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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for 2007

Cinco y Uno

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Robo la idea vilmente de Doña Socorro y Rojo/Mon: Cinco odios y un agrado.

1. ODIO los lápices. El sonido desquiciante que hacen cuando uno escribe me puede arruinar la mañana. Y lo peor es que pareciera que el 70% del presupuesto de mi oficina se va en la compra de lápices.

2. ODIO las tapas del pan Bimbo. No me des un sandwich de tapas, mejor miéntame la madre.

3. ODIO a las personas que SIEMPRE tienen que opinar. No importa si es un tema clavadísimo de mecánica de suelos o la última idiotez de Britney Spears, hay gente que tiene que opinar de absolutamente todo. Lo peor, es que generalmente son personas con una estrechez de pensamiento espeluznante.

4. ODIO las tareas repetitivas yet necesarias de la vida. Léase: lavar el coche, bolearse los zapatos, tender la cama… Siento que pierdo valiosos minutos de mi vida que nunca nadie me va a regresar.

5. ODIO que me digan que algo «no se puede».

Y ahora, el gusto.

1. Me ENCANTA el sabor del limón concentrado con cerveza en ese último sorbo que se le da a las micheladas.

Paso este batón a:
Semidios
Arbol Fest
Ruy Feben
Ecoroberto
DC Miguel
y el pilón: W.J. Porter

Written by Salvador Leal

abril 26th, 2007 at 6:51 pm

Quickie

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1. Se me hace chafísima escribir en un blog lo muy ocupado que has estado y cómo no has tenido tiempo para escribir… pero prometo que en esta ocasión es cierto. Estoy escribiendo ahorita porque le estoy robando tiempo a los 10 minutos que tuve para comer el día de hoy. No me la creo… estoy trabajando como nunca. Espero que crecer no implique aumentar la cantidad de horas trabajadas. Si eso fuera así, para cuando cumpla cuarenta años voy a quedar debiéndole tiempo a la vida.

2. Pedí de comer en Sushi Itto. Pedí ahí porque no me quedó de otra y porque soy tan nuevo en mi chamba y me tiene tan absorbido el mundo laboral que no he tenido tiempo de saber qué diablos hay de comer por aquí cerca. El folleto de Sushi Itto lo encontré abandonado en un cajón de mi escritorio (de alguien que lo dejó como símbolo de buena fe) y ya van varias veces que lo utilizo cuando el tiempo no me da para comer.

3. Me sorprende lo caro y lo miserables que son en Sushi Itto. De impactarse. Un Pollo Itto y un Baby Squid, ka-ching, $106.00 MX. Y ni siquiera me lleno del todo. ¡Ah! y no son $106.00, son $106.05. Resulta que en realidad la orden es de $101.00 pero le agregan el 5% por el envío ($5.05). ¿Cómo me sentiría si la señorita del Sushi Itto me dijera que son «ciento seis pesos con cinco centavos»?

4. Ahondando más en el tema, creo que tengo un issue con las propinas. Hace un par de días escuché en una de esas pláticas que se dan antes de una junta, a alguien disertando acerca de cuánto dar de propinas. Fue una lástima que parte de mi chamba consistiera en no socializar. Me cae que él y yo podríamos ser los mejores amigos.
Cuando voy a un restaurante y el servicio fue magnífico (remárquese la palabra «magnífico»), doy el 15%. Si el servicio fue entre bueno y normal, el 10%. Si el servicio fue francamente malo (me ha sucedido), me paro sin dar propina. En muchas cosas me considero alguien ‘espléndido’… pero en lo que se refiere a la propina soy un Perro del Mal®. Mis amigos me tachan de miserable, amargado y tacaño. Según yo, le hago saber a otra persona mi opinión acerca de su labor de la única manera que realmente cuenta: quitándole o agregándole pesos a su ingreso.

5. En las gasolineras, me molesta que todos consideren como aceptable una propina fija de entre 5 y 10 pesos por carga. ¿Se han fijado? Uno llega, le ponen la gasolina, pagas y le das cinco pesos al monín que hizo el enoooorme esfuerzo de sacar la bomba, abrir el tanque y apretarle a la palanquita para que salga la gasolina. Ka-ching, cinco pesos.
Cuando el fulanito me agarra de buenas, le doy dos pesos. Si me limpió el parabrisas y checó el aire de las llantas, cinco. No doy diez pesos de propina en la gasolinera ni en drogas.

6. Una vez mi papá me dijo que esa propina que yo daba era el único medio de supervivencia de los cuates que trabajan en la gasolinera y que por lo tanto no debía ser tan marro con ellos. Aún sigo esperando la explicación de por qué yo tengo que resolver el problema laboral de las gasolineras pagando un precio muy inflado por una labor que podría hacer, ya no digan un robot, sino probablemente hasta un mono amaestrado. Es más, ver a un mono cargando gasolina, a parte de todo, sería divertido. Por eso sí pagaría cinco pesos. Hasta diez.

7. Creo que ya sé la razón del sobreprecio de Sushi Itto. Para la orden de una sola persona, me mandaron cuatro salsas distintas. ¡CUATRO! La normal de soya, una de soya con chiles toreados, una que es como miel negra y otra que es más cremosa, tiene mayonesa hasta arriba y que es la única que realmente utilizo. ¿Cuánto ahorraría Sushi Itto si le preguntara a la gente qué salsa quiere en lugar de gastar a lo wey en salsas? ¿Cuánto de ese ahorro se podría pasar al consumidor?

8. Ya me voy. Me da gusto no haber posteado acerca de mis posts pendientes, de mis recomendaciones musicales o de cómo no he podido subir archivos a mi servidor y eso ha provocado que tenga varios post en cola de publicación. Maldito Sushi Itto. Todavía tengo hambre.

Written by Salvador Leal

abril 24th, 2007 at 4:17 pm

Atento Aviso:

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Desde hace varias semanas, el tema del aborto es el clásico tema que está en todos lados, del que todo el mundo habla (muchos, haciendo gala de la enorme ignorancia que cargan), del que todo el mundo opina (varios más, haciendo gala de los enormes prejuicios que cargan) y del que todos queremos tener una postura clara que nos haga estar de un lado (los mochos) o del otro (los asesinos).

Te subes a un taxi, estas en una sala de juntas antes de la reunión, platicas antes de comenzar la comida propiamente… y no falla, el tema del aborto entra tan fácilmente como entraba AMLO a la conversación en el ya lejano 2006.

Sirva este post de aviso. Ni me intenten hacer plática del tema. Lean todo mi blog y vean que creo fervientemente en la libertad de los individuos. Sepan que estoy a favor de que las mujeres puedan abortar, de la misma manera que estoy a favor de la eutanasia y la muerte asistida. Y sí, me sigo llamando católico y también puedo defender mi fe (la poca que queda después de cada homilía del Cardenal Norberto Rivera). Discutir del tema y tratar de llegar a un resultado es tan estéril como las conversaciones entre gente a la que le gustan las corridas de toros y personas a las que no.

Por lo tanto, podemos hablar de lo que ustedes quieran. Hasta de Economía (puaj!) si quieren, pero ahórrense el tema del aborto conmigo.

Por su atención, miel gracias.

Written by Salvador Leal

abril 16th, 2007 at 3:09 pm

Pe pe pe

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Es la onomatopeya que significa «boda». En México, uno dice «boda» y lo primero que piensa no es en la marcha nupcial, ni en los votos matrimoniales, ni en el amor eterno. En mi país, uno dice boda y lo que viene a la mente es una fiesta en donde sólo se toca música de boda. Y la música de boda significa una cosa: pe-pe-pe.
¿Aún no?
Okey, suban sus manos al aire, muévanlas como si estuvieran aplaudiendo en el lenguaje de sordomudos (o como si tuvieras un ataque de parkinson pero con los dedos mirando directo hacia el cielo). ¿Ya? Ahora dí: pe-pe-pe-pepepé, pe-pe-pe-pepepé, pe-pe-pe-pe-pe-pe-pepé.

Ahora descubran que esa canción es original del genio brasileño Jorge Ben Jor, que se llama Taj Mahal y que uno no debería decir «pe-pe-pe», sino «te-te-terereré, te-te-terereré, te-te-terereré-reré»

A la mitad de la canción, yo ya estaba de pie, casi recuperado de mi enfermedad (casi). En el momento del ‘solo’ de violines, simplemente me desmayé. Magnífico. Infaltable. Y perfecto para el viernes. ¡OBÁ!

Written by Salvador Leal

abril 13th, 2007 at 12:26 am

Posted in música

La Caja de Petri

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1. Si yo tuviera una columna en un periódico de circulación nacional -y no en este blog de 3 varos que tiene circulación quesque global- así se llamaría: ‘La Caja de Petri’. O ‘El Buey en la Barranca’, as in «sacaremos a ese buey de la barranca…». O ‘Glissando’, que es un término musical con el que me identifico mucho y que me gusta bastante.

2. Estoy enfermo desde el lunes por la mañana. Ayer de plano ya no pude más y tuve que faltar a la chamba. Para un ñoño de mis dimensiones eso es casi inconcebible… Estuve delirando y todo el rollo.

En uno de mis sueños/delirios, yo estaba en una reunión súper seria de mi oficina en donde, después de que cada uno de los asistentes se echaba un rollo mega clavado, un tipo al fondo se paraba y decía «¿y cuándo entra Jack Bauer?». Pocas veces mis sueños/delirios habían tenido tanta coherencia, hasta que terminaba la ponencia del asistente a la reunión y saltaba la frase. Y vuelta a la clavadez económica y financiera. ¿De dónde saqué la frase? Misterio.

3. Durante mi enfermedad, me di cuenta que, para toda enfermedad, existen ventanas de 20-30 minutos en donde ya no te sientes tan mal, el mundo se ve de otro color y crees que realmente vas a poder hacer muchas de las cosas que tienes pendientes. Te bañas, te medio arreglas y te dispones a poner manos a la obra… pero a eso del minuto 18-19, tómela, te vuelves a sentir del nabo y adiós a toda la buena voluntad. Al tercer intento, decides mandar todo al demonio y aventarte de lleno a la sensación miserable de la enfermedad.

4. Hoy no estoy mejor. Me sigo sintiendo mal y con náuseas. Tengo una rara mezcla de gripe-tos-dolor de cabeza-cuerpo cortado-pesadez corporal-mareos. Supongo que es lo más cercano que voy a estar de un embarazo. Dios bendiga al cromosoma Y; si tuviera que sentirme así durante 9 meses me cae que no tendría descendencia.

5. Aunque me he sentido mal el día de hoy, ha habido algo que me ha animado. En todas las reuniones a las que voy, en todas las conversaciones laborales que he tenido, por los pasillos de la oficina y en las salas de juntas, me imagino a mí mismo deteniendo la conversación o el caminar de las secretarias con una simple pero desconcertante pregunta…

«¿Y cuándo entra Jack Bauer?»

… y luego regresar como si nada al Excel.

Written by Salvador Leal

abril 12th, 2007 at 2:07 pm

Sputnik Abril

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Ya salió la Sputnik de Abril!

«¿Y eso a mí, qué?», se preguntarán. Pus nada, que otra vez escribo en la mentada revista. En esta ocasión es un articulito acerca de disqueras y MP3.

No sean malos, vayan y cómprenla. No hay nada como llegar a la redacción y ser visto como el Reportero Estrella® debido a las altas ventas del número pasado. Órale, háganle un espacio en su presupuesto que segurito cabe.

Si no… pus ya qué… aquí está mi artículo en línea:

Written by Salvador Leal

abril 9th, 2007 at 6:57 pm

Posted in música,medios

Corro

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Hoy encontré esto en el periódico:

Ahora nomás me hacen falta las temporadas de Papá Soltero y estaré completo…

Written by Salvador Leal

abril 6th, 2007 at 1:46 am

Se me ocurrió a mí primero! II

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Del creador de «El Regreso de los Pepinos de Mar«…

PANTALLA EN NEGRO
Aparece un hombre al estilo George Clooney en Ocean’s Eleven. El tipo es un ladrón pero muy muy sofisticado. Tiene algunas canas en las sienes y se le notan ciertos años en la cara, pero eso lo hace ver más atractivo. Viste con un suéter negro de cuello de tortuga y fuma un cigarrillo. La toma es medium shot, él está sentado dando un sales pitch, vendiendo un proyecto, vaya. Fuma. En pantalla lo único que vemos es a él sentado y el humo del cigarrillo que fuma mientras habla con una tranquilidad perturbadora, pues de lo que está hablando es de uno de los ataques más osados que se hayan visto. Como los involucrados únicamente se refieren entre sí mediante nombres clave, lo llamaremos

X-Aries: Como puede darse cuenta, la operación es tremendamente ambiciosa…

CORTE A
La camioneta que puntea un convoy presidencial, escoltada por cuatro patrullas, estalla en mil pedazos.

X-Aries: Aunque no lo pareciera, el Presidente de México es uno de los personajes públicos más protegidos del planeta…

CORTE A
Dos personajes encapuchados van pecho tierra por la maleza. Vemos en un primer plano las cabezas levantadas de los dos, viendo por binoculares. En un segundo plano, se ve al Presidente de México saliendo de un automóvil y entrando a Los Pinos.

X-Aries: El círculo de seguridad que forma el Estado Mayor Presidencial alrededor del Presidente es de cuatro mil personas. Es un círculo muy hermético…

CORTE A
Evento en la sierra de Oaxaca. El Presidente sube a un podium. En la multitud hay dos personas disfrazadas de civiles que hacen anotaciones y hablan por micrófonos que tienen en las mangas.

X-Aries: Que lo protege por cielo, mar y tierra…

CORTE A
Centro de tiro del Estado Mayor Presidencial. Quince personas tiran a blancos que se encuentran a varios metros de distancia. Se aprieta un botón que acerca los blancos y se revisan. Las quince personas dieron justo en el centro del blanco.

X-Aries (burlón): Uno no puede llegar a la Residencia, tocar a la puerta y esperar que le abran. Atacar Los Pinos por tierra es simplemente imposible. Siete secciones del Ejército Mexicano protegen la entrada…

CORTE A
Vemos a X-Aries de traje, en un automóvil, mostrando su identificación a un miembro del Estado Mayor Presidencial. El militar ve la identificación con recelo, pero lo deja pasar. X-Aries sonríe.

X-Aries: Si uno intentara llegar por aire, solamente se vería interceptado por doce helicópteros Super Puma en menos de siete segundos…

CORTE A
Los mismos hombres encapuchados corren a toda velocidad por los pasillos de la Residencia Oficial de los Pinos. Uno lleva una arma de muy alto calibre, el otro, una bazooka.

CORTE A
Regreso a toma medium shot de X-Aries platicando con su cuello de tortuga y su cigarrillo. Impasible.

Voz fuera de cámara (con tono interesado y negociador): … Pero dígame… si la operación es tan imposible… ¿cómo piensan entrar a Los Pinos?

CORTE A COLLAGE DE IMÁGENES
Autos estallando. Una persecución por el Periférico, dos helicópteros zigzagean entre las columnas del segundo piso. X-Aries con un portafolio se acerca en un evento oficial al Presidente. La limusina presidencial derrapando y haciendo un giro de 360° huyendo de cuatro tanquetas. Un grupo de paramilitares entran rompiendo simultáneamente los ventanales de un cuarto elegantemente decorado. El conteo regresivo de una bomba.

CORTE A
Regreso a toma medium shot de X-Aries platicando con su cuello de tortuga y su cigarrillo.

X-Aries (sonrisa confiada y seductora): Por debajo

BIG CLOSE UP A LA CARA DE X-ARIES

X-Aries: O qué… ¿nunca se había dado cuenta que por debajo de Los Pinos pasa una línea del metro?

Sólo en cines.

Written by Salvador Leal

abril 4th, 2007 at 3:14 pm

Lado B

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Me la he pasado leyendo distintos blogs de personas que conozco. Me sorprende lo mucho que se parecen sus blogs a ellos. Y digo que me sorprende porque igual y con cuatro años en esto de la bloggeada no me había dado cuenta que las personas que me leen sólo tienen un pedacito muy particular de mí pero les falta una buena parte que nomás no conocen. Vaya, si algún amigo me lee, sabe que está leyendo algo escrito por mí… pero que lo que está escrito aquí no es algo que me define totalmente.

Trataré de explicarme. Leí dos blogs particularmente cínicos. Y luego regresé leí mi post acerca del fuego. Y se me hizo cursísimo. Y luego me leí emocionado por las palabras del Congreso de la Lengua en Colombia y me sentí ñoñísimo. Ahora tengo cierto temor de que la gente crea que soy algo así como el Hallmark de la escena bloggera mexicana.
Y no me gusta. Porque sé que tengo un lado B bastante más oscuro. Con un sentido del humor tan negro que haría voltear espantado a tu primo ese que se cree super alternativo nomás porque fuma mota en su loft de la condesa. Y sé que tampoco he explotado mucho esos otros…. mmm… cómo decirlo… *aristas* de mi personalidad.

En fin. Necesitaba escribir esto después de la dosis de a) cinismo bloggeril (gracias, Socorro Urrutia) y b) la cursilería emanada de éste, su blog de confianza. Quizás sería tiempo de revivir aquel viejo proyecto de hacer SalvadorLeal.com *pirata*…

Written by Salvador Leal

marzo 31st, 2007 at 3:59 pm

Posted in pointless a secas

Fuego

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1. He cambiado de chamba y he llegado a un nuevo lugar. He tenido que aprender mucho en poco tiempo. Eso de las curvas de aprendizaje está cañón… quién sabe cuántos miles de millones de dólares le costará a este planeta el aprendizaje humano (laboral, social, cultural, sexual, intelectual…)
Pero bueh, el asunto es que ando en nuevas cosas y nuevos parajes laborales. De hecho, acabo de firmar mi contrato. En él, me obligo a prestar mis servicios y desarrollar mis actividades con «eficiencia, eficacia, intensidad, cuidado, probidad, honradez, lealtad, entrega y esmero». Así dice el contrato.

Me gustó.

Claro, me gustaría aún más que se dedicaran a armarla de tos cada vez que el «empleado» no trabajara bajo el régimen anterior. Me gusta mi nuevo trabajo.

2. Creo que lo que más me gustó del contrato fue que tengo que trabajar con intensidad. Cada vez que escucho esa palabra no puedo dejar de pensar que la vida -aunque suene a comercial de condones- debe vivirse con intensidad. Y luego me pongo a pensar que el verbo vivir debería incluir en su definición el concepto de intensidad, porque vivir lo que se dice VIVIR, sólo se puede hacer con intensidad. Lo demás es pasar el tiempo.

Me caen bien las personas que viven. Me caen bien las personas que deciden caminar por este mundo con verdadera intensidad. Justo este fin de semana me platicaban de un hermano marista de nombre Basilio Rueda. El nombre medio me sonaba (digo, estuve 12 años metido en reclusorios de paga colegios maristas… las cosas se te quedan por repetición) pero lo que realmente me llamó la atención fue la frase que me dijeron de él. La busqué en internet y la encontré. Y aquí la transcribo pero sin el trasfondo religioso que tiene el párrafo original:

«Estás quemando la vida por los dos cabos» -me recordaba el Hermano Léonida-, y me enviaba una página entera de Life en la que se veía un cirio encendido por los dos extremos. Y yo le envié una respuesta tal vez algo insensata: “Ese ha sido siempre mi ideal”.
Quemar la vida, incluso si ha de durar menos tiempo de lo que pudiera haber durado.

Quemar la vida. Reducirla a cenizas. Acabársela, consumirla toda. Aún y aunque dure menos tiempo de lo que pudiera haber durado. ¿No es eso lo mejor que podrías ofrecer? ¿No es lo mejor que podrías hacer?

La vida no se vive. Se quema.

Written by Salvador Leal

marzo 26th, 2007 at 10:40 pm