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La vida irreal de Salvador Leal

24/7

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Todo comenzó con este post. En él, se explica la molestia de un amigo con las personas que contestan su celular en el cine.

Para él, no importa si eres el Presidente de la República, Jack Bauer o Salvador Leal, uno simplemente no debe contestar el teléfono en cine. Según la teoría de mi amigo, la única razón por la que la gente contesta su celular durante la función es para que el resto de las personas vea el celular tan fregón que traigo y sientan envidia del despliegue tecnológico que cuelga de mi cintura.

Según yo, mi amigo está equivocado.

Tomemos algunas cosas en consideración:

1. Yo soy de la generación a la que le tocó vivir sin celulares vs. el boom de los celulares. Digamos que soy lo suficientemente viejo como para haber sobrevivido a la preparatoria sin la presencia de los celulares (contrario a los millones de adolescentes que, en la actualidad, interrumpen la clase de Biología con sus ring-tones). De hecho, mi primer teléfono celular lo tuve a regañadientes en 1999. Y lo tuve por que así me lo exigieron mis papás: es la correa virtual más efectiva que se ha creado.
Eso quiere decir que, originalmente, estoy en contra de traer tanta tecnología conmigo.

2. Sin embargo, con el paso del tiempo, mi celular se ha convertido en parte de mi persona. Creo que hoy en día hay órganos internos dentro de mi cuerpo que no son tan útiles como mi celular. La correa ya no sólo es una carga sino también una ventaja competitiva. Estar localizable y poder hablar por teléfono desde casi cualquier lugar, eleva mi productividad a niveles que la generación de mis papás jamás habrían soñado.

3. Debido a esto y a razones personales, ya tengo varios años aplicando la política de «24/7». Esto es, mi teléfono siempre (SIEMPRE) está prendido. Y trato de que no estar alejado a más de 10 metros de mi celular.
Aquí es cuando los argumentos de mi amigo vienen a probar mis hábitos laborales:
P: ¿A poco tu trabajo es tan importante como para nunca apagar el celular?
R: Sí. Parte de mi trabajo (frase que significa «por lo que me pagan») consiste en estar disponible para cualquier cosa que se ofrezca a cualquier hora del día o de la noche. Soy de esas personas a las que le gusta tanto lo que hace que está dispuesto a hacerlo aún en sus ‘momentos de descanso’. Así era cuando trabajaba en WFM, así era en Procter & Gamble y así sigue siendo ahora.

P: ¿Alguna vez te han llamado a deshoras?
R: Por supuesto. Y aunque sí hubieron varias veces en que el asunto pudo haber esperado hasta el lunes (casi todas las llamadas ‘urgentes’ de WFM eran de ese estilo), han habido muchas que requieren respuesta inmediata.

P: ¿O sea que tu celular es una herramienta que te esclaviza a tu trabajo?
R: No lo veo como ‘esclavizar’ y no exclusivamente a mi trabajo. Si tienes amigos, sabes que tu papel como amigo no es de 8am a 5pm. Tú eres amigo las 24hrs. del día y eso lo saben mis cuates, quienes me han hablado en la madrugada o a la mitad de la noche para cualquier cantidad de situaciones (buenas, malas, etílicas y fatales). Y si es una emergencia, por lo menos sólo estás despertando al dueño del celular y no a la casa entera.

P: Al punto… ¿eso significa que contestas las llamadas a celular durante las funciones de cine?
R: No. Durante el cine sólo contesto dos tipos de llamadas: las de mi oficina y las de mi casa. Si cualquier amigo me llama mientras estoy en el cine, le contestará la contestadora (de ahí su nombre) y, si es una emergencia, me dejará un recado que, esos sí, reviso inmediatamente. Si no es una emergencia, hasta eso soy buen amigo y regreso la llamada aunque eso signifique gastar mi crédito para enterarme de algo que no era urgente.

P: Mmmmm… ¿o sea que no contestas el celular como show-off para presumir que tienes un super celular?
R: No, por supuesto que no. Por un lado, eso es super naco. Y por el otro, mi celular no tiene tanta tecnología. De hecho, es un teléfono celular común y corriente, sin cámara, ni video, ni palm, ni aspiradora y procesadora de alimentos. Para lo único que sirve es para hacer y recibir llamadas. Si quiero fotos, tengo una cámara digital, si quiero música tengo una iPod y si quiero mi agenda, tengo una palm. No entiendo la lógica detrás de traer todo en un sólo aparato si eso signica (so far) disminuirle capacidades de recepción al teléfono que es justo lo único que realmente debe hacer bien.

P: ¿En algún momento apagas tu celular?
R: Sólo cuando me voy de vacaciones… y de eso *sigh* ya tiene mucho tiempo.

Written by Salvador Leal

marzo 4th, 2005 at 2:37 pm

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