Hágase la luz…
Dicen que la recomendación No. 1 cuando entras a un quirófano es: «pase lo que pase, NO VAYAS HACIA LA LUZ!!»
Pues resulta que en uno de los momentos más críticos de la operación en los ojos, el Doctor dice: «Muy bien, ahora voy a necesitar su ayuda»
Salvador (con tres calmantes encima): «Pues lamento decirle que olvidé mi bisturí en el coche, Doc»
Doctor: «No, no… no se trate de hacer el gracioso. Necesito que vea la luz que tiene enfrente y no despegue la vista durante los próximos 35 segundos»
Salvador: Pe…pe… pero… ¿qué no se supone que no debo ir hacia la luz?»
Doctor: «MANTENGA SU VISTA FIJA EN LUZ, POR FAVOR!»
Salvador: «Okey, okey… no se me ponga punk. Yo veo a la luz y listo»
Y así vi la luz del rayo láser que, según me explicaron después, fue la cortó mi cornea para reducirla al nivel óptimo de vista. Salí vendado, por lo que ver la luz, no sucedió sino hasta 24 horas después de haber salido de la operación.
Así pues, es de mi agrado avisarles de la reinauguración de mis ojos. Todavía tengo que ponerme gotas cada 5 minutos, pero el doctor dijo que la operación salió de rechupete, que un poquito más y hasta habría salido ojiverde.
En fin. Ya les iré contando lo que es esto de ver bien. A todos los que me mandaron mails, recaditos, llamaron, enviaron buenas vibras, mandaron regalitos o simplemente estuvieron pendientes de la operación, les agradezco en el alma.
Y ahora sí… nos estamos viendo!
P.D. Curioso, el láser de la operación excimer (nombre técnico de la cirugía que me hicieron) es i-den-ti-co a Hal 9000 de 2001: A Space Odyssey