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La vida irreal de Salvador Leal

Duda existencial

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Las dudas existenciales tienen la característica de que llegan sin avisar y se mantienen en la cabeza hasta que otra duda existencial AÚN MÁS GRANDE que la primera, viene a ocupar su lugar.

Como todos los viernes, suelo llevar a Indiana (mi fiel corcel plateado) a la gasolinería para su cita semana con la bomba de gasolina. Gracias a un milagro que no puedo llegar a explicar, el enorme tanque de mi automóvil gasta únicamente doscientos pesos a la semana. No sé si esa cifra sea escandalosa o ustedes la consideren una ganga, lo cierto es que yo y mi cartera somos felices pues durante una larga semana, no importa si Indiana vaya a Zacatepec o únicamente a Polanco, el tanque rinde exactamente lo mismo.

Mi duda, sin embargo, no tiene que ver con la gasolina sino más bien con la gasolinera. Ya venía yo tarde a la oficina así que comencé a resolver mis pendientes vía celular. Me acerco a la gasolinería y veo un simbolito (que ya había visto en otras ocasiones, pero que no es sino hasta ahora que tengo oportunidad de platicar) en donde se le pide al amable usario, que apague su teléfono celular.

Esta prohibición tiene todo el sentido del mundo en lugares públicos como cines, teatros y museos. Pero en una gasolinería, en donde el 90% de las cosas que hay ahí son peligrosas (comenzando con los baños y terminando con los despachadores de gasolina), la prohibición toma niveles de peligro bioquímico.
¿Por qué los celulares están prohibidos en una gasolinería?
¿Están prohibidos los celulares o únicamente prenderlos?
¿Está prohibido prenderlos o únicamente hacer llamadas?
¿¿Por qué??

En alguna ocasión, un amigo me explicó que cuando un celular recibe una llamada se crea un efecto como de aspiradora que, en esta explicación pseudo-científica, llamaremos El Efecto Aspiradora™. También ocurre que al recibir una llamada, el interior del celular emite una serie de chispazos eléctricos.
Hasta aquí todo bien. (ahora imagínenme con una bata blanca, pocket protector, goggles de seguridad y el pelo despeinado)

Aquí entra un detalle curioso. Lo peligroso de la gasolina, es decir, lo que provoca que en las películas cuando explota una gasolinera explote la mitad de la calle en la que se encuentra, no es la gasolina en sí, sino los vapores de la gasolina. En pocas palabras el liquidito no es lo flamable, sino el humito que desprende el liquidito.

Con todo esto explicado, se pueden imaginar un celular prendido que recibe una llamada generando que El Efecto Aspiradora™ jale el vapor de la gasolina hacia el celular en donde los chispazos eléctricos internos lo encienden. El siguiente paso lógico consiste en la imagen de varias ambulancias y bomberos rumbo al lugar en donde un imbécil decidió que su llamada telefónica era mucho más importante que su vida.

No sé si mi amigo me choreó o si la explicación que me dio es la correcta. Yo la leo y me suena bastante lógica. ¿Alguien de la enooooorme comunidad bloguera (que además es muy ñoña) podría confirmar o darme mejor información que la de mi amigo?

Written by Salvador Leal

agosto 13th, 2004 at 10:17 am

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