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La vida irreal de Salvador Leal

Las Cinco del Viernes

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La mecánica la conocen. Van al blog de las Cinco del Viernes, copian 5 preguntas y las responden con el propósito de que nos conozcamos mejor. Bueh, esa es la excusa… la verdad es que cuando ha sido una semana de locos y uno está entre postear Las Cinco del Viernes y no postear…

1. ¿Cual es tu ingrediente fundamental o preferido que le pones a prácticamente todas las comidas?
A ver, comencemos por lo básico. Me gusta comer y además creo que lo hago muy bien. Esto es, sé reconocer sabores nuevos, distingo entre los distintos ingredientes que lleva un platillo y me gusta comer no sólo por la necesidad fisiológica del alimento sino como parte de un conocimiento del mundo que me rodea. Comer bien es como escuchar una buena rola, ver una película o leer un buen libro y lo tomo con la misma filosofía y *respeto* con la que podría tomar cualquiera de las otras actividades; al comer hay que darle su tiempo y su espacio. No es lo mismo comer para cumplir con el requisito físico en el menor tiempo posible y con la menor cantidad de obstáculos, que llegar y sentarte, platicar, comenzar poco a poco e irte enfrascando en conversaciones y conocimientos personales y gastronómicos.

Dicho esto, es obvio que no tengo un ingrediente que le ponga a todas mis comidas. Si la comida está bien sazonada, no tengo porqué ponerle más sal o menos azúcar. Si está bien preparada y equilibrada, la comida (lo mismo que el libro, la película o la canción) se pueden defender perfectamente sin la necesidad de ningún tipo de adición. Así que, contestando a la pregunta, no hay ningún ingrediente que le ponga a la comida nomás por qué sí. Sería algo estúpido y poco respetuoso con la comida misma.

2. ¿Qué hora del día es la que prefieres para comer?
La hora de la comida se me hace magnífica.
En México tenemos la grandiosa costumbre de que las comidas familiares (o con los cuates) inician a eso de las 2 y van terminando a las 8 o 9 de la noche. Soy fan de hacer eso. Podría obviarme el desayuno y la cena teniendo una sola comida hecha y derecha. Las pláticas más memorables generalmente han sido alrededor de una mesa bien servida y con buena compañía.

3. ¿Cuál es tu plato favorito? ¿y el que más odias?
Creo que eso lo había contestado ya en un cuestionario, pero lo repito. La neta es que casi cualquier cosa que cocine mi mamá, rockea. Si tuviera que escoger algún plato favorito probablemente escogería algo que tuviera mucho queso derretido.
¿El que más odio? Mmmmm… ¿como platillo en sí? El hígado encebollado (viejos traumas infantiles), el huevo en casi todas sus presentaciones (frito, revuelto, cocido, duro, estrellado) y la nata.

4. ¿Qué comida o alimento es, para tí, el más afrodisíaco?
Chas! ¿Afrodisiaco? mmmmmmm
No creo en la comida afrodisiaca. Creo que cualquier comida puede volverse afrodisiaca dependiendo de la persona con la que te la comas.

5. ¿Cúal es tu especialidad culinaria (esto es, qué plato es el que mejor sabes preparar o el único que te sale comestible)?
La comida muchas veces es como la vida: si te quejas de que no vives o no comes como te gustaría, la culpa termina siendo tuya y no del cocinero. Aprende a cocinar y a modificar las cosas que no te gustan. Dicen por ahí que si quieres que las cosas salgan bien, las tienes que hacer tú. Eso se aplica a la vida y desde luego se aplica a la cocina.
Dicho lo cual, me gusta mucho cocinar. No lo hago tan seguido porque, como buen economista, también creo en la división del trabajo, en la especialización y en las ventajas comparativas. Sin embargo creo que mi fuerte es la Lasagna Napolitana, el pastel de queso y las botanas en general. Ahora que, una vez cociné en Acapulco unos chilaquiles que me quedaron de antología! (*slurp*… creo que hoy iré a mi casa a comer!)

Written by Salvador Leal

diciembre 10th, 2004 at 11:27 am

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