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La vida irreal de Salvador Leal

Dios santoooo!

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Hoy iba a platicar de futbol, de la cantidad de proyectos en la que ando metido, del tiempo que ya no me alcanza y de mi urgente necesidad de conseguir un asistente personal que ordene mi vida. Sin embargo, llegó al correo electrónico (exlocutor@gmail.com) un link a los oscuros/graciosos/traumáticos momentos vividos en el año 2001 por éste que les escribe y todo lo que les iba a platicar, se fue al traste.

Resulta que, por razones que desconozco, EsMas.com -la compañía de internet de Televisa- sigue guardando en la red la página de internet de la estación de radio en la que tuve a bien participar. Quedó como congelada en el tiempo. Ahí están la programación original que tuvimos en el inicio… mi cuate Alejandro Franco, que ha conocido todos los horarios posibles en el espectro radial, estaba de 9 a 11 de la mañana; yo todavía compartía horario con Gaby Perera y hasta Erika Zavala todavía estaba todos los días por las noches!! Ahí está el horario nocturno de La Jefa™ (aún no la habían corrido) y Mariana del Valle, que hoy forma parte del equipo de Carlos Loret de Mola, era regañada porque se maquillaba las ojeras entre canción y canción en su turno de las seis de la mañana.

Insisto con mi idea del programa de televisión y más ahora que este sorpresivo correo electrónico llegó a mi buzón. Recordé las juntas de programación (todos podíamos proponer canciones que entraran en rotación), las juntas estratégicas (nos sentábamos todos en la sala de la oficina a planear las promociones) pero sobretodo, recordé las juntas de los martes.
Originalmente, las juntas de los martes eran juntas donde revisábamos qué había salido bien y qué había salido mal la semana anterior y revisábamos la manera de actuar para la siguiente semana. Pero aquí debemos recordar que los locutores de la estación de radio éramos muchas cosas menos *locutores profesionales*. Nos habían contratado precisamente porque no teníamos idea del medio y porque estábamos frescos. No he decidido aún si ese movimiento fue una enorme estupidez o un rayo de genialidad, pero lo que generaba era que estas juntas del martes se convirtieran en la cosa más temida de la semana.

Ahí nos regañaban, nos insultaban, nos pendejeaban, nos decían de cosas, dudaban de nuestra capacidad, ingenio y creatividad… básicamente, nos ponían en nuestro lugar y luego, una vez que la furia y el ánimo asesino de La Jefa™ habían sido saciados, nos mandaban de nuevo a las trincheras a dar la cara. Recuerdo particularmente las juntas donde las mujeres terminaban llorando y los hombres acabábamos humillados hasta decir basta. Era todo un espectáculo. Entrábamos bromeando a la sala de juntas y salíamos de ahí como si adentro estuvieran velando a algún familiar cercano. Así eran las cosas de la radio.

Durante el tiempo que estuve ahí, hubo momentos de mucha felicidad y buen humor, pero también hubo muchas -muchísimas- regañadas y metidas de pata, lágrimas y sinsabores que todos creíamos que eran parte de trabajar en radio. Nosotros aguantábamos vara, poníamos una sonrisa… y volvíamos a salir al aire a cometer los mismos errores por los que nos habían regañado minutos antes. En los momentos de desesperación, La Jefa™ decía que ella debería ser considerada una Leyenda de la Radio Mexicana pero que, en su lugar, nosotros la tratábamos como si fuera la Maestra Jimena (cfr. Carrusel)

Fueron buenas épocas. El anecdotario es muy variado y cada vez que nos reunimos los que trabajamos en aquel proyecto, terminamos recordando regaño tras regaño, error tras error y situación tras situación. Que si X anduvo con Y pero que no querían que nadie supiera, que si Z se encerraba en la oficina y nadie sabía lo que sucedía allá adentro, que si en la cobertura de eventos en Acapulco iban más de los que tenían que ir, etc.
Esa estación ya no existe más que en los recuerdos de quienes fuimos parte de ella… y si quieren darle un vistazo al pasado, vayan a este link. A mí me hizo recordar muchas cosas y quizás a ustedes también les suceda lo mismo.

Yo por mi parte, voy a irme a escuchar el disco que sacamos (y que promocionamos hasta el cansancio), estaré navegando en la página que me enviaron y, no conforme con eso, me voy a escuchar el famoso (y pachequísimo) promo de El Patito, que fuera el *primer promo* de nuestra época en WFM y de donde sale la frase que da título a este post: «Dioooos saaaantoooo!»

Sí… es una tarde nublada en el Distrito Federal, y la nostalgia pega cañón.

(Nota de Derechos de Autor: El promo de El Pato fue producido por Javier ‘Javimix’ García y Tato Ortega en los estudios de Televisa Radio, con una idea original de Elías y Canito. Las voces son de Elías Herrera, Canito Gutiérrez, Kaeri Tedla y Salvador Leal.)

Written by Salvador Leal

junio 3rd, 2004 at 11:18 am

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