«La Chacha»
Hasta hace algunas semanas, la Familia Leal era un modelo de funcionalidad y armonía. Nos saludábamos y hacíamos nuestras labores como si estuviéramos viviendo en la obertura de una obra musical de Broadway.
Pero nuestra dinámica familiar ha cambiado debido a un terrible acontecimiento: Fabi, nuestra ayudante doméstica, se fue en busca de mejores y matrimoniales horizontes.
Toda aquella persona que visitó mi casa desde que salí de la prepa, recuerda a la perfección la presencia de Fabi. En un símil que se volvió famoso, si las muchachas promedio eran ‘modelo 386’, Fabi era una Cray. Sabía los gustos y caprichos no sólo de los miembros de mi familia, sino también de mis amigos y las amigas de mi hermana. Tenía detalles grandiosos!
Si un día llegaba Joe sorpresivamente después de la hora de la comida, Fabi sacaba su postre favorito que le había estado guardando celosamente; durante mi entrenamiento en Procter (en Procter, ‘entrenamiento’ significa que tu jefe te sigue a todas partes durante dos semanas, visita tu casa a altas horas de la madrugada para evitar que duermas y saber si estás trabajando en lo que debes estar trabajando), Fabi arreglaba charolas de ‘snacks’ para que mi jefe se apiadara de mí; cuando ella iba al mercado en la época en la que yo trabajaba en WFM, Fabi amenazaba con no volver a comprarle al ‘marchante’ que no tuviera sonando el 96.9 cuando ella llegara.
En fin, poco a poco Fabi se fue convirtiendo en alguien indispensabe dentro del buen funcionamiento de la Familia Leal. Además, como se podrán imaginar, alguien con la proactividad y el entrepreneurship de Fabi, no se conformaba con su trabajo de diario. En las tardes, cuando ya todo estaba listo y recogido en mi casa, se iba a tomar clases de corte de pelo y manicure, lo que provocó que mi mamá tuviera que darle un ‘periodo extra de vacaciones’ a finales de mayo, en donde se iba a su pueblo y se convertía en el monopolio de cortes y arreglos de pelo durante la época de graduaciones. Su iniciativa y vocación de businesswoman era tanta que aún recuerdo una conversación en la que me preguntó que qué se necesitaba para obtener una licencia de manejo.
Como se podrán imaginar, Fabi se convirtió en una celebridad dentro de mi colonia. Poco a poco iba recibiendo mejores y más jugosas ofertas laborales en otras casas que deseaban ser parte del ‘efecto Fabi’, que es como se le denominó al fenómeno de llegar a cualquier establecimiento de la colonia y, sin la necesidad de hacer fila o siquiera pedir las cosas que uno piensa comprar, te den todo listo para que te lo lleves y hasta te hagan un pequeño descuento. Pero por razones que desconozco, nunca aceptó ninguna de las ofertas que le hicieron para cambiarse de casa.
Así pasaron los años y en uno de los viajes a su pueblo conoció a un cuate trabajador e inteligente. A finales de julio, nos dijo que se casaba y que él se la llevaba a vivir a Guadalajara. Obvio esto generó ondas de choque que cimbraron los cimientos de la familia Leal y que han provocado que hayamos comenzado un proceso de casting buscando a la persona que ocupará el enorme hueco dejado por Fabi.
Y todo ese proceso me ha dado una idea para un reality show llamado: «La Chacha»
Aquí hago un paréntesis para explicarles el significado del nombre. En México, a la ‘ayuda doméstica’ se le llama de muchas formas: muchacha, sirvienta, maid, la Señora del Aseo®, la empleada doméstica o, simplemente, la Chacha. La palabra ‘chacha’ tiene ciertas connotaciones negativas con las cuales no me voy a meter; esta pequeña aclaración es para decirles que si bien a mí no me gusta decirle así a alguien que tiene un trabajo decente y duro, para nombre de programa de televisión, queda perfecto. Continuo mi choro.
El programa sería al estilo The Real World o Road Rules, es decir, que una cámara sigue los acontecimientos durante cierta cantidad de tiempo, para luego editar los mejores momentos y transmitirlos al público. ‘La Chacha’ comienza primero con un casting (como el que yo estoy haciendo ahorita) al estilo ‘The Aprentice’ en donde cada una de las participantes tiene que demostrar sus distintas habilidades, ya sea en la cocina, las relaciones interpersonales, la limpieza o -como ocurre en todos los sectores de la sociedad- si sólo su belleza basta para obtener el trabajo.
Después de una etapa de selección, se escoge a una que será ‘La Chacha’ y a una buena familia integrada por La Señora, El Señor, El Joven, La Niña y alguna Mascota especialmente carismática como un perro o un hurón y ahora sí comienza el programa en forma (ya me puedo imaginar los artículos promocionales: delantales, trapos de cocina, plumeros, cubetas)
‘La Chacha’ tiene emoción (la Señora de la casa está a punto de llegar y ella todavía no ha terminado de hacer las camas a pesar de que son las 2 de la tarde); tiene suspenso (¿cómo hará rendir más la comida cuando El Joven invita a sus amigos a comer?); tiene momentos de thriller (cuando la Chacha quema la camisa favorita de El Señor); también tiene humor (la Chacha vs. la Mascota) y, desde luego, tiene su toque romántico (el joven encargado de la tienda de la esquina de la casa comienza a tirarle la onda a la Chacha, por ejemplo).
Además de que sería un hitazo de rating, ‘La Chacha’ es un lugar perfecto para los patrocinadores. Por ejemplo, la Chacha sólo lava la ropa con Ariel o limpia los platos con Salvo. La Chacha sólamente cocina con productos Herdez, Jumex y Kraft o la Chacha vende Avon, Tupperware o zapatos Andrea. En pocas palabras, ‘La Chacha’ es una mina de oro.
Ahora sólo necesito a un productor que crea que mi idea es buena… y también necesito que en mi casa comiencen a hacer la primera selección del casting porque ya me cansé de hacer mi cama todos los días y recoger mi cuarto antes de venir a trabajar!!