Archive for the ‘personal struggle’ Category
..y una cita
Les regalo una cita que encontré el día de hoy:
The ultimate decision about what is accepted as right and wrong will be
made not by individual human wisdom but by the disappearance of the groups that have adhered to the «wrong» beliefs.
— F.A. Hayek
P.D. Si se lo preguntaban… No. Friederich Hayek no tiene nada que ver con Salma. Más info de F.A. Hayek, aquí.
Homofobia
El sábado pasado fui a una comida de cumpleaños y estuve platicando con varias personas… a continuación, un fragmento de la conversación:
AO: Tons qué wey, ¿vas a ir a ver a Junior Senior?
SL: Hiiiijole, pues aún no sé… me preocupan dos o tres cosas…
AO: O sea….?
SL: Bueh, primero, su disco tiene demasiada producción como para que pueda sonar tan bien en vivo.
AO: Okey, puede ser…. y luego?
SL: Pues hay otros detalles que no me laten…
AO: Si… va a ir mucho gay, ¿no?
SL: …
AO: ¿… a poco eres homofóbico?
***
Durante una docena de años (6 de primaria, 3 de secundaria y 3 de preparatoria) asistí, de lunes a viernes, por 9 meses al año, a una escuela de puros hombres. Doce años dejan una honda huella en la psique de cualquier persona, ya no digamos de un niño/adolescente/joven que se ve diariamente estimulado en todos sus sentidos por la experiencia de estar en un mismo salón de clases con puro machín.
Al principio de la primaria aprendes las reglas básicas de supervivencia que te serán de gran utilidad por el resto del tiempo que tus papás planeen tenerte en ese sistema educativo… Conoces lo que le sucede a los soplones, qué lugar ocupan los mataditos, cómo son tratados los favoritos del profesor y qué tipo de vida social puede tener alguien que llega el primer día de clases con una lonchera de los ositos cariñositos. En pocas palabras, es como Oz pero en región 4 y clasificación ‘para toda la famlia’
Si algo aprendimos (mi inconsciente y yo) durante estos doce años, fue que tú podías ser ladrón, hijo de político corrupto, pobre, feo, ojete, hijo de prófugo de la justicia o bastardo… pero nunca de los nuncas podías identificarte como gay. O puñal. O puto. O cualquiera de sus sinónimos. Los que por alguna razón eran tachados como tal, no tenían mayor opción que aguantar las más crueles ‘bromas’ que a los delicuentes juveniles disfrazados de estudiantes maristas se les podían ocurrir. Era eso o cambiarse de la escuela. Como ñoño, lo acepto, a las pocas personas que podía torturar en la escala totémica de la escuela, era a los amanerados… y ooobviamente yo hacía uso de ese pequeño lujo.
Así pasó el tiempo, salí de la prepa y estando en la universidad, comencé a enterarme de varios compañeros que salieron del clóset. Cuando no habían sido muy cercanos, la noticia era como chisme de lavadero que corría por los pasillos de las universidades que habían dado refugio a los ex-alumnos maristas.
Cuando los involucrados eran tan cercanos como para considerarlos mis amigos, el asunto era distinto porque yo entraba como paño de lágrimas, en algunas ocasiones y como portavoz de la noticia ante los papás, en otras. Yo, desde luego, no tuve nunca ningún problema con que algún amigo tuviera tendencias homosexuales… finalmente yo me hice amigo de él, no de sus tendencias y cada quien tiene derecho de cambiar de opinión según le parezca conveniente.
Según yo, era muy tolerante pensar así. Según yo, la homofobia me era ajena pues contaba entre mis cuates a personas con preferencias sexuales distintas a las mías. Eso, según yo.
El problema vino cuando entré a trabajar a WFM.
En ese momento, y debido a que entró al aire el primer programa dirijido a gente gay en la FM, me vi obligado a trabajar casi de tiempo completo con gente que a) no conocía, b) era gay y c) era parte del equipo de W. Sobra decir que los primeros días yo era el más alejado a los tres nuevos conductores del programa gay (quizás oyeron hablar de él, se llama Triple G y se sigue transmitiendo los martes de 10 a 12pm en el 96.9) y cuando todos estábamos en junta, el ambiente era bastante tenso.
Para fortuna de la estación, los tres conductores estaban muy conscientes de que la comunidad gay es una comunidad que, más que ser defendida y/o reconocida, necesita primero promover la información libre en una sociedad ídem. Así que un día me sentaron y comenzamos a platicar todos los prejuicios que una persona como yo, con una carga histórica como la mía, podía tener con respecto a los homosexuales.
A partir de ahí comencé a comprender muchas cosas, no sólo de la comunidad gay sino de la comunidad en general. De la aceptación propia como persona y de los miedos que pueden surgir de la ignorancia. De cómo deberían actuar tanto los gays como nosotros. Aprendí palabras como buga, tortillera, lencha, trailera, jota, menachera, guagüis, ocho, draga y closetero. Pero sobretodo aprendí de la enorme diferencia que existe entre tener un amigo que se vuelve gay y conocer un gay que se vuelve tu amigo.
***
Con todo esto dicho, no me puedo considerar homofóbico. Tampoco puedo decir que soy super open-minded y que no tengo problema alguno al ver a dos hombres besándose en la calle…tampoco. Desgraciada o afortunadamente me educaron a la antigüita y mi primera reacción es una mezcla de morbo e impacto. Pero homofóbico no soy. Ser homofóbico significa ser ignorante… y he tratado toda mi vida de quitarme diariamente, aunque sea un poquito, esa carga.
Actualmente existe una controversia en Estados Unidos desatada por su presidente (cuyo nombre trataré de no pronunciar en este blog) para modificar la constitución de tal forma que se prohiban los matrimonios entre parejas homosexuales. A reserva de una mayor discusión del tema, creo que el presidente de los EUA está equivocado. Creo que debe existir un enorme esfuerzo por parte de las comunidades gay y hetero para borrar las barreras que puedan existir entre las dos (nosotros debemos dejar de verlos raro, ellos deben dejar de hacer desfiles raros) Y creo que una medida más (no la mejor, no la única) para que seamos una sola comunidad, es aceptar los matrimonios entre homosexuales.
Este post va con dedicatoria a los que han cuestionado el criterio de apertura que tiene mi blog.
«Querido Dios…» (3a. parte)
El asunto de la canción ‘Dear God’ causó un muy agradable intercambio de información acerca de las versiones a esta canción…
Que si la original de XTC, que si una versión con Sarah McLachlan o que con Tricky… el asunto es que desde ya, podrán encontrar las tres versiones disponibles para los lectores de SalvadorLeal.com en la sección ‘Escucha’ de la página antes mencionada (les ahorro la búsqueda con un link)
Buena música hay mucha y afortunadamente hay una considerable cantidad de cuates (ya sea de carne y hueso o bloggeros) que recomiendan excelentes rolas y grupos. Debido a esto, periódicamente se subirán a las páginas algunas de las recomendaciones para la consideración de toda la comunidad.
Ya saben que cualquier comentario, sugerencia o queja (musical o de cualquier tipo) es bien recibida en el correo
«Querido Dios…» 2a. Parte
Les dejo las letras de la canción «Dear God», del grupo británico XTC que me hicieron llegar a mi correo. Buena selección, atea… pero no por eso menos buena. Si pueden, bájenla de su programa de p2p favorito.
Dear God,
Hope you got the letter,
And I pray you can make it better down here.
I don’t mean a big reduction in the price of beer,
But all the people that you made in your image,
See them starving on their feet,
‘Cause they don’t get enough to eat
From God,
I can’t believe in you.
Dear God,
sorry to disturb you,
but I feel that I should be heard loud and clear.
We all need a big reduction in amount of tears,
And all the people that you made in your image,
See them fighting in the street,
‘Cause they can’t make opinions meet,
About God,
I can’t believe in you.
Did you make disease, and the diamond blue?
Did you make mankind after we made you?
And the devil too!
Dear God,
Don’t know if you noticed,
But your name is on a lot of quotes in this book.
Us crazy humans wrote it, you should take a look,
And all the people that you made in your image,
Still believing that junk is true.
Well I know it ain’t and so do you,
Dear God,
I can’t believe in,
I don’t believe in,
I won’t believe in heaven and hell.
No saints, no sinners,
No Devil as well.
No pearly gates, no thorny crown.
You’re always letting us humans down.
The wars you bring, the babes you drown.
Those lost at sea and never found,
And it’s the same the whole world ‘round.
The hurt I see helps to compound,
that the Father, Son and Holy Ghost,
Is just somebody’s unholy hoax,
And if you’re up there you’ll perceive,
That my heart’s here upon my sleeve.
If there’s one thing I don’t believe in…
It’s you,
Dear God.
«Querido Dios…»
De acuerdo con la tradición judía, Dios (o Yahvé) accede a las peticiones que los seres humanos colocan en el Muro de los Lamentos, en Jesusalem. Este muro es una sección de oración que ha estado expuesta desde hace más de dos mil años y que está localizada junto al muro occidental de lo que hasta el año 68 d.C. era el Templo Sagrado.
Distintos tipos de personas, judíos la gran mayoría, suelen colocar plegarias o pedidos escritos en papel en las grietas que hay entre las rocas del muro, esperando que sus peticiones lleguen a los oídos y manos de Dios.
Hasta aquí, el rollo informativo/teológico.
Resulta que la compañía Bezeq (que es como el Telmex pero de Israel) acaba de inaugurar el servicio de e-mails a Dios. Así como lo oyen. Bezeq creó un servicio de recepción, impresión y colocación en el Muro de los Lamentos de todos los correos electrónicos que les lleguen a la dirección kotel@onemail.bezeq.com
Ante este asunto, nos hacemos algunos cuestionamientos:
1. El primero es el más básico y consiste en cuál es el idioma que lee Dios. El ñoño del salón inmediatamente salta y nos dice que Dios es omnipotente y bla, bla, bla y que por lo tanto lee y escribe con fluidez todos los idiomas existentes. De acuerdo… ¿pero cuál es el idioma oficial del reino celestial?
2. Tomando en cuenta los rumores que existen de que Bill Gates es el anticristo, ¿Bezeq bloqueará los mails que utilicen Hotmail?
3. ¿Cómo será la campaña de publicidad que tendrá Bezeq para anunciar su nuevo servicio? ¿Será como la campaña de Telmex del señor gordito de Monterrey que dice «¡Háaaablele!»?
4. La pregunta más importante… si tú le escribieras una carta a Dios, ¿qué le dirías/pedirías?
Una vez que lo pienses, ¡mándasela! Cuál que estás de suerte y mañana mismo tienes tus peticiones cumplidas…
P.D.1 Accede al comunicado oficial de Bezeq, aquí
P.D.2 Si no le quieres mandar un mail a Dios con tus deseos/peticiones/confesiones, en este blog te escuchamos…¡usa el board!
… por qué escribo?
El viernes pasado, una persona que muy recientemente entró a mi grupo de amigos me preguntaba por qué escribo. La respuesta la da Amy Tan:
Escribir es para mí un acto de fe, la esperanza de que descubriré lo que significa para mí la «verdad». Y leer es también para mí un acto de fe, la esperanza de que descubriré algo esencial acerca de la vida, acerca de mí. Y si el escritor y el lector descubren lo mismo, si tienen esa conexión, entonces el acto de fe se ha convertido en un acto de magia. Para mí ese es el misterio de la literatura y de la vida – la conexión entre dos individuos que descubren al final que son más parecidos que diferentes.
… y le daremos un poco de emoción a la continuación de «la práctica 28» (gracias a los exalumnos el IM por darme datos que no recordaba de la historia!!)
Las Cinco del Viernes
Pequeño experimento: A partir de esta semana y hasta nuevo aviso, el blog oficial de SalvadorLeal.com se integra a un webring llamado ‘las cinco del viernes’. En lo que consiste es en que cada viernes se publican 5 preguntas que el del blog (es decir, yo) debo contestar de tal manera que permita saber más de mí a las personas que a) leen el blog y b) pertenecen al webring. Las preguntas también sirven para que quienes las leen, piensen y reflexionen en sus propias respuestas. Si ustedes, como ‘new kids on the blog’ quieren entrarle a este ejercicio, lo único que tiene que hacer es darle click al link que está hasta el final de la lista de links.
Aquí van, las 5 preguntas de este viernes…
1) En este mismo instante me encantaría tener…
un calentador. Mi oficina es realmente muuuy fría y sería maravilloso poder escribir más de dos palabras sin tener que calentar mis manos con el vapor de mi boca o con el calor que sale de atrás del monitor.
Hoy, como además no vino más de la mitad de la oficina a trabajar, sería grandioso poder festejar el momento como Tom Cruise en ‘Risky Business’ (1983), pero si hago algo similar terminaría en el hospital con hipotermia.
2) De pequeño mi madre siempre me decía…
«salte al parque a matar pajaritos»
y nuuuunca le hice caso. No sólo me horrorizaba la imagen del pajarito muerto; simplemente no me gustaba salir a jugar a la calle.
3) Cada vez que me miro en el espejo pienso…
Qué bueno que todavía me salen granitos y no canas!
4) Quién habría imaginado que…
– Arnold Schwarzenegger se volvería gobernador.
– Vicente Fox fuera taaaaaaaan wey.
– nos tocaría vivir en tiempos tan interesantes (cfr. 9-11 et.al.)
5) La gente suele decirme que me parezco mucho a…
a mi papá
o a mi mamá
o a mi abuelito
… la gente todavía no se ha dado cuenta que me parezco mucho a mí.
Los marcianos llegaron ya…
¿Se acuerdan de lo que «querían ser cuando fueran grandes»?
Cuando yo tenía 3 años, hubiera matado por ser el cuate que pasa anunciando con una sonora campana la llegada del camión de la basura. Se me hacía el trabajo más increíble que podía existir. Mis papás, obviamente, tuvieron que ir a varias sesiones de terapia para tratar de explicarse qué es lo que había salido mal conmigo.
Después crecí y quise ser bombero. El problema es que desde que tengo memoria, estoy incapacitado para realizar la actividad más importante que hacen los bomberos, esto es, bajar por el tubo de la estación. Supongo que no tengo el gen que le permite a las personas agarrarse de un tubo, soltarse y después deslizarse hasta abajo. Triste pero cierto. Y no creo que haya cura.
Así que, sin poder ser ni ‘el señor de la basura’ ni bombero, me enfoqué en ser médico. Soñaba con poderle dar a la humanidad una alternativa viable a la peor solución médica que ha existido después de las sanguijuelas: las inyecciones. Con esta idea llegué a la secundaria y conocí al profesor Astorga que me dio Biología y sólo fueron necesarios dos años para destruir todas las aspiraciones médicas que pudiera tener en mí.
También en la secundaria conocí el dibujo técnico y quedé fascinado con hacer planos, isométricos, proyecciones y mediciones. Mi vida se habría enfocado hacia la Arquitectura de no ser porque nunca nadie me ‘vendió’ la carrera y terminé por pensar que si no conocía a ningún arquitecto era porque quizás vivían en ghettos aislados de la sociedad y repudiados por dedicarse a la profesión que se dedicaban.
Después, viene la historia que todos conocen. Me dediqué a estudiar Actuaría, carrera que supe fue un error a la semana de iniciada. Pasé por una crisis vocacional (aunque ahora que hago este recuento, mi vida entera se podría definir como una crisis vocacional) que me llevó a estudiar Letras Hispánicas y, para no morirme de hambre, Economía.
Esa es la historia vocacional de mi vida a la que le faltan dos profesiones. Una, a la que me dediqué desde muy pequeño que era jugar a la radio y la otra, que ocurrió cuando tenía entre 8 años y vivía con la tremenda ilusión de ser astronauta y viajar al espacio.
Llámenlo ingenuidad infantil, pero el asunto de estar en una nave espacial despegando y luego vivir en la ingravidez total me resultaba fantástico.
Claro, después supe que para ser astronauta se necesita ser ingeniero y que para ser ingeniero se requiere estudiar Física. Y la relación que tengo con la Física es bastante similar a la que tengo con el Deporte.
Supongo que las cosas que nos gustan cuando somos niños nunca nos dejan del todo. Simplemente necesitamos darnos cuenta de la manera en la que hemos crecido para darnos cuenta que el pequeño niño al que le gustaba imaginarse viendo la tierra desde una pequeña escotilla sigue ahí.
Eventos como los recientemente ocurridos sobre el planeta Marte, me ponen a pensar en eso. Y sigo sintiendo una fascinación muy parecida a la que tenía hace más de 16 años.
Para ver las increíbles imágenes del Spirit, visiten este link… y sueñen.
¿Y será cierto que las drogas destruyen? I
Me han llegado varios comentarios (lo cual en cierta parte es bueno, pues significa que ya hay personas leyendo esto) acerca de algo que dije ayer. Cito la entrada del 3 de enero: «(…) y asi evitar que los multiples productos que consumo y que matan neuronas hicieran un trabajo a todas luces irreversible»
Este comentario hizo que repentinamente se levantara la voz de más de un preocupado que pensó que el tiempo que trabajé en Televisa había causado estragos demasiado profundos (léase, que había caído en el oscuro y caro mundo de las drogas). Lamento decepcionarlos (a los que, alarmados, me enviaron correos) pero lo más fuerte que me he metido han sido pericazos de Canderel y fue un día que de verdad no tenía nada mejor que hacer.
Sin embargo, el asunto de las drogas es un tema que me apasiona. El manejo que los medios, el gobierno y la sociedad en la general le ha dado a un tema tan delicado como las drogas es algo que me enoja y me llena de indignación pero que al mismo tiempo me hace reflexionar acerca de qué tan estúpida es nuestra sociedad para creer lo que la mala publicidad gubernamental y mediática les dice.
A mí me enseñaron a dudar de todo lo que me dicen… especialmente cuando la fuente de información es el gobierno y obedece a intereses que van más allá de mi conocimiento. De ahí viene el título de esta entrada… ¿sí serán tan malas las drogas? ¿Vale la pena hacer campañas que propagen el miedo en lugar de propagar una información objetiva y científica? ¿Preferimos ser tratados como indigentes mentales y que nos digan qué sí podemos consumir y qué no… aunque no nos den razones?
Como muchos de ustedes saben, por razones que recaen en el campo de la teoría económica, yo estoy a favor de la despenalización del mercado de las drogas. Si no estoy de acuerdo en la forma en la que el gobierno y los medios generan miedo entre la población con respecto al tema de las drogas, mucho menos estoy de acuerdo en cómo el gobierno ha llevado a cabo la ‘lucha’ contra este mercado.
Abordar el problema desde el lado de la oferta sin modificar políticas del lado de la demanda, hacen de la denominada ‘guerra contra las drogas’ una guerra cara que está perdida de antemano; donde los principales interesados en mantenerla viva (y que, por lo tanto, se oponen a la despenalización de las drogas) se encuentran dentro del mismo gobierno (pónganse a pensar un poquito: supongamos que el Cereal Trix es nocivo para la salud y está prohibida su comercialización y que ustedes son parte del «Escuadrón de la Lucha Contra el Cereal Trix». A ustedes les pagan por acabar con el Conejito Trix y por luchar contra los comerciales de Trix y hasta por regular y limitar el uso del cartón para las cajas de cereales por la posibilidad de que alguien las pueda utilizar para guardar en ellas las deliciosas bolitas de aglomerado de masa de arroz y azúcar. Si ustedes y su familia viven de que esta batalla contra el Trix se dé, ¿creen que van a ponerse muy contentos si legalizan la comercialización del Cereal Trix? Si el gobierno para el que trabajan le da al «Escuadrón de la Lucha Contra el Cereal Trix» alrededor de 6 MIL MILLONES DE DÓLARES al año para financiarlos… ¿ustedes creen que se pondrán muy contentos cuando ya no sea necesario tener a ese Escuadrón pues el mercado será legal?)
En fin, este blog ya se alargó más de la cuenta. Mi punto es: no caigan en el juego de ‘las drogas destruyen’. No hay nada mejor que la información. Yo soy fan de un organismo español financiado por el gobierno catalán llamado Energy Control, dedicado a la divulgación de los efectos reales de las drogas.
Siempre que discuto este tema, las personas salen con el asunto de: ‘lo que pasa es que se requiere educación’. Esto es totalmente cierto. Ahora pregúntense: qué educa más, el miedo o la información? Eduquémonos
*Nota* La cifra de 6 mil millones de dólares es el presupuesto que se destina en E.U. para a lucha contra las drogas. México gasta alrededor de 770 millones de dólares anualmente con los mismos fines