Ciclos
Durante diez años, la Revolución mexicana transformó el país en un campo de emboscadas. Como otras familias, la de mi abuela se refugió en la capital, esperando que la desgracia fuera contenida en la sede del poder. Cien años después, los capitalinos tenemos la misma percepción ante la amenaza del narcotráfico. La metrópoli que en tiempos normales es el sitio más inseguro, se convierte en último refugio en la tragedia.
– Juan Villoro. Mi Padre, el cartaginés
Leído en Revista Orsai.