SalvadorLeal.com

La vida irreal de Salvador Leal

315,360,000 segundos (II)

with 11 comments

Yo no sabía qué hacer de mi vida. No sabía qué carrera estudiar, ni dónde, ni por qué. Ahí nos quedamos en el post pasado. Pocas veces en mi vida me he quedado tan pasmado como cuando tuve que tomar «la decisión más importante de tu vida» (esa pinche frase que repiten hasta el cansancio los profesores y receptores de solicitudes en las universidades).

No es que me las quiera dar de muy chicho, pero por ahí guardo la copia de los resultados de mi examen vocacional que son realmente tristes. Uno llega lleno de dudas con la Consejera esperando que, cual sombrero colocador te diga qué harás de tu vida, para que al final te salga con el chistecito de que, de la amplia gama académica, eres elegible para el 95% de las carreras. Así que como yo no sabía qué diablos quería de mi vida y estaba yo en mi etapa ‘revolucionaria’ que agarro un día y que decido largarme de viaje a Zacatecas. Solo y mi alma. «Encontrarme a mí mismo», me dije. Pero eso no bastaba para calmar a mi etapa ‘revolucionaria’… así que no sólo decidí irme a Zacatecas sino que además me quise ir en tren.

Un pequeño paréntesis para los compañeros de otros países. En México se suele decir que la Revolución (la de 1910) se hizo en tren. Lo que pocas veces se menciona es que después de la Revolución, el gobierno le dio poca o nula atención a las vías de ferrocarril o al servicio en tren. Esto provocó que a mediados de la década de los noventa, los ferrocarriles en México fueran verdaderamente lamentables y que jamás nunca nadie pensaría en ir de un lugar a otro en tren. De veras. Pueden preguntarle a su mexicano de confianza si en algún momento de su vida ha viajado en tren y las probabilidades de que les diga «jamás nunca» son muy altas.

Pues ahí va Salvador, a Zacatecas, en tren, a punto de salir de la prepa. Para los enterados, el viaje del Distrito Federal a Zacatecas se hace en un camión de línea, así facilito, limpio y bonito, en más o menos 6 horas. Yo tardé 18. Dieciocho horas en llegar de la estación Buenavista a la ciudad de Zacatecas, Zac. No estoy seguro pero creo que si me hubiera ido trotando hubiera llegando antes.
Además estamos hablando de una época en la que no había un uso tan masivo de teléfono celular (yo acepté tener el mío hasta bien entrado 1999 y en mi escuela el celular sólo lo tenían los pudientes del área III), por lo que para la hora en la que hablé a mi casa avisando de mi llegada, mis padres ya me hacían víctima de un asalto de cuatreros a lo largo del camino. Pobres. Me cae que ni vendiendo el tren como fierro viejo les hubiera costeado a los supuestos cuatreros el asalto al tren.

Llegué a Zacatecas molido como pocas veces, busqué un hotel barato y comencé a vagar por la ciudad buscando una señal de lo que debía hacer de mi vida. Según yo, en algún punto tendría que encontrarme con una señal divina e inequívoca que me diría hacia donde dirigir mis pasos académicos. La hice de vil turista durante un par de días, conocí iglesias y museos hasta hartarme y no fue sino hasta la noche del tercer día que dije: «Salvador, es hora de que conozcas la vida nocturna de Zacatecas». Ustedes se preguntarán que cómo es posible que haya tardado tres días y dos noches para decidirme a *salir*. La respuesta es sencilla. Era yo un ñoñazo.
Si nos remitimos a los años dorados de 1997 piensen en alguien gordito, con peinado de libro abierto, lentes de fondo de botella que cubre el 75% del rostro y con combinaciones monocromáticas en lo que a ropa se refiere. Pensemos en el ñoño que saca puros dieces, que no comparte sus apuntes y que realmente se preocupa por exentar los examenes semestrales y finales. Piensen, en pocas palabras, en ALGUIEN QUE ELIGE ZACATECAS COMO DESTINO PARA ENCONTRARSE A SÍ MISMO!!!! Dios… me cae que no sé cómo me dejaron sobrevivir mis amigos.

Por supuesto, mi noche fue un fiasco. Terminé en una discoteca (sí, sí… ese era el término, «discoteca») que en algún momento ha de haber sido la sensación por estar dentro de una mina, pero que para el año en que yo fui era la cosa más vacía y patética del planeta. Mala música, mal ambiente, malo todo. Con decirles que terminé compartiendo la mesa con una familia que había ido de vacaciones y que querían que sus dos hijas conocieran una *disco*. Las hijas tenían 12 y 10 años, espectivamente.

Cuando salí del lugar miré al cielo y comenzó a caer una ligera lluvia. En ese momento supe que estudiaría Actuaría. ¿Por qué? No lo sé. Es más, sigo sin saberlo. Sobretodo porque dos semestres después de comenzada la carrera, terminé cambiándome hasta de universidad.

Written by Salvador Leal

mayo 23rd, 2007 at 3:53 pm

Posted in maristas,nostalgia

11 Responses to '315,360,000 segundos (II)'

Subscribe to comments with RSS or TrackBack to '315,360,000 segundos (II)'.

  1. Actuarìa???. Marik, si va a hacer un parentesis pa los amigos extranjeros, hagalo completo. Que carajos es actuarìa=?

    yosola

    23 May 07 at 4:06 pm

  2. Y en qué momento vas a hablar de las trajineras, la graduación, el inter-áreas, el acto civico de la pirámide el periódico Deforma, la tiendita de no me acuerdo quien en tu salón, la corrupción en las actividades estéticas (Marito Cabrera), los tacos del Cala, y tantas cosas que se vivieron hace 10 años.

    YoRch

    23 May 07 at 4:10 pm

  3. Realmente, definitivamente, patético.

    Precisamente hoy estaba pensando porqué no podia quitarme de encima el estereotipo de «nice guy» y de lo difícil que puede ser la vida a los 30, cuando empiezo a leer tu post.

    A los 18 yo ya tenia mi vida decidida. Y curiosamente en esa época viví los momentos mas felices de toda mi vida hasta este momento. Y en ese momento fue cuando decidí romper con mis epocas preparatorianas. Despues de todo se venia una época complicadisima.

    No me arrepiento de mis decisiones. De lo único que me arrepiento es de seguir siendo un «nice guy» despues de 12 años. Nada mal.

    Gracias, Salvador. Me salvaste el dia.

    los recuerdos del porvenir

    23 May 07 at 4:15 pm

  4. Todo excelente y comprensible y sobre todo honorable…. pero…. ZACATECAS????

    semidios

    23 May 07 at 6:19 pm

  5. Yosola:
    Aqui hay una descripción de lo que es un actuario.
    Es como una licenciatura en matemáticas pero orientado a …¿vender seguros?

    http://www.unam.mx/rectoria/htm/carrera/actuar-h.html

    Blogstar famoso que se sabe que han cursado la carrera de actuaria:

    Caso Patológico

    Motto: «Estudien una carrera difícil para tener una vida fácil».

    los recuerdos del porvenir

    23 May 07 at 10:25 pm

  6. Debo confesar que soy un visitante asiduo de tu blog; tiene un no sé qué que lo hace interesante respecto a otros.

    Llegué a conocerlo casualmente cuando un amigo trató de saber sobre el ambiente ITAM y ahi apareció tu blog quejándonse de la vida itamita que incluso afecta a un ñoñazo. Yendo a la parte interesante, que se sepa que estudio en el ITAM y más aún, que soy zacatecano.

    Jojo y de verdad, ¿qué carajos hacías en Zacatecas tratando de encontrar tu camino? Zacatecas es una ciudad tan cultural, histórica y bizarra como para ir a encontrarte. A Zacatecas se va a aburrirse con la familia y cultivarse o bien, si se tiene amigos, a empedarse a los miradores y demás lugares «encantadores» de la ciudad.

    No me chingue a mi ciudad Don Chava. El pedo esque no ha visitado la ciudad en tiempos de feria (las primeras dos semanas de septiembre), ni ha ido al festival cultural en semana santa y menos ha de conocer el festival del teatro de la calle, que es una ocasión mágica. Cómo llevarlo a las fiestas de primavera de la ciudad de Jerez donde sobran las mujeres de verdad, no como las pinches nalgas apretadas defeñas.

    Zacatecas es diferente, no es un lugar para «turistear» y andar curioseando… más que nada es para adaptarse al estilo de vida que ahi se lleva, aunque sea por 3 días.

    A ver luego qué dice de esto (sépase que ando dos tres pedo y es día del estuaidnte, jojo)

    ¡Por la dignidad zacatecana!

    23 May 07 at 11:17 pm

  7. Los recuerdos…

    ah….

    dulces tiempos

    hasta se me antojo ir por un helado al chiandoni

    saludos

  8. Como dato curioso, te comento que un amigo estaba en tu misma situación, y él se fue a Puerto Vallarta a encontrarse a si mismo… Cuando regresó, lo hizo 100% seguro de lo que quería estudiar: ¡Turismo!

    Saludos

    Marco

    24 May 07 at 9:46 am

  9. me gustas estos post donde platicas de ti y tus anecdotas. Saluditos!

    nila

    24 May 07 at 11:26 am

  10. ñoñazo!…
    Hijole, me siento mal, yo me fui a Bolivia a encontrarme a mi misma y NUNCA fui a un antro. (4 semanas de viaje)
    Luego en C.R. fue peór fui a sobreponer una pena de amores, llegué en noviembre y me primer salida fue por ahí luego del mes y cacho… lo que me deja con la siguiente pregunta ES MÓNICA UNA ÑOÑAZA?!?!?!?
    AAAAAAAAAAAAAAH! (cara de pánico mordiendo uñitas de los dedos)

    MoNo

    25 May 07 at 5:35 pm

  11. no eres el único que conozco que ha ido a zacatecas a encontrarse
    pero bueno, por lo menos si el único que ha terminado en una mina
    con una familia ajena, platicando con niñas de 10 y 12 años
    Saludos

Leave a Reply