Ken & Chente
Ken Livingston es un político inglés que fue elegido en el año 2000 como alcalde de la ciudad de Londres. En ese mismo año, Vicente Fox se convierte en el primer Presidente de México que pertenece a un partido distinto del que gobernó el país durante más de 70 años.
Londres y México no tienen mucho que ver ni en sistema político ni social ni económico. Ellos han pasado por cosas que nosotros jamás nos hemos ni siquiera imaginado, y nosotros tenemos una historia particular digna de la creatividad galopante de un escritor esquizofrénico y en drogas.
No deseo comparar, sólo señalo. No aspiro ni siquiera a nivelar los estándares… y no sé si eso refleje cinismo, pesimismo o simple realismo. Pero ahí va.
El pasado viernes, el alcalde de Londres fue suspendido de sus funciones durante un mes por un comentario antisemita dicho a un reportero a la salida de una fiesta (Dato inútil pero interesante: la fiesta era para celebrar los 20 años de la salida del clóset de un diputado). Si bien el periódico al que pertenece el reportero le tiene especial tirria a don Ken, el comentario fue calificado como «innecesariamente insensible» de acuerdo con el Comité que se encarga de revisar asuntos relativos al actuar gubernamental (algo así como nuestra Secretaría de la Función Pública) y se decidió mandar a su casa al Alcalde por cuatro semanas. Si quieren ver las notas periodísticas, den click aquí y aquí.
¿Resumen? Alcalde de Londres suspendido por un comentario antisemita dicho a un reportero. ¿Ok? Ok.
Hoy, Enrique Krauze, en su columna del periódico Reforma, publica un comentario que le hizo el Presidente de México en privado. Escribe: (…) Alguna vez me tocó atestiguar la calidad moral de uno de esos personajes encumbrados, muy próximo al Presidente. En un desayuno me dijo, ya en confianza: «En Los Pinos trata uno todo tipo de gente extraña, hasta judíos». Y luego remata Krauze, en un reproche apenas velado: Admiré su tolerancia al compartir conmigo el pan y la sal.
¿Resumen? Personaje encumbrado y cercano al Presidente de México hace un comentario estúpido que raya en lo antisemita a un intelectual que es líder de opinión.
¿Alguien, en algún punto, le va a decir a nuestros políticos que no pueden decir tantas idioteces? ¿Se podría obligar a Krauze a decir quién dijo eso? ¿Alguien podría castigar a dicho personaje anónimo? ¿Quién castiga a nuestros políticos?