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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for febrero, 2005

Anuncios Parroquiales

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1. El día de ayer puse la rola del Blog Rockin’ Beats muy tarde, pueden ir aquí para bajarla.

2. Según una encuesta realizada por la Cámara de Comercio, Servicio y Turismo del D.F., durante los últimos tres meses de 2004, los comercios en nuestra ciudad tuvieron pérdidas por más de 430 millones de pesos relacionadas con la delincuencia. La cifra no sólo incluye los robos (aumento de ilícitos en un 14.9% en la delegación Tláhuac, 9% en Miguel Hidalgo, 6.2% en la Cuauhtémoc y 6% en Milpa Alta) sino también las medidas que se tomaron para evitar asaltos pero que son costosas (cerrar más temprano, instalar cámaras de seguridad y guardias privados). Things that make you go hmm…

3. Resulta que uno de mis descubrimientos del 2004 fueron los Smiths. Sí, sí… ahora que los conozco sé que es un pecado mortal y una ignorancia fatal el haber pasado 25 años viviendo en este planeta sin haber escuchado a los Smiths. O sea, sí los conocía («los de Girlfriend in a Coma») pero nunca me había metido más allá de sus muy contados hits. Créanme, son todo un deleite. Hoy ya tengo 5 discos de ellos y no pasa un solo día en el que no escuche una rola de The Smits.
En fin, la cosa es que Morrisey, vocalista y gurú del grupo sacó un disco el año pasado. El disco es bueno a secas pero con dos que tres canciones que sí hacen que te pongas de rodillas. En fin, en la edición especial de su nuevo disco ‘You Are The Quarry’, hay una canción que se llama México… y que dice más o menos así:

In Mexico
I went for a walk to inhale
the tranquil, cool, lover’s air
I could sense the hate
of the lonestar state
And a small voice said, «What can we do?»

It seems if you’re rich and you’re white
you’ll be alright
I just don’t see why
this should be so
If you’re rich and you’re white
you’ll be alright
I just don’t see
why this should be so

In Mexico
I lay on the grass
and I cried my heart out
for want of my love
Oh, for want of my love
Oh, for want of my love

Interesante, ¿no?

4. Como saben, Básico.fm es la estación de radio que patrocina a este blog. Y este blog patrocina a Básico.fm, por supuesto. Pues bien, el próximo lunes en la mañana el equipo de Básico estará en una entrevista *en vivo* a las 8.30am (14.30 GMT) por el 1290 de am, en la estación de noticias llamada Radio 13. Se los digo para que echemos montón y se sienta el apoyo a nuestra quimera radiofónica. Ya lo saben, lunes, 8.30am, Radio 13, 1290 de am. Be there or be square.

Written by Salvador Leal

febrero 11th, 2005 at 11:38 am

Blog Rockin’ Beats

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Another day, another dollar.
Los jueves trato de postear lo suficientemente temprano como para que, a la hora de la comida, todos mis amigos que trabajan y que me leen durante su lunch time, puedan disfrutar también la rola del Blog Rockin’ Beats que suelo subir este día de la semana.

Pero algunas veces el trabajo absorbe mucho más tiempo de lo que uno se imaginaba y, cuando menos te lo esperas ya son las seis de la tarde y nomás no posteaste. En fin, cosas que suceden… supongo que mañana tendré que sacrificar ‘Las Cinco del Viernes’ (chin! qué pena!)

En fin, la rola del día de hoy ha sido la canción con la que me he despertado durante las últimas dos semanas. Les explico.
Creo firmemente que el momento crucial del día es justo el momento en el abres los ojos y te das cuenta de que estás a punto de vivir un día más. ESE justo y preciso momento puede arruinarte el día o puede hacer que salgas de tu casa con una sonrisa de oreja a oreja. Y mientras mejor controlado tengas ese momento, tendrás mayores probabilidades de vivir tu día de una mejor manera.

Releo lo que escribí y parece que estoy leyendo el blog de Miguel Angel Cornejo, así que basta de explicaciones.

La cosa es que la mejor manera de despertar que he descubierto es eligiendo una canción la noche anterior que comenzará a tocar justo después de que el despertador suene por segunda ocasión. La canción puede ser Misirlou (la de Pulp Fiction) y puedes salir a la calle dispuesto a asaltar el primer Sanborn’s que se te ponga enfrente. O puede ser el tema de Misión Imposible y quien se despide de tus papás después de desayunar no eres tú sino Ethan Hunt a punto de tomar un avión que lo llevará a Minsk. O puede ser ‘Solsbury Hill’ de Peter Gabriel para salir a la calle a abrazar a quien se deje. Así de importante es la canción con la que me despierto.

Así pues, la rola que les regalo el día de hoy, es la canción con la que he empezado mi día durante el último par de semanas. La canción no sólo es buena por lo que pueden escuchar a lo largo de su desdoblamiento, sino también por el excelente trabajo del productor en esta sinfonía pop. Si la quieren escuchar, vayan aquí y sean felices.

Written by Salvador Leal

febrero 10th, 2005 at 6:10 pm

En el Aire

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Desde hace un buen tiempo quería dar respuesta a un correo que me enviaron desde Uruguay. Al parecer un lector de por allá quiere visitar nuestro país después de haber leído este post y me pregunta muchas cosas acerca de la Ciudad de México. Independientemente de que ya le contesté y di varios tips, quería tomarle algunas fotos al lugar en donde vivo para que se diera cuenta de la magnitud de ciudad/vidas/historias/Historia que se encierra en el pequeño territorio conocido como ‘la Zona Metropolitana de la Ciudad de México’.

Sin embargo no he tenido tiempo de salir a las calles y tomar fotos (caray! quién sabe por qué?!) pero he encontrado algo que le puede ser de verdadera utilidad. Esta es la página de Oscar Ruiz, un piloto de helicópteros que se dedica también a tomar fotos de las cosas que le tocan ver en esta ciudad. (¿a poco no les encantan las personas que tienen un trabajo tan cool y que además lo publican en internet?)

En fin, mi estimado uruguasho, te doy una vez más el link para que vayas y te des cuenta de qué tipo de monstruo estamos hablando. A todos los demás, no sólo defeños sino a nuestros amigos de provincia también, chéquense las fotos… no cabe duda que vivimos en uno de los lugares más interesantes!!

Este, por lo pronto, es el Castillo de Chapultepec que califica en mi top 3 de «Edificios Favoritos De La Ciudad En La Que Vivo». Y justo atrasito, donde se ven la zona hotelera, es desde donde se escribe este blog.

Vía Chilanga Banda

Written by Salvador Leal

febrero 9th, 2005 at 10:18 am

Microsoft y yo

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Así como me reconozco como ñoño, no me ubico como geek. Aunque ya llevo en esto más de un año, el lenguaje HTML es lo más sofisticado que llego en el mundo de las computadores; no sé que es un feed, ni que sea el XML, RSS, CNN, CSS y demás siglas. No sé para qué sirven los trackbacks ni cuál es la dinámica del IRC. A duras penas sé hacer ping y lo hago manualmente!

En pocas palabras, soy un usuario de computadora bastante promedio. Mi computadora es una laptop (de nombre Orson) que viaja conmigo hasta al baño (bendito sea el internet inalámbrico) y es una Dell. No me pregunten por características que vayan más allá de cuánto me costó porque estamos en problemas; no, no sé ‘a cuánto corre’ ni la ‘capacidad del procesador’ ni todas esas cosas que hacen que a los ingenieros en sistemas les hagan llorar los ojos de excitación.
Muchas personas con las que he platicado medianamente de computadoras, me dicen que porqué no uso una Mac y la respuesta es contundente. En primera, no les entiendo; las he visto en funcionamiento y hay un momento (que aún no ubico cuál es) en el que me pierdo entre tanta sencillez… supongo que mi educación marista me impide imaginarme que las cosas sean tan simples, y mi obsesión-compulsión no me deja de molestar diciéndome que a lo mejor debí haberle apretado más cosas.
En segunda, soy de esas personas que aún piensa que las Mac son para diseñadores. Sí, sí… yo sé que ese es un grave error de percepción, pero qué quieren! Digo, algo tan bonito y bien diseñado me motiva más a escribirle una canción que a trabajar con él en Excel. Y finalmente, la tercera razón es enteramente económica y responde al fenómeno del locked in, que es lo que sucede cuando una tecnología es mayoritariamente aceptada por los consumidores aunque no sea necesariamente más eficiente. Un ejemplo que recuerdo de la universidad, está relacionado con la distribución de las letras en el teclado que usamos en la actualidad (denominado ‘QWERTY’) versus la distribución de otro teclado llamado ‘Dvorak’. Mientras que este último era más eficiente pues tenía una distribución más sencilla de entender ya prender, fue la tecnología del QWERTY el que prevalece hasta nuestros días. Otro ejemplo tenía que ver con los videocasettes Beta y VHS. (más de esto, aquí)

En fin, el asunto es que creo que la PC con su Windows es una tecnología en proceso de verse ‘locked in’ y que mientras muchos hablan pestes de Microsoft, el mercado en general se está enfocando (muchas veces, sin querer) a perpetuar el uso de la tecnología de Bill Gates. Uso Messenger, Hotmail y Office, por supuesto. Utilizo Word y Excel aunque tengo entendido que hay por ahí programas que emulan las funciones del software de Microsoft… pero hasta el momento no he tenido ninguna buena razón para ‘cambiarme de compañía’.

Sí, sí… seguro, los programas de Microsoft fallan. Pero, ey!, dejé de vivir en un mundo a prueba de fallas por ahí de 1985. Las cosas pueden salir mal por lo que, afortunadamente, mis papás me generaron una alta resistencia a la frustración.

Sin embargo, existen momentos en que la situación se vuelve insoportable. Y eso me estuvo pasando por los últimos cuatro meses. El spyware, el MALDITO SPYWARE, hacía de mi experiencia en internet un verdadero caos del cual sólo salía momentaneamente al reiniciar la computadora. Bajé todos los programas habidos y por haber: Spybot, Spyware Doctor, Spyware X-Terminator, Spy Sweeper y varios más. Y nada. Nomás no funcionó.

… hasta que me animé a bajar el Firefox.

Todo este choro es únicamente para decirles, invitarlos, conminarnos, incitarlos, motivarlos, obligarlos, a que bajen el Firefox y lo utilicen en lugar del Explorer de Microsoft. Lo sé, ante otras circunstancias simplemente me aguantaría y seguiría trabajando, pero usar el Firefox ha sido una verdadera epifanía.

Que quede claro… no estoy hablando pestes de Microsoft. Finalmente mi vida es más sencilla gracias a don Bill. Sin embargo, sé que por ser el más popular, es el más propenso a sufrir mil y un ataques de spyware, virus y demás. Y para eso, ya hay una solución… y se llama Firefox.

Written by Salvador Leal

febrero 8th, 2005 at 3:56 pm

MediaJunkie 2005

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«Hola, soy Salvador Leal. Y soy un MediaJunkie»
(todos) Hooooola Salvador! (aplausos moderados)
«Si uno pudiera hacer una lista de las cosas que más te gustan, seguramente cabrían los atardeceres en la playa, las charlas con los amigos, las noches de verano y todo lo incluido en ‘My Favorite Things’ (cfr. The Sound of Music).

«¿Qué significa ser un mediajunkie? Implica que dentro de tus cosas favoritas se encuentran la tele, el radio, el cine, las revistas, los periódicos y el internet. Implica que tienes una chamba en donde constantemente estás leyendo y procesando información de distintos medios… y que en tu tiempo libre básicamente sigues haciendo lo mismo. Implica tener una necesidad adictiva por la información y la excitación de tus sentidos. Implica que eres el sueño húmedo de Giovanni Sartori. Implica que, como amante de la tele, no puedes dejar a un lado los comerciales porque los comerciales también son parte de la tele.

«Para aquellos que comparten ese gusto enfermo por los medios y, en particular, por los comerciales, reconocerán que el SuperBowl consiste, básicamente, en un conjunto de comerciales interrumpidos por un juego donde las personas se golpean por un balón. Si ustedes son de los míos, aquí está el link de todos los comerciales transmitidos en el SuperBowl XXXIX»

P.D. No pueden dejar de ver el comercial de Pepsi con P. Diddy, el de FedEx y los de Ameriquest. Y sí… este post es idéntico al del SuperBowl del año pasado.

Written by Salvador Leal

febrero 7th, 2005 at 11:07 am

Días de Radio I

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Trabajar en una estación de radio como W-Radical (WFM 96.9), si bien era mi sueño desde la más tierna infancia, resultó ser todo un reto. El grupo de personas que habíamos llegado como locutores en ese momento (denominados parte de la Nueva Generación Radical, argh!) éramos universitarios con nula experiencia no sólo en trabajar en radio sino en trabajar!! Para muchos fue nuestro primer empleo (bueh, antes trabajé en una estación de AM pero ahí no me pagaron, así que no cuenta) y llegamos con las piernas algo temblorosas a cruzar el umbral del edificio de Televisa Radio en nuestro primer día.
Resulta que el lugar a donde llegábamos a trabajar era, nada más y nada menos, el consorcio de comunicación y entretenimiento en español más importante de Iberoamérica, con la estación de radio de mayor tradición en México (la XEW) y la estación en FM que había sido parte del soundtrack de mi vida desde 1993, año en que la había descubierto: WFM. Y si eso no era suficiente, la persona con la que trabajaríamos (nuestro Jefe directo) era LA voz femenina más reconocida, precisamente por WFM: Charo Fernández.

Si ustedes en algún momento de los noventas vieron el comercial de la revista ‘Eres’, la voz que preguntaba ‘¿Y tú… quién eres? era de Charo; si alguna vez vieron a ‘el Burro y Esteban’ en el Calabozo, quien fue su jefa cuando comenzaban en radio, era Charo Fernández; si han oído hablar de Alejandro González Iñárritu (21 Grams, Amores Perros), pues resulta que él, junto con Charo y Martín Hernández, fueron los que le dieron forma a la primera versión de WFM («Magia Digital»). En pocas palabras, para un fanático de la radio y particularmente de WFM, llegar a trabajar con Charo Fernández era hacer realidad el sueño más salvaje de las fantasías radiofónicas que tenías a los 16 años.

No sé qué es lo que esperábamos encontrarnos al llegar a trabajar a Televisa Radio, pero puedo decir que cualquier cosa que me hubiera imaginado nunca se hubiera acercado ni mínimamente a todo lo que ahí ocurrió.

Quizás para este momento ya se dieron cuenta del potencial que tiene esta historia como guión de serie de televisión: un grupo de jóvenes universitarios que jamás en su vida han pisado una cabina de radio profesional son puestos a trabajar bajo las órdenes de una cuasi-leyenda de la radio juvenil con más de diecisésis años de experiencia. Los resultados se tienen que ver pronto pues se debe demostrar que la decisión que se tomó al poner a seis perfectos desconocidos como locutores, fue la correcta… y si a esto le agregan los ímpetus hormonales que tienen los nuevos locutores entre sí y con los miembros del staff de la estación que ya trabajaban ahí, tienen la fórmula para una excelente serie cómica de enredos y errores.

En lo particular puedo decir que me costó muchísimo trabajo y tiempo el aprender qué es lo que podía decir y qué no y, muy particularmente, la manera en la que lo tenía que decir. No es cosa de llegar, abrir el micrófono, decir la hora, la temperatura y presentar la canción que venía a continuación. No.
No sólo tenías que pensar qué es lo que ibas a decir («preparar tu turno») sino, muy especialmente, cómo lo ibas a decir. «La gente quiere oir música y no te va a prestar su atención más de un minuto y medio», nos decía Charo, «si lo que vas a decir no lo puedes resumir en un minuto y medio, vuélvele a dar otra pensada… o no lo digas!» (… ese consejo me ha ayudado tanto en mi vida profesional después de la radio…). Además, tu turno debía ser un turno con información correcta y oportuna, que implicaba investigación y creatividad, las noticias que dabas debían ser atractivas e interesantes, las llamadas que sacabas al aire tenías que exprimirles lo mejor y así, lograr hacer un buen show. Para eso estabas, para que, con todas las herramientas tecnológicas posibles y con ayuda de la música, pudieras entregar un show integral, interesante y divertido.

Así comenzó una serie de lecciones, unas divertidas y otras dolorosas, unas con abiertas carcajadas y otras con lágrimas amargas. Hubo gritos, regaños, castigos, mentadas de madre e insultos. Si alguien hacía las cosas mal no bastaba con decírselo, había que gritarle que era un imbécil y que no servía para nada; si se cometía un error al aire y tenías la mala suerte de que Charo estuviera escuchando, sonaba el denominado ‘teléfono rojo’ (un teléfono independiente al resto de los teléfonos para el público) y recibías el regaño de tu vida en la soledad de la cabina. Obviamente, cuando regresabas al aire, tu tono de voz y tu ánimo estaban por los suelos y mejor preferías callarte a correr el riesgo de cometer otro error… o que te volvieran a llamar para ahora regañarte porque «la gente no quiere escuchar a locutores tristes, eh… estás muy de hueva, mejor deja pura música».

Charo era ruda. Muy ruda.
Pero al final del día, sabía que generalmente las personas que más te exigen (o las que más te gritan, o las que más te hacen sufrir), son las que te están elevando tu estándar de calidad (ja! me acabo de acordar de mis clases de mecanografía en la secundaria y de cómo aprender a escribir a máquina me costó -literal- sangre, sudor y lágrimas… pero que ahora me permiten escribir a la velocidad de la luz!). Hay varias lecciones que me enseñó, a la buena y a la mala, que sigo utilizando en mi día a día; pero de que me dejó marcado, me dejó marcado.
Es más, hace algunas semanas, cuando fui con Pada (otro compañero de WFM) a ver ‘Los Increíbles’, me dio mucha risa que en el momento en el que escuchamos la voz de Charo en la película, los dos que estábamos casi acostados en el asiento inmediatamente nos sentamos derechitos y con el corazón ligeramente más acelerado y tenso (Charo es la voz de la esposa de Frozone, para quienes ya hayan visto la película).

Pero poco a poco me fui sintiendo en confianza en mi turno (a inicios del 2002 comencé yo solito un turno de 3 horas diarias) y poco a poco fui allegándome de recursos para mejorar mi programa. Lo primero que hice y que le da sentido a todo el post de este día, fue el pensar mi programa de la misma forma en la que Quentin Tarantino ve sus películas.
Él, en la entrevista que le hacen en ‘The Tarantino Connection’ dice:

(…) to me the opening credits are very important because that‘s the only mood time that most movies give themselves. A cool credit sequence and the music that plays in front of it, or note played, or any music –whatever you decide to do– that sets the tone for the movie that’s important for you.

So I’m always trying to find what the right opening or closing credit should be early on when I‘m just even thinking about the story. Once I find it that really kind of triggers me in to what the personality of the piece should be what the rhythm of this piece should be.

You don’t even have to use music it could just be silence, all right! But that’s important, that, in some ways is like the rhythm and more or less the personality that you’re trying to project in this film.

Having «Misirlou» as your opening credits is just so intense it just says «you are watching an epic, you are watching this big old movie – just sit back». It’s so loud and blearing at you, a gauntlet is thrown down that the movie has to live up to; it’s like saying – «We’re big!»

Y lo que dice Tarantino para mí es ley, así que siempre trataba de pensar en el contenido de mi programa (tanto en música como en noticias y comentarios) y poner al inicio una canción que fuera representativa de lo que la gente iba a escuchar por las siguientes tres horas.

Es por eso que hoy, jueves de Blog Rockin’ Beats, les regalo la rola que solía poner justo al inicio de mi programa. Está aquí.

Written by Salvador Leal

febrero 3rd, 2005 at 10:58 am

Cumple

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Hoy tengo muchísima flojera.
No tengo ganas ni de pensar, ni de reflexionar, ni de escribir. Pero obviamente no voy a desperdiciar mi post, por lo que mejor los invito a que vayan aquí.

Es mi lista de regalos de Amazon. Recuerden que el 19 de marzo es mi cumpleaños y que me EN CAN TAN los regalos. Vayan, escojan el suyo… si no tienen dinero, aún tienen tiempo para ahorrar!!

Written by Salvador Leal

febrero 1st, 2005 at 2:47 pm