Archive for 2004
Algunos issues
1. Alabado sea el Señor y toda la Corte Celestial, ya me regresaron a ‘Indiana’, mi fiel corcel. El servicio y todo lo que le tuvieron que hacer me salió más «barato» de lo que originalmente me había presupuestado el cuate de la Ford (pequeña anécdota: cada vez que voy a la agencia a dejar ya sea mi coche, o el de mi papá o la camioneta de mi mamá, se me olvida el nombre de nuestro ‘mecánico de cabecera’ de la Ford. Lo único que recuerdo es que tiene apellido de ex-presidente de México, así que he pasado grandes ridículos pidiendo por el Señor Díaz, el Ingeniero Cárdenas, el Señor Ruiz o el Ingeniero Santa Anna. Nota Mental: mi mecánico es el señor Juárez)
A pesar de que fue más «barato», me dejaron caer un buen sablazo… lo curioso es que lo más caro de toooodo el proceso (de acuerdo con la factura) es la mano de obra. ¿Quién dijo que en México tenemos mano de obra *barata*?
2. Afortunadamente he dejado de andar en micro y en metro. Sueno a fresa mamón, pero sí se me frunce el karma cada vez que el chofer decide hacer carreritas à la «Fast and the Furious» con otro microbús. Uno no tiene que irse a los grandes juzgados para saber que en México no vivimos en un estado de derecho. Tan sencillo como ver que la gente maneja como se le antoja precisamente porque sabe que nada le va a pasar. En este país tenemos tanta *libertad* que las leyes son opcionales.
3. Recuerdo que en alguna ocasión un conocido (un tío o alguien del mismo rango) dijo en la sobremesa de una comida familiar que el metro de la Ciudad de México era el segundo mejor del mundo después del metro de París.
No recuerdo si esta persona tenía alcohol en la sangre cuando lo dijo o si en algún momento nuestro metro fue el mejor del mundo. Lo que sí sé es que su evaluación requiere una pronta actualización. El metro de la Ciudad de México es una clara prueba de cómo los subsidios no generan los beneficios que se pensaban. La otra prueba clara, es la UNAM. Si todavía quieren una tercera prueba, intenten pensar en el campo mexicano.
4. Habitantes de la Ciudad de México… ¿se han dado cuenta que no tenemos un mapa de las rutas de los microbuses? ¿se dan cuenta que para ir de un lado a otro, tenemos que preguntarle a las personas que conocemos… «oye, cómo llegó en micro a Polanco?»? ¿se dan cuenta que deberíamos saber calle por calle, por dónde se van los microbuses para así planear mejor nuestros viajes? ¿se dan cuenta que López Obrador dista mucho de ser ese Demiurgo maravilloso que intenta vendernos?
5. Cuando uno viaja a otros países, se da cuenta que los mexicanos somos muy queridos. No es para menos, pues por lo menos de dientes para fuera, solemos ser muy hospitalarios con nuestros extranjeros. Cualquiera que haya tenido un amigo que viene de visita a México estará de acuerdo conmigo: lo llevamos a los lugares más representativos, va a comidas familiares, lo invitamos a fiestas de nuestros cuates, lo atendemos como si fuera nuestro mejor cuate… Tenemos fama de ser panchangeros, campechanos y despreocupados (happy go luck, diría mi maestra de inglés); el problema es cuando pasamos de ahí a ser descuidados, irresponsables y valemadristas. NO nos importa si las cosas salen bien o mal, creemos que ya con que salgan es ventaja.
Alguna vez, un maestro de la prepa nos mostró la diferencia de las sociedades anglosajonas y latinas, y comparó a los londinenses con los defeños. Su plática terminó con un comparativo que intento reproducir aquí:
La primera imagen es el metro de Londres, noten la organización de sus recorridos y la eficiencia resultante. La segunda imagen es de metro de la Ciudad de México… las líneas son el perfecto diseño de un niño de 3 años; nótese especialmente la línea dos (de color azul marino al centro del mapa) y su *suave* giro de 90°.
Such is life in the tropics…
P.D. Si quieren saber más de la historia del diseño del metro londinense, de cómo Harry Beck logró la abstracción visual hacia circuitos más comprensibles y un comparativo del metro ‘verdadero’ y del metro ‘conceptual’, vayan aquí.
El Metro (turiruuuuuu)
En lo personal, me molestan mucho los weyes (y tipas) que son más fresas que yo y que nunca en su vida ha visitado un mercado. O el Zócalo. O que no comen tacos de carnitas porque se les olvida el fránces. O que su mayor preocupación es que la boutique de Ermenegildo Zegna ya no tiene la bufanda que vieron la semana pasada. Neta, son nefastos.
Y trato de no nefastear acerca de andar en metro y microbús. Pero no puedo. Y eso me molesta.
Hace algunos años, antes de que yo entrara a la Cuna de la Tecnocracia Mexicana (el ITAM), yo era un tipo que andaba en microbús como su fuera chofer de uno. Era experto en bajarme y subirme de microbuses en movimiento (habilidad que mantengo pero con un poco menos de osadía) y sabía cómo llegar de un punto a otro de la ciudad haciendo la menor cantidad de transbordos posibles.
Sé que han pasado muchas cosas desde aquellos -ahora- lejanos días de 1998, pero no sé si eso sea razón suficiente para haberme convertido en un zángano que la piensa dos veces antes de salir a la calle *nomás porque no tengo coche*.
Lo peor del asunto es que (inserte voz de viejito) «en mi tiempos», los microbuseros traían a todo volumen estaciones de radio guapachosas y naconas. ¡¡Y ahora hasta ellos traen noticias!!
Acepto que soy fresa. Es un adjetivo que no me molesta ni me acompleja, muy por el contrario. Soy fresa pero no soy inútil. O idiota. O nena. Bueno… a lo mejor si soy medio nena… sobretodo porque YA NO AGUANTO ANDAR EN METRO Y MICROBÚS!!!!!
Salvador Va A La Oficina
El título de este post está inspirado en aquellos cuentos de grises autores de literatura para niños de 3 años. No sé si ustedes recuerden aquellos primeros libros de seis o siete hojas (diez ya era para eruditos) que tenían enormes dibujos y un máximo de quince palabras por hoja. Cada imagen era acompañada de una pequeña y brevísima explicación de lo que le sucedía al protagonista de la historia. Generalmente la trama era sencilla y directa (tan directa como un máximo de diez cuartillas a quince palabras por cuartilla te obligan a ser), esto es: Salvador Se Lava Los Dientes, Salvador Come Verduras o Salvador Tiene Sarampión (Dios, no!)
Pues bien, aquí comienza Salvador Va A La Oficina.
Les pido que se imaginen los dibujitos porque si el dibujo no se me da, el dibujo decorativo de literatura infantil, mucho menos.
1. «¡Pobre Salvador! Su coche está en el taller y no tiene cómo irse a su oficina… ¿qué hará ahora? ¿cómo viajará tan enormes distancias entre su casa y su lugar de trabajo?»
El dibujito muestra al coche de Salvador («Indiana») con el claxon pegado, humo saliendo del cofre y los papeles del coche que muestran que el auto no ha entrado al servicio en mucho tiempo. Junto al coche, Salvador está negro de coraje y le sale humito de las orejas.
2. «Mientras Salvador piensa cómo resolver su problema, se acerca un microbús. ¡Muchas personas viajan en él!»
La imagen es de un microbús con colmillos que salen de la parrilla y, en lugar de faros, unos ojos inyectados de sangre. Salvador se hace a un lado justo antes de que el microbús infernal lo atropelle sádicamente. De las ventanitas del microbús, se ven personas apretadas unas con otras sin poder respirar.
3. «El chofer del microbús no está nada contento cuando Salvador no trae cambio para pagar. Adentro del microbús hay estudiantes y oficinistas que se dirigen a su lugar de trabajo.»
El chofer dice #$%!»%=)&%@»# cuando Salvador trata de pagar con un billete. Al fondo, hay usuarios que se van durmiendo, otros ven con ojos lujuriosos a su compañera de asiento mientras que un último pasajero está sustrayendo la cartera de un burócrata que se ha quedado dormido.
4. «El microbús ha llegado a la estación del metro. El metro viaja por debajo de la tierra y así ahorra mucho tiempo a sus usuarios»
Salvador se baja del microbús y se mete en el metro. De una de las escaleras eléctricas sale una rata que bien podría ser un gato; los vidrios del metro están rayados y la gente tiene cara de niño sacado de ‘The Wall’. La corbata de Salvador se queda atorada en una de las puertas del metro y por poco provoca la muerte por asfixia de nuestro protagonista.
5. «Al salir del metro, Salvador todavía tiene que tomar otro microbús… y ahora tiene que hacer fila pues otros usuarios también quieren llegar a tiempo a su trabajo!»
El dibujo muestra una fila kilométrica a la que no se le ve fin. La gente se golpea para subirse al microbús pues ya se les hizo tarde. El traje y la camisa de Salvador ya están manchados. La corbata parece jerga de gasolinera.
6. «Finalmente, Salvador llega a su trabajo. «¿Qué te sucedió?» pregunta el portero. Salvador sólo se mete a su oficina y cierra con un portazo»
El dibujo de una nubecita gris con un rayito está arriba de la cabeza de Salvador.
7. «…Ahora es tiempo de planear el trayecto de regreso!»
Salvador llora desconsolado en su escritorio mientras la rata que vimos en la imagen del metro se come su lunch.
El viaje no estuvo taaaaan malo. Pero sí me hizo reflexionar mucho; necesito viajar menos en coche y más en transporte público.
(¿¿a quién engaño?? INDIANAAAAAAA, TE EXTRAÑO!!!!!!)
Hay de DJ’s a DJ’s
Durante el tiempo que trabajé en WFM transmitiendo música electrónica, dos de cada cinco preguntas que llegaban a cabina eran referentes a cuál era mi DJ favorito.
Y la verdad es una pregunta bastante válida para las personas que estábamos expuestas a una enorme cantidad de música, productores y DJ’s… de tooooodo el movimiento electrónico, ¿cuál es nuestro DJ favorito?
Algunas veces el público trataba de adivinar y daba una enorme lista que comenzaba con DJ Chrysler, Tini Tun y BuBu (no, por favor, en el nombre de la humanidad, NO!) para terminar con Tiesto, Digweed y Cox.
Por si alguien se moría de curiosidad (yo sé que unos sí y que a otros les vale sorbete), éste es mi DJ favorito.
Swingin’ Nights
Cuando yo era fanático de escuchar radio (hoy ya no lo soy pues ya no hay *radio* [en el broad sense de la palabra] que escuchar) y ponía WFM los sábados, oía un programa que se llamaba «El Circo».
En «El Circo» se hablaba de todo y nada, se decían muchas estupideces y también muchas cosas inteligentes… pero sobretodo, en «El Circo», quienes se divertían, eran los locutores. Se notaba que toooooda la semana se pasaban pensando en las tonterías que armarían al aire durante su programa, se notaba que morían y mataban por su programa y se la pasaban genial durante dos horas. Yo, de 15 años, babeaba nomás de imaginarme lo divertido que sería estar al aire.
Algunos años después tuve la oportunidad de entrar a trabajar en mi estación de radio favorita y de vivir la grandiosa sensación de preparar tu programa y pensar en todo lo que en él puedes decir y cómo lo puedes decir; escoger tus fondos, el timing para las bromas, las llamadas al aire… en fin, la adrenalínica y maravillosa experiencia de hacer un programa en vivo.
Y también ahí, en WFM, conocí a uno de los locutores que conducían aquel programa a inicios de los noventas. Nomás nos vimos y nos caimos mal. Para mí fue como conocer al wey que te había hecho reír mucho en un programa que había pasado hacía mucho tiempo y para él fue como conocer a The Ultimate Fan From Hell.
Hoy en día somos grandes cuates que no pueden salir a tomarse un café juntos pues con la cantidad de estupideces por minuto que dicen ahuyentan a la clientela de cualquier lugar. Así de grave es el asunto.
En fin, todo esto es para decirles que el día de hoy, a las 9.30pm compartiré el micrófono con mi cuate Jesús Guzmán. Él tiene un programa que se transmite lunes y miércoles por MVS Radio (en la Ciudad de México, el 102.5 de FM)
Si quieren pasar un buen rato riéndose de la cantidad de tarugadas que de repente se nos pueden ocurrir dentro del marco de su programa (un programa que trata de la Mafia, el Padrino, el Jazz y el Swing)… préndanle a su radio hoy por la noche!
Resumen Ejecutivo:
Swingin’ Nights con Jesús Guzmán
Invitado: Salvador Leal
Hora: 21.30hrs (Hora del Centro), 02.30hrs (GMT)
Lugar: MVS Radio, 102.5FM (lo que antes era BestFM)
* No sé si actualmente haya una página de internet que transmita el contenido de MVS Radio pues Monitor (sí, el de Gutiérrez Vivó) está haciendo uso casi único de la señal. Si quieren hacer el intento de escucharnos, prueben en el sitio de MVS o a través de Monitor.
Napolitano
Dato interesante.
Qué sabor te gusta más: ¿el chocolate, la fresa o la vainilla?
Una reciente encuesta publicada por Starbucks para determinar las preferencias de sus clientes (41% prefiere el chocolate, 29% el sabor de fresa y 28% la vainilla) hace implicaciones de personalidad. Así, el 51% de los amantes al chocolate se definieron como *románticos*, 48% de los que prefieren la fresa son *explosivos* y 32% de los afectos a la vainilla se definieron como *sofisticados*.
Vainilla… OBvio!
Sólo para Economistas
La siguiente recomendación es ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE para economistas. ¿Por qué? se preguntarán los lectores de este blog. Pues porque, si uno no ha pasado por el séptimo círculo del infierno de Dante, también conocido como «Microeconomía Avanzada II», podrían tomar muy mal los conceptos que a continuación voy a exponer. Una vez advertidos y recordando que la Economía es el estudio de TODAS las elecciones humanas (que muchas veces no tienen nada que ver con el dinero o las finanzas o la bolsa o todos esos estereotipos económicos), comienzo.
Resulta que, navegando –as usual– por la red, me encontré un paper escrito por Evelyn Korn y Lena Edlund que se titula A Theory of Prostitution. Sí, queridos seguidores de Adam Smith… un paper que trata de responder, mediante la teoría económica, varias preguntas relacionadas con la profesión más antigua de la humanidad. Así, ¿o más interesante?
A lo largo del paper encontramos varios detalles que llaman la atención, como el hecho de que la protitución es un trabajo que realiza mano de obra no calificada pero que obtiene ingresos extremadamente altos para la labor que realizan; también es un mercado donde la oferta está constituída por hombres y mujeres pero donde la demanda es básicamente masculina. Otro detalle es que las prostitutas (os) son bien pagados pero ocupan un lugar bastante bajo en la escala social, etc.
Korn y Edlund exponen que la prostitución es mucho más común en paises pobres debido a dos razones. La primera es que la prostitución disminuye cuando el ingreso de las mujeres (y por lo tanto, el costo de oportunidad de entrar a la prostitución) aumenta. La otra razón es que la prostitución también disminuye cuando el ingreso de los hombres también aumenta.
Esta segunda respuesta es la razón por la que este post es sólo para economistas… resulta que, según este paper, las prostitutas son bienes sustitutos de las esposas, pero a su vez son consideradas bienes inferiores.
A medida que aumentan los ingresos, los hombres prefieren ‘comprar esposas’ con matrimonios y relaciones estables que ‘comprar prostitutas’.
Esto significa que una manera eficiente de disminuir la tasa de prostitución en la sociedad… es mediante el aumento en el ingreso de los hombres y las mujeres en lugar de organizar redadas o prohibir el ejercicio de la prostitución.
Otra de las preguntas a las que intentan dar respuesta Edlund y Korn es el por qué la prostitución es más común en las áreas con alta migración. Esto se resuelve al notar que uno de los costos de ser una prostituta es su bajísimo valor en el mercado matrimonial ya que a la mayoría de los hombres no les late casarse con una mujer de cascos ligeros jubilada. La única forma en la que el detalle de la prostitución puede pasar desapercibido, es si quienes lo ejercen migran del lugar en donde se encuentran originalmente. Con esto también se explica el por qué del problema migratorio con mujeres traídas de Rusia o Polonia… simplemente son ‘productoras de prostitución’ con mano (o pierna) de obra barata.
En fin, si quieren echarle un vistazo al paper (sí queridos ñoñitos itamitas, tiene fórmulas, gráficas, muchas funciones con alfas, deltas y gammas) lo pueden bajar de SalvadorLeal.com
Nota: Ya existe un *update* del artículo acerca de las relaciones de México y Cuba en la sección ‘piensa‘
Nota Mental
Un día de estos escribiré una novela que intentará ser muy buena y entretenida. La estructura literaria aún no la conozco, pero lo que sí sé es que los nombres de todos los personajes los sacaré de las los correos electrónicos con spam (ofertas, juguetes sexuales, pastillas dietéticas, etc.) que llegan diariamente a mi buzón. ¿Se han fijado en lo atractivo de los nombres? Aquí, una muestra:
– Brock Kendall
– Bert O’Neill
– Judy McCabe
– Yesenia Neal
– Wallace Kenny
– Berta Finch
– Greg Shields
– Rowena Knight
– Cruz Randle
– Lance Brennan
– Traci Blake
– Eddy Butcher
– Kris Irving
– Laurie Talley
– Nicholas Park
… y esos son sólo los que me llegaron hoy!
No sean así!!
Uno llega inocentemente a su oficina, prende la computadora y mientras se enciende da un sorbo a su café (el hecho de que haya un Starbucks a tres cuadras de la oficina no ayuda a mi bosillo). Hay varias cosas de rutina que hacer: revisar los correos que llegaron durante la noche y contestarlos, hacer dos o tres anotaciones a cosas que se quedaron en el tintero ayer y comenzar con el primer news search del día.
¡¡Y ME SALEN CON ESTO!!
1. La noticia de que Hollywood quiere hacer una película de El Santo
2. No contentos con hacer una película del Santo, quieren que el Enmascarado de Plata sea interpretado por, nada menos y nada más, que Bruce Willis!!!
No sean así. Mi dosis de surrealismo se agotó con el Bejarano affair. Y el día apenas comienza.
La noticia, aquí.
Good Lovin’!
A petición popular y porque estoy convencido de que se requiere de toda la ayuda posible para comenzar a vivir este mundo mañana a mañana, les comparto la canción Good Lovin’ de The Rascals.
Esta rola apareció originalmente en el disco llamado ‘The Young Rascals’ de 1966 y es un cover de una canción original de The Olympics. Good Lovin’ tiene a Eddie Brigati en la voz y las persuciones, a Felix Cavaliere en un majestuoso órgano y a Gene Cornish en la guitarra (estos dos últimos también ayudaban en las voces), mientras que la batería está a cargo de Dino Danelli.
Mi recomendación personal es que la bajen, la quemen y la pongan mientras se bañan por las mañanas. Ya había dicho que probablemente sea una de las terapias más exitosas que existan actualmente, pero también constituyen un buen productivity booster de acuerdo con mi experiencia personal.
Sin más preámbulos, la rola está aquí.