Dos noticias
No… a pesar de lo tentador que resulta, no pienso tocar los temas de René Bejarano o Gustavo Ponce o López Obrador y su falling little theater (‘se le cayó el teatrito’, como dijera mi abuelita). Hoy les platico dos noticias que me gustaron mucho cuando las leí y se las dejo para que las reflexionen:
1. Como ustedes, personas informadas y conectadas saben, en Estados Unidos está bajo proceso judicial la gurú del diseño de interiores y decoración hogareña Martha Stewart por haber mentido en cuanto a la razón de la venta de sus acciones bursátiles. En el seguimiento periódico que llevo del caso (juar juar) me encontré con un reporte desde el juzgado en donde Douglas Faneuil, ex-empleado de Merrill Lynch, testifica que la Sra. Stewart lo amenazó con renunciar a los servicios de la financiera debido a la música del teléfono cuando la ponían en espera.
Así cómo lo oyen. La pregunta es, ¿no les encantaría poder amenazar a una compañía si no cambia la tonadita de ‘El Golpe’ o ‘Sobre las Olas’ cuando nos transfieren la llamada? ¿no sería increíble dejar de oir las estaciones de radio chafas que algunas compañías ponen?. En la compañía donde ustedes trabajan ¿cuál es la melodía? ¿no pueden hacer nada para cambiarla? ¿no temen que Martha Stewart no use sus servicios debido a su falta de cultura musical?
2. Los lectores que están haciendo sus trámites para irse a estudiar a EU conocerán perfectamente el SAT II. Para quienes no estamos en esos trances, el SAT II o Scholastic Assessment Test II es uno de los exámenes más comúnes para ingresar a instituciones de nivel superior gringas y a partir del próximo año, la sección de Ensayo de este test será obligatoria. En esta sección se califica el desarrollo de ideas, ejemplos sustentables, organización, elección de palabras y estructura en las frases que integran el ensayo.
Nomás por curiosidad, el Princeton Review calificó con los estándares del SAT II a varios escritores conocidos. Resulta que, de 6 puntos posibles, Hemingway sacó 3 y Shakespeare tuvo 2. El Unabomber (Ted Kaczynski) sacó 6 puntos.
Un profesor en la prepa nos decía que nunca se podría cuantificar la cantidad de creatividad que se mataba en un salón de clases en aras de la ‘educación’. Esta nueva sección del SAT II, si bien no cuantifica esta falla, puede ser un buen reflejo acerca de las cosas que se califican en las escuelas versus las cosas que realmente trascienden.
