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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for the ‘vida diaria’ Category

Gripe

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Pues como leyeron en el post anterior, tuve afonía que derivó en tos y que, después de salir de su capullo, se convirtió en gripe.

Enfermarse es una de las mejores maneras de darse cuenta que en la vida todo (TODO) tiene consecuencias. A uno le dan una cajita de pastillas que dice:

INDICACIONES: Para el alivio de los síntomas asociados con el resfriado común como: congestión nasal (si, mucha), estornudos (sí, muchos), escurrimiento nasal (disgusting yet accurate), comezón de los ojos (eso no) y lagrimeo (oh sí). Cuando se acompañan de malestar general (ajá), dolor y fiebre (no tanto y no).

Pero poquito más abajo, la caja nos dice:

REACCIONES SECUNDARIAS: En algunos casos puede provocar nerviosismo («¿sí se me estará quitando la gripe o se desarrollará una neumonía?»), mareos, fatiga, náuseas, trastornos abdominales (¿trastornos? ¿no se puede más general? un trastorno va desde el dolor de panza común y corriente hasta el embarazo!), falta de apetito (ja! I wish!), sed, aumento de la frecuencia cardiaca, faringitis, escurrimiento nasal (o sea, sirve para aliviar el escurrimiento nasal pudiendo provocar… MÁS ESCURRIMIENTO NASAL!), acné, comezón, erupción cutánea, urticaria, somnolencia.

Nótese también que no hay una ‘y’ al final de la enumeración de posibles reacciones secundarias. Supongo que no es un error de sintaxis, sino que esa fue la única solución que les pudieron dar en el Departamento Jurídico de la farmacéutica para indicar que esas NO son las únicas reacciones secundarias que pueden acompañar al consumo de la medicina.

Por adelante, las pastillas se ser de ‘Liberación Prolongada’ que supongo que es algo similar a lo que sucedió con el Windows Vista o con Raúl Salinas de Gortari.

En fin, me regreso a chambear que me quiero ir a morir temprano a mi casa.

Written by Salvador Leal

enero 9th, 2007 at 11:50 am

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Stress

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Uno se aleja de la oficina creyendo que es la fuente de todo lo malo en la vida. Creyendo que sin leer correos durante dos semanas el ritmo de tu respiración se va a tranquilizar y los latidos de tu corazón dejarán de asemejarse al electrocardiograma de un colibrí. Pero no. La vida, toda ella que se encuentra a tu alrededor, se encarga de generarte el estrés necesario para que no puedas dormir en paz.

Cada canción nueva que bajo, pienso si será la última que podré meterle al iPod; ya dejé de comprar una serie de televisión pues siento que si le meto un capítulo más, se comenzarán a escurrir los MP3s por el hoyito de los audífonos. Y eso me estresa sobremanera. Si alguien tiene un iPod de 80 GB que le sobre, aquí es bienvenido.

Written by Salvador Leal

diciembre 27th, 2006 at 1:41 pm

Errata

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Como ya lo había dicho antes, suelo leer los obituarios cuando le doy un vistazo al periódico en las mañanas. Ya estando en la parte morbosa del día, le doy una repasada también a las esquelas. Las esquelas, por si alguien no lo sabe, son esos cuadritos del periódico (que, de hecho, constituyen de los ingresos más fuertes de lana que tiene un diario) en donde la gente avisa que alguien se murió, se lamenta públicamente por la muerte de alguien o trata de comprar con 30,000 pesos una muestra de afecto que no le dio en vida al muertito.

Pues bien, el día de hoy, en la página 14 del periódico Reforma, en la sección de obituarios de Gayosso, sale lo siguiente:

WTF!!

O sea, en algún punto (supongo que ayer, pero ayer salí muy temprano y no leí el periódico) la agencia funeraria de mayor tradición en la Ciudad de México, el lugar en donde van a velar a cualquier gente importante de los negocios, el medio del espectáculo o la política… esa institución que es Gayosso, ¡se equivocó en la publicación de su obituario!

Imagínense que ustedes son parientes de Doña Ma. Magdalena Richaud Torres, a quien, de hecho, acaban de saludar mientras se tomaba su jugo de naranja. Van a la sala, abren el periódico, leen las tonterías que siguen haciendo en Oaxaca, pasan rápidamente por la sección editorial y leen los chismes políticos, llegan a los obituarios, los leen… y cierran el periódico rápidamente.

Voltean los ojos para un lado y para el otro. Vuelven a abrir el periódico en la sección en donde la habían dejado para corroborar la información y otra vez cierran el periódico. Con un nudo en la garganta, gritan: «doña magdaaaaaaaa… ¿sigue usted por ahiiiiii?» Pasan uno, dos, tres largos y espantosos segundos, después de los cuales se escucha desde la cocina un: «siiiiii, ¿quieres que ya te lleve tu frutitaaaa?».

Inmediatamente después, comienzan a sonar todos los teléfonos de la casa para confirmar la «terrible» noticia.

Eso por el lado de doña Ma. Magdalena Richaud Torres. ¿Pero qué pasa con Ma. de los Ángeles Torres Ulrich? La verdad es que no está padre eso de aparecer en los obituarios como si uno fuera un personaje de relleno o un actor de repuesto. Digo, porque eso es lo que está pasando; Gayosso está diciendo «no, la verdad es que nos hubiera gustado que aquí estuviera doña Magda, pero como no nos alcanzó el presupuesto nos tuvimos que conformar con la presencia… perdón, con la ausencia de doña Ma. de los Ángeles»

En fin, ojalá así se pudieran arreglar las cosas. Que uno no se muriera hasta que no fuera publicado en el periódico y, si se equivocaron al poner tu nombre, al día siguiente, ¡ta-rán! apareces fresco como una lechuga y sin que hubiera pasado nada.

Querido Dios: Te pido que cuando me muera, Gayosso publique bien mi nombre y mis datos en los obituarios del periódico. Nomás falta que, como cuando tienes una fiesta donde no hay gente, todo se deba a una equivocación en las indicaciones para llegar al lugar del reventón.

P.D.1¿Se fijaron en los apellidos de las involucradas? Ulrich, Richaud… caray, se nos está yendo lo mejorcito de la sociedad!
P.D.2 Nomás por mero respeto, espero que nadie de las familias esté leyendo este blog.  

Written by Salvador Leal

diciembre 6th, 2006 at 12:22 pm

Enferma

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La compu que utilizo para escribir este blog se encuentra ubicada en mi cuarto. Es mi computadora. Es bonita, moderna, con pantalla plana y un CPU silencioso. Un post escrito en una compu distinta no sabe igual…

Mi compu se descompuso desde la semana pasada y creía que el tiempo arreglaría sus achaques. «Es el frío», pensé. Ya saben, ahorita es la excusa de moda. Si hubiera sido en agosto, hubiera dicho «es el Peje».

Pero el tiempo no curó sus achaques sino que los empeoró. El sábado, ya desesperado, le hablé al servicio técnico y es hora que aún no arreglan la compu frente a la que me siento a escribir este blog, entre muchas otras cosas.

Mi compu está enfermita. Ya le prendí veladoras, le recé a San Andrés Totopo (que es el Santo Patrono de este blog) y nomás no reacciona. Espero que pronto supere este bache… porque yo tengo un buen de cosas que contarles, hartas recomendaciones de cine y dos que tres ideas que se me han ocurrido durante este ayuno blogueril.

Los Pumas perdieron. Se nos murió Raúl Velasco. Y yo sin mi compu. Snif.

Written by Salvador Leal

noviembre 27th, 2006 at 11:43 am

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Awkward

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Hace unos días fue el cumpleaños de mi jefe. Se celebró en forma con un pequeño convivio que duró no más de 30 minutos. Eso es un detalle que me gusta de mi chamba: todos entendemos que la cosa es venir a trabajar y no a socializar (arriba los antisociales!!) así que no convivimos más que el tiempo justo que nos toma dar un respiro y regresar a nuestras múltiples actividades.

En fin, ese mismo día, a la hora de la comida, salí al Mixup a comprarle un regalo de cumpleaños. Yo regalo discos porque así como hay personas que te regalan un suéter o unos calcetines, a mí me gusta regalar discos. Punto. Creo sinceramente que hay pocos regalos mejores que la música y quienes me conocen personalmente saben lo importante que es ésta en todos y cada uno de los instantes de mi vida.

Pues ahí va Salvador al Mixup por el disco para su jefe. Nótese que el asunto es delicado porque no le estoy regalando un disco a cualquier persona, sino a El Jefe®. Me pasé las dos horas que tengo para comer escogiendo el disco perfecto, tomando en cuenta la personalidad del festejado y lo que le podría gustar o no. Al finalizar, tenía dos opciones:

– La opción A era la opción fácil. He escuchado lo que mi jefe oye mientras trabaja y sabía perfectamente que ese disco le iba a gustar. El único riesgo era, de hecho, que mi Jefe ya tuviera el disco.

– La opción B era la opción «vamos a ampliar los horizones musicales de mi Jefe». Y sí, como se pueden imaginar, era la opción arriesgada. Era un disco que tenía frontera con gustos convencionales, pero con un twist de modernidad.

Analicé algunos puntos más y decidí irme por el lado arriesgado. Total, no sé si ya se los he dicho, pero mi segundo nombre es Osado… así que compré la opción B. La envolví y se la dejé en su escritorio con una tarjeta.

Pasó el tiempo y, como bien dice el dicho, no news, good news; es decir, pensé que el disco había pasado sin problemas por el filtro musical de mi Jefe y listo. Pero no. Hoy llegué a una mini junta con él en donde aprovechó para agradecerme el disco y decirme que lo comenzaría a escuchar justo en ese momento. Mientras decía eso, rasgaba la envoltura del CD y lo ponía en su Mac. Yo, obviamente, quería correr.

Y la razón por la que quería correr es simple. No hay nada, NADA peor que ver la cara de alguien a quien no le ha gustado un regalo que le has dado. Vaya, ni siquiera la probabildiad de que le guste el regalo y salte de felicidad vale el encontrarse en una situación en donde todo podría salir exactamente al contrario. Y lo puso. Y creo que jamás voy a olvidar la expresión de su cara.

Bravo, Salvador Osado Leal. Sigue tratando de «ampliar los horizontes musicales» de tu jefe.

Clip de audio: Es necesario tener Adobe Flash Player (versión 9 o superior) para reproducir este clip de audio. Descargue la versión más reciente aquí. También necesita tener activado Javascript en su navegador.

Gotan Project – Mi Confesión

Written by Salvador Leal

octubre 31st, 2006 at 1:46 pm

La Oficina

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Hoy me encontré con un post en The Guardian que tenía tal cantidad de sabiduría con respecto a la dinámica en la vida laboral que no sabía qué parte seleccionarles y cuáles no. Parece que es solamente un extracto de un libro mucho más grande. Unos destellos de genialidad, aquí:

A consultant is someone in business with an ego so large it takes more than one company to support it

It’s called an exchange of opinion because you go in with your opinion and leave with their opinion.

The difference between a boss and a high street bank is that a bank sometimes gives you credit for things.

Excessive drinking at work makes you feel sociable, light-headed and confident. In other words, it makes you feel like you work in sales.

Business suits are for doing business in. If you are wearing a welder’s helmet people expect rivets, if you are wearing a suit people expect business. But if you are wearing shorts and sandals, people expect you to be on your way to San Francisco with flowers in your hair. On the other hand, never look too businesslike. This marks you out as someone who works in organised crime or as an undertaker, if not both.

In business they still say it’s not what you know, it’s who you know, which is a bit depressing when you have just completed 15 years of formal education.

Reports are the office equivalent of cones in the road. They are not actually work themselves but they are a big, clear sign that real work might be done at some stage. In the meantime, they slow everything down and cause anger and annoyance all round.

The only reason people have so many meetings is that they are the one time you can get away from your work, your phone and your customers.

People say that the secret of a good meeting is preparation. But if people really prepared for meetings, the first thing they would realise is that most are unnecessary.

Yo no llevo mucho tiempo en esto de la Vida Laboral™, pero reconozco la veracidad de todos los comentarios de don Guy Browning aún sin haber vivido tanto la experiencia de una oficina. El artículo completo, aquí. (Vía alt1040)

Written by Salvador Leal

octubre 30th, 2006 at 6:39 pm

Lo que fácil viene… II

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Pues aquí iba a contar todo lo que ha ocurrido desde el viernes que puse el post del Hermano Rabito, el sistema bancario mexicano y el ochenterísimo juego ‘Cuestión de Escrúpulos’ (¿alguien lo recuerda? aquél en donde te ponían una situación moralmente cuestionable y tenías que escoger opciones para actuar).

Sin embargo, debido a una recomendación del departamento legal de SalvadorLeal.com, dejaremos que la historia se enfríe un poquito para después contarla a toro pasado y en calidad de anécdota. Es por eso que el post anterior también quedará bajo reserva.

Por su comprensión, miel gracias.

Written by Salvador Leal

octubre 3rd, 2006 at 9:25 am

Protegido: Lo que fácil viene…

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Written by Salvador Leal

septiembre 29th, 2006 at 3:32 pm

Cinemex

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En cuarto de prepa yo tenía un profesor de matemáticas que todos conocíamos como Esperón (sí, ese era su apellido). La particularidad de este profesor (porque, curiosamente, todos los profesores de mi prepa tenían algún rasgo muy muy distintivo) era que tenía cara de un chavo de 20, voz de un tipo de 40 y la personalidad de un tipo de 50. No era ni buen ni mal maestro; era perro pero manejable y su otra gracia eran las frases que parecían sacadas de un baúl con olor a viejo.

Si, por ejemplo, Ramírez le lanzaba una goma a Martínez y Esperón se daba cuenta, soltaba un «Ramírez, no le ande midiendo el agua a los tamales» con voz pausada y rasposa. Si, a la clase siguiente, Martínez le contestaba la afrenta a Ramírez, Esperón sacaba un «Martínez, me está llenando de piedritas el buche«.

Un día, estando Esperón de espaldas al salón de clase, se oyó un maullido. Sin voltear, Esperón dijo «A ese gatito le vamos a dar su lechita«. Nada causa más risas generalizadas que un albur dicho por el profesor del que menos lo esperas.

Pues bien, el sábado fui al cine. Desde esta ocasión, mi primera opción cuando salgo al cine, es ir a Cinépolis. Pero resultó que los boletos estaban agotados en Perisur y pues lo más cercano era ir a Cinemex Cuicuilco. ¡Pero qué bruto, qué malo es! Y se nota, eh! Pues mientras que en Cinépolis no había boletos sino hasta las 11 de la noche, cuando llegué a Cinemex (7.20) todavía había lugar para las funciones de las 7.15.

Durante toda la película el sonido estuvo malo y se escuchaba como si una de las bocinas de detrás de la pantalla hubiera estado volada. La imagen estaba mal cuadrada (o sea, toda la película vimos la parte blanca de la pantalla abajo de la imagen y un cacho de la película en las cortinitas que tapan la parte de arriba), sin mencionar que mi acompañante pudo haber no pagado ningún boleto pues el fulanito encargado de cortar los boletos ni siquiera se fijó en quién entraba con boleto y quién no.

Para acabarla de amolar, la película estaba bastate chafona (WTC, de Oliver Stone). Digo, eso no es culpa de Cinemex, pero ya con eso salí bastante poco conforme del cine. Ahora sí, Cinemex, me llenaste de mermelada los bombones!

Written by Salvador Leal

septiembre 18th, 2006 at 1:27 pm

Conociéndonos III

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50 cosas que debes saber de mí

1. Nací el 19 de marzo de 1979. En lunes. Por la madrugada.

2. De chiquito no me gustaba mi nombre.

3. Durante 12 años de mi vida, me dijeron «Leal».

4. Estudié en escuelas para hombres desde la primaria hasta la preparatoria.

5. Muchos de mis mejores amigos los hice en los últimos dos años de esos 12.

6. Era el ñoño más insufrible que jamás has conocido. Ahora nomás soy ñoño e insufrible.

7. Soy el wey más introvertido que conozco.

8. A los 12 años estuve a punto de entrar al seminario.

9. Lo que más me motiva a hacer algo es que alguien me diga ‘eso no se puede hacer’.

10. En la universidad, me sacó de clases un famoso ex-secretario de Estado.

11. Ese mismo ex-secretario me ofreció chamba al final del curso.

12. Y dije que no.

13. No tengo medias tintas con mis rollos vocacionales: o los odio, o los amo.

14. Nunca he visto OVNIs, ni fantasmas, ni nada «sobrenatural».

15. Según mis cuates, cuando me preguntan mi nombre para hacer algún trámite, hago una pausa entre mi nombre y apellido. También dicen que remarco demasiado mi apellido.

16. Mis abuelito paterno fue alpinista, mi abuelito materno fue estrella de basquetbol. Mi papá corre maratones. Yo no hago deporte ni en defensa propia. Y los cuatro nos llamamos ‘Salvador’.

17. Los payasos me dan una mezcla entre lástima, asquito y miedo. Las payasas me son simplemente insoportables.

18. Cuando era pequeño, mi fascinación por la historia del Titanic llegó a niveles alarmantes. Pero la película con Leonardo Dicaprio terminó de vacunarme.

19. Cuando le digo a la gente que me gusta TODA la música, no me lo cree. Hasta que me conoce más y se da cuenta que, para bien o para mal, realmente me gusta TODA la música.

20. La lluvia y el cielo nublado son mi clima favorito.

21. Tengo una extraña fascinación por el Fin del Mundo.

22. Mi escritor favorito en castellano es Jorge Ibargüengoitia. Mi escritor favorito en inglés es Douglas Coupland.

23. He visto más de cien veces la versión de Disney de Peter Pan.

24. Durante años, mi tema de conversación favorito era la muerte.

25. Por razones que no comprendo, me creo capaz de estudiar cualquier carrera o dedicarme a cualquier profesión. Lo único que no haría sería trabajar en una funeraria.

26. Utilizo la misma loción desde 1996.

27. Soy narcisisita y obsesivo compulsivo. Más lo primero que lo segundo.

28. Dos episodios de estrés modificaron radicalmente mi manera de vivir la vida.

29. Disfruto ser buen amigo de mis amigos.

30. Si tuviera que definirme en una sola palabra, ésta sería ‘afortunado’.

31. Considero a los maestros de escuela como el pilar fundamental de las sociedades.

32. Durante años estuve obsesionado con Inglaterra. Después de una clase de Historia de México en la prepa, recuperé el amor y esperanza en mi país.

33. Tengo un buen poder de observación.

34. Mi memoria es deplorable. Yo se lo atribuyo a la cantidad de información que me hicieron memorizar durante la primaria.

35. Justo en esa época, gané varios concursos de declamación de poesía y oratoria.

36. Quise ser locutor desde los seis años.

37. No me gusta comer huevo ni tomar leche. Desayunar en una casa ajena es de lo más conflictivo que se pueden imaginar.

38. Usé lentes desde los 7 años. Cuando finalmente decidí operarme la miopía, mis dioptrías eran -7.5 y -8.0.

39. Alguna vez tomé clases de italiano pero dejé de ir porque la maestra ponía canciones de Laura Pausini al inicio de la clase.

40. Creo que nadie debería salir de su casa sin traer un Boy Scout en el bolsillo del pantalón.

41. No hay mayor placer en la vida que salir de viaje con personas inteligentes.

42. Mi dream job sería tener una casa de asesoría musical para soundtracks de películas.

43. Me gustaría aprender a tocar la armónica.

44. Una vez dormí por 23 horas seguidas.

45. Me gusta ir al cine solo.

46. No creo en los horóscopos pero si veo uno, no puedo evitar leer el mío.

47. Nunca me he peleado a golpes. No es que sea pacifista, sólo que no sé cómo.

48. Mi promedio de primaria, secundaria y prepa es diez.

49. Siempre he querido tener una iguana de mascota.

50. Mis animales favoritos son los tiburones

Written by Salvador Leal

septiembre 8th, 2006 at 2:39 pm