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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for enero, 2005

Lunes de Enero

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Es lunes y hace frío. El fin de semana enterito me dediqué a ver uno de mis regalos de Reyes (la primera temporada de The West Wing en DVD) así que vengo con varios cientos de neuronas menos. Me sorprende lo fanático que me he vuelto de esa serie… y a pesar de que no me resulta tan adictiva como 24, tan llegadora como Dawson’s Creek o tan divertida como Seinfeld, creo que se está posicionando como una de mis top 5 favoritas.

El fin de semana también decidí que traeré a mi oficina una tortuga que es la ‘mascota familiar’ desde hace varios meses pero que por razones de personalidad, nadie pela en mi casa. Y cuando digo que nadie la pela es con mucha tristeza… imagínate ser una mascota no deseada! La tortuga vive con nosotros desde octubre y es día que todavía no tiene nombre. Así pues, he decidido romper el delicado ecosistema existente en mi oficina y traerme la tortuga a un lugar donde a lo mejor no recibe más amor o cariño, pero por lo menos tendrá un nombre y un espacio digno.

No me traje a la tortuga el día de hoy pues pienso darle una limpiada a mi escritorio y territorios vecinos… digo, no quiero poner el tortuguero lleno de agua encima de los reportes sin revisar o las revistas a medio leer. Tendrá un espacio decente y un nombre que aún no defino pero estoy abierto a sugerencias.
Lo clásico de los nombres de mascotas (por lo menos en el universo mediático de los comics y las caricaturas), es que la letra con la que inicia el nombre de la mascota debe ser igual al nombre del animal en cuestión. Esto significa que si el ente en cuestión es un ratón (mouse), hay que llamarlo Mickey, si es un conejito (bunny) será Bugs y si es un pato (duck) será Donald o Daffy.
La teoría nos indica que, si el animal en cuestión es una tortuga, debe llamarse Tere o Tituba (como la esclava de la obra de Arthur Miller, ‘Las Brujas de Salem’), pero en lo personal me gustaría ponerle un nombre un poco más creativo, imaginativo o, por lo menos, ad hoc con su situación de tortuga (el nombre de Burocracia ya me lo ganó Mafalda así que pueden ahorrárselo).

Espero propuestas y si ustedes dominan el fascinante mundo de la tortuga (ppfft!), también espero tips.

Finalmente, para los que siguieron atentamente The John Williams Incident es un placer informarles que no, no fuimos a ver al Embajador de la Guitarra y que nos regresaron la totalidad de lo que habíamos gastado. La Fuerza triunfa una vez más!!

Written by Salvador Leal

enero 10th, 2005 at 1:57 pm

Viernes

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Recuerdo que cuando estaba en la prepa, mi día favorito eran los viernes. No había nada como sentir la proximidad del fin de semana.

Tengo muy presente el salir de mi salón durante la última hora, mientras todos estaban en clase y sentir en los pasillos de mi preparatoria cierta ebullición, cierto ambiente, cierta alegría.
No sé si sería yo o mi escuela, pero ese bien podría ser uno de mis ‘lugares seguros’; el sol calentando el pasillo y la cancha de futbol, las puertas de los salones cerradas, los pasillos vacíos, el patio solo. Y yo, caminando entre esa tranquilidad contenida.

Hoy, que he tenido un viernes tremendamente pesado, añoro como pocas veces esos alegres días de la preparatoria.

Written by Salvador Leal

enero 7th, 2005 at 2:48 pm

Varias Cosillas

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1. El ‘John Williams Incident’ aún no termina. Pada, viejo amigo de batallas radiofónicas, cuenta su versión aquí.
No es que quiera que eso suceda, pero en el dado caso de que no podamos hacer nada con los boletos, me cae que sí vamos al concierto nomás a hacerle la tonadita de Tiburón al wey ese (tun-tun, tun-tun, tun-tun-tun-tunt-tun-tun, tararáaaaa)

2. Es mi segundo día en el spinning y ya me duele el taint. Hoy a duras penas me pude levantar de mi cama de lo adolorido que tengo todo el cuerpo (incluyendo mis brazos!). Peeeeero, eso sí, me siento bastante menos culpable de lo que me sentía el lunes.
Mi instructor de spinning en esta ocasión no es tan pintoresco como el del año pasado pero sí tiene pinta como de sadomasoquista. Su palabra favorita que, en un brinco filosófico se vuelve también mi frase favorita, es ‘Sopórtalo!!’. Si el tipo te acaba de ordenar (porque en la clase de spinning no piden, ordenan) que hagan 5 minutos con la máxima potencia y luego te pares del asiento y te inclines hacia adelante para que sientas el dolor de músculos que no sabías que tenías y comienzas a hacer caras de sufrimiento y agonía… el tipo te grita «SOPÓRTALO!!, SOPOOOORTALO!!»
Hagan de cuenta el sensei de Karate Kid. Así mero.

3. Hoy le di una revisada al calendario y descubrí que mi cumpleaños (19 de marzo) cae en sábado. Eso no importaría si no fuera porque el 21 (que en México es día de asueto) cae en lunes… lo que significa que mi «fiesta» de cumpleaños tendrá una mínima concurrencia de cualquier persona que invite, no importa si es mi amigo o no. Todos estarán disfrutando de su puente en algún lugar como Cuerna, Aca, Valle o Teques, mientras que yo partiré mi Gansito™ cantándome ‘las mañanitas’ solito y apagando mi velita del pastel. Nice… primero la llegada del Healty Salvador (también conocido como Salvador Light) y ahora esto!

4. Para la rola de este jueves había escogido una oscurísima y algo depresiva canción de Cousteau (‘Last Good Day of the Year’) que a pesar de tener esas características (o precisamente, por tenerlas) es muy buena. Sin embargo, creo que el inicio del año se merece algo más prendido… más divertido… más… como ésto.

P.D.

5. Me acaban de decir que el 19 de marzo no sólo es el inicio del puente, sino que es también el inicio de la Semana Santa. El horizonte para mi cumpleaños de este año se ve taaaan, pero taaaan gris…

6. Por petición popular, he abierto un espacio para comentarios a cada uno de mis post. Siéntanse libres de comentar/proponer/corregir/aplaudir (je!)

Written by Salvador Leal

enero 6th, 2005 at 10:12 am

John Williams

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Como ya lo he dicho en otras ocasiones, soy fan de Star Wars. Desde que vi esa escena donde Luke está en el desierto de Tatooine con los dos soles, mi corazoncito late al ritmo de la Marcha Imperial… qué le vamos a hacer, soy un geek!
También recordarán que soy fan de los soundtracks. Me gusta la música de las películas casi tanto como las películas mismas.

Pues bien, con esas referencias entenderán que cuando me enteré en diciembre que John Williams venía a México, corrí a mi teléfono más cercano a comprar los boletos por Ticketmaster. John Williams es, sobra decirlo, mi compositor de scores para películas favorito; en su haber se encuentra la música de Star Wars, Indiana Jones, Jaws (Tiburón), E.T., Superman, Jurassic Park, Schindler’s List, Harry Potter y muchísimas más.
Pues ahí tienen a Salvador llamando a Ticketmaster para comprar los boletos y para preguntar (no fuera a ser la de malas) si el John Williams que yo conocía era el mismo que iba a venir. La señorita que me atendió no tenía ni idea así que la obligué a que investigara si era la misma persona (además de ser un geek, son un control-freak). Después de mucha espera me dijo que en efecto, que era el director de orquesta y que venía a dirigir a una orquesta (no me supo decir cuál) a tocar sus grandes éxitos. Una ola de éxtasis recorrió mi cuerpo y compré los boletos para un grupo de amigos y yo, a la función del viernes 7 de enero del 2005. Listo.

¿Listo? Hoy me voy enterando que existe OTRO John Williams, que es guitarrista, que nació en Australia y que es el que viene a México. Después de recuperarme del shock, marqué por teléfono y luego de mucho batallar (al parecer los fulanitos de Servicio a Cliente de Ticketmaster no tienen ni idea de quién es ninguno de los dos John Willams), me han dado un número de queja para que me comunique con ellos después de la una de la tarde de mañana jueves.

Sé que La Verdad™ está de mi lado, y que no debería temer que no me regresen mi dinero… pero estamos hablando de Ticketmaster, la fantasía erótica de los monopolios hecha realidad. Así que, sólo me quedará rezarle a Obi-Wan Kenobi y esperar.

Lo peor que puede pasar es que el viernes mis amigos y yo seamos los únicos asistentes vestidos de Darth Maul en la sala de conciertos.

P.D. Debo hacer una rápida acotación: no sólo La Verdad™ está de mi lado, también lo está La Fuerza.

Written by Salvador Leal

enero 5th, 2005 at 1:16 pm

Día Uno

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Pues aquí comienza el día uno de la nueva vida *saludable* de Salvador Leal. Vengo del Costco de comprar un paquete de 12 botellas de agua Sta. María de 1.5 litros, una caja de barritas de Special K y dos cajas de snacks con paquetitos de 100 calorías cada una. De hecho, estás últimas se promocionan así:

«Eating smarter but looking for great tasting snacks? You’ll love what your friends at Nabisco have created for you: 100 Calorie Packs, featuring new delicious varieties of your favorite Nabisco brands.
«Each box has individual 100 Calore Packs that are between 0-3 grams of fat per pack, depending on variety. You don’t have to count or measure anything – each pack is portioned out with 100 calores worth of delicious snacks for you to just grab and go!»

No he abierto la caja donde se suponen que vienen los paquetitos de galletas, pero me temo que voy a encontrar una galletita por paquete. *sigh*
Ayer me fui a dar una vuelta cerca de mi casa y encontré un lugar en donde hay spinning, caminadoras y pesas y que abre desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche. El asunto de hacer ejercicio se me complica todavía más con mi antisociabilidad, pues resulta que aunque me late eso de hacer ejercicio con muchas personas pues así te motiva a no bajarle de ritmo el hacer ejercicio en grupo, lo que no me gusta es que, después de hacer ejercicio, las personas suelen acercarse a platicar y tratar de hacerte conversación. Si hubiera personas que sólo fueran a hacer ejercicio y que no hablaran contigo, el rollo de ir a ese lugar no sería tan difícil.

Pero en fin, yo y mis kilos de más iremos hoy a pagar la primera mensualidad en este lugar que queda bastante cerca de mi hogar (e iluminado con una horrible luz azul, argh!). Hoy comí ensalada y pescado… al parecer, Healthy Salvador está entrando poco a poco en la vida de Super Sized Salvador.

… DIOS! ya abrí uno de estos paquetitos… y no me alcanzan ni para el arranque!! No he terminado de escribir el post y ya me acabé las mentadas galletitas de porquería. Eeeeeeeen fin, c’est la vie. Si alguien por ahí se quiere unir a mi pena, dejen sus condolencias en mi mail.

Mientras me iré a comer pastito que, al parecer, es más llenador que las galletitas estas de Nabisco.

Written by Salvador Leal

enero 4th, 2005 at 3:45 pm

¿Quieres ir a Playa Michigan?

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Durante diciembre anduve en busca de un Vacation Buddy que me acompañara a alguna playita mexicana a pasar algunos días y así hacerle honor a la palabra ‘vacaciones’. Cuando ya casi estaba todo resuelto, surgió la duda: ¿y a dónde nos vamos?

La primera respuesta lógica era (es y seguirá siendo), Acapulco. Sin embargo, el famosísimo puerto de Acapulco requiere un mínimo de presupuesto que los gastos decembrinos no permitían hacer, por lo que había que buscar entre los distintos destinos que nuestro país tiene para estudiantes nacionales con poco presupuesto. A estos destinos yo los denomino ‘Playas Gael’ por la sencilla razón de que en esas playas siempre (SIEMPRE) te encuentras a muchos fulanitos que tienen el mismo aire cool/naco/valemadrista/charolastra de nuestro Gael García Bernal.
Dentro de las ‘Playas Gael’ están Mazunte, Maruata, Chacahua y un largo, larguísimo etcétera; todas esas son playas en donde generalmente llegas a una enramada propiedad de una familia del lugar en donde la mamá cocina, el papá limpia y provee de cervezas y cigarros y los chamacos se dedican a hacer los mandados que el papá o la mamá les digan y que generalmente tiene que ver con la venta de mota. Estar ahí una semana no te ha de salir en más de mil pesos (USD $100.00), por lo que las ‘Playas Gael’ suelen estar repletas de estudiantes de la UNAM, del Tec, la Ibero y el ITAM a los que nos les alcanzó para irse a Acapulco o que se sienten muy alternativos wannabe (que es otra palabra para decir que pueden conseguir marihuana al -literalmente- estirar la mano).

Uno va a las ‘Playas Gael’ a no cambiarse de ropa por una semana, comer sandwiches de atún en lata (si está uno muy jodido) o comer mariscos y pescados de la dueña de la enramada (si trae uno más dinerito); generalmente duermes en hamacas o en tu casa de campaña y a lo que te dedicas es, básicamente, a hacer nada y tomar cerveza. Despiertas, desayunas, te vas a reposar la comida, te tomas la primera chela, te duermes, despiertas, comes, tarde de chelas, te duermes, despiertas, noche de plática (o de ligue, según tu plan) y te vas a acostar. Así durante una semana.
Debido al severo proceso de relajación, cuando regresas a tu vida diaria tienes problemas para hilar ideas y hasta para hablar… pero la neta vale mucho la pena.

Pues bien, me habían platicado de una de esas ‘Playas Gael’ llamada Playa Michigan que se localiza en el estado de Guerrero (obvio, aquí en México) y pues dentro de las provisiones que tomé para mi aborto de viaje, fue el preguntar cómo llegar y algunos tips del lugar.
Un amigo me dijo que me enviaría una pequeña guía de cómo llegar, sobrevivir, disfrutar y regresar de Playa Michigan. La verdad me gustó tanto su descripción y su manera de explicarme las cosas que, aunque al final no la pude usar, no quiero que quede en el olvido. Es por eso que se las comparto esperando que ustedes le puedan dar el -snif- uso que yo no le pude dar.

Y cuando el grupo de amigos con el que vayan quede impresionado por sus conocimientos de Playa Michigan y la manera infalible de llegar al lugar, lo único que tienen que decir es «… lo leí en SalvadorLeal.com» (ajúa!). Ahí les va:

Playa Michigan…
Así es como se le conoce popularmente. Sin embargo, el nombre
corresponde a la Laguna, no a la playa, aunque cualquiera la
conoce como Playa Michigan. La playa es una «barra» entre la laguna y
el mar. La barra también es conocida entre los lugareños como «Isla de
Pájaros». Para llegar, necesitas tomar una lancha desde un poblado
llamado Tenexpa. Es muy sencillo, pero tienes que prestar
atención.

Tienes que tomar la carretera hacia Ixtapa-Zihuatanejo. Para
economizar recursos, te recomiendo que en la Autopista del Sol™ tomes
la desviación hacia el Shotover Jet para pasarte a la libre. Esto es
como a 60 kms pasando Chilpancingo, en la desviación a Tierra
Colorada. Es en una recta de pendiente pronunciada. Si te pasas no hay
problema, sin embargo si te sales ahí y tomas la libre, te ahorras los
casi 100 pesos de la caseta de Acapulco y evitas regresar 40 kms por
la libre para tomar la desviación a Zihuatanejo, o entrar a Acapulco
para tomar la misma carretera pero por Pie de la Cuesta. En ese tramo,
la libre se vuelve de 1 1/2 carriles por sentido y está en muy buen
estado y con buena señalización. Además creo que desde ese punto son
30 kms a la desviación a Zihuatanejo. Recuerda, tienes que tomar la
carretera hacia Zihuatanejo. Durante el camino vas a pasar pueblos
como Coyuca de Benítez y San Jerónimo de Juárez. Como a 160 kilómetros
de la desviación a Zihuatanejo vas a encontrar la «ciudad» de TECPAN
DE GALEANA. Para mayor referencia, debe haber una «Y» y en medio una
iglesia, y un poco más adelante una Gas. Pasando la gasolinera van a
encontrar un letrero que indique vuelta a la izquierda hacia TENEXPA.
De Tecpan a Tenexpa son como 15 kms de terracería. En Tenexpa
preguntas hacia el embarcadero, y ahí tomas tus cosas, volteas a ver
tu coche con todo el amor que puedas, le das una bendición, y te subes
a una lancha que te lleve a Playa Michigan.

El viaje en lancha debe durar unos 20 minutos. Al desembarcar vas a
mojarte hasta los tobillos, así que no lleves tus tenis Puma y tus
jeans Parasuco puestos. Lo primero que debes hacer es buscar una
enramada dónde montar tu campamento. El no acampar fuera de una enramada,
hace toda la diferencia del mundo. Además de que tienen la mejor zona
de la playa, tu tienda de campaña y demás propiedades se mantienen
frescas y tienes protección de los lugareños. Van a querer cobrarte el
uso de la enramada, negocia con el dueño que si le consumes a él el
hielo, refrescos y chelas, quecas y comida, no te cobre el «derecho de
acampado». En Playa Michigan no hay absolutamente nada, no hay ningún
servicio. No hay agua, no hay luz, no hay drenaje y por lo mismo no hay
baños. Dependes totalmente de los cuates de las enramadas, pero no te
preocupes, cocinan bien y todo es muy barato, diles que te abran
cuenta. Su garantía son tus pertenencias. Por cierto, regresar a
Tenexpa es un desmadre. Sale una lancha en la mañana y otra al
atardecer. Si necesitas regresar por algo, generalmente tienes que
esperar a que llegue alguien más a Michigan para que haya una lancha
de regreso. Debido a esto, apalabrate al lanchero que te llevó para
que pase por tí de regreso UN DIA Y A UNA HORA ESPECÍFICA. Apréndete
el nombre de tu lanchero y de tu land lord. Normalmente los dueños de
las enramadas regresan a dormir a Tenexpa o Tecpan, a veces se queda
uno que otro, pero la mayoría no están en Michigan en la noche. Si
quieres que te traigan algo, ya sea algo especial de comer o tomar,
tienes que pedírselos la tarde del día anterior. El día anterior a su
regreso, pídele que le recuerde a tu lanchero que pase por tí al día
siguiente a la hora que le pediste. Normalmente son puntuales los
lancheros (+/- 1/2 hora) así que ya tienes que tener todo listo para
esa hora, sino se desesperan y se van. Para regresar, sigue la misma
ruta pero en sentido inverso. Hacia Coyuca, después hacia Tierra
Colorada y después hacia Chilpancingo. No vayas a Pie de la Cuesta.

Obviamente toma precauciones y ve preparado para todo, pero viaja
ligero: repelente para insectos (el shampoo caprice verde sirve muy
bien), unas velas de citronela o raidolitos para la primera noche,
encendedor, papel de baño (aunque el mar te limpia sólo, jijiji),
chanclas, bloqueador, toalla, un traje de baño, un short, unos jeans,
varias t-shirts, una sudadera, una gorra, lentes oscuros, una lampara,
una grabadora, pilas, algunas medicinas como advil y virlix, chupe,
vasos y un buen libro. No necesitas llevar más. Por cierto, antes de
montar tu tienda de campaña, empareja la arena donde la vas a montar
con una rama o algo así, sino no vas a dormir. Y lleva sleeping y una
almohada. Aunque duermas sobre el sleeping, la arena te lastima la
espalda después de un rato. Si vas a dormir más de 3 noches, mi
recomendación es que lleves un colchón inflable, creéme, te hace la
vacación y desquitas cada peso que pagues por él. El mejor lugar para
comprar todo este equipo es Sam’s, la marca que te recomiendo es
Wenzel. Sino Coleman. El equipo que vende Costco (Kelly o algo así) es
bueno, pero no mejor que el de Sam’s. (y coño, yo soy fan de Costco!)

Ahora sí, creo que ya te dí todos mis consejos, todo lo demás recae en
tu gran sentido común. Diviertete bien cabrón y tómate una a mi salud!

Salud!

Tomate

Written by Salvador Leal

enero 4th, 2005 at 10:54 am

Salvador Super Sized

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Pues ya he regresado de los festejos decembrinos y estoy francamente espantado.
Deben recordar que nunca he tenido un cuerpo escultural y que eso, además de otras muchas razones, hizo que me interesara más trabajar en radio que en tele. En fin, el asunto es que durante todo diciembre me dediqué a cometer todos los excesos posibles por lo que, además de elementos tóxicos, a mi cuerpo entraron la más variada colección de grasas.

Hoy en la mañana, mientras me bañaba, descubrí que si bien nunca he sido una obra de arte (el David de Miguel Angel, por ejemplo), lentamente me he ido convirtiendo en una verdadera escultura (de Botero, obviamente).

Sad but true, tendré que someterme a un régimen alimenticio y regresar al spinning. Hoy iré a buscar en dónde hacer ejercicio y mantendré la boca cerrada. Bonita manera de comenzar el año… *sigh*

Todo sea para dejar de parecer parte del casting de la película ‘Super Size Me’

Written by Salvador Leal

enero 3rd, 2005 at 11:38 am