Archive for octubre, 2012
No debería
(este texto fue escrito de corridito, sin edición, ni revisión, ni nada)
Yo no debería estar escribiendo en estos momentos.
Pero así pasa cuando tienes un deadline brutal que debes cumplir: todo se vuelve más atractivo que regresar al trabajo que te ha exprimido durante los últimos días, semanas.
Regresar a escribir ha sido más difícil de lo que hubiera pensado. Después de dos años de pararme muy ocasionalmente por aquí, me encontré abriendo el WordPress para dejarlo abierto durante horas sin que ninguna idea medianamente original pasara de mi mente al teclado. Así sucede.
Hoy, ahorita, escribo de corridito, casi como si alguien me dictara lo que debo decir (supongo que un día de estos algún neurólogo descubrirá cómo se genera esa voz interna que habla mientras uno escribe, o que dice «no hagas eso» o «haz esto otro»…) y trato de no detener los dedos para evitar ediciones finales.
Con la misma dificultad con la que regreso a escribir, regresé a leer en mi Google Reader. Hace años era lectura indispensable antes de comenzar mi día de trabajo y hoy, aunque he tenido más tiempo que antes, nomás no me puedo hacer al hábito.
Hablando de hábitos, ese es justamente uno de los posts que tengo pendientes, hablar de mi hábito más saludable: correr. También quisiera hablar de lo que pasó durante estos 2 años pero me temo que me da mucha pereza cuidar todos los detalles de los cuales no quiero/puedo hablar. Sépanse que después de un buen rato tengo toda la intención de regresar a leer, a escribir, a pensar.
Escribir sobre Santiago (mi hijo nacido en enero de este año) es el más grande de los pendientes. Pero el tema es tan grande y tan importante que he decidido reservármelo para mi consumo personal. Si acaso contar alguna anécdota divertida o tips para los papás primerizos que comienzan a poblar mi cohorte (en el sentido demográfico de la palabra).
Quisiera hablar de los libros que estoy leyendo, a pedazos como siempre. Así que ese post también está pendiente. Y tantas y tantas cosas: los amigos, las pérdidas, las historias. Lo mucho que puede pasar en un día y cómo, realmente, nuestra vida puede estar concentrada en un instante definitorio que cambia por siempre el resto de nuestros momentos.
¿Podré continuar escribiendo en este medio (el blog) que parece ya tan arcaico? ¿Qué diría si en lugar de en un blog escribiera en una revista o en un periódico? ¿Me sentiría más actual publicando esto en un medio destinado a desaparecer? ¿Qué pasa con esos pensamientos, tan largos para Twitter y tan cortos para un post? ¿Tendré que abrir un Tumblr para encontrar un punto medio entre la imagen y el texto inconexo? ¿Me conformaré con escribir de nuevo en una libreta acerca de lo que pasa a mi alrededor? ¿Aprovecharé más mi tiempo en vivir mi vida que en contarla aquí?
Supongo que tendrán que revisar, de nuevo, periódicamente, este espacio para averiguarlo.