años en una afición que raya con la obsesión más que con el coleccionismo.
Así pues, desde lo más profundo de la Bóveda Musical de Salvador Leal, llegan las siguientes (a mi punto de vista) pequeñas joyitas covereadas. Tres serán en esta ocasión, los tres covers a canciones oldies oldies oldies:
1. Barret Strong – Money (That’s What I Want), que muchos creen que es original de los Beatles pero que, en realidad, fue justamente Barret Strong quien la dio a conocer primero y la llevó hasta el número 23 del Billboard en 1960.
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2. Sting – Be Bop A Lula. Una vez se me ocurrió poner esta canción en una estación de pura música electrónica y, aunque yo lo considero un highlight en mi carrera radiofónica, me dieron una regañada de aquellas…
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3. Bobby Womack – California Dreamin’. A esta canción se le han hecho muchísimos covers. Este es mi favorito…
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Claro, si quieren recordar la canción original, aquí les va. Muchos de nosotros la relacionamos con un comercial de caldo de pollo en donde la utilizaban de una manera muy efectiva. Original de The Mamas & the Papas, California Dreamin’
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Y bueno, en la sección de «los covers que colecciono aunque no me guste la versión», está la siguiente versión de Hi Standard. Seguro a la sección baja de nuestro target le va a gustar rete-harto.
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¡Adiós y corte a comerciales!
Magritte
Robado vilmente a Patricio Betteo (¡aplausos!)
Entrelíneas
SalvadorLeal.com era el nombre. Como subtítulo tenía «Menos Crest y Más Zubrowka».
Así era este blog en los inicios. Yo acaba de salir de Procter & Gamble (hence la referencia al Crest) y el subtítulo invitaba al consumo del que, a pesar de los años, continúa siendo mi vodka favorito: el Zubrowka.
El Zubrowka es un vodka de color amarillento que tiene una larga vara de pasto en la botella. Dice la leyenda que ese tipo de pasto tiene propiedades afrodisiacas y que dicha hierba es la causante de que en Polonia todavía haya bisontes vivos. De hecho, la etiqueta del vodka trae un bonito bisonte. La recomendación de los conocedores es que se toma frío, sin hielos y casi-casi de Hidalgo; yo lo prefiero en un vaso de whisky, con hielitos y con sorbos pequeños. Mezclarlo es una grosería. A pesar de que se toma frío, jamás me lo he tomado (ni me lo tomaré) en la playa o en alguna calurosa noche citadina; el Zubrowka es perfecto para las posadas y fiestas de fin de año.
Conocí el Zubrowka gracias a Joe y Peter, en aquel aciago año del 2001. Los tres somos fanáticos del vodka y del vino tinto. En aquellos nuestros años universitarios, tomábamos Zubrowka porque era bueno y barato. Ahora sólo es bueno. Desde siempre lo he comprado en el Palacio de Hierro, sólo que antes costaba $70 pesos y ahora sale en más del doble. Recuerdo que un amigo de WFM se sorprendió de saber que en El Palacio® vendían buen chupe barato. Del puro gusto compró una botella y me la regaló.
Cada vez que terminaba el semestre del verano, se celebraba (se celebra) en mi universidad un festejo denominado «Los Mariachis». No hay mucha ciencia. La celebración consistía en conmemorar la tradicional salida de una generación más de alumnos acompañados de mariachi; el único detalle era que se hacían dentro de las instalaciones de la escuela, la noche de un jueves y con cantidades estúpidas de alcohol. Yo, como buen wallflower que era en la universidad ni quería ir ni quería celebrar ni nada de nada. Esa noche, un amigo, que ni siquiera estudiaba en mi universidad, pasó por mí con una botella de Zubrowka y me obligó a ir. Nunca le pude agradecer el detalle.
Hoy tomo más vino tinto que vodka. Antes tomaba puro vodka. Ron casi nunca. Tequila jamás. El Bacardí Limón con refresco de manzana me sigue gustando pero ahora me da un poco de flojera. En la prepa la bebida era el ‘Moradito’ (vodka [Absolut, obvio]) con jugo de uva.
Me quedé pensando en la expresión «de Hidalgo». ¿Se entenderá en otras partes de Latinoamérica? ¿Tendrá alguna referencia al Padre de la Patria? ¿O se referirá a los antiguos hidalgos españoles (i.e. el Ingenioso _______ Don Quijote de la Mancha)? Si se refiere a Don Miguel, ¿a qué momento histórico homenajeará el tomarse un trago de un solo golpe? El Grito de Dolores no necesariamente fue tan intempestivo, y cuando llega a la Ciudad de México, justamente peca de conservador en lugar de ser arrojado, osado y valiente. Misterio.
Juro que me he tardado en escribir por una falta absoluta de tiempo, que no de ideas. El WordPress lo sabe mejor que yo: hay 70 borradores de posts con temas de todo tipo. Unos apenas son frases de recordatorio mientras que otros son posts con piernas bastante bien desarrolladas que sólo necesitan un empujoncito para comenzar a correr. «Closure», por ejemplo, habla de las últimas películas que he visto (Batman y Wall-E, entre otras), mientras que «WorkOut» es acerca de mi nuevo acercamiento a los gimnasios. Por que sí, estoy yendo periódicamente -demasiado periódicamente- a un gimnasio. Y no a cualquier gimnasio. No, señor. Voy a El Califa de los Gimnasios, al lugar en donde te encuentras a medio mundo de la farándula, los famosos y la socialité. Con decirles que Pocholo y Javier Solórzano están entre mis compañeros de caminadora. Y jamás me había percatado de lo parecidos que son.
«Charlie» es un título provisional para recomendarles que vean, bajen o se pirateen la película de «Charlie Bartlett». Desde «Rushmore», ninguna película le había gustado tanto a mi alter-ego interior. «Monogamia» es un ensayo acerca de cómo la monogamia es lo de hoy, mañana y siempre. Surgió de un par de comentarios y de varios posts que he leído en contra de la monogamia y a los que decidí contestar evitando -como siempre- la mochez y el conservadurismo.
Los posts poco a poco se van haciendo más viejos y muchos de ellos pierden su valor original. «Querido Diego Luna:», por ejemplo, era una carta al actor de «Y tu mamá también» en donde hablaba de lo complicado que es explicarle a personas que recién conoces el hecho de que tengas un blog. Por eso le pedía a él que abriera uno, de tal forma que se pusieran de moda y que así uno pudiera decir «escribo en internet como lo hace Diego Luna» en lugar de comenzar a hablarle a la gente de lenguajes HTML, feeds, posts y contadores de hits. ¡Hoy ese post ya perdió su encanto pues hasta López Dóriga tiene uno!
«El GPS de tu vida» lo escribí un poco antes de casarme, pero nunca me gustó su desarrollo. La idea, que es de W.J. Wallace, acerca de tener un GPS que te dijera en qué momento de tu vida estabas, me encantaba. Pero la verdad es que el tema de la incertidumbre ya no me atrae tanto como antes. El estrés de saber si estás en un McJob, preguntarte si tres años es demasiado tiempo sabático o si ya va siendo hora de tener un hijo, todo ello gracias a este GPS, me ha dejado de interesar.
Al igual que el Bacardí Limón con refresco de manzana, supongo.