Archive for the ‘blog’ Category
Mucho
Como debe ser.
Mucho estrés. Mucha tensión. Mucha incertidumbre. Y al final, pues final feliz.
Yastá, ya pasé mi examen profesional.
Les debo los detalles para la próxima.
Mientras, vayan pensando cómo me van a festejar los cinco años de este blog que se cumplen el próximo 28 de diciembre.
(WTF!! 5 fucking años!!)
El blog
Cualquiera que haya tenido algún tipo de problema relacionado con escribir un blog personal se puede llamar, con todas sus letras, un bloggero. Y hay un tema que un bloggero simplemente no puede soltar porque es un tema con el que le cuesta trabajo lidiar: la autocensura.
Junten a dos o tres de sus cuates bloggeros; junten a un grupo de bloggers en un Chelas & Blogs y verán que, de repente, la conversación se vuelve de reunión de Alcohólicos Anónimos en donde cada uno va contando lo difícil que le resulta vivir cosas que no puede publicar por temor a que alguien se enfade, a que le traiga problemas en la chamba o a que después pueda ser usado en tu contra.
Ejemplos sobran en esos momentos. Digo, creo que muchos leímos, cuando abrimos nuestra cuenta en Blogger (que aún no era comprada por Google, those were the days) una serie de recomendaciones que comenzaban con un sencillo «no seas estúpido, piensa dos veces las cosas antes de publicarlas». Y uno no hacía caso y de repente, del comentario más inocente (o el más divertido, en la mayoría de los casos), llegaban amigos y conocidos a reclamarte «oye, si la fiesta te aburría tanto, ¿por qué fuiste?», «no puedo creer que pienses eso de mí… porque ese del que escribes obviamente soy yo», «tus tías son tan agradables y tú las describes como verdaderos monstruos», «oye, yo también estaba en esa aventura y nomás no aparecí jamás!».
Así que, después del quinto enojo, uno aprendía a guardarse ciertas cosas y no publicarlas, sabiendo que le causarían problemas. Uno, hay que afrontarlo, escribe con un poco de tiento (por no decir «miedo»). Pero, además, sucede un fenómeno curioso. Cuando llega el clásico tipo que comenta que tu post apesta, tienes la capacidad suficiente de decir «hey, imbécil, si no te gusta, vete a leer a otro lado». Claro, cuando llega alguien ‘en la vida real’ a reclamarte, lo único que atinas a responder es algo así como «esteeee, sí… bueno, yoooo… es que ese no eres tu; de verdad!». Patético.
Conozco varios casos en que la cosa no termina bien. O para el bloggero o para el blog. Unos dejan de escribir para siempre, a otros se les pasa después de un rato y deciden volver a publicar pero «ahora sí, anónimo, para que nadie se entere». Eso es lo que les dicen a sus contactos de messenger y compañeros de crimen. Por que ese es otro. Los que escriben blogs (aquí incluyo mis filias personales) nos sentimos un poco Clark Kent y Superman; de día somos Alicia, Elsa, Christian, Armando o Luis, unos mansos trabajadores en las filas laborales y por las noches nos convertimos en Alice, Yosola, Semidios, WOMS o Huevo, ácidos observadores de la realidad en la que vivimos.
De esto se desprende que la tarea del bloggero no es apta para personas con delirio de persecusión. Uno que lleva el suficiente tiempo en esto, sabe perfectamente cuántos llegaron a su blog buscando palabras clave en el último post o a través de una búsqueda en Google con su nombre verdadero. Y, alguien con verdadera obsesión podría estar preguntándose todo el día cuántas personas de su oficina saben que, uno, además de ser un disciplinado burócrata, también escribe sandeces en internet.
Si en mis manos estuviera, propondría que en la siguiente Semana de la Comunicación de alguna universidad, o Coloquio de Blogs, o Encuentro Bloggero o algo así en donde la gente se junta a platicar del presente y futuro de la blogocosa, yo organizaría una mesa redonda en donde la gente pudiera exponer sus frustraciones (y opiniones también) generadas por la autocensura a la que se ven expuestos los escritores de blogs personales.
Yo nomás me dedicaría a moderar la conversación. Obvio. ¿Quién les ha dicho que este es un blog personal?
Magritte
Robado vilmente a Patricio Betteo (¡aplausos!)
Entrelíneas
SalvadorLeal.com era el nombre. Como subtítulo tenía «Menos Crest y Más Zubrowka».
Así era este blog en los inicios. Yo acaba de salir de Procter & Gamble (hence la referencia al Crest) y el subtítulo invitaba al consumo del que, a pesar de los años, continúa siendo mi vodka favorito: el Zubrowka.
El Zubrowka es un vodka de color amarillento que tiene una larga vara de pasto en la botella. Dice la leyenda que ese tipo de pasto tiene propiedades afrodisiacas y que dicha hierba es la causante de que en Polonia todavía haya bisontes vivos. De hecho, la etiqueta del vodka trae un bonito bisonte. La recomendación de los conocedores es que se toma frío, sin hielos y casi-casi de Hidalgo; yo lo prefiero en un vaso de whisky, con hielitos y con sorbos pequeños. Mezclarlo es una grosería. A pesar de que se toma frío, jamás me lo he tomado (ni me lo tomaré) en la playa o en alguna calurosa noche citadina; el Zubrowka es perfecto para las posadas y fiestas de fin de año.
Conocí el Zubrowka gracias a Joe y Peter, en aquel aciago año del 2001. Los tres somos fanáticos del vodka y del vino tinto. En aquellos nuestros años universitarios, tomábamos Zubrowka porque era bueno y barato. Ahora sólo es bueno. Desde siempre lo he comprado en el Palacio de Hierro, sólo que antes costaba $70 pesos y ahora sale en más del doble. Recuerdo que un amigo de WFM se sorprendió de saber que en El Palacio® vendían buen chupe barato. Del puro gusto compró una botella y me la regaló.
Cada vez que terminaba el semestre del verano, se celebraba (se celebra) en mi universidad un festejo denominado «Los Mariachis». No hay mucha ciencia. La celebración consistía en conmemorar la tradicional salida de una generación más de alumnos acompañados de mariachi; el único detalle era que se hacían dentro de las instalaciones de la escuela, la noche de un jueves y con cantidades estúpidas de alcohol. Yo, como buen wallflower que era en la universidad ni quería ir ni quería celebrar ni nada de nada. Esa noche, un amigo, que ni siquiera estudiaba en mi universidad, pasó por mí con una botella de Zubrowka y me obligó a ir. Nunca le pude agradecer el detalle.
Hoy tomo más vino tinto que vodka. Antes tomaba puro vodka. Ron casi nunca. Tequila jamás. El Bacardí Limón con refresco de manzana me sigue gustando pero ahora me da un poco de flojera. En la prepa la bebida era el ‘Moradito’ (vodka [Absolut, obvio]) con jugo de uva.
Me quedé pensando en la expresión «de Hidalgo». ¿Se entenderá en otras partes de Latinoamérica? ¿Tendrá alguna referencia al Padre de la Patria? ¿O se referirá a los antiguos hidalgos españoles (i.e. el Ingenioso _______ Don Quijote de la Mancha)? Si se refiere a Don Miguel, ¿a qué momento histórico homenajeará el tomarse un trago de un solo golpe? El Grito de Dolores no necesariamente fue tan intempestivo, y cuando llega a la Ciudad de México, justamente peca de conservador en lugar de ser arrojado, osado y valiente. Misterio.
Juro que me he tardado en escribir por una falta absoluta de tiempo, que no de ideas. El WordPress lo sabe mejor que yo: hay 70 borradores de posts con temas de todo tipo. Unos apenas son frases de recordatorio mientras que otros son posts con piernas bastante bien desarrolladas que sólo necesitan un empujoncito para comenzar a correr. «Closure», por ejemplo, habla de las últimas películas que he visto (Batman y Wall-E, entre otras), mientras que «WorkOut» es acerca de mi nuevo acercamiento a los gimnasios. Por que sí, estoy yendo periódicamente -demasiado periódicamente- a un gimnasio. Y no a cualquier gimnasio. No, señor. Voy a El Califa de los Gimnasios, al lugar en donde te encuentras a medio mundo de la farándula, los famosos y la socialité. Con decirles que Pocholo y Javier Solórzano están entre mis compañeros de caminadora. Y jamás me había percatado de lo parecidos que son.
«Charlie» es un título provisional para recomendarles que vean, bajen o se pirateen la película de «Charlie Bartlett». Desde «Rushmore», ninguna película le había gustado tanto a mi alter-ego interior. «Monogamia» es un ensayo acerca de cómo la monogamia es lo de hoy, mañana y siempre. Surgió de un par de comentarios y de varios posts que he leído en contra de la monogamia y a los que decidí contestar evitando -como siempre- la mochez y el conservadurismo.
Los posts poco a poco se van haciendo más viejos y muchos de ellos pierden su valor original. «Querido Diego Luna:», por ejemplo, era una carta al actor de «Y tu mamá también» en donde hablaba de lo complicado que es explicarle a personas que recién conoces el hecho de que tengas un blog. Por eso le pedía a él que abriera uno, de tal forma que se pusieran de moda y que así uno pudiera decir «escribo en internet como lo hace Diego Luna» en lugar de comenzar a hablarle a la gente de lenguajes HTML, feeds, posts y contadores de hits. ¡Hoy ese post ya perdió su encanto pues hasta López Dóriga tiene uno!
«El GPS de tu vida» lo escribí un poco antes de casarme, pero nunca me gustó su desarrollo. La idea, que es de W.J. Wallace, acerca de tener un GPS que te dijera en qué momento de tu vida estabas, me encantaba. Pero la verdad es que el tema de la incertidumbre ya no me atrae tanto como antes. El estrés de saber si estás en un McJob, preguntarte si tres años es demasiado tiempo sabático o si ya va siendo hora de tener un hijo, todo ello gracias a este GPS, me ha dejado de interesar.
Al igual que el Bacardí Limón con refresco de manzana, supongo.
Terror
Yo pensé que lo más aterrorizante de regresar al trabajo sería revisar mi correo electrónico.
Pero no.
El Google Reader no lo quiero ni abrir…
Monterroso 2.0
Gracias a Bef, he descubierto el blog de José Luis Zárate.
En su blog, Zárate escribe cuentos, minificciones, historias de menos de 140 caracteres. Apenas lo que cabe en un mensaje SMS (abro paréntesis: creo que debemos buscar un mejor sinónimo de «mensajes SMS» que el clásico «mensajito»).
Y no sólo eso. En su twitter, José Luis hace lo mismo pero en una sola línea. Y hay unos verdaderamente interesantes. Sobretodo porque, en un ataque de creatividad, una sola línea te remite a un universo de posibilidades literarias.
Si en algún momento te quedaste sin ideas para desarrollar aquella historia corta que querías escribir, date una vuelta a su blog o a su twitter.
Two thumbs up!
Sock III
¿Pero qué le pasa a este país?
¿En qué momento me mudé a Suiza? ¿O a Noruega?
Primero, internet en el camión. Y ahora, internet GRATIS en mi cuarto de hotel.
De nuevo, y con todas las formalidades, nombro al Hotel Plaza Camelinas de Querétaro un hotel Blogger Friendly.
Me cae que nomás por eso les perdono que no tengan Room Service las 24hrs.
Shock
Estoy en verdadero shock…
Resulta que voy trepado en un autobús ETN rumbo a la hermana república de Querétaro.
Y pus que prendo la compu para ver si trabajo un rato… y que descubro que ETN tiene internet abordo!!
Déjenme lo digo de nuevo. ETN TIENE INTERNET INALÁMBRICO GRATIS EN SUS CAMIONES.
Desde aquí, en humilde pero significativa ceremonia, nombro a ETN como la primera línea de autobuses Blogger Friendly.
AJÚA!
Comunicación Social
La NASA avisó que había agua en Marte a través de un twit en su Twitter.
Y a uno que le enseñan que en Comunicación Institucional hay que hacer boletines de prensa, enviarlo a los medios, llamar a ‘la fuente’… para que todo se reduzca a abrir tu cuenta en Twitter y conseguirte followers.
Damn!
Más (incluido, ahora sí, un boletín de prensa), aquí.
Idea
¿Y si YouTube pudiera tener un playlist en donde poner tus videos favoritos?
Se me ocurrió hoy que quería escuchar sólo canciones de un artista y no traigo las bocinas de mi iPod. Así que abrí YouTube, busqué los videos de dicho artista y cerré la ventana para sólo escuchar canciones. Claro que, cuando se acaba el video, hay que abrir de nuevo y picarle a otra canción.
El paso siguiente es muy lógico: un playlist que te permita escoger los videos que quieres ver uno tras otro. Esto sirve para dos cosas. La primera es que te permite tener tu propio MTV (o VH1, dependiendo de tu edad) con los videos que quieres y los contenidos que te gusta ver. La segunda creo que tiene más potencial, pues podrías hacer públicas tus preferencias y, entonces sí, hacer tu propio canal de televisión vía internet.
Los contenidos serían, por supuesto, las cosas que te gustan: tus comerciales favoritos, tus videos y/o conciertos de la banda que más te lata y hasta los programas que están subidos ahí y que quieras que el resto de las personas conozcan. Eso sin incluir tu propio programa (videoblog) que subas periódicamente y que esté, OBVIAMENTE, en tu horario prime time.
¿Alguien de YouTube me está escuchando?