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La vida irreal de Salvador Leal

Las Cinco del Viernes

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Y para terminar con una semana en que, por lo menos aquí en el Distrito Federal (y en su blog de confianza) hemos tenido tanto frío como calor, aquí están las tradicionales ‘Cinco del Viernes’:

1) ¿A qué jugabas en el recreo?
Uf… me gustaría decirles que era yo de esos niños sanos y llenos de vida que se suben a los árboles y se raspan las rodillas. Pero no, nada más lejos de la verdad. Yo era de esos niños que durante el recreo (en la primaria) se juntaba con dos o tres amiguitos a comer y platicar. Cuando mis amiguitos se aburrían de discutir los problemas que puede tener un niño de 6 años, yo (Dios no puedo creer lo que voy a decir) me ponía a leer un libro.
… y luego me pregunto porqué me decían que era un matadito!

2) ¿Mantienes amistad con los compañeros del colegio? ¿te gustaria saber que ha sido de su vida?
Por supuesto que mantengo amistad con mis amigos de la primaria. Claro, no nos hicimos amigos sino hasta la prepa (recordemos que estuve primaria, secundaria y prepa con la misma generación). Pero sí, de hecho puedo decir con orgullo que varios de mis amigos son cosecha 1988.

3) ¿Eras de los graciosillos, de los florero o de los matones?
Okey, esta pregunta no la entendí, pero voy a suponer que los graciosillos son ‘los payasitos del salón’, los florero son los ‘equis’ y los matones son los ‘rudos’. Si es así, no pertenecí a ninguno de los tres. Yo era de los ‘matados’, los ‘nerds’, los ‘ñoños’, los ‘aplicados’ o, como les gustaba decirles en mi escuela, ‘los distinguidos’. (chas!)

4) ¿Primera fila, ultima, mitad? ¿Uniforme, mixto, curas, monjas?
Mi escuela era (y sigue siendo) regenteada por un grupo de religiosos conocidos como los Hermanos Maristas®. Su método didáctico nunca lo he llegado a comprender del todo, pero en mis tiempos estaba tremendamente basado en la competencia diaria entre alumnos. Todo el tiempo estabas compitiendo fuera y dentro del salón de clases, ya sea en concursos de poesía, oratoria, redacción o lectura así como en todas las expresiones deportivas que se les pudieran ocurrir. De hecho, si tú pertenecías a la selección de futbol o de basquetbol, tenías la vida resuelta en la escuela.
La competencia, insisto, se vivía todo el tiempo. Inclusive en la manera en la que te sentabas dentro del salón de clases. Todos los meses se hacía una lista que comenzaba con los primeros lugares (‘los distinguidos’) y terminaba con los verdaderamente estúpidos por ahí del lugar 54 y 55 (sí, éramos cincuenta y cinco monstruos por salón); así que, según tu lugar en esa lista, era el lugar donde te sentabas. Si eras el no. 1 (presente!) te sentabas hasta el fondo a la izquierda del salón, el no. 2 se sentaba en la siguiente banca y así iba en zig-zag hasta que el no. 55 quedaba justo hasta adelante, frente al profesor.

5) ¿Te enamoraste de tu profesor/a alguna vez? ¿triunfaste con él/ella?
Ja!! Resulta que nuestra escuela era una escuela de puros niños (¿vieron ‘La Mala Educación’? pus hagan de cuenta) y supongo que para que nos mantuviéramos enfocados en obtener buenas calificaciones y no anduviéramos pensando en otro tipo de cosas, las maestras que teníamos no eran feas, eran HORRIBLES!!
Imagínense cómo habrán estado que sus apodos eran cosas como ‘la Luchadora’, ‘la Cebolla’, ‘Gorilú’ y ‘la Godzilla’.

Written by Salvador Leal

enero 28th, 2005 at 1:08 pm

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