Archive for 2004
Festival!
El resumen es que no ha sido sencillo. Nada sencillo.
Pero AQUI ESTAMOS!! Desde Montreal, Canada, y despues de haber llegado a Boston, rentado un coche, cruzado la frontera y finalmente tocado puerto en esta increible ciudad canadiense.
En estos momentos estamos cumpliendo 33 horas sin dormir y parece que vamos por mas. No puedo escribir mucho por el momento pero prometo una detallada resenia de nuestro viaje. Mientras tanto… ESTAMOS EN MONTREAAAAAAL!!!!
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The Jazzy Bunch
Como se pueden imaginar, el día comenzó más temprano de lo normal. En estos momentos estoy terminando de hacer mi maleta al ritmo de Los Fabulosos Cadillacs – Cadillacs (versión ’93) que le da el toque de prontitud que tendría la escena de una película que va en cámara rápida.
El horario se ha complicado más de la cuenta pues ahora debo ir por unos documentos de ************ que muy probablemente le den al Jazzy Bunch la posibilidad de ser ‘Prensa Acreditada’ en el Festival de Jazz de Montreal. Como se pueden imaginar, el Jazzy Bunch es el nombre que he decidido darle a nuestro grupo de viaje (bien podría haber escogido The Mighty Mexicans o Tres Tristes Tigres, pero esos nombres mejor los guardo para cuando tenga una banda de rock)
Resumo información:
El Jazzy Bunch (la referencia directa es al programa The Brady Bunch) está conformado por:
– Peter; danés de nacimiento, mexicano por necesidad y si todo sale bien en las próximas horas, Ingeniero Civil vía examen profesional.
– Joe; fotógrafo de vocación, ingeniero por herencia, pueden saber más de él en su blog.
– Rodrigo; reportero de conocido periódico capitalino, última adquisición del Jazzy Bunch.
– Salvador; también conocido como yours truly, para saber quién soy, vayan aquí.
No sé si éste sea el último post en México o no. Trataré de conectarme en el aeropuerto (creo recordar que sí se puede) en el dado caso que lleguemos con el suficiente tiempo de anticipación que marcan los estándares internacionales. Si puedo, les contaré qué sucedió con el examen profesional de Peter (de buena fuente sé que Peter no ha dormido). Si no puedo, trataré de conectarme ya sea en Boston o en Montreal. Ustedes no dejen de preocuparse.
Con el rush que da justo antes de treparse a un avión… seguiremos informando!
P.D. Como pueden ver, NO estoy considerando la opción de que NO lleguemos al aeropuerto… pero en caso de que así sea, supongo que leeran un mail de lo más depresivo, así que por su bien y por el nuestro espero que eso NO suceda.
El Golpe
Tengo el sueño extremadamente pesado. Una vez que caigo en mi cama (o, en situaciones extremas, en el piso, la mesa, el sofá o el asiento de atrás de un coche) no hay poder humano ni divino que me pueda mover. No despierto sino hasta que el reloj biológico de mi cuerpo diga ‘okey, por hoy es suficiente’.
Ahora, además de tener el sueño pesado, tengo la capacidad de dormirme en cualquier situación o circunstancia si el cuerpo así lo pide. Me puedo dormir con la tele encendida a todo volumen en un interesantísimo programa de política exterior (cfr. Oppenheimer Presenta) o con el estéreo tocando el disco de The Shins. Puedo dormirme a plena luz del día con una banda marchando alrededor de mi cama o puedo dormirme al calor del suave sol veraniego bajo la sombra de un árbol en el campo de la provincia mexicana. Si en alguna ocasión me han llevado serenata (lo dudo mucho), no he tenido a bien enterarme. Una vez cerrados los ojos, caigo en un estado de catatonia similar al de la muerte.
Sólo hay dos cosas que no me permiten conciliar el sueño. Lo primero son los relojes. El tic-tac del reloj es algo que nomás no soporto y que me obsesiona de tal manera que he llegado a arrojar por la ventana relojes que hacen demasiado ruido (esto último lo exageré… pero sí he quitado pilas!).
El otro sonido que no soporto lo sufrí gran parte de la noche de ayer.
INT. CUARTO DE SALVADOR. 1 A.M.
Nuestro protagonista se desliza entre las suaves cobijas de su cama y apaga la luz. A los pocos segundos comienza a conciliar el sueño. Súbitamente, un mosquito comienza a aletear provocando un sonido que despierta a Salvador.
Salvador piensa pensamientos censurados en este relato y se da la vuelta, cubriéndose con las sábanas. El sonido cesa, pero sólo momentaneamente pues a los pocos minutos, el mosquito regresa a las andadas. Sólo que ahora decide hacerle la vida imposible a Salvador. El mosquito ha localizado la oreja y comienza a hacer distintos acercamientos dignos de espectáculo de aviación.
Salvador sólo percibe:
..bbbzzzzzBBBBBZZZZZ¡BBBBZZZZZZZZ!BBBBZZZZbbbzzzzz…..
y otra vez lo mismo. Salvador se imagina al mosquito con lentes de aviador haciendo piruetas en el espacio sobre su oreja. Da tres loops y cae en picada rumbo al orificio auditivo para, en el último segundo, recobrar altura y salvar un choque que se antojaba fatal.
Salvador pierde la noción de cuánto tiempo ha estado escuchando al insecto. Se levanta medio amodorrado, se pega en el dedo chiquito con el borde de la cama (murmura una grosería) y se dirije al clóset donde su mamá guarda las cosas de tlapalería. Ve cuidadosamente acomodadas varias bolsas del supermercado y piensa en ponérselas en la cabeza para evitar que el mosquito lo pique. Desecha la idea por estúpida y sigue buscando.
Finalmente, nuestro protagonista encuentra un artefacto al que se le meten unas tabletas color verde, se conecta a la corriente eléctrica y promete acabar con todos los insectos habidos y por haber. Busca las tabletas y lee que no debe tocarlas pues son altamente tóxicas. Tarda en asimilar la información lo suficiente como para abrir el empaque con los dientes.
Una vez que se da cuenta del peligro en el que se encuentra, corre a lavarse la boca esperando que el fin sea rápido e indoloro. Mientras eso ocurre, mete una tableta (ayudado del plástico que lo envolvía) al aparatito y regresa a su cuarto.
Conecta el aparato y se vuelve a acostar riéndose por dentro del fatídico destino que le espera al mosquito. Se acomoda y comienza a dormirse. Su oído se da cuenta que ya no es un mosquito… AHORA SON DOS!!
No sabe si se están apareando, si están bailando o si intentan hacer un concierto a dos zumbidos. El resultado es francamente desquiciante. ‘Ahorita caen muertos’ piensa Salvador para sus adentros, ‘nomás es cosa de que hagan efecto las tabletas’.
Nuestro protagonista vuelve a perder la noción de cuánto tiempo ha estado escuchando el sonido de los mosquitos, pero lo que más le sorprende es la poca eficacia del producto que usó con el propósito de aniquilarlos. Un foco a medio prender se enciende sobre su cabeza en forma de idea y se para de nuevo de la cama.
Después de sobarse el dedo chiquito del pie por el golpe que se volvió a dar en el borde de la cama, acude de nuevo al clóset en donde previamente había buscado. Revuelve un cajón y finalmente encuentra una extensión eléctrica. ‘Seguramente, el aparatito debe estar colocado en un punto estratégico en el centro del cuarto y no cercano a alguna pared’, piensa Salvador, ‘Lo mejor será conectarlo a esta extensión y ponerlo en un buen lugar donde pueda matar a los mosquitos’. Para estos momentos, Salvador se siente en esa caricatura donde la Pantera Rosa trata de callar a un reloj cucú de todas las maneras posibles.
Una vez que termina de hacer la instalación eléctrica, y respirando aliviado, Salvador se vuelve a acostar. No pasan diez minutos, cuando la feliz pareja de mosquitos vuelve al ataque. ‘Pronto hará efecto, pronto’ piensa nuestro protagonista.
Las horas parecen pasar, y los mosquitos siguen volando. Se podría decir que hasta con más brío y energía que antes.
Sorpresivamente, uno de ellos se para en el cachete de Salvador. ‘¿Le doy o no le doy?’ piensa, ‘¿seré más rápido que un mosquito y podré matarlo con mi propia mano?’
Salvador se decide y suelta un fuerte golpe contra el mosquito. El mosquito muere instantáneamente. Salvador está eufórico. El otro mosquito, asustado, no vuelve a aparecerse por el resto de la madrugada (porque ya es madrugada).
Salvador se despierta muy cansado pero de buenas pues logró ganar la batalla de El Hombre vs. El Mosquito. Entra al baño con el propósito de darse un duchazo y se ve en el espejo.
Nuestro protagonista tiene el cachete inchado por la picadura del mosquito pero, especialmente, por la fuerte cachetada que se dio a él mismo.
Toda la mañana, en su trabajo, le preguntan que quién le pego. Él, avergonzado, sólo baja la cabeza y maldice en silencio al mosquito.
Update
Miércoles 30 de Junio, Año 2004:
Bitácora del Capitán.-
(léase con la voz de Capitan Kirk y con la tonadita de Viaje a las Estrellas de fondo)
Los últimos detalles se están ajustando a menos de 48 horas para nuestra partida. A las 0900 horas se encendió la alerta roja en todos los sectores debido a que la visa norteamericana del Mayor Peter no había llegado a su destino en la fecha marcada como deadline. Afortunadamente, el Teniente Joe realizó algunas llamadas y averiguó que la visa se encontraba en una oficina postal a donde la habían mandado al no encontrar al Mayor Peter en su puesto el pasado domingo.
Al filo de las 1400 horas, se verificó una adición en la tripulación. El Sargento Rodrigo, viejo conocido del Teniente Joe y reportero de un conocido periódico capitalino, se unió al contingente que viajará a la ciudad de Boston, Massachusetts (¿Masachusets? ¿Masssachusssettsss? ¿Massashushetss?, en fin, cómo se escriba!) el próximo viernes 2 de julio.
A continuación, se muestra una relación con las actividades que se han completado y las que faltan por completar:
Boletos — OK
Visas — OK
Vacunas — ** (Salvador no quiere vacunarse)
Maletas — ** (Aún no es tiempo)
CD’s — ** (En Proceso)
Dinero — ** (Todavía no es quincena)
Trabajo — ** (No sé cómo decirle a mi jefe!!)
Libros — OK (llevo bastantes para leer en el vuelo)
Transporte — ** (en Boston veremos qué coche rentamos)
Seguiré informando en caso de que existan mayores notificaciones.
El Soundtrack del Viaje
La convocatoria para armar el CD doble del road trip Boston-Montreal ha generado muchos correos electrónicos (más correos de los que comentan/retroalimentan posts anteriores… snif!). Además de esto, yo le he rascado a mi colección de CD’s, LP’s y MP3’s para lograr que sea una colección de antología. Recordemos que el primer disco es para acompañar a tres mexicanos durante la madrugada mientras salen de la ciudad de Boston y recorren la 87 rumbo a su destino final en Canadá. El segundo es para ir de día, a toda velocidad, por las calles y avenidas de Montreal.
A continuación, algunas de las recomendaciones de cómo quedarían los dos CD’s.
CD 1
1. The Coral – Shadows Fall
2. The Lodgers – Moment In Love
3. Mondo Grosso – Butterfly (feat. Monday Michiru)
4. Phoenix – If I Ever Feel Better
5. Natural Ites – Picture On The Wall
6. Mull Historical Society – Mull Historical Society
7. Fussible – Casino Soul
8. Pink Martini – Sympathique
9. The Cure – Just Like Heaven (acústico)
10. The Ocean Blue – Drifting Falling
11. Wax Poetic – Angels
12. Silence 4 – A Little Respect
13. Ween – Mr Richard Smoker
14. Tom Jones – Sexy Thing
15. Toad the Wet Sprocket – All I Want Is To Feel This Way
16. Ursula 1000 – Mr. Bongo
17. Esquivel – April in Portugal
18. Lindsay Buckingham – Never Going Back Again
19. Mana Ohana – Sweet Child of Mine
20. Cowboy Bebop – Cat Blues
CD 2 (las que tienen * han sido recomendaciones vía mail)
1. Joan Jett – Bad Reputation*
2. Lunapop – Vespa 50 Special
3. Cosmic Rockers – Cosmic Rockers Papo
4. Tom Jones & Robbie Williams – Are You Gonna Go My Way
5. Republica – Ready To Go*
6. Tone Loc – Funky Called Medina* (ésta me dio mucha risa)
7. Looper – Ballad of Ray Suzuki
8. Monaco – What Do You Want From Me
9. Plastic Bertrand – Ca Plane Pour Moi (excelente pues es en francés!!)
10. Enanitos Verdes – Guitarras Blancas (unplugged)
11. Frank Sinatra – Come Fly With Me*
12. Electric Six – Gay Bar* (sí, adivinaron, me la mandó un amigo gay… pero queda perfecta!!)
13. Fundación Tony Manero – No More Chico Encantador
14. Eric Clapton – Cocaine*
15. Jamiroquai – Miss You*
16. Guns n’ Roses – Paradise City (no soy fan de Gn’R, pero esta rola me recuerda cañón a la película ‘Can’t Hardly Wait‘ y me da mucha risa)
17. Lords of Acid – Am I Sexy
18. The Clash – London Calling
19. LTJ Experience – Disco People*
20. Simple Plan – Grow Up
21. Quincy Jones – Soul Bossa Nova*
P.D. Siento que me falta música ‘surf’… ¿se le ocurre una buena dosis a alguien?
OST
Recuerdo perfectamente la vez que caí perdidamente enamorado de la música de las películas. Yo tenía 6 años y mis papás me llevaron a ver ‘Cuenta Conmigo’, una película con Wil Wheaton, Corey Feldman, Jerry O’Connell y River Phoenix que contaba la historia de cuatro amigos a finales de la década de los 50 que iban en búsqueda de un cadaver.
Como suele suceder en todas las historias/películas/novelas de viajes, lo realmente importante no es el destino que tienen los protagonistas sino el viaje en sí. El lugar a donde quieres llegar es simplemente una excusa que la vida tiene para ser (la mejor descripción de este fenómeno la dio Konstantínos Kaváfis con su poema Ítaca)
Durante esa película, los cuatro chavitos platican de sus preocupaciones y sus traumas, de sus sueños y sus esperanzas, de lo bueno y lo malo, de lo profundo y lo sumamente superficial. Y es precisamente en medio de una plática tremendamente profunda que el concepto ‘soundtrack’ se quedó grabado para siempre en mi cabeza. Gordie y Chris, que eran los dos personajes ‘inteligentes’, platican de cómo terminarán separándose cuando entren a la secundaria. De si las cosas ya no serán iguales y cómo el talento que cada quien tiene los comenzará a llevar por caminos distintos. Es una escena dura y muy pegadora. Pero mientras eso sucede, los otros dos que los acompañan y que no están tomando parte de la conversación, comienzan a tararear una canción.
De repente, la canción comienza a sonar en la banda sonora de la película y por un instante, la música que ellos escuchan y que nosotros estamos escuchando es la misma. Es Lollipop de The Chordettes, una rolita pegajosa y tremendamente cincuentera. Pero esa fue la primera vez que vivi en carne propia el ‘sentimiento cinematográfico’ del cual hablaría años más tarde Quentin Tarantino: si utilizas la canción correcta en el momento correcto de la película, el resultado es que nunca volverás a escuchar esa canción sin pensar en la escena de la película.
A la fecha, no puedo dejar de hacer el bailecito que Vern Tessio y Teddie Duchamps hacían en las vías del tren que los llevarían a ver el cadaver.
Les cuento todo esto porque desde entonces mi obsesión por la música de películas es total, a tal grado que uno de mis dream jobs es, como varios de los que contestaron mi quiz saben, ser compilador de música de soundtracks. Sobretodo porque mis gustos musicales son tan disparados (por no decir ‘disparatados’) como un soundtrack; donde lo mismo está Eagle Eye Cherry que Marco Antonio Solis o PJ Harvey. Así de malos son mis gustos y así de buenos podrían ser los soundtracks que produciría mi disquera.
¿Recuerdan la película ‘As Good As It Gets‘ (en español, ‘Mejor, Imposible’) donde el protagonista ponía en el estéreo de su coche discos especialmente seleccionados para cada ocasión? Pues hagan de cuenta que están viendo al maniático de Salvador maquilando ‘soundtracks’ para distintos momentos de su vida: cuando va en el coche con tráfico, cuando va en el coche sin tráfico, música para cantar a voz pelada, música para pensar, música para entrar ‘en el mood’, etc, etc.
Con todo esto dicho (la referencia a ‘Stand By Me‘, a los soundtracks y a ‘As Good As It Gets‘), se pueden imaginar que, de las cosas que me tienen severamente ocupado en estos días, es escoger el soundtrack perfecto para el viaje a Boston-Montreal. Tengo que hacer al menos dos CD’s: uno para cuando vayamos en la carretera de Boston a Montreal y otro para los viajes dentro de la ciudad de Montreal. El CD no. 1 está pensado para un trayecto en coche que comenzará por ahí de las 10-11 de la noche y que irá terminando en la madrugada. Ahorita ese es el que estoy maquilando.
A continuación, les pongo las rolas que he seleccionado hasta ahora. Se aceptan todas las sugerencias tanto para el CD 1 como para el CD 2. Recuerden que el CD 1 debe ser calmadito y suavecito pero no tanto como para que nos durmamos y despertemos en el fondo de una barranca en Vermont. El CD 2, por otro lado, debe ser lo más prendido que se pueda… como soundtrack de teen movie.
CD 1 / De Boston a Montreal
1. The Coral – Shadows Fall
2. The Lodgers – Moment In Love
3. Mondo Grosso – Butterfly (feat. Monday Michiru)
4. Phoenix – If I Ever Feel Better
5. Natural Ites – Picture On The Wall
6. Mull Historical Society – Mull Historical Society
7. Fussible – Casino Soul
8. Pink Martini – Sympathique
9. The Cure – Just Like Heaven (acústico)
10. The Ocean Blue – Drifting Falling
11. Wax Poetic – Angels
12. Silence 4 – A Little Respect
13. Ween – Mr Richard Smoker
… y ya veo a los programadores de radio que leen este blog, criticando el orden de las canciones porque ‘no respetan la curva’. En fin, cualquier comentario y sugerencia son bien recibidas a: exlocutor@gmail.com, exlocutor@hotmail o a través del tag-board.
AQUÍ!!
Desde Boston… hasta Montreal
Allez!!!
Realmente todo comenzó en diciembre. Ubiquen una cena navideña en la casa nórdica de Peter (cfr. la aventura de Semana Santa en Acapulco). En esta ciudad (me atrevería a decir que en este país, pero no conozco demasiado las costumbres de provincia), diciembre es un mes perdido entre brindis, celebraciones, abrazos e intercambio de regalos. Así que, al más puro estilo del Brindis del Bohemio (En torno de una mesa de cantina / en una noche de invierno / regocijadamente departían / seis alegres bohemios…) comenzamos a platicar del nuevo año que venía: proyectos, viajes, trabajos, círculos que cerrar y senderos que dejar pero también empresas nuevas que realizar y sueños por solidificar.
La conversación se desvió a la música. Y más específicamente a un gusto compartido por parte del quórum: el jazz. Alguien mencionó (creo que Joe) que en el 2004 se celebraría el 25 aniversario de uno de los festivales de jazz más importantes del mundo, el de Montreal. Y salió el clásico ‘aaah pus habría que ir, no?’. Claro, en una cena navideña en la que también se hablan de las distintas formas de cambiar al mundo, una declaración como esta parecería no tener demasiadas repercusiones futuras. ¿O sí?
El primero que lo volvió a poner en la mesa fue el Joe en marzo. Al principio sonaba demasiado fuera de toda lógica y de todo presupuesto. Hasta que nos sentamos a hacer numeritos (Joe y Peter estudiaron Ingeniería y yo dizque estudié Economía) y vimos que nuestros respectivos sueldos nos permitían perfectamente largarnos a Montreal al Festival de Jazz. Para mí fue difícil asimilarlo; uno se va a Cuernavaca, a Acapulco! bueno, uno se puede ir hasta Orlando con el sudor de su frente… pero ¿Montreal? ¿y al Festival de Jazz?
La decisión estaba tomada. Bueno… casi.
El primer problema qe tuvimos fueron los boletos de avión. Resulta que la Ciudad de México cuenta con una gran cantidad de amantes del jazz y desde abril, los boletos de avión directo a Montreal se habían acabado. Primera prueba de fuego. ¿De verdad queremos ir? Sí. ¿De veras deveritas? Pues sí.
Sacamos el mapa y buscamos las ciudades cercanas a Montreal…
Peter: ¿Tiene cupo para Quebec?
Señorita de las reservaciones: Mmmmm…. (sonido de la computadora) No. No hay.
Joe: ¿Para Toronto?
Señorita: No.
Salvador: … Ottawa?
Señorita: Tampoco.
Peter: Bueno… ¿tiene boletos para Boston?
(Salvador, Joe y la Señorita se miran desconcertados)
Peter: Tiene, ¿sí o no?
Señorita: Pues sí… sí tengo.
Nuestro viaje de recreación a Montreal se convirtió, en un click, en un road trip. Viajaríamos de México a Boston y de ahí nos iríamos (como mejor pudiéramos) a la ciudad descubierta por Jacques Cartier en 1535. Asistiríamos al festival y después nos regresaríamos a Boston para tomar el avión que nos regresaría al sitio fundado por Tenoch y sus Locos del Ritmo en 1325.
Segundo problema, el alojamiento. Después de hacer un profundo análisis, decidimos que el cambio de planes nos forzaba a buscar un alojamiento bastante más barato de lo que originalmente teníamos planeado. En el peor de los escenarios posibles, dormir en los cajeros automáticos siempre es buena opción. Dicho esto, comenzamos a preguntarle a todos nuestros conocidos si sabían de alguien que viviera en Montreal y que estuviera dispuesto a hospedar durante una semana a tres tristes tigres mexicanos que buscaban alojamiento. Sabemos cocinar, lavamos y planchamos nuestra propia ropa, Joe conoce maneras de hacer reir con las matemáticas, Peter es excelente contando chistes portugueses en danés y yo… pues yo, como dice una amiga, ‘pienso padre’.
Nuestra búsqueda rindió frutos a los pocos días en los que un señor, de nombre Pierre Noel, estaba dispuesto a alojarnos en su departamento que suele rentar todos los veranos. En esta ocasión no nos lo rentaría debido a que se encuentra en remodelación y básicamente iremos a dormir sobre costales de cal y arena.
(voz de la señorita de El Gran Juego de la Oca) «Prueba.. Superada» (fanfarria)
El tercer y más complicado problema surgió a finales de mayo cuando Peter llegó y nos dijo:
«Me tengo que titular»
Joe y yo le explicamos que los tres, más tarde o más temprano, nos vamos a tener que titular de nuestras respectivas carreras.
«No… no entienden, me tengo que titular. Ya», dijo Peter.
Y entonces pasó a explicarnos cómo había hecho los trámites para estudiar una maestría en Paris, cómo lo habían aceptado y que ahora necesitaba estar titulado para poderse largar a la Ciudad fundada por la tribu Parisii en el año 52 a.C.
El problema no terminaba ahí. El último día para entregar toda la documentación era justo el día de nuestro regreso de Montreal. Esto significaba que antes de irnos de viaje, Peter tenía que:
– Hacer su tesis
– Que le aceptaran la tesis
– Pedir fecha de examen
– Que le dieran fecha de examen
– Hacer su examen profesional y,
– Pasar su examen profesional
Todo esto, insisto, antes del día de partir rumbo a Montreal.
¿Creen que es imposible?
Por medio de este blog, me es muy grato anunciarles que me largo de viaje a Montreal el próximo viernes 2 de julio. También me es muy grato anunciarles que mi amigo Peter hará su examen profesional… el próximo viernes 2 de julio… cuatro horas antes de que un avión con destino a Boston salga de la Ciudad de México.
Los planes logísticos tendrán algunos ajustes a lo largo de la semana, pero todo parece indicar que iremos al examen profesional de mi amigo Peter con todo y maletas. Aún estamos en pláticas con el gobierno de la ciudad (que no está muy contento con mis últimas declaraciones) para que nos abran un carril especial por parte del Periférico y el Circuito Interior, de modo que podamos llegar a tiempo a registrarnos al Aeropuerto.
Del viaje y de todos los preparativos, tendrán todos los reportes por medio de este blog. En pocas palabras, nos espera una semana de mucho estrés. No sólo porque Peter se tiene que titular el mismo día en que salimos de viaje, sino que además, ninguno de los tres ha avisado en sus respectivos trabajos que se larga una semana a Montreal!!
Seguiremos informando.
No marches!! II
Se me acaba de ocurrir una idea genial. Bueno… decir que es genial y decir que se me acaba de ocurrir a mí puede sonar demasiado pretencioso, pero durante estos días he estado pensando cómo se puede canalizar la *fuerza* o *indignación * de La Marcha® que se llevará a cabo este domingo. Finalmente lo he encontrado.
¿Estamos de acuerdo que la gente está marchando porque está inconforme con las medidas tan mediocres que ha tomado el gobierno en sus distintos niveles? Sí, ¿ok?
¿Estamos de acuerdo que todos quisiéramos «hacer algo» para resolver el problema de la inseguridad? Okey.. ok.
¿Estamos de acuerdo en que estamos enojados con nuestros gobiernos (federal y local) y quisiéramos «hacerles algo» porque no están reaccionando?
Yo no voy a marchar, pero les voy a decir qué es lo que todos los habitantes de la ciudad de México podemos hacer para canalizar nuestro enojo de una manera más productiva que nomás salir a gastar nuestros tenis en el asfalto.
Andrés Manuel López Obrador prometió que cada dos años se sometería a un plebiscito en donde la ciudadanía decidiría si seguía o no al frente del gobierno capitalino.
Yo propongo que el próximo mes de septiembre, cuando se realice este segundo plebiscito, todos los que van a ir a la marcha y todos los que no vamos a ir pero que estamos inconformes porque el problema más importante de la ciudad no ha sido mínimamente resuelto, votemos en contra y saquemos a López Obrador del gobierno capitalino.
Ejerzamos nuestro verdadero poder de decisión. No nos limitemos a marchar, quejarnos y regresar a nuestras casas a vivir en la misma inseguridad de siempre. Si tenemos en las manos las herramientas para realmente *expresar* nuestra inconformidad, hagámoslo!!
Adiós Andrés Manuel!
(y con Fox, nos veremos en el 2006)