Archive for 2004
Confusiones
Hablando de mezclas…
«Vemos un buen panorama para el País, mientras no confundamos lo político con lo económico, lo económico con lo político, lo político con lo judicial o lo judicial con lo político».
Vicente Fox,
Presidente de México.
El panorama para el País sería mejor, si en el 2000 no hubiéramos confundido al político con el ranchero, al ranchero con el estúpido y al estúpido con el pigmeo mental. ¡No se confundan!
Salva te salva
Originalmente, la sección se llama «De la bolsa de Jaimito el Cartero» y es donde revisamos la correspondencia que llega al correo electrónico (que, desde esta semana, es exlocutor@gmail.com). Sin embargo, en esta ocasión han llegado más preguntas que comentarios y hemos decidido abrir la sección «Salva te salva» en donde la gente manda sus preguntas (no importando si tienen o no que ver con el blog) y aquí su wey se las contesta. Comencemos.
P: Hace un par de horas escuché a un güey decir que no se debe mezclar la política con la economía, ni la economía con la política ¿Es esto posible?
R: Mi estimado, la persona a la que escuchaste decir eso no tiene ni la más pálida idea de lo que está hablando. No sé quién sea (a estas alturas ya todas las declaraciones son iguales, las de Fox, AMLO, Creel o Paquita la del Barrio), pero es claro que debería darse un fuerte golpe en la cabeza a ver si así se le reacomodan algunas neuronas.
La política y la economía (por lo menos la macro y la micro) están fuertemente relacionadas. Una afecta a la otra de una manera directa. Un político no puede menospreciar la economía y un economista no puede menospreciar a la política. Si uno no domina las dos, es muy probable que sea un político o un economísta bastante mediocre.
P: Ahora que has estado viajando en metro, sería interesante saber si ya le diste una hojeada al librito tan famoso que te prestan en el metro para leer en el transcurso de tu camino. ¿y usted que opina?
R: En los días que estuve viajando en el metro no me dieron ningún librito. Desafortunadamente, no fui el único. Parece que a otros cuantos miles de usuarios que venían junto a mí tampoco se los dieron pues no venían leyendo nada. De hecho, me dio una mezcla de coraje/tristeza ver que las personas realmente no van haciendo NADA. No ocupan su tiempo en NADA. No aprovechan esos largos trayectos para hacer algo. Los únicos que veníamos haciendo algo éramos, un señor leyendo ‘Sensacional de Traileros’ y yo, que venía leyendo un libro que luego te recomiendo. Estaba para ponerse a llorar de la depresión o -si eres medio ojete- para ponerte muy contento… pues te das cuenta que si lees, ya estás en ventaja sobre los miles y miles y miles de mexicanos que no leen. Tu lugar para sobresalir está un poco más arriba gracias a que el resto no lee. Claro que, citando a Semidios, en tierra de ciegos, el tuerto no es visto con buenos ojos.
P: ¿Quién fue el décimo séptimo virrey de la Nueva España?
R: (si les digo que aquí está su wey buscándoles las cosas) El décimo séptimo virrey de la Nueva España fue Don Diego López Pacheco Cabrera y Bobadilla, Marqués de Villena, Conde de Xiquena y Duque de Escalona, que gobernó la Nueva España a partir de 1640 y sólo nos duró dos años porque le inventaron que quería darle el territorio a Portugal (él siempre dijo que era un complot en su contra). Se le recuerda especialmente porque llegó a Veracruz en junio pero se presentó al palacio virreinal de la ciudad de México hasta finales de agosto debido a las numerosas celebraciones en honor a su llegada.
P: ¿Sabes cuándo o en dónde podremos ver la película de Michael Moore por la que le dieron la Palma de Oro de Cannes?
R: No tengo ni idea.
P: La canción de Paulina Rubio ‘Nieva Nieva’, utiliza correctamente la conjugación del verbo ‘nevar’?
R: Oooookey… El verbo ‘nevar’ es un verbo defectivo natúreo, también conocido en tus clases de español de la primaria como ‘impersonal’ o ‘unipersonal’. La forma en que Paulina Rubio utiliza el verbo nevar es la correcta, pues el presente del imperativo para ese verbo sí es ‘nieva’, no ‘neva’ que podría ser la otra opción.
P: ¿Cómo le hiciste para meter la cámara al reclusorio y sacar las fotos que posteaste?
R: Híjole! Ya me cansé… esa la respondo en otro post, no?
Links
Amín Cárdenas, corresponsal de SalvadorLeal.com, gasta diariamente sus pupilas en búsqueda de material que resulte interesante para los lectores de este espacio. Algunas veces envía reseñas de películas o discos mientras que en otras ocasiones manda links que hacen la delicia de chicos y grandes aquí en la oficina.
A continuación, les envío algunos de los links más raros/divertidos:
1. Es algo así como la página de inspiración del Dr. Chunga, pero en real. Son algo así como inventos estúpidos japoneses; mi favorito es la mantequilla que viene en presentación de Pritt (como el lápiz adhesivo o como un lipstick gordo) para embarrar en el pan.
2. Si quieres mucho a tu plátano y deseas que nada le haga daño, ¡protégelo! ¡cuídalo! Más información, aquí.
3. No hay nada como aprender yoga en compañía del dirigente mundial más popular del momento. El Virabhadrasana nunca fue tan divertido! Yorch DobleU te dice cómo!
4. El link de la noticia sórdida no podía faltar.
Enjoy!
Los enemigos del futuro
Así como podría hacer un sitcom acerca de los días que trabajé en una estación de radio, podría hacer una serie cómica acerca de la relación con mis papás. Resulta que ellos son economistas (los dos), de la UNAM (los dos), de la generación del movimiento del 68 (mi mamá organizaba mítines and stuff) y fueron expuestos a altas dosis de Marx, Engels y Echeverría.
Imagínense lo que es tener un hijo (que de milagro no se llamó ‘Lágrima de Oso’ o ‘Garra de Ocelote’ o alguno otro de esos nombres que a los hippies les encantaba poner) que, después de muchos años de estar en un ambiente de campo, jorongos de Chinconcuac, agua de jamaica y Serrat, se convierte en un *monstruo* que estudia economía en el ITAM (cuna de la tecnocracia mexicana), le gusta la música electrónica, McDonald’s y no puede vivir sin su palm. A mí me da mucha risa… aunque analizándolo más de cerca, a mis papás les ha de causar serios conflictos educativos.
Dentro de las características que no tengo, hay una muy particular que a mis papás les parece que raya en el cinismo y que para mí es pecar de ingenuidad: las ideologías. Cuando yo veo todo lo que ellos hicieron en la universidad a finales de la década de los sesenta, me parece loable, interesante e histórico… pero para que a mí me saquen hoy en día a la calle a manifestarme a favor o en contra de algo, mínimo me tendrían que cloroformar. El asunto de *expresarse* mediante marchas y mítines me parece no sólo inútil y primitivo, sino también demodé.
Todo esto viene a cuento debido a la próxima cumbre de Jefes de Estado de Latinoamérica y Europa que se realizará en la ciudad de Guadalajara a finales de esta semana. Resulta que los periódicos comienzan a darnos reportes de las actividades que grupos globalifóbicos tendrán a lo largo de esos dos días de encuentro. Nomás lo pienso y no lo entiendo. ¿por qué se manifiestan? ¿creen que así van a cambiar la situación de inequidad por la que actualmente pasa nuestro planeta? ¿piensan que los jefes de estado van a decir ‘híjoles! sí son retehartos… a lo mejor tienen razón y deberíamos cerrar nuestras puertas al comercio internacional’? ¿o es básicamente una forma más elaborada de ‘echar desmadre’?
Recientemente estuve en un foro donde se presentó el índice de Libertad Económica que The Heritage Foundation presenta anualmente junto con The Wall Street Journal. De las primeras cosas que se dijeron, al comenzar a increpar a los ponentes acerca de los *beneficios* que el aumentar las medidas *neoliberales* (Dios, cómo odio ese adjetivo!!) podrían traer a países como México.
Y lo primero que contestó el representante de The Heritage Foundation fue, palabras más, palabras menos: ‘el debate no debe ser entre ideas de izquierda versus ideas de derecha, ni entre liberales versus conservadores… sino entre ideas dinámicas versus ideas estacionarias’ Esto es, ideas que permitan movernos hacia un lugar mejor (apertura de mercados, desaparición de fronteras comerciales, globalización, competitividad, infraestructura) en comparación con ideas que permitan mantener el status quo (economías cerradas, subsidios, aumento del paternalismo gubernamental, «soberanía»).
Ja! Entonces resulta que los cuates globalifóbicos son los individuos más *reaccionarios* que desean que las cosas o se queden como están o regresen a como estábamos hace 30 años; en un país donde el gobierno era omnipotente y omnipresente en los niveles político, económico y social.
La palabra clave aquí, es ‘libertad’. Libertad de ser y hacer sin que el gobierno meta las narices (más que para ejercer el marco legal, obvio); libertad para invertir, para elegir y para decidir; libertad para pensar y para mejorar. Ni siquiera estamos hablando de autonomía (ya ven que la UNAM es ‘autónoma’ pero sigue chupando del presupuesto del gobierno… y que la educación de la mayoría de los niños mexicanos la dan maestros que obedecen a los intereses de la estructura gubernamental), sino de libertad de acción.
Pero bueno, pensarán, eso es lo que piensa un niñito fresa que fue a una universidad privada y que cree que el mundo es un feliz ecosistema constituído por ranitas saltarinas y nubes de algodón de azúcar. Nada, qué! Uno puede ser medio wey, pero no puedes estar ciego ante la situación que vive nuestro país… y ver que parte de los problemas consisten en grupos de personas que, en lugar de ponerse a trabajar, se dedican a perseguir reuniones de jefes de estado para aventarles harina y huevos. ¡Uy! ¡Mufasa!
Luego les sigo platicando del índice de Libertad Económica… el reloj marca que ya es hora de ponerse a chambear.
Go Go Gmail!!
Ya no tenía pensado postear por el día de hoy, pero la siguiente página me dio mucha risa.
Como ustedes saben, Google -el buscador más popular del planeta- está en las pruebas para sacar su correo electrónico: Gmail.
Gmail es una maravilla: tu correo está archivado por tópicos, utilizas un buscador (al estilo google) para encontrar mails pasados y tienes 1 Gigabye de capacidad (sí, has cuentas… Hotmail te da 2 Megas). Todo, desde luego, completamente gratis.
¿Qué necesitas hacer para tener una cuenta en Gmail? Pues ahorita ser de los elegidos por los dioses y tener mucha suerte, porque el programa apenas está en pruebas (más info, aquí). Esto fue precisamente lo que se me hizo muy gracioso: un lugar en donde se postean cosas a ofrecer por una cuenta en Gmail.
La lista va desde online girlfriend for a month hasta an explanation of semiotic theory, from de Saussure on up pasando por una tarjeta VIP para un antro en Noruega, todos los comics de Calvin & Hobbes y Asterix en un CD y un ratoncito, así que da para un buen rato de lectura. Aquí está el link para la página.
¿Y tú? ¿Qué darías por una cuenta en Gmail?
Si se te ocurren ideas, mándalas a mi nuevo correo electrónico: exlocutor@gmail.com
Las cinco del viernes
Este post debería estar dedicado a responder todas las dudas que ‘Jailhouse Rock’ ha provocado… pero mejor le vamos a dar un tiempecito y las respondemos el lunes. Así que, como no hay nada mejor que hacer, regresaremos a contestar las clásicas 5 del viernes.
1) ¿Cuál es tu libro favorito?
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuchale! Preguntarme cuál es mi libro favorito es como preguntarme cuál es mi canción favorita.. -ejem- creo que esa es la pregunta no. 4 (diablos!!). Mmmmmmmm, no sé. ¿Un sólo libro? ¿no puede ser un autor? Híjole… y aunque fuera un autor, está muy cañón.
Mejor les dejo que ustedes escojan mi libro favorito de la siguiente terna:
1.- Las buenas conciencias, de Carlos Fuentes. Grandiosa narración acerca de un cuante como tú y como yo, pero que vive en el siglo 19 y es víctima de una sociedad hipócrita, intolerante y mocha… como la sociedad actual, curiosamente.
2.- Shampoo Planet, de Douglas Coupland. Si tuviera que escoger un gurú a quien seguir durante el resto de mi vida, sería este autor. Me habla en un lenguaje plástico *pop* que entiendo porque fui criado en él. Me habla de lugares artificiales donde el jugo de naranja es hecho por naranjas que nunca han conocido la lluvia verdadera… y eso me encanta.
3.- Estas ruinas que ves, de Jorge Ibargüengoitia. Una vez que caes preso en alguno de los libros de Jorge, es muy probable que quieras leer toda su obra (no es mucha, no te apures). Esta obra en particular se desarrolla en la provincia mexicana y la verdad me da mucha risa, será porque he vivido en ella y reconozco fácilmente las manías que se desarrollan en el libro.
2) ¿Cuál es tu película favorita?
Okey…. creo que estás ‘5 del viernes’ no nos van a llevar muy lejos. Tampoco tengo UNA sola película favorita. El cine es algo que me apasiona y no puedo quedarme con únicamente un film. Hagamos el mismo ejercicio que con la pregunta 1.
1.- Peter Pan, la versión de Walt Disney. Lo siento, son fan-fan-fan de esta muvi. Pero MUY fan. La historia está perfectamente hilada, los personajes son grandiosos y el Capitán Garfio es el mejor Villano Disney™ que hay. El doblaje mexicano supera por mucho a la versión en inglés, lo mismo que las canciones. Que les puedo yo decir… Peter Pan Rocks!
2.- Citizen Kane, de Orson Welles. A riesgo de caer en un lugar común, es una de mis películas favoritas. Saber la historia detrás de la realización de la muvi intensifica aún más mi admiración. El viaje a través de la vida de Charles Foster Kane y su personalidad, descubre al hombre que, por lo menos en mi caso, llevamos dentro. Sólo ‘El Padrino’ podría competir con la cantidad de ‘citas citables’ para ser usadas en toda ocasión.
3.- Y aquí estoy en duda… si digo ‘The Sound of Music’ va a sonar demasiado gay; pero si digo ‘Fight Club’ se pasa de rudo. Finalmente las dos me gustan, pero no sé… Mmmmmmm, okey! La tercera es Motorama de Barry Shils. Me encantan los temas apocalípticos, post-apocalípticos o de distopías (lo contrario a utopías) y Motorama es una excelente muestra de ese gusto sórdido (luego les platico de mi colección de películas acerca del *fin del mundo*)
3) ¿Cuál es tu sabor de helado favorito?
Ese sí está fácil. Lo único complicado es escoger el lugar.
En Baskin & Robbins, Pralines n’ Cream. En Santa Clara, el helado escocés. En McDonald’s, el McFlurry de Oreo. En Il Ricco (Altavista esq. con Revolución), el de manzana verde.
4) ¿Cuál es tu canción favorita?
Aquí sí pido tregua y lamento no poner UNA canción favorita. Lo siento. Me declaro un amante de toda la música y puede ser mi favolita lo mismo ‘Quítame a ese hombre’ de Pilar Montenegro que ‘Where is my mind?’ de los Pixies, o ‘A Day in the Life’ de los Beatles, ‘Champagne Supernova’ de Oasis, ‘Sing’ de Blur o ‘Horny’ de Mousse T. Lo siento, soy incapaz de contestar esta pregunta.
5) ¿Cuál es tu ciudad favorita?
Esto es sencillo. Londres.
Siempre me ha gustado y siempre me gustará. Digo, la ciudad de México es bonita y me gusta vivir aquí… pero Londres es uno de los lugares más increíbles del planeta. ¿Mi segunda ciudad favorita? Probablemente Guanajuato o si no, Tapalpa, en Jalisco. Si nunca han escuchado de esta última ciudad, créanme… es un sueño.
Jailhouse Rock
Cuando yo estaba en la prepa hice una lista de las cosas que tenía que hacer antes de cumplir los 21 años. La lista estaba llena de cosas como ‘lanzarme de paracaídas’, ‘navegar por el Amazonas’ y ‘viajar en submarino’. Dentro de el resto de actividades que tenía que cumplir en tiempo récord, estaba una que en aquel momento que la escribí me llenó de curiosidad pero que ahora que lo he experimentado, puedo tacharlo de la lista y esperar jamás volver a estar en una situación así.
No. No tiene que ver con la zoofilia o el bondage. Una de las cosas que estaba en mi lista era ‘pasar una noche en la cárcel’.
Pues resulta que tuve la oportunidad de visitar un reclusorio. Una vez adentro no me sentí ni oprimido ni encerrado ni mucho menos. Quizás eso fue lo más aterrador.
El reclusorio no se parece a las cárceles que vemos en la televisión. Más bien es como un enorme campus universitario con varios edificios y áreas libres. Los pasillos sí están enrejados, pero una vez que llegas a un ‘área común’, te sientes como si estuvieras en un parque de alguno de los cinturones de misera que pululan alrededor de la ciudad de México.
El uniforme reglamentario es de color caqui y no está homogeneizado en todos los reos, esto es, no hay un sólo modelito sino que la ropa que tengas, con tal de que sea de ese color, sirve. Hay una parte baja que está cubierta con lonas en donde se vende de todo… y ‘de todo’ cubre un rango que comienza con quesadillas y garnachas para terminar con armas y drogas.
El ambiente se siente pesado. El olor es muy característico y se te queda por mucho tiempo después de que ya has salido de ahí. La gente se te queda viendo de una manera bastante extraña y prefiero no darle interpretación a los pensamientos de los reos.
Es una pequeña sociedad donde -ahora sí, muy parecido a las cárceles de las películas- hay varias personalidades: los líderes que traen a su achichincles a un lado, los apestados que aún no se recuperan de la última golpiza, los flojos que no hacen nada y los deportistas que se pasan el tiempo haciendo ejercicio. Todo tiene precio: sentarte en la sombra, dormir con cobijas, no ser molestado. Hasta pareciera que resulta más caro vivir adentro que estar afuera.
Los reos no le tienen miedo a platicar. Muchos de ellos inclusive toman la iniciativa. El problema es cuando comienzan a preguntarte cosas demasiado personales como ‘¿en qué colonia vives?’ o ‘qué bonito reloj…¿dónde lo compraste?’.
La zona de la cocina y la panadería está aparte y cuando llegamos estaban lavando la primera y preparando los bolillos en la segunda. Esa mañana habían dado pancita de desayuno y, aunque me encanta la pancita, el olor penetrante que se desprenden los restos de 3000 raciones en el piso mezclado con agua jabonosa y manteca, me revolvieron el estómago. Los bolillos, por otro lado, olían delicioso.
Los reos escuchan radio y ven televisión. Me acordé mucho de mi antigua jefa en W que decía ‘nunca sabes quién te está escuchando… ni en dónde’. En efecto, los reclusos también bailan ‘La mesa que más aplauda’.
He escrito este post de una manera tan poco fluida debido a que he tratado de acomodar los recuerdos y las sensaciones que tengo en la memoria para darle un poco de orden a un lugar en donde la coherencia no es una virtud que sobresalga.
Salir de ahí es extraño. Al inicio les decía que no me sentí ni oprimido ni encerrado, pero al salir sí se siente una diferencia. No podría describirla, pero es más palpable afuera que adentro.
Asi que… ya visité el reclusorio. Puedo tachar eso de mi lista. Y sí, pensando en todos los que jamás hemos visto la cárcel por dentro, logré meter mi cámara; no es por presumir, pero sacar fotos en el reclusorio es algo prácticamente imposible. Si quieren ver las fotos, entren a la galería de SalvadorLeal.com
Nota: Tooooodavía no aprendo a ponerle pie de foto a las imágenes, pero hay una pequeña explicación de cada una de ellas si dejan el cursor sobre la foto durante más de tres segundos.
…será?
Navengado por la blogósfera, me encuentro un sitio para registrar blogs mexicanos (para ir, aquí). En donde, después de registrame, me pongo curiosear.
Paso por la parte de blogs divididos por categorías y OBvio entro en donde dice ‘Sexo’. Son seis únicamente, pero la descripción del segundo en la lista me pega como un golpe que aún no defino si es de sabiduría o de insensatez :
«Así viven los hombres» Escribe: Ludovico Mal – Idioma: Español. Una mirada sobre el paisaje urbano y sus habitantes. Y lo pongo en la categoria sexo porque hables de lo que hables, estás hablando de sexo, o de política, es lo mismo.
¿Será?
Help!
Recuerdo aquellas películas de Enrique Guzmán y César Costa donde el hijo bueno (siempre interpretado por el que sería co-conductor de Un Nuevo Día) salía de la universidad y comenzaba a trabajar arduamente en alguna labor ardua pero relacionada con su carrera. Si estudió derecho, comenzaba en algún despacho de donde se enamoraba de la hija del socio principal; si estudió medicina, entraba a algúna hospital donde se enamoraba de la hija de algún paciente rico, etc. Fuera lo que fuera, lo que hacía al cobrar su primer cheque era comprarle una lavadora (o algún otro aditamento doméstico) a su mamá o a su abuelita. Con el segundo cheque, compraba un coche. Modesto, usado… pero compraba su cochecito para ir de su casa a su trabajo.
Desde aquella época de agujetas de color de rosa y crinolinas para acá, muchas cosas han pasado, comenzando con el fin del Desarrollo Estabilizador y terminando con el Error de Diciembre. Y es por eso que el día de hoy, con el primer sueldo de un recién egresado de la universidad no alcanza ya no digamos para una lavadora, ni siquiera para una bolsita de Ariel… mucho menos para un coche!
Todo esto viene a cuento porque lo primero que me hubiera gustado comprar con mi sueldo, hubiera sido un coche. Ante la imposibilidad de que esto sucediera, decidí hacerme más *productivo* y decidí comprarme una laptop para poder trabajar en cualquier parte que se me antojara. Que estoy en Acapulco y entre chela y chela se me antoja revizar ese reporte que tengo que entregar el lunes… pues ahí está la compu; que me fui de campamento y a la mitad de la noche se me antoja hacer una tablita de excel para ver cuánto tiempo vamos a durar sin agua… pues ahí está la laptop; que estoy en el tráfico y necesito aprenderme la presentación de power point que voy a utilizar en cuanto llegue con algún cliente… pues igual.
Orson llegó a mi vida y desde entonces somos casi inseparables. Desde que pusieron internet inalámbrico aquí en la oficina puedo revisar mis correos hasta en el baño! No se diga bloggear o chatear por messenger. Mi laptop tiene ese nombre en honor del ser humano que más se acerca a lo que podríamos considerar como un role model: Orson Welles. Creo que si a los 23 logras aterrorizar a Nueva York con un programa de radio y a los 26 haces la mejor película de la historia del cine, tienes algo de mérito, ¿no?
En fin, el caso es que Orson y yo hemos llevado una relación estable basada en el mutuo respeto. No me genera demasiados problemas, es bastante versátil y además tiene reproductor de DVD, lo que lo hace el compañero ideal para esos momentos de aburrimiento oficinezco. Sin embargo, hace algunas semanas surgió un problema.
En la barra de Inicio, apareció sorpresiva e intempestivamente, el día de la semana en la que estamos. Así nomás. Abajito de donde dice la hora, salió ‘Lunes’ y luego ‘Martes’ y así…
El que haya aparecido el día de la semana no es un detalle menor; por un lado, no lo puedo quitar. No importa si le doy en configuración, en propiedades de la barra de inicio o en pantalla. Simple y sencillamente no hay cómo quitarlo de manera ‘convencional’. Por el otro lado, el hecho de que haya aparecido el día de la semana justo abajo de la hora, hizo que todos los iconitos que están en la barra de Inicio se hayan hecho más *gordos* y que se vean medio chafones.
Aquí, una prueba:
Aquí viene la pregunta… ¿¿¿ALGUIEN SABE CÓMO QUITARLE EL DÍA DE LA SEMANA A LA BARRA DE INICIO???
He consultado con dos de los mejores ingenieros que conozco y ninguno de los dos ha dado con la solución. Posteé un mensajito en la página de Microsoft y el único wey que me contestó (tres semanas después) en pocas palabras me dijo que ‘no tenía a la mano esa información’.
Ahora ya no estoy pidiendo ayuda, puesto que estoy desesperado. Más bien estoy ofreciendo una recompensa. Estoy ofreciendo pagar una comidita de $200.00 a aquella persona que logre darme las instrucciones necesarias para resolver mi problema.
Sé que hay lectores de este blog que viven fuera del Distrito Federal o que simplemente no me conocen personalmente por lo que la comidita se volvería algo poco práctico. Aquí, públicamente, me comprometo a depositar en la cuenta de su banco de preferencia (o hasta a enviarlo por Western Union!) la cantidad de doscientos pesos 00/100 M.N. si son ustedes los que resuelven el problema que tiene a Orson y a mí, transitando por la calle de la amargura.
Para las propuestas de solución, se tienen dos correos abiertos las veinticuatro horas del día: exlocutor@yahoo.com y exlocutor@hotmail.com
¡Que gane el mejor!
Cosas nuevas
Cuando la chamba es mucha, la creatividad huye de mi sesera. Afortunadamente, la comunidad de SalvadorLeal.com sale al rescate y hoy estrenamos dos nuevos escritos en la página. El primero es de Eduardo Nigma en donde le da una repasada al soundtrack de Kill Bill Vol. 2 (maldita sea, cuento las horas!!) y si le quieren echar un vistazo, está en la sección ‘escucha‘.
El otro es nuestro famoso colaborador Héctor Pada que, después de muchas vueltas, decide terminar con sus reflexiones acerca de la piratería musical. Su escrito está en ‘lee‘.
Yo, mientras tanto, le sigo dando a esto del ‘pan nuestro de cada día con el sudor de mi frente’. Aprovecho para felicitar al banano en su cumple. Felicidades blogger bud!!