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La vida irreal de Salvador Leal

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Realmente todo comenzó en diciembre. Ubiquen una cena navideña en la casa nórdica de Peter (cfr. la aventura de Semana Santa en Acapulco). En esta ciudad (me atrevería a decir que en este país, pero no conozco demasiado las costumbres de provincia), diciembre es un mes perdido entre brindis, celebraciones, abrazos e intercambio de regalos. Así que, al más puro estilo del Brindis del Bohemio (En torno de una mesa de cantina / en una noche de invierno / regocijadamente departían / seis alegres bohemios…) comenzamos a platicar del nuevo año que venía: proyectos, viajes, trabajos, círculos que cerrar y senderos que dejar pero también empresas nuevas que realizar y sueños por solidificar.
La conversación se desvió a la música. Y más específicamente a un gusto compartido por parte del quórum: el jazz. Alguien mencionó (creo que Joe) que en el 2004 se celebraría el 25 aniversario de uno de los festivales de jazz más importantes del mundo, el de Montreal. Y salió el clásico ‘aaah pus habría que ir, no?’. Claro, en una cena navideña en la que también se hablan de las distintas formas de cambiar al mundo, una declaración como esta parecería no tener demasiadas repercusiones futuras. ¿O sí?

El primero que lo volvió a poner en la mesa fue el Joe en marzo. Al principio sonaba demasiado fuera de toda lógica y de todo presupuesto. Hasta que nos sentamos a hacer numeritos (Joe y Peter estudiaron Ingeniería y yo dizque estudié Economía) y vimos que nuestros respectivos sueldos nos permitían perfectamente largarnos a Montreal al Festival de Jazz. Para mí fue difícil asimilarlo; uno se va a Cuernavaca, a Acapulco! bueno, uno se puede ir hasta Orlando con el sudor de su frente… pero ¿Montreal? ¿y al Festival de Jazz?
La decisión estaba tomada. Bueno… casi.
El primer problema qe tuvimos fueron los boletos de avión. Resulta que la Ciudad de México cuenta con una gran cantidad de amantes del jazz y desde abril, los boletos de avión directo a Montreal se habían acabado. Primera prueba de fuego. ¿De verdad queremos ir? Sí. ¿De veras deveritas? Pues sí.
Sacamos el mapa y buscamos las ciudades cercanas a Montreal…

Peter: ¿Tiene cupo para Quebec?
Señorita de las reservaciones: Mmmmm…. (sonido de la computadora) No. No hay.
Joe: ¿Para Toronto?
Señorita: No.
Salvador: … Ottawa?
Señorita: Tampoco.
Peter: Bueno… ¿tiene boletos para Boston?
(Salvador, Joe y la Señorita se miran desconcertados)
Peter: Tiene, ¿sí o no?
Señorita: Pues sí… sí tengo.

Nuestro viaje de recreación a Montreal se convirtió, en un click, en un road trip. Viajaríamos de México a Boston y de ahí nos iríamos (como mejor pudiéramos) a la ciudad descubierta por Jacques Cartier en 1535. Asistiríamos al festival y después nos regresaríamos a Boston para tomar el avión que nos regresaría al sitio fundado por Tenoch y sus Locos del Ritmo en 1325.

Segundo problema, el alojamiento. Después de hacer un profundo análisis, decidimos que el cambio de planes nos forzaba a buscar un alojamiento bastante más barato de lo que originalmente teníamos planeado. En el peor de los escenarios posibles, dormir en los cajeros automáticos siempre es buena opción. Dicho esto, comenzamos a preguntarle a todos nuestros conocidos si sabían de alguien que viviera en Montreal y que estuviera dispuesto a hospedar durante una semana a tres tristes tigres mexicanos que buscaban alojamiento. Sabemos cocinar, lavamos y planchamos nuestra propia ropa, Joe conoce maneras de hacer reir con las matemáticas, Peter es excelente contando chistes portugueses en danés y yo… pues yo, como dice una amiga, ‘pienso padre’.
Nuestra búsqueda rindió frutos a los pocos días en los que un señor, de nombre Pierre Noel, estaba dispuesto a alojarnos en su departamento que suele rentar todos los veranos. En esta ocasión no nos lo rentaría debido a que se encuentra en remodelación y básicamente iremos a dormir sobre costales de cal y arena.
(voz de la señorita de El Gran Juego de la Oca) «Prueba.. Superada» (fanfarria)

El tercer y más complicado problema surgió a finales de mayo cuando Peter llegó y nos dijo:
«Me tengo que titular»
Joe y yo le explicamos que los tres, más tarde o más temprano, nos vamos a tener que titular de nuestras respectivas carreras.
«No… no entienden, me tengo que titular. Ya», dijo Peter.
Y entonces pasó a explicarnos cómo había hecho los trámites para estudiar una maestría en Paris, cómo lo habían aceptado y que ahora necesitaba estar titulado para poderse largar a la Ciudad fundada por la tribu Parisii en el año 52 a.C.
El problema no terminaba ahí. El último día para entregar toda la documentación era justo el día de nuestro regreso de Montreal. Esto significaba que antes de irnos de viaje, Peter tenía que:
– Hacer su tesis
– Que le aceptaran la tesis
– Pedir fecha de examen
– Que le dieran fecha de examen
– Hacer su examen profesional y,
– Pasar su examen profesional
Todo esto, insisto, antes del día de partir rumbo a Montreal.
¿Creen que es imposible?

Por medio de este blog, me es muy grato anunciarles que me largo de viaje a Montreal el próximo viernes 2 de julio. También me es muy grato anunciarles que mi amigo Peter hará su examen profesional… el próximo viernes 2 de julio… cuatro horas antes de que un avión con destino a Boston salga de la Ciudad de México.
Los planes logísticos tendrán algunos ajustes a lo largo de la semana, pero todo parece indicar que iremos al examen profesional de mi amigo Peter con todo y maletas. Aún estamos en pláticas con el gobierno de la ciudad (que no está muy contento con mis últimas declaraciones) para que nos abran un carril especial por parte del Periférico y el Circuito Interior, de modo que podamos llegar a tiempo a registrarnos al Aeropuerto.

Del viaje y de todos los preparativos, tendrán todos los reportes por medio de este blog. En pocas palabras, nos espera una semana de mucho estrés. No sólo porque Peter se tiene que titular el mismo día en que salimos de viaje, sino que además, ninguno de los tres ha avisado en sus respectivos trabajos que se larga una semana a Montreal!!

Seguiremos informando.

Written by Salvador Leal

junio 25th, 2004 at 10:29 am