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La vida irreal de Salvador Leal

Las Razones y los Hechos

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1. Con todo el dolor de mi corazón voy a votar por Felipe Calderón.
Y no, no me entusiasma en lo absoluto.
Por principio de cuentas, creo que darle mi voto a Calderón será como premiar el terrible gobierno de Vicente Fox, y dar ese mensaje llena de angustia mis noches y mis momentos libres. Claro que, la otra opción, votar por AMLO, llena de angustia el resto de mi tiempo!

Resulta que yo no soy ‘de derecha’. Creo en los valores pero no en su obligatoriedad por decreto, soy católico pero los mochos me molestan como pocas cosas, creo en el respeto a la vida pero ante todo creo en la libertad de los hombres y las mujeres de hacer con su cuerpo lo que mejor les venga en gana mientras no lastimen mi propia libertad. Y sí, sé que Calderón tiene una visión demasiado retrógrada de varias cosas (aborto, eutanasia, anticoncepción, despenalización de las drogas) en las que yo tengo un enfoque distinto. Aparte de eso, estos seis años han estado llenos de desatinos e improvisaciones, gente que no tiene idea de la historia de su país, que carece de la sensibilidad social suficiente como para entender sus problemas y que su incursión en el gobierno parece más bien una buena anécdota que una vocación de servicio.

Ahora, si no estoy conforme con Calderón, ¿por qué diablos no voto por AMLO?
Por principio de cuentas deben saber que yo valoro la libertad (mi libertad) más que otra cosa. Y creo firmemente que mientras más grande es un gobierno, nos queda menos espacio libre para los individuos. Es decir, mientras más recursos e importancia obtenga el gobierno (que, generalmente, actúa en favor de La Sociedad™ whatever that means), menos recursos e importancia obtenemos los individuos en lo particular.
Y don Andrés Manuel justamente lo que me propone es que el gobierno será «el motor de la economía», que será «fuerte», «grande» y que me dará todo lo me pueda dar, desde útiles escolares hasta pensiones alimenticias.

Por otro lado, leo sus propuestas y la gran mayoría de ellas no aguanta una sacudidita. ¿Bajarle el salario a los empleados del gobierno? ¿Para qué? ¿Para que los profesionales de primera no tengan ningún incentivo de trabajar para el gobierno y sus lugares sean ocupados por profesionales de quinta? ¿El objetivo es tener un gobierno no sólo «grande» sino «ignorante»?

¿Que los pobres son un problema? Por supuesto. ¿Que primero van ellos? If you say so. ¿Que hay que aumentarles su ingreso en un 20%? Quiero ver con qué recursos.
Las propuestas de AMLO simplmente NO SE PUEDEN HACER. O más bien, las propuestas de Andrés Manuel no se pueden hacer A UN COSTO CONVENIENTE para el país.
Digo, el señor podría realizar sus propuestas, pero a México se lo va a llevar la trampa en el proceso.

Justamente, don Felipe tiene algo en lo que coincidimos, y esa es la libertad económica. Y con esa estoy dispuesto a conformarme -por ahora-
Sé que en algún momento ganaremos la lucha por el derecho sanitario que las mujeres tienen para realizarse un aborto (uy! y miren que se los está diciendo un católico que está en contra del aborto!), sé que será cuestión de tiempo para que discutamos la pena de muerte y la eutanasia. Sé que será cuestión de educación y un poquito de sentido común el que nos haga ganar la lucha por la despenalización de las drogas y la aceptación de la píldora del día siguiente (among other things).

Pero la lucha por la libertad económica es otro boleto.

Las finanzas públicas quebradas no entienden de razones ni de luchas. La inflación no sabe de buenas intenciones. La volatilidad financiera de mi país no conoce de gente que quiera luchar por hacerlo distinto. Sólo saben de realidades. Y la realidad es que, de lograrse, las propuestas de Andrés Manuel nos provocarían eso y un poquitín más (palabra de economista).

Mucha gente me ha hablado de la nobleza de AMLO. Incluso me han presumido que sus hijos son la cosa más alivianada del mundo: bien educados y con los pies en la tierra. Desgracidamente yo ando buscando un gobernante, no un papá. Y mi Presidente debe saber, por lo menos, la inviabilidad económica de sus propuestas.

2. ¿Y por qué no tomé en cuenta en mi análisis a Roberto Madrazo, Patricia Mercado y Roberto Campa?
Resulta que tanto Patricia como Roberto se me hacen personajes muy valiosos y qué bien que se la anden jugando contra todo en su contra. Sin embargo, les confieso que no sólo no voy a votar por Andrés Manuel, sino que, además, voy a hacer todo lo que esté en mis manos (aunque sólo fuera escribir este post) porque AMLO no llegue a ser Presidente. Y si lo que tengo que hacer es aplicar el ‘voto útil’ en favor de Felipe Calderón, pues ni modo.

Sí, es triste vivir en un país en donde las opciones políticas se reducen al espectáculo que hemos vivido durante los últimos seis meses. Y me gustaría ser tan simplista como el Huevo que jugará con su derecho/obligación de votar, pero nomás no puedo quitarme de la mente la responsabilidad que tenemos como sociedad de evitar que un cartel como el de estas elecciones se repita en el futuro. Quizás ese debería ser nuestro primer objetivo: que jamás volviéramos a vernos en la necesidad de escoger al menos peor. Y creo que el primer paso para lograrlo es ir a votar como la sociedad (madura, que se supone) que somos.

No podemos renunciar a las responsabilidades que nos corresponden, como no podemos dejar que los políticos renuncien a los compromisos que han adquirido de manera pública. Esto no es un chiste, esto es nuestro país.

Y bueh, de Roberto…
De hecho, yo ya tenía un candidato por el que iba a votar y era del PRI. Pero pudieron más Madrazo & Co. La verdad es que la idea de que llegue a ser Presidente no me quita el sueño… tanto.

Written by Salvador Leal

junio 28th, 2006 at 5:51 pm

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