Archive for enero, 2013
Nunca más
“I want to take a look one more time. I’m not going to see this again”
La solución
La sala de juntas de la Asociación Americana de Productores de Pollo (o la Asociación Norteamericanas de Granjas Avícolas, o la Confederación de Avicultores Americanos, da igual) se encuentra en el piso 22 del edificio más grande de Little Rock, Arkansas. El ventanal, de donde en un día sin nubes se puede ver la ribera del río Arkansas por más de 10 kilómetros, está justo frente a una mesa de juntas descomunal alrededor de la cual están sentados los principales productores de pollo de Estados Unidos que, al mismo tiempo y gracias a la globalización y el capitalismo descarnado, son también los principales productores de pollo del mundo.
Un aplauso de todos los asistentes cierra la presentación de los resultados del ahora lejano 1976.
– «Gracias, amigos, gracias. Como ven, el 76 fue un año magnífico y el 77 no tiene por qué ser diferente.»
De nuevo, la mesa se vuelca en aplausos para el expositor. Todos aplauden. Todos menos uno, el productor de mayor edad que, enojado, ve a los asistentes con una mezcla de desprecio y asco. Finalmente, estalla:
– «Me sorprende que gente que considero inteligente y ambiciosa esté conforme con lo que acabamos de escuchar. ¡Me parece la peor presentación que he escuchado en años!»
– «Pero Barry», dice el productor que se sienta a su lado izquierdo, «no hubieron sino utilidades y más utilidades»
– «PERO SI SON ESTÚPIDOS, ¿QUÉ NO LO VEN?»
Toda la mesa veía en silencio al añejo productor sin saber a qué se refería.
– «Las cifras que se mantienen no son buenas cifras, son solamente cifras que se mantienen. Para seguir en el negocio necesitamos crecer. ¿¡CRECER, ME OYEN!?. El resto de la industria de alimentos está invirtiendo de manera agresiva para ganarnos terrero: la res, el puerco, hasta el pescado está intentando arrebatarnos el paladar norteamericano y poco a poco lo han conseguido. Este año nos mantuvimos de milagro, pero si no conseguimos que nuestros consumidores compren más pollo, los próximos 10 años serán desastrosos para la industria.»
El Presidente de la Asociación, molesto porque le arrebataron su momento de éxito pero con franca preocupación se sentó mientras veía a Barry a los ojos:
– «Barry, nuestros intentos porque los norteamericanos consuman más pollo en un año han fracasado estrepitosamente. Lo más que logramos fue consolidar el pavo en Thanksgiving y Navidad, pero poco más. La gente ya no quiere comer más pollo.»
– «ERROR», grito Barry. «ERROR. ERROR. ERROR».
– «Durante los últimos 80 años los norteamericanos han consumido pollo de manera creciente. PECHUGA de pollo. Ahí está la clave. En la PECHUGA de pollo. Necesitamos EXPRIMIR el consumo de cada ave, que la gente consuma otra cosa ADEMÁS de pechuga de pollo.»
– «En Latinoamérica consumen las patas del pollo», dijo un productor sentado al final de la mesa. «Podríamos intentarlo»
La sugerencia sólo vino acompañada de caras de asco.
– «Asia utiliza una buena cantidad de pescuezos de pollo a lo largo del año», comentó otro productor.
De nuevo, la mesa recibió la sugerencia con frialdad.
– «¿Qué les parecería usar las alas?», dijo Barry.
—
Esa es la única razón por la cual me explico el surgimiento y boom del negocio de alitas en el mundo. Esa y Hooters (esa fue OTRA reunión). Piénsenlo bien: tienen poca carne, son incómodas de comer y seguramente es considerado como un subproducto barato y desechable del pollo.
En fin, todo este choro surgió en una conversación del fin de semana en donde argumenté que las alitas son la peor variante de fast food que existe actualmente.
Eso y tenía ganas de escribir un rato.