Carta a eluniversal.com.mx
Estimado eluniversal.com.mx:
Antes que nada, tengo que decirte que soy fan tuyo. Hasta hace muy poco, si quería saber qué diablos pasaba en México o el resto del mundo, entraba directamente a tu portal y me informaba con la misma eficiencia que tendría al encender el radio y sintonizar una de las muchas estaciones que componen la oferta noticiosa radial.
Tus reporteros pareciera que traen su Blackberry y suben su noticia a la página de internet desde el lugar de los hechos. Sé que no es así, pero así lo parece y créeme que quienes estamos todo el día sentados frente a una computadora, lo agradecemos. Sin exagerarte, creo que consulto tu portal al menos diez veces a lo largo del día… así de frecuentes son mis visitas.
En pláticas con amigos, he externado la tesis de que tú sí sabes cómo funciona un portal de noticias en internet. Tu competidor más cercano (reforma.com) se ha limitado a trasladar los contenidos de su versión en papel a la pantalla, sin tomar en cuenta que el público que está frente a una hoja de papel periódico es muy distinto al que se encuentra frente al monitor de una computadora. Tu competencia simplemente no sabe cómo hacer las cosas y tú, sí; su formato es tremendamente cuadrado e inmutable, la página no es atractiva y cuando hay algo que finalmente te llama la atención y te atreves a darle click a esa sección, chas! te encuentras con que reforma.com te cobra!! Ahí es cuando te das cuenta que tu competencia simplemente no entiende el internet.
Claro, no es que tú seas perfecto. La prontitud de tus noticias muchas veces han generado errores de dedo garrafales (y también de concepto, como cuando mataste adelantadamente a José López Portillo), a varias de tus notas no les vendría mal una fotografía y, créeme en esto por favor, lo que tú publicitas como un weblog NO ES UN WEBLOG!
Pero en fin, te decía que era tu fan. Y digo ‘era’ porque con el último movimiento publicitario que hiciste la semana pasada caíste varios lugares en mi escala de admiraciones. Y sí, me refiero a la publicidad de Arturo Montiel que has decidido recetarnos antes de dejarnos ver el contenido de tu página.
Y no, no creas que me molesta que sea priísta o que el tipo no sepa hablar o que sea un anuncio político. No. Va mucho más allá. Si continúo con la teoría de que tú sí sabes cómo manejarte como periódico en línea y que, por lo tanto, te has sabido posicionar como la opción informativa mexicana en internet, el hecho de que hayas puesto publicidad de don Arturo Montiel antes de mostar tu página principal me hace sospechar que la orden de que aparezca esa publicidad viene de personas con mucha mayor influencia que tú pero con mucho menor conocimiento del negocio de internet.
Una publicidad tan invasiva lo único que le hace a tu público es aborrecerte a tí como medio en donde se transmite la publicidad y a la publicidad invasiva en sí, con lo que se anula cualquier mensaje positivo que se quisiera mandar a través de la misma. En pocas palabras: nos molesta la publicidad a la de a fuerzas. Es como los doscientos correos electrónicos basura que llegan a tu buzón sin ser requeridos; tienen las mismas connotaciones negativas y tienen el mismo efecto publicitario positivo… ninguno.
Pero insisto, según mi teoría, tú sabes esto. Sabes que no me (nos) gusta la publicidad invasiva. Lo sabes porque has sido el mejor jugador de noticias mexicanas en internet. Por la única explicación es que alguien mucho más arriba (no sé si tu jefe, o tu dueño o el mismo Montiel) te hayan obligado/pedido/solicitado-a-fuerzas que las fotos del precandidato aparezcan antes de tu página.
Por favor, quítame esas sospechas. Quita la publicidad invasiva de tu portal.
Afectuosa y decepcionadamente,
Salvador Leal.