THX
Mañana apacible en los feudos de Salvador Leal; todo en orden y en correcto funcionamiento.
De repente, un correo electrónico de Cinemex llama mi atención: la preventa para el Episodio III de Star Wars comienza ese día!
Salvador se emociona, pero casi inmediatamente pone su mente en paz pues sabe que la batalla por la compra de boletos adelantada para la primera función del Episodio III (00.01 hrs. del 19 de mayo) no se librará en los territorios de Cinemex… sino de Cinépolis.
Tranquila y estoicamente, Salvador se dirige a la página de internet de Cinépolis y encuentra lo impensable. El día de hoy, también comienza la preventa para la película.
(inserte aquí el inicio coral de ‘Duel of the Fates’)
«EN LA MADRE!» exclama sobresaltado, mientras con la mano derecha mueve el mouse hacia la sección de compra vía internet y con la mano izquierda marca el teléfono de Cineticket.
En estos momentos, el gentil lector se preguntará porqué diablos Salvador prefiere Cinépolis a Cinemex. No, la respuesta no la he dado anteriormente.
El detalle por el que hay que ver el Episodio III en Cinépolis es debido al sistema THX. Este sistema fue creado y desarrollado por el equipo técnico de George Lucas para darle al cinéfilo la mejor experiencia de audio y video posible en el cine. No sólo es un tipo particular de bocinas, sino que incluye detalles como la construcción y acústica de la sala, la calidad de la imagen y proyección en pantalla y sí, también la localización y excelencia en el sistema de audio.
La cosa es que cualquier fan de Star Wars que se precie de serlo quiere ver la obra de George Lucas en un lugar autorizado por Don George para que su película se acerque lo más posible a la experiencia que él quiere darnos. ¿Tuvimos los fans de Star Wars problemas en nuestra etapa anal que se reflejen en nuestra obsesividad? Probablemente, pero el caso es que nuestro hit es estar en la sala THX viendo cualquier película de la Guerra de las Galaxias.
Regresemos con Salvador, que ya está hablando con una de las señoritas de Cineticket de Cinépolis y la cual le informa que el sistema de ventas vía internet y telefónica está caído. Y que también afecta a la venta en taquilla. ¿A qué hora se resolverá el problema? A partir de las 4 de la tarde.
Salvador se desespera y sabe, como buen fan de Star Wars, que no es el único que está tratando de consguir boletos para la primera función (00.01hrs) en las contadas salas THX de la ciudad de México.
Ve la hora, analiza la situación, escucha la voz de Obi-Wan diciéndole «follow your feelings», agarra su coche y corre como en pod-racer hacia el Cinépolis más cercano con THX: Cinépolis Universidad. Recorre el camino entre Polanco y la del Valle en un tiempo récord y al llegar le informan la noticia: No hay boletos disponibles para las salas THX. Las primeras funciones (00.01) sólo están en el resto de las salas y quedan pocos boletos.
Salvador siente como si le hubieran dado un llegue con un sable de luz (cfr. Qui-Gon Jinn) y exige confirmar la noticia con el gerente del Cinépolis. El gerente lo confirma: las primeras funciones en sistema THX son privadas.
Rápidamente, Salvador llama a Cineticket para ver si hay boletos en las otras salas de la ciudad y descubre que el sistema de venta vía telefónica está funcionando desde hace 20 minutos. En Cinépolis Diana ocurre lo mismo que en Universidad, y en Perisur los boletos se terminaron en los primeros 10 minutos.
Ahora, Salvador está frente a uno de los dilemas más rudos de su vida.
¿Qué prefiere Salvador? ¿Ver la película a las 00.01 hrs. en una sala normal o ver la película en THX pero hasta las 19.45hrs cuando una gran porción de la población del planeta tierra ya vio la película?
¿THX o no THX?
Los minutos pasan y sabe que sea cual sea la decisión que tome, mientras más tiempo se tarde, más difícil será encontrar boletos para cualquier opción.
Use the Force.
Salvador pone su mente en paz. Respira y …
