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La vida irreal de Salvador Leal

Invitado

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Tengo menos conversaciones vía mail de las que quisiera. El tiempo me come la posibilidad de poder sentarme a redactar, tranquilamente, textos especialmente pensados para una persona y con un propósito particular. Si a duras penas ya posteo en mi blog (que finalmente son textos ‘para todos’), encontrar tiempo para redactar textos individuales acerca de las cosas importantes de la vida se vuelve cada vez más difícil.

Pero eso no significa que no me guste hacerlo (al contrario) o que no lo haga. De hecho, derivado de intensas conversaciones con un viejo buen amigo (viejo porque tengo mucho de conocerlo Y porque tiene mi edad también), me mandó algo que él denominó ‘Consejos Cínicos’ y que, después de consultarlo con él, publico aquí para deleite de todos. Los comentarios son bienvenidos y se le harán llegar a Mr. Z.

– En primer lugar, cree en dios. Pero no en el sexópata mezquino y tiránico de los católicos. No, mejor invéntate una religión personal, sumamente acomodaticia e indulgente (pero no tanto como para que no puedas creer en ella), y que te asegure que, de una forma u otra, vas a sobrevivir a tu propia muerte, y que tu destino posterior depende de tu actuación en este mundo. Y cree cabalmente en todo esto. Así, operarás bajo la convicción de que tu vida tiene sentido y jamás te atormentará la idea de que no lo tiene. Con esto, tendrás una existencia mucho más tranquila y despreocupada.

– Sé convencional. Vive de una manera apegada a lo que la sociedad espera (es decir, como ya lo he dicho, estudia, trabaja y enriquécete cuanto antes, escala de nivel socioeconómico tanto como puedas, elige una pareja socialmente aceptable, cásate y ten hijos, y procura que tus hijos hagan lo mismo con sus vidas). Si lo haces bien, la sociedad sabrá recompensarte con sexo y con dinero, y tendrás dos cosas menos por las cuales preocuparte.

– Sé superficial. Que tu único objetivo sea lo que la sociedad considera “triunfar en la vida”. No veas más allá de tu posición social, tu situación económica, tu bienestar físico y el de tu familia, tu reputación, etc. Preocúpate exclusivamente por lo que la gente piensa de ti, por tu relación con los integrantes de tu círculo social, por si lo que haces está bien visto o no, y en general por cosas mundanas y manejables, pero ni por accidente te hagas preguntas del tipo de “¿por qué estoy aquí?” o “¿qué sentido tiene todo esto?”.

– Ocupa tu tiempo. Mejor aún, satúrate de actividades. Vuélvete un adicto al trabajo, dedícale varias horas del día a tu aspecto físico, ten una vida social extrema, y si te sobra tiempo, adopta pasatiempos hasta que ya no tengas tiempo para pensar. Pensar es una pésima idea. Nada bueno puede salir de ello. Por cierto, y a manera de observación, si atiendes el segundo punto al grado de convertirte en otro ladrillo en la pared, el sistema se encargará de este punto por ti – el sistema tiene una gran variedad de mecanismos (la religión, el trabajo, la televisión) para mantener a la gente dopada, e impedir así que piense (cosa peligrosísima).

– Cuida tu autoestima. No creas eso de que “sólo somos polvo en el viento”. Mejor haz caso de los mensajes y los libros de autoayuda – “eres excelente”, “vales tu peso en oro”, etc. Tú ve por la vida convencido de que eres la octava maravilla del mundo.

Más adelante, derivada de esa misma conversación, salía un verdadero consejo. Sin lo cínico, útil a más no poder.

Hay un consejo que yo le daría a cualquier persona joven, digamos adolescente, en parte porque desearía que alguien me lo hubiera dado a mí. Es éste: No tienes nada que probarle al mundo. Trata de ser feliz y ya. Por ejemplo, si aprender cosas y coleccionar conocimiento realmente te hace feliz, entonces estudia, lee y cultívate todo lo que puedas; pero si en tu vida no abres un libro, si no sabes ni quién descubrió América, y así eres feliz, está perfecto. Si viajar es lo tuyo, hazlo. Pero si no, no estás obligado a salir de tu colonia en tu vida. Si mantener tu cuerpo en forma te complace, inscríbete en un gimnasio – pero si no, si estando totalmente fuera de forma estás satisfecho contigo mismo, así síguele. Lo mismo para el dinero, la vida social, la vida sexual, etc.

No puedo estar más de acuerdo. No vivas la vida que crees que los demás quieren para ti. A los demás no les importa un carajo tu vida.

Written by Salvador Leal

abril 20th, 2009 at 6:17 pm

6 Responses to 'Invitado'

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  1. La última línea me encantó, es genial.

    Luis

    20 Abr 09 at 10:59 pm

  2. Caray.

    Resulta verdaderamente poético, y hasta romántico: «Haz lo que quieras que te haga feliz».

    Ahora que educo a un hijo, esa frase me aterra. Cuando yo era jóven, adolescente, mis padres me obligaron a hacer cosas que no sólo no me hacían feliz, sino que odiaba. Yo decía frases como «es mi vida y yo quiero hacer con ella lo que quiera…» Pero ahora, con un poco más de años, me doy cuenta que esa felicidad hubiera sido pasajera y hoy, estaría pagando facturas que no me quiero ni imaginar… sin embargo, esas torturas juveniles, me han abierto puertas por las que hoy puedo pasar para ser muy feliz, y no sólo eso, sino que me hace pensar que he aprendido la lección: La felicidad es una actitud. No puede depender de lo que hagas o dejes de hacer. Lo que tenemos que enseñarle a nuestros hijos es a ser felices aunque los pongas a lavar los trastes despues de la comida o los pongas a cortar el pasto todos los domingos.

    Pero bueno, igual y cada quien puede ser feliz con su propia teoría… quién soy yo para decir qué está bien?

    Un abrazo.

    Alexb

    21 Abr 09 at 3:50 pm

  3. Tu y tu amigo, tuvieron un verdadero momento de «iluminacion» o como quieras llamarle… cuanta razon en una frase!

    JLC

    22 Abr 09 at 12:29 am

  4. El último es el consejo más cínico de todos

    Mar

    22 Abr 09 at 3:18 pm

  5. Donde estaban hace 15 anios?

    Chanfle II

    26 Abr 09 at 7:29 am

  6. No sé si a nadie le importe la vida de los demás, no lo pondría así. Yo diría que uno es el principal y último responsable y arquitecto de la felicidad que consigas, siendo esta algo subjectivo.

    Sobre lo de ocupar el tiempo… yo digo que pensar ya es hacer.

    Sobre la felicidad… yo creo que la mayor felicidad está en compartir… tiempo, ideas, pertenencias. Quizás es algo muy personal o así me educaron, pero yo creo que es algo muy humano. Cuando me convencí de ésto empezó mi paso a la adultez… tenía unos 20 años.

    T-Rex

    30 Abr 09 at 3:03 pm

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