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La vida irreal de Salvador Leal

ITAM’s Top Ten

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Hace exactamente un año dejé de ir a la universidad. Ojo, no dije que me gradué o que me *recibí* como licenciado en Economía. No. Hace un año terminé las clases y decidí salir a ver qué me deparaba el mundo real.
Algunas de las conversaciones que he tenido en estos últimos días me han recordado lo que era estar estudiando en el Infierno Tecnológico Autónomo de México (inscríbase aquí) y así como puedo ser tremendamente cursi y nostálgico con mi prepa, la verdad mi experiencia universitaria se acerca mucho a la experiencia de un examen prostático… de 10 semestres!! (la comunidad gay que lee este blog puede intercambiar el examen prostático por algo realmente doloroso, incómodo y sórdido; it’s up to you).

El asunto es que, hace un año, durante las últimas horas de mi vida universitaria en el ITAM, decidí hacer un top ten con las experiencias más divertidas/curiosas/raras/patéticas/memorables que me ocurrieron durante mi larga estadía en ese antro de ñoños, regresiones econométricas y libros de estadística.
Debido a que comentar todos y cada uno de los puntos del top ten me llevaría demasiado espacio (y digo, ustedes tampoco MUEREN por conocerlos todos), haré una selección de cinco que me dejaron especialmente marcado.

Así que… empezamos!!

No. 10: Mi primer día de clases
Desde el inicio comenzamos mal. Imaginen a un ñoño que se mueve por la ciudad de México a través del transporte público; el ñoño tiene lentes de fondo de botella, peinado de libro abierto, chamarra verde como de velador de edificio y una pluma que se asoma del bolsillo de su camisa de cuadritos. El ñoño baja del microbús y cruza una calle que lo dejará justo al lado del estacionamiento de su nueva universidad. Intempestivamente, un BMV nuevecito pasa a escasos centrímetros de él, sin darse cuenta el conductor que estuvo a punto de terminar hasta con la última pizca de ñoñez que llena el cuerpo del peatón. Detrás del BMW, un Mercedes, luego otro Mercedes y otro BMW; el ñoño voltea a su alrededor y ve una fila de guardaespaldas que, cual mamás en primer día de clases, esperan a que el retoño entre al salón de clases y esperan pacientemente limpiando sus pistolas y puliendo la recubierta blindada del vehículo del pequeño.
En estos momentos, Salvador se siente la pulga más miserable que jamás ha pisado la faz de esta tierra. Piensa en Beverly Hills 90210 y se da cuenta que no se parece ni siquiera remotamente a Brandon. Entra a los pasillos y se encuentra con un desfile de modas instantáneo; decenas de supermodelos han decidido estudiar administración y relaciones internacionales y se pasean por las instalaciones del ITAM. Pasa el día, Salvador regresa a su casa y visualiza su autoestima como una jerga de gasolinera. Es apenas el primer día… de diez largos, largísimos semestres.

No. 7: Mi primer examen de Eco
Un ñoño siempre será un ñoño. Podrá pasar por épocas difíciles o de búsqueda personal, pero por dentro seguirá teniendo una extraña fascinación ya sea por D&D o por SW (si sabes a qué me estoy refiriendo… FELICIDADES! tú también eres un ñoño!).
Los ñoños estamos acostumbrados a varias cosas: a que no nos inviten a fiestas en la secundaria, a que destruyan nuestro proyecto de medio ambiente sustentable para el laboratorio de química y a siempre -SIEMPRE- sacar diez en todos los exámenes de todas las materias. ¿Saben en dónde radica el poder del ITAM? En que por muy ñoños que sean las personas que acuden a ese centro de saber, el ITAM siempre sabrá más que tú. Por muy *machetero* que seas, el profesor siempre será más ñoño que tú. Por muy inteligente que te creas, el ITAM siempre tendrá la ventaja sobre tí. O por lo menos eso se te queda grabado después de que en tu primer examen de economía, para el cual estudiaste desde dos semanas antes (no es exageración, pregúntenle a su itamita de confianza), para el que fuiste a todas las clases de recuperación y laboratorios extras, para el que sacaste los ejemplares más gordos de la biblioteca… en ese examen para el que te preparaste como si tu vida dependiera de ello… sacas 4.
Si… CUATRO!
«¿¿Pero cómo??» se pregunta el recién ingresado al templo del saber y del terror, «si en mi preparatoria casi me levantan una estatua después de haber visto las respuestas de mis exámenes!»
Pues nada… en ese momento y no antes, es cuando finalmente el ITAM te da la calurosa bienvenida y es apenas el prólogo de lo que vendrá más adelante.
Lo peor… LO PEOR! Es que, una vez que sales de el lugar con mayor cantidad de ñoños por metro cuadrado de la ciudad de México, sabes que ese primer examen que respondiste no se merecía más de un cuatro. El ITAM ha infectado tu alma.

No. 5: El CRTV
Desde que yo era muy pequeño me ha gustado la radio. Soy el típico caso del hijo *único* al que le regalaron una grabadora y un micrófono y hacía programas, anunciaba canciones, escribía comerciales y proporcionaba datos culturales. Creo que hasta recetas de cocina daba! Desde siempre, entonces, he querido ser locutor de radio; nomás que hasta el 2000 no había ningún valiente que me dejara un micrófono enfrente para que yo hablara a mis anchas. En el ITAM no existe la carrera de Comunicaciones; vaya no existe ni Periodismo!… lo más cercano a esas carreras es el Circuito de Radio y Televisión del ITAM.

Originalmente, el CRTV era un juguetito que los alumnos de ingenierías utilizaban para transmitir Metallica, AC/DC y hablar de circuitos eléctricos y cosas del estilo. Sin embargo, en los tiempos en los que yo pululaba por los grises pasillos itamitas, la dirección del CRTV cambió de manos y comenzó a ser manejada por administradores y economistas, quienes no tenían ningún conocimiento técnico de la radio, pero que desbordaban en entrepreneurship. Justo en ese momento llegué yo y mi vida, literalmente, jamás volvió a ser igual.
Tres meses después de haber entrado al CRTV, entrevisté a Vicente Fox y Francisco Labastida. Una semana después estuve con Juanes y para noviembre estaba tomando una cerveza en Acapulco con todo y mi acreditación de prensa para el evento masivo de música electrónica, el Aca World Sound Festival.
El Circuito me permitió conocer los oscuros negocios de las disqueras y los pretenciosos pasillos de las estaciones de radio comercial. Asímismo, el Circuito hizo que me atrasara casi un año en mis materias y que comenzara a vivir más en la Cabina que en mi propio cuarto. Cuando no llegaba a mi casa, mi mamá ya ni siquiera marcaba mi celular, simplemente marcaba el teléfono del ITAM (5628 4000) y la extensión del Circuito (1287) y sabía que ahí me encontraría, ya fuera haciendo promos, bajando canciones o simplemente disfrutando del Sky que teníamos contratado.
En el CRTV tuve varios programas: el Noticiero Itamita (lun-vie de 7 a 8.30), el Top 13 (lun y mie de 10 a 11), la Hora de Nadie (cuando alguien no llegaba a su turno), Fallas del Corazón (programa nocturno de consejos sentimentales) y la cobertura de los eventos especiales como el Día ITAM y el Día de Hacer Horarios. Sin embargo, el programa al que más cariño le tenía (y al que más tiempo le daba de preparación) era Micro20159. Como el pequeño racional lo dice, Micro20159 era un espacio dedicado a la buena música que comenzó por accidente y que terminó con bombo y platillo hace exactamente un año.
Había muchos gags que sólo los radioescuchas podían disfrutar en su totalidad, como el hecho de que los sidekicks no duraran más de unas cuantas semanas bajo el yugo del conductor o que programa a programa el grito introductorio fuera rompiendo su propio récord.
Aunque me despedí del aire universitario hace un año, el último programa de Micro20159… nunca se dio. De hecho, aún está por hacerse. Sobretodo porque lo extraño cañón.

Top 3: El Pulque
Nunca me ha gustado hacer las cosas que todos hacen. En parte por eso me molestaba tanto mi universidad. Un maestro decía ‘hagan un trabajo creativo’ y todos llegaban hablando de tasas de interés, inflación y regresiones econométricas. FLO-JE-RA.
Durante toda mi estancia en la Cuna de la Tecnocracia Mexicana tuve muy pocas ocasiones de realmente poner mi creatividad a prueba… y mi top 3 es precisamente una de ellas.
Resulta que el profesor de Historia Económica de México era un Perro del Mal™. Para su primer examen parcial (que todos reprobamos, desde luego) nos hizo aplicar modelos de Agente y Principal para las encomiendas españolas y los indígenas aztecas, además de pedirnos que explicáramos, con Teoría de Juegos, la relación que había entre los esclavos en la Nueva España.
El segundo parcial fue peor que el primero, por lo que todas mis esperanzas estaban puestas en el trabajo de fin de semestre y en el examen final. El examen final lo daba por descontado porque el Dr. Salas (en el ITAM se extasian cuando les dicen ‘doctor’ en lugar de ‘maestro’ o ‘profesor’) seguramente lo iba a hacer imposible de contestar. Esto es, todo dependía de mi trabajo final.

«El trabajo debe ser académica y teóricamente impecable, pero además debe tener un toque de originalidad. Quiero ideas O-RI-GI-NA-LES. Ni se les ocurra traerme viejas ideas disfrazadas con nuevos modelos económicos» nos dijo el Doctor. «Presentan su paper en hard copy y preparan una pequeña presentación oral para la clase, que también voy a calificar»

Pues ahí tienen a Salvador rompiéndose la cabeza para pensar en algo *económicamente* original. Y que se me ocurre! Y que lo presento! Y que pega!!
Mi trabajo se tituló «El Pulque en la Nueva España: Una Visión Económica» y hablaba de la importancia que tenía el pulque como el principal bien por el que se pagaban impuestos. Con decirles que hasta pulque llevé a mi presentación!!
Esa materia, de ser la que peor llevaba, terminé sacándola con 9.

Top 1: Pedro Aspe
Estudiar en el ITAM tiene muchas deficiencias: instalaciones hechas en un edificio originalmente planeado para ser un manicomio, cero areas verdes, compañeros más mamones que uno con una cuenta bancaria con muchísimos más ceros que la tuya, etc, etc. Lo único bueno que tiene esa escuelita, son los maestros. ¿Siempre has querido entrar al Banco de México? Pues tomas clase con el Director de Investigaciones Económicas. ¿Te interesa la parte fiscal? Te vas con el Subsecretario de Ingresos. ¿Tienes ganas de chismear agusto? Entras a tomar clase con José Córdoba Montoya. ¿Quieres conocer los entretelones de la política macroeconómica de México? Pues entras a tomar clase con Pedro Aspe, el famoso secretario de Hacienda en tiempos de Carlos Salinas de Gortari.
Tomar clase con Aspe era todo un reto. Y no sólo intelectual, sino físico también. Su clase era de 3 horas seguiditas los viernes a las siete de la mañana. Nos daba Macroeconomía I y debo decir que, si bien no era un maestro excelente, sus clases eran realmente grandiosas, pues más que enseñarnos lo que nos tenía que enseñar, nos daba lecciones de aplicación de política dura y madura. Sus anécdotas eran lo mejor: «Así que cuando me mandaron una manifestación a que cerraran mi oficina, a todos los líderes del movimiento les sacamos los impuestos que no habían pagado…», «Estaba hablando con Fidel Velázquez cuando…», «Entonces le pregunté al licenciado Salinas…»

Pero bueno… lo entretenido de mi Top 1 no es haber tomado clases con Pedro Aspe. Eso sería demasiado pretensioso (si de por sí). La razón por la que está en mi Top 1 es porque a mí, un ñoño al que jamás lo habían regañado ni por hablar en clase… a mí! me sacó Pedro Aspe del salón.
Los detalles me los guardo para la posteridad, pero sepan que una vez que un ex-secretario de la talla del Dr. Aspe te saca del salón, es como si te dieran una placa para hacer lo que quieras en el resto de las clases. El profesor, literalmente, te la viene pelando. Desde entonces, apliqué el «pues de mejores lugares me han corrido» cada vez que algún maestro encontraba mi presencia indeseable en el salón de clases… y no estaba mintiendo.

Written by Salvador Leal

mayo 31st, 2004 at 6:46 pm

10 Responses to 'ITAM’s Top Ten'

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  1. Vale tio: que tu sitio es agradable y de lectura ligera, he tratado de buscar algo de sustento para un aticulo de ñoños que estoy escribiendo y he caido a tu sitio, trato de encontrar la diferencia entre ñoño y nerd o si son sinonimos en fin tio seguire buscando y tu sigue escribiendo, lo haces bien.

    http://trade26.tripod.com/manteca/

    saludos
    manteka

    Manteka

    28 Ago 07 at 10:13 am

  2. 10. Exageras y tienes problemas de auto estima.
    7. Yo saqué más de 8 y neta no estudie tanto.
    5. NADIE oye CRTV che música de elevador
    3. A eso le llamas top 3?!?!?!
    1. Wey… eres un ardido, si Pedro te corrió seguramente andabas hablando a lo estúpido. A parte da igual si te corre Pedro o te corre Colmillo, superalo.

    Sabes… tu caso es muy interesante tengo amigos que igual eran estrellas en su prepa y terminaban llorando después de ver el muro de los lamentos por primera vez. ¡Que cosas! Afortunadamente no soy de esos. Lo que me llama la atención es que gastaste 5 años de tu vida en una escuela que ni te gustaba. Neta espero que te crezcan un buen par de bolas para que la próxima vez sepas decir NO. Nos vemos, mañana es examen de Eco 3 y seguramente voy a sacar más que tu estudiando la mitad.

  3. Compadre hablas y hablas del ITAM, parece y haces parecer de que lo odias, pero lo que realmente creo que pasa es QUE LO AMAS!!!

    (A TODOS LOS ITAMITAS NOS PASA)

    PD: Tambien mañana sabado hay examen de Eco 3!!!

    Ex,px + Ex,py + Ex,i = 0

    20 Feb 09 at 11:54 pm

  4. haa pinche chava estas bien pero bien pendejo cabrón, pero estoy más pendejo yo que me puse a leer toda esta mierda

    alfredo rodriguez

    2 Mar 09 at 12:10 am

  5. Es chistoso que catalogues al ITAM como el Infierno Tecnológico … porque hay lugares más intensos que este. Yo estudie dos años en el ITAM, y aunque si es difícil, sobre todo las materias de economía, no se compara con el CIDE. Por una mala desición, decidí cambiarme al CIDE, y como traía un promedio de 9.1 del ITAM supuse que sería lo mismo en el CIDE, pero me pasó excatamente lo mismo que a ti de la prepa al ITAM. En mi primer examen de mate, después de excentar mate 1, y sacar 10 en mate 2, saque 2, DOS, y en un examen de redacción saqué -3. No sólo tengo que lidiar con las mates y la economía, sino con leer mil libros y escribir bien. No sabes la arrepentida que me dí de cambairme, el ITAM es lo máximo (es buena, tiene excelentes fiestas, está en un lugar centrico, y no pierdes tu vida social por completo)

    Ex-Itam-CIDE

    13 Abr 09 at 5:36 pm

  6. Hola! estoy buscando info del itam y asi pq quiero entrar este semestre voy por la tercera carrera (ninguna terminada) y la tercera uni. He escuchado mil cosas desde que el examen de admision que super dificil, que super facil, que super x, hasta cosas como que te vuelves un teto, un libro andante de facts, pierdes tu vida social. Habia ido una vez a las instalaciones a presenciar un «show» de improvisacion, y me quede con buena impresion. Fui esta semana para ya inscribirme al examen y todo eso y me senti totalmente en un mundo de tetos. Nada que ver con otras unis, y queda claro con las instalaciones, muy bonitas, justas, invitan a ser un teto mas. Cero areas verdes, areas de accion, canchas etc, sin equipos deportivos, sin recreacion, los pasillos silenciosos, los patios silenciosos, solo veia gente que pasaba, la mayoria solos, algunos hablando pero en voz baja, los demas caminaban mientras leian otros tantos sentados leyendo, etc.. Pero aun asi me latio, me gusto el sistema, me gusto la presion, la competividad academica, la exclusividad, la docencia, en fin….aunque aun estoy decidiendo, definitivamente esta en mi top 3. Saludos y escribes MUY padre! sigue asi

    paula

    17 May 10 at 1:44 am

  7. Que interesante, mientras decías todas las razones por las que odias el ITAM, más y más atractivo me parecía.
    ¿Cuál es el problema con ver carros Mercedes y VMW en el estacionamiento? Pues mejor que ver un desfile de «bochitos» ¿no? Tampoco entiendo por qué es un problema que haya muchachas bonitas. Soy gay y ni a mí me molesta la idea de estar rodeado de muchachas guapas y bien vestidas. Creo que pensamos de una manera diametralmente opuesta, espero con ansias el mes de agosto para tener mi primer día de clases en el ITAM.

    Carlos

    25 Mar 11 at 8:37 pm

  8. Yo también estuve en el ITAM, fueron tres años y medio de lucha continua para seguir pagando la cuota saitam, seguros y primera exhibición, y esta lucha duró por mi interés en mantenerme. Sin embargo a diferencia de en el blog mi experiencia fue muy buena, notarás lo falso del estereotipo itamita, y dirás gracias por ello.

    Te lo recomiendo muchísimo, de no haber tenido problemas para pagar, seguro ahorita estaría ahí en vez de en la UNAM la cual, por cierto, es excelente.

    C. Daniel

    17 Jun 11 at 5:46 pm

  9. definitivamente me voy al itam, no creo que te conviertas en nono, y pues estudiar es mejor que muchas cosas, nadie dice que estudiar es papa, aunque no traere un mercedes minimo observare a la pasarela de angeles que ahi caminan.

    jerry

    6 Ago 11 at 6:48 am

  10. Wow, que excelente sentido del humor. Me reí mucho.

    Fabian

    30 Abr 12 at 7:24 pm

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