Tres cosas
1. Una de las cosas que me gustan de ir a un seminario/foro/congreso en cualquier hospital o centro médico es que, inviariablemente, me dicen ‘doctor’.
Y lo mejor de todo es que, cuando me toman mis datos, suelo inventarme una especialidad distinta cada vez. Hoy, por ejemplo, fui neurocirujano… pero he sido pediatra, oftalmólogo y hasta nutriólogo.
Lo único que me preocupa es que algún día pueda ocurrir algo realmente grave y alguien de la sala grite: «El Doctor Leal es ginecobstetra!! Él puede ayudarla a dar a luz!!»
2. Como pueden ver, de su lado derecho, abajito del botón de Básico, hay un link para que voten por este blog que está participando en el Premio 20 Blogs en su edición del 2005 (del periódico 20 Minutos). Pueden votar de manera indiscriminada por mí, pero sólo una vez cada día.
Así que ya saben, la onda es visitar todos los días su blog consentido y de confianza (es decir, éste) y votar.
¿El premio? Tres mil euros (algo así como 40 mil varos) y la invitación para ser columnista del periódico 20 Minutos de España.
3. Tengo la mala costumbre de no lavar mi coche. Siendo como soy, fiel creyente de la división del trabajo y la especialización no creo que debiera desperdiciar mi potencial lavando un coche… porque además, aunque no tengo idea de qué papel me tocó jugar en este planeta, sé que de lavacoches me muero de hambre.
Por otro lado, si mido el tiempo que me tardaría en lavar mi coche, me deprimiría al darme cuenta de todo lo que habría hecho en ese lapso, desde leer blogs hasta ver DVD’s… cualquier cosa es mejor que lavar mi coche.
Desgraciadamente, esta actitud (y mi falta de tiempo libre para llevarlo a que lo laven), ha provocado que a mi coche no lo haya tocado el agua y el jabón desde hace más de un mes y que con cada esporádica lluvia, lo único que ha sucedido es que a lo largo y ancho de mi automóvil se han creado zonas de lodo de mediano tamaño en donde está comenzando a surgir la vida. Mi coche, pues, se ha convertido en un ecosistema hecho y derecho montado en cuatro llantas.
Hasta hoy, todo iba bien.
Sin embargo visité el blog de Beco y me encontré con unas fotografías terribles de lo que podría ser el futuro de mi automóvil. Una de ellas, aquí:
¿Será eso el automóvil de la Madre Naturaleza? ¿O será alguien que, como yo, dejó de lavar su coche y en donde comenzaron a crecer diversas formas de vida?
Ahí nos vemos, voy al auto-lavado!
