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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for 2006

Old News

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Digamos que estaba revisando cómo llega la gente a este, su blog de confianza.

Digamos que vi un link extraño, perdido entre referencias a las tradicionales búsquedas relacionadas con el examen de admisión a Procter & Gamble (primerísimo tópico que atrae gente a mi blog), gente que busca información del programa «El Informal» (en donde ya no escribo pero que ocupa el segundo lugar en searches) y personas buscando a «los más guapos del ITAM» (¡no es broma! y no saben la cantidad de hits que me da esa búsqueda, eh!).

Digamos que seguí ese link extraño.

Digamos que ese link me llevó a una página que es un archivo hemerográfico en línea.

Y tómela, que me encuentro con esta noticia.

Vean la fecha bien… Sí, hace 10 años yo reciclaba papel, ganaba premios de Ciencia y Tecnología y salía en el Reforma. Ah! y no sólo eso, nuestro reportaje salió en la portada del suplemento! (en una de las peores fotos que me han sacado en toda mi vida).
Para leer el artículo completo, dar click aquí.

Written by Salvador Leal

noviembre 23rd, 2006 at 12:49 pm

Posted in maristas,nostalgia

Topé con

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**Bienvenidos a la ya conocida sección «Salvador Leal vs. el Mundo».
En el capítulo de hoy, «Salvador Leal vs. topé con»**

Las nuevas generaciones me caen bien. Sí, la neta debo admitir que ya los veo medio chavitos (mis 27 añotes han logrado mermar mi juventud) y que algunos comentarios son exactamente iguales a los que yo hacía a los 19 o a los 22 o a los 17. Pero me caen bien, pa’ que lo voy a negar. En general, esa masa amorfa presa de los intereses políticos más oscuros llamada ‘la juventud’, me cae bien.

Pero me purga, odio, aborrezco, detesto vaya, cuando usan la combinación ‘topé con’. As in: «estaba en la condesa y topé con Mauricio que estaba en el Malafama». Es malo verlo escrito, pero escucharlo me es simplemente insoportable. Uy! Pero de verdad que me pone mal, eh!

Por favor, por favorcito, la próxima vez que vayan a usar esa frase (particularmente utilizada por jóvenes condeseros/alternativos/amo a sigu ros/mi pelo chino alcanza volumenes espectaculares) no lo hagan. Utilicen un ‘me encontré con’, ‘ví a’, hasta ‘divisé a’ si quieren… pero no usen el ‘topé con’.

En caso de que sean necios, apliquen ‘me topé con’ ya que el verbo topar es un verbo pronominal. Eso significa que este tipo de verbos utilizan una forma personal átona de tipo reflexivo (te, se, me, etc.) como en el caso de los verbos arrepentir y vanagloriar.

Y si de plano la explicación gramática no les gustó, no los convenció o de plano creen que estoy equivocado… no sean malitos, de veras se oye terriblemente mal el ‘topé con’. En serio.

Written by Salvador Leal

noviembre 21st, 2006 at 11:48 am

Frío

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Hoy, la Ciudad de México amaneció especialmente fría.

Y no existe un placer mayor que el despertarse, sacar tantiiiito el pie fuera de las cobijas, darse cuenta del terrible frío que está haciendo…

Y NO TENER QUE LEVANTARSE DE LA CAMA PORQUE ES DÍA DE ASUETO!!!

Gracias, Francisco I. Madero!

Written by Salvador Leal

noviembre 20th, 2006 at 12:29 pm

Posted in pointless but true

Morrissey en México

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Todo el equipo que hace posible SalvadorLeal.com solicitamos a los lectores que hayan asistido a la presentación de Dios Morrissey el día de ayer en el Palacio de los Deportes, lo siguiente:

– Nombre de las canciones y los intérpretes de los videos iniciales. Si no los tienen todos, con que me den el del tipo que se parecía a Elvis Presley me basta y sobra. Ah! y el del francesito del inicio.

– Lugar de donde puedo sacar la imagen que había en la parte del escenario. Ya saben, la fotografía color sepia del tipo con copete y la cruz.

– Alguna buena foto del concierto.

– Hipótesis del por qué había un par de chavos tomando fotografías de todas las personas (y cuando digo todas, creo que sí fueron todas) que estábamos en la parte frontal de la pista. Tres puntos más por una buena hipótesis del por qué eran gemelos dichos fotógrafos.

– Una versión decente de ‘The National Front Disco’, particularmente que haya captado el silencio del público durante los minutos finales.

– Hipótesis de por qué dijo: «on a thread, julia… on a thread» al inicio del concierto.

Se ofrecen jugosas recompensas dependiendo del valor del dato 😉 Interesados en ayudar a esta pobre alma en pena, comunicarse a: salv[arroba]salvadorleal[punto]com

Sólo como datito pa’ los que no fueron, aquí les va el playlist de ayer.

1. Panic
2. First of the Gang to Die
3. In the Future When All’s Well
4. You Have Killed Me
5. Disappointed
6. Ganglord
7. William, it was Really Nothing
8. Everyday is Like Sunday
9. Dear God Please Help Me
10. Girlfriend in a Coma
11. Let Me Kiss You
12. I’ve Changed My Plea to Guilty
13. How Soon is Now?
14. I Just Want to See the Boy Happy
15. I Will See You in Far-Off Places
16. Life is a Pigsty
17. Please, Please, Please Let Me Get What I Want
18. The National Front Disco
ENCORE
19. Irish Blood, English Heart

Written by Salvador Leal

noviembre 17th, 2006 at 1:45 pm

Posted in música

Tolerarte es Básico

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En días pasados, en la estación de radio que regenteo junto con unos amigos, se nos ocurrió una dinámica para regalar boletos para el concierto de los Pet Shop Boys en el Auditorio Nacional. Como, además de todo, ese día que armamos el mailing se habían aprobado las sociedades de convivencia, pues todo caía redondito y mandamos el Correo Básico® con varias referencias tanto a esa nueva ley como a la comunidad homosexual.

Los reclamos no se hicieron llegar. Varios escuchas de Básico FM nos preguntaron (unos con mayor cortesía que otros) si acaso éramos gays, perredistas o los dos. Como a Elagus y a mí fue a quienes se nos ocurrió la idea del mailing, pues nosotros dos nos juntamos para ver cómo diablos contestábamos. A mí, la neta, lo que de verdad me ardía, era que me dijeran perredista. Pero como Elagus sí picha de ese lado, pues por ahí no podíamos irnos…
En fin, para la respuesta hecha y derecha, den click aquí.

(y recuerden que esta Navidad las Promociones Básicas son LA onda)

Clip de audio: Es necesario tener Adobe Flash Player (versión 9 o superior) para reproducir este clip de audio. Descargue la versión más reciente aquí. También necesita tener activado Javascript en su navegador.

P.D. Para mis anteriores opiniones del tema, ver aquí y aquí.

Written by Salvador Leal

noviembre 14th, 2006 at 2:03 pm

Besos

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En el universo de la blogosfera, me parece que Orsai hace trampa y no juega el mismo juego que todos jugamos. El tipo es, simplemente, demasiado bueno para escribir. Pero dejando de lado la enorme envidia que le tengo a la forma en la que desarrolla sus temas, el día de hoy hizo que me acordara de una época que yo ya había olvidado. La etapa de mi vida en la que yo besaba hombres.

Me explico.

Justo hace diez años tuve la fortuna de vivir un buen rato en Buenos Aires y conocer de cerca la sociedad argentina. Ya lo he dicho en otras ocasiones, a mí eso de ser turista no me gusta; lo mío, lo mío, lo mío, es ser un viajero. Alguien que sabe que se debe bajar del autobús una parada antes pues se ahorrará diez pasos menos en llegar a su casa o quien ubica al mismo vendedor de periódicos todas las mañanas. El tipo de cosas que los turistas jamás notan.

Pues bien, ese tipo de experiencia la viví al estar en Buenos Aires. El tiempo que pasé en Argentina me permitió conocer las profundas diferencias (y las cercanas similitudes también) que marcaban a los pueblos argentino y mexicano. En aquella época un peso argentino era igual a un dólar americano, lo que volvía a esa ciudad algo obscenamente caro para un jovenzuelo de 17. El uso del tren y la chafez del metro fueron otra de las cosas a notar de diferencia entre mis dos ciudades. Pero la principal de todas ellas, la que más marcado me dejó, es justamente de la que habla Orsai en su último post: los besos.

Resulta ser que, por razones que desconozco pero que seguramente tendrán que ver con el delirio obsesivamente europeo que manejan los argentinos, cuando dos hombres en Argentina se saludan, lo hacen de beso. Sí, como lo leen. Los hombres se besan.

Así como aquí en México nos hacemos notar porque cuando conocemos a una mujer la saludamos de beso y abrazo, allá van un paso (?) adelante y cuando dos hombres se encuentran en la calle, se agarran del cuello y se dan un beso en el cachete.

Por supuesto, se podrán imaginar el corto circuito mental y cultural que esto provocaba. Yo llegaba a una fiesta con mi botella de Quilmes y alguien, no sé, Santi, desde el fondo del salón gritaba: «Pero que ha shegado el mexicaaaa-no!» Después de decir esto, cruzaba todo el departamento, me agarraba del cuello y me besaba. Yo no soltaba la botella de Quilmes como si de ello dependiera mi vida. Santi, dicho sea de paso, siempre traía una barba de tres días, por lo que al shock de ser besado por un hombre, agrégenle el shock de sentir barbita tocando tu, hasta entonces, virginal cachete.

Porque después de Santi (diminutivo de Santiago) venía Tincho (diminutivo de Martín), Santiago, Mateo, Matías, Facundo, Torli, Gabriel, Flavio y Ezequiel. Y todos te daban un beso y peor, OH PEOR!, todos esperaban recibir uno tuyo.

La primera semana fue más o menos fácil no caer ante el poder de la costumbre. Uno llegaba con cara de macho imaginándose Pedro Infante y diciendo por dentro «a mí ningún argentinillo me va a obligar a que lo bese». A la tercer semana, uno terminaba aplicando el «a la tierra que fueres, haz lo que vieres» y no sólo comenzaba a recibir besos sino que hasta le comenzaba a encontrar la razón del ser de la exótica manía de darle besos a los hombres. Al mes, entre lo pegajoso del acento, los modismos aprendidos y la costumbre auténtica de darle besos a los hombres, yo podía pasar por el mismísimo Martín Fierro.

Orsai compara la capacidad de darle besos a tus amigos con la profundida de la relación que puedes tener con ellos. Sé que bromea, pues tengo la fortuna de tener a mi alrededor amigos hombres que me conocen de cuerpo y alma sin que nuestros cachetes hayan sentido la necesidad de tocarse jamás. Bueno, con excepción de uno que fue, justamente, el primer amigo al que vi a mi regreso de Argentina y al que, con mucho gusto, me acerqué, lo tomé del cuello y le propiné un sonoro beso argentino en su mejilla mexicana.

Mi amigo, totalmente sacado de onda, sólo atinó a decir: «¡veo que vienes muy cambiadito!».

Written by Salvador Leal

noviembre 13th, 2006 at 7:21 pm

Navidad I

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Si se han dado una vuelta por este blog (juro que cada vez que puedo pongo al corriente las categorías de mis posts para que sean más fáciles), sabrán que soy fan de la Navidad. Muy fan. Súper fan. Peeeeero, soy fan de la Navidad hasta antes de diciembre.

Seh, es raro, lo sé. Todo el año me gusta escuchar música navideña, pensar en el frío, los regalos y el bacalao. Hasta que llega. Supongo que es un tema que algún día tendré que llevar al diván y hablar de las expectativas versus las realidades.

Pero mientras eso sucede, no quería dejar pasar este momento. Porque hoy que llegué a mi casa, mi mamá estaba haciendo ponche. Y ese olor es uno de los muchos olores que me recuerdan a la Navidad. Ese junto con el olor de los suéteres cuando uno da los abrazos de felicitación (suéteres que muchas veces han estado guardados varios meses y huelen a clóset cerrado), el olor del arbolito de Navidad, los olores de la cena navideña, que van desde el mencionado bacalao, los romeritos, la pierna adobada (no suelo comer pavo) y el spaguetti. El olor de la gente que no vemos todo el año, pero que nos damos un tiempo en diciembre para reunirnos con ella y saber cómo van nuestras mutuas vidas. El olor de pasteles y galletas, del vino tinto con el que brindo en las fiestas de mis cuates o la champaña de las reuniones familiares, el olor del musgo mojado del nacimiento y de las velas prendidas en los días previos a la Navidad. El olor de los recuerdos.
En ocasiones me preguntan que por qué escribo un blog. Mis respuestas suelen ser o muy vagas o demasiado técnicas y frías. Y aunque sigo sin poder responder bien a bien por qué escribo un blog, hoy sé que escribo este post para recordar ese momento en el que olí el ponche en mi casa este año. Sé que escribo este post sin importarme si alguien lo lee. Y sé que escribo este post para recordar lo mucho que me gusta la Navidad.

Clip de audio: Es necesario tener Adobe Flash Player (versión 9 o superior) para reproducir este clip de audio. Descargue la versión más reciente aquí. También necesita tener activado Javascript en su navegador.

Written by Salvador Leal

noviembre 13th, 2006 at 12:03 am

Posted in navidad

Bancos

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Los bancos mexicanos en México son una versión pequeña pero muy representativa de lo que seguramente es el Infierno. Uno no sabe qué es peor, si el malísimo servicio que dan, las actitudes de los cajeros, los trámites inútiles o las soluciones que intentan darle a todos esos problemas (en Banamex, por ejemplo, ponen a una persona en el módulo donde tomas el ticket del lugar que te toca cuando se supone que el módulo está justamente para evitarse la presencia de una persona; lo mismo ocurre cuando ponen a una señorita a que grite los números de las ventanillas que aparecen en una pantalla… pantalla que fue puesta ahí justamente para evitar los gritos y hacer más eficiente el movimiento de la fila).

En fin, les decía que uno no sabe qué es lo peor de los bancos.  Pero afortunadamente el Banco de México sí lo sabe: lo peor de los bancos en México son las comisiones que cobran a sus usuarios.

El día de ayer, el Gobernador del Banco de México, don Guillermo Ortíz (también conocido en los bajos fondos como ‘la Perica’) criticó que las comisiones en México por el uso de tarjetas de crédito sean hasta tres veces más grandes que en los países de origen de los bancos que operan en nuestro país. La nota la pueden encontrar aquí y acá abajito les hice una gráfica con los datos del artículo (ya ven lo ñoño que soy) pa’ que se vayan dando un quemón de cómo (y por dónde) nos atoran las HHH instituciones financieras que le dan servicio a millones de mexicanos.

La columnita amarilla representa la tasa de interés publicada por los bancos en los países que ven ahí: EE.UU. (para Citibank, que aquí en México se llama Banamex), Canadá (para Scotiabank) y el Reino Unido (para HSBC). La columnita verde es una cosa que se llama Costo Anual Total (CAT) y es donde se incluye, a parte de la tasa de interés, otras monadas que cobra el banco sin decirnos, como las comisiones, bonificaciones y descuentos pactados, así como el IVA, primas de seguros, intereses ordinarios y dos que tres cosillas más.

Uno pensaría que en este mundo imperfectamente global, las comisiones pudieran variar entre país y país, de una forma digamos… normal. Pero que el salto sea del 22% al 74% me parece simplemente escandaloso.

Este fue un servicio de la Fundación Salvador Leal para la Economía y las Finanzas, A.C.

Written by Salvador Leal

noviembre 7th, 2006 at 3:18 pm

Posted in economía

Server

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Me entero por el blog de elagus (conocido bloggero, amigo y compañero de micrófonos en Sonar) que acaba de llegar el nuevo servidor para las futuras aventuras radiofónicas del equipo de Básico FM.

Como se puede ver en la fotografía, el envío del paquete fue terrestre por tierra. Y si alguien se lo preguntaba, el nombre que tendrá nuestro servidor es «Y Amigo». Sip, justo para que cuando hablemos de la capacidad tecnológica de Básico FM, podamos presumir que tenemos un Servidor Y Amigo.

(… inserte un redoble de tambor y platillo)

Sea como sea, todos en el equipo de Básico FM le damos la bienvenida a Y Amigo a su nuevo hogar. Y a ustedes los invitamos a que vayan a escucharnos y aprovecharse de nosotros en las promociones de este fin de año!

Written by Salvador Leal

noviembre 6th, 2006 at 1:15 pm

Posted in básico fm

Julia

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Soy una nena.

Estoy en asueto, prendo la tele y en HBO está ‘My best friend’s wedding’. Es impresionante… es de esas películas que no puedo dejar de ver si están en la televisón. Olviden cualquier lista pretenciosa de DVDs que pudiera tener… tengo que comprar ‘My best friend’s wedding’!

Soy como tía viendo los intentos desesperados de Julia Roberts por ganarle el novio a Cameron Diaz. Ya no digan cuando comienzan a cantar ‘Say A Little Prayer’ en el restaurante de langostas. Me pierdo, simplemente me desconozco!

Lo peor, lo peor, lo peor, el colmo de los cursis, lo que realmente me hace sentir una verdadera nena, es que cada vez que Julia Roberts y Dermont Mulroney están en el barco platicando de la relación que han tenido como amigos, y el wey le dice «Kimmy says if you love someone you say it, you say it right then, out loud. Otherwise the moment just… passes you by… » siempre, siempre SIEMPRE me quedo con la esperanza de que Julia Roberts le diga al tipo que lo ama.

Dios, soy una nena. Eso o estoy envejeciendo muy gacho.

… y sí, el final ya es un clásico.

Note to self: Evitar volver a postear chick flicks en tu blog. Aunque debo confesar que el ‘radiant charisma’ sí lo he aplicado.

Written by Salvador Leal

noviembre 3rd, 2006 at 12:51 pm

Posted in pointless a secas