Salvador Leal vs. AMLO
Hoy no hablaré de las severas diferencias ideológicas que me separan de Andrés Manuel López Obrador. Tampoco hablaré de mis desacuerdos con los métodos de sus seguidores o de sus delirios de héroe patrio (¡si quería ser como Juárez ya se consiguió una buena cantidad de borreguitos!)
Para llegar de mi casa a mi oficina en Polanco tengo que cruzar Reforma… that’s a fact of life. Adicionalmente a eso, tengo una junta en la colonia Roma del otro lado de Reforma. Y luego tengo que regresar a mi oficina. Y luego me tengo que ir a mi casa (a menos que López Obrador quiera que todos nos quedemos a acampar en nuestras respectivas oficinas). Eso hace una suma de 3 cruces por Reforma nomás el día de hoy antes de la hora de la comida y uno más por la tarde…
… para nuestros amigos en otras latitudes, don Andrés Manuel y sus Locos del Ritmo han decidido cerrar una de las dos avenidas más importantes de la ciudad (la otra sería Insurgentes, ¿no?) desde el centro de la ciudad hasta la zona por donde laboro que está en la zona poniente.
He tenido que planear mis cruces de una manera tal que me siento en the Warriors. Aunque por la cantidad de personas involucradas, como dijera Agustín, es the Warriors pero con más presupuesto para extras; algo así como «the Warriors meets Lord of the Rings».
¡Me la pagarás, Andrés Manuel!
Si alguien se pregunta cómo le hice y cómo le voy a hacer, la respuesta es simple… Si no puedes ir por arriba, tienes que ir por abajo de la ciudad.