Salvador a la moda!
… pues ahora resulta que estoy a la moda!
Veamos el siguiente artículo. Mis comentarios, en cursivas.
«La Economía es la profesión más popular entre los estudiantes»
por Jessica E. Vascellaro
Dow Jones Newswires
5 de julio – ¿Qué vas a estudiar? En todo el mundo la pregunta de rigor para los jóvenes está provocando cada vez más la misma respuesta: economía.
Shit! Ya con este inicio, me amargaron el día.
Los títulos de economía han aumentado 40% en Estados Unidos en los últimos nueve años. John J. Siegfried, catedrático de economía en Vanderbilt University en Nashville, Tennessee, quien le sigue la pista a 272 universidades y escuelas superiores para Journal of Economic Education, encontró que éstas otorgaron 16,141 títulos de economía en el año académico 2003-2004 en comparación a los 10,701 en 1995-1996.
Bueno, bueno… aquí hay que poner un alto! Digo, el otorgamiento de títulos de economía no garantiza que esta carrera esté ‘en onda’, sino puede ser debido a otros factores: la carrera se hizo más sencilla durante estos últimos años, pusieron algún tipo de programa de titulación (a los economistas nos encanta no-titularnos) o, peor aún, se cansaron de tener economistas contaminando el campus universitario y decidieron dejarlos salir.
Desde mediados de los noventa, el número de alumnos que estudia economía en Estados Unidos ha ido en aumento, mientras que el número que estudia ciencia política ha declinado y el número que estudia historia y sociología apenas y ha crecido, de acuerdo a la agencia gubernamental National Center for Education Statistics.
Bueeeeeeno, digo, también… con qué lo están comparando!
Si comparamos la economía con la biblioteconomía o la antropología, pues sí.. ooobviamente va a estar creciendo!
“Ha habido una clara explosión de la carrera de economía”, dijo Mark Gertler, catedrático y decano del departamento de economía de New York University.
Alguien debería explicarle a mister Gertler que lo que explota no es la carrera de economía, sino los estudiantes de economía al estudiarla. Trust me on this one, mister Gertler.
Muchos estudiantes alrededor del mundo se están preguntando sobre los efectos que tendrán sobre ellos las tendencias económicas globales, lo que los lleva a elegir la carrera de economía.
Sabrina de Abreu, una estudiante de Argentina a punto de empezar su último año en Harvard, dijo, por ejemplo, que las experiencias de su país le facilitaron la elección de la profesión a la que deseaba dedicarse.
“Cuando crecía en Argentina mi país entró en una recesión”, dijo. “Entender la economía se ha vuelto una parte fundamental de mi vida”.
Esta parte sí es cierta. Yo no hubiera estudiado economía si no hubiera sido por las tristes condiciones económicas que prevalecen en mi país. De haber nacido en Suiza, Noruega o hasta en Estados Unidos, probablemente me hubiera dedicado a escribir o continuaría como locutor teniendo un salario anual de más de seis cifras… pero bueh, de algo tiene uno que sobrevivir, ¿no?
Otras carreras en Estados Unidos siguen siendo populares pero eso está cambiando. En New York University, por ejemplo, el número de graduados en economía ha aumentado por encima del doble en los últimos 10 años. Con 800 estudiantes, ésta es ahora la carrera más popular.
En Harvard University, la carrera de economía también es la más popular, 964 la escogieron en 2005. El número de estudiantes de esa materia en Columbia University subió 67% desde 1995 y en University of Chicago, el año pasado, un 24% de sus graduados, 240, egresaron con títulos en economía.
Ahora, el dato que verdaderamente revelador aparecería si hiciéramos una correlación entre el aumento de egresados de la carrera de economía y el aumento en crisis financieras, países en quiebra, malas políticas públicas o la infelicidad global del planeta. Estoy seguro de una correlación positiva muy cercana a uno.
La tendencia marca un gran vuelco para la llamada ciencia inexacta y que experimentó una gran disminución en las matrículas universitarias a principios de los noventa mientras el interés en otras áreas, como la sociología, crecía.
Hmmmm… creo que aquí hubo un error de traducción. En efecto, a la Economía se le llama la «ciencia» inexacta (las comillas son mías, je), sin embargo es mejor conocida (y a mí me gusta más el adjetivo) como ‘the dismal science’, o lo que es lo mismo, la ciencia deprimente o sombría. Nice, eh!
Detrás del cambio se ve una clara lectura de la ley de la oferta y la demanda. En una economía mundial llena de incertidumbres, muchos estudiantes ven en esta profesión al mejor vehículo para obtener un empleo seguro y bien remunerado.
Bueh, ni tanto ni tanto. Aunque es buena publicidad a favor de los economistas… si antes nos veían con ojos de interesados, egoístas y money-driven, ahora con mucha mayor razón! En pocas palabras, estamos dispuestos a vender nuestra felicidad y la tranquilidad de nuestra alma por un (and I quote) ‘empleo seguro y bien remunerado.» Ja! Y no sólo eso!! Suban la remuneración y vean hasta dónde puede llegar un economista!
Y a medida que ha expandido su enfoque, hay claras evidencias que estudiar economía se está volviendo cool.
Y finalmente hemos llegado a la verdadera razón por la que puse este artículo en mi blog!! ¿Leyeron? Vuélvanlo a leer!
«…que estudiar economía se está volviendo cool»
Toma chango tu banana!! ‘Cool’. ¿Cómo les quedó el ojo, eh?
Además de investigar los mecanismos que explican la inflación y las variaciones del tipo de cambio, los académicos están usando ahora las estadísticas y el punto de vista de los economistas para entender por qué la gente responde a ciertos incentivos a fin de explicar todo tipo de fenómenos, desde el sida o la obesidad y hasta el terrorismo.
Uno de los libros con mayores ventas en Estados Unidos en la primavera pasada fue “Freakonomics”, en el que uno de los autores, el profesor en economía de University of Chicago, Steven Levitt, examina problemas que van desde la corrupción hasta los luchadores de sumo.
Totalmente cierto y muy divertido e interesante. Desgraciadamente, los economistas que conozco consideran esa rama de la Economía (la que a mí me resulta la más atractiva) como un chiste. Si no hablas de tasas de interés, crecimiento del capital, regresiones y econometría, pareciera que no eres un buen economista. Ahora, debo aclarar que don Steven Levitt no es ningún pionero en el asunto; de hecho, el más famoso economista que se ha dedicado a estos asuntos es el Dr. Gary Becker. Becker recibió el premio Nobel de Economía justo por llevar el análisis económico a (citando Star Trek) lugares a donde nadie había llegado antes, esto es, el lecho conyugal o los semáforos de la calle. Si quieren saber más de estos temas, pueden comprar su libro «The Economics of Life: From Baseball to Affirmative Action to Immigration, How Real-World Issues Affect Our Everyday Life» o, todavía mejor, visitar su blog (que publica, oh sorpresa, junto con Richard Posner)
Pooja Jotwani, recién graduada de Georgetown University, en Washington D.C., dijo que está convencida de que su título en economía la ayudó a conseguir un empleo en la división de ventas y comercio de Lehman Brothers, donde ganará 55,000 dólares al año, el sueldo inicial promedio de la industria sin incluir bonificaciones. Jotwani agregó que su carrera fortaleció sus habilidades para los negocios y le dio “seguridad financiera”.
“La gente está fascinada con la aplicación del modelo económico para analizar una variedad de asuntos, y esto está provocando que la economía se estudie más y más”, dijo Lawrence H. Summers, presidente de Harvard y ex-secretario del Tesoro.
Estos dos últimos párrafos se pueden resumir muy fácilmente: Los estudiantes de economía son jóvenes con una ambición a prueba de fuego.
De acuerdo con National Association of Colleges and Employers los graduados en economía en Estados Unidos ganan en sus primeros empleos un promedio de 43,000 dólares al año. Eso no es tanto como el sueldo inicial para los graduados en informática o ingeniería, quienes pueden ganar más de 50,000 dólares. Aunque esos empleos de informática o ingeniería se ven más amenazados por la competencia barata de trabajadores calificados de India o China.
“Históricamente las tendencias están más conectadas a la percepción sobre las posibilidades de un trabajo”, dijo Marvin Lazerson, historiador de educación y profesor del programa Graduate School of Education de University of Pennsylvania. “El reciente y más obvio ejemplo es el de los graduados en informática que se disparó en los años noventa y declinó dramáticamente a principios de 2000” después del reventón de la burbuja de internet y cuando las empresas empezaron la subcontratación de empleos de programación.
De acuerdo a una encuesta de 2004 realizada por National Association of Colleges and Employers de Estados Unidos, las carreras de economía y de administración de empresas se ubicaron entre las cinco más deseadas, junto a las de contabilidad, ingeniería electrónica e ingeniería mecánica. No solamente los bancos y las aseguradoras expresaron interés en contratar a graduados en economía sino también firmas en la industria minorista o de servicios públicos.
Yei!! Ya lo saben… la economía no sólo es demandada por los empleadores, sino que -recordemos- es cool! Vendes tu alma al diablo, pero a cambio de una buena remuneración y de una alta autoestima (¿qué carrera te da más por tu alma?)
Nicholas Rendler, un estudiante de 19 años de Brown University, en Rhode Island, dijo que la economía le parecía aburrida pero de todos modos escogió una carrera multidisciplinaria combinando economía, sociología y antropología porque cree que la economía es crucial para entender el mundo.
“La economía puede ser muy frustrante, pero es el mundo en que ahora operamos”, dijo.
Aaaaaahhhh, mi estimada Nicholas Rendler, le has dado al clavo! La Economía es tremendamente frustrante… de qué sirve ‘saber cómo funcionan las cosas’ si nadie te hace caso o, peor aún, si nadie confía en tí por la misma razón de que eres economista?!