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La vida irreal de Salvador Leal

Archive for noviembre, 2004

Bienvenida!!

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Así como me considero un MediaJunkie™, no me considero una persona obsesionada con tener lo último en tecnología. No cuento con el más reciente celular que trae cámara fotográfica, Bluetooth y una bati-cuerda incluídos, ni traigo en mi coche un GPS que me indique en qué parte del Periférico estoy parado sin avanzar.
Mi trato con la tecnología es un trato de confianza, de amigos, de ‘yo te necesito y tú me necesitas’… pero aún no ha llegado el día en el que lo primero que hago al prender mi computadora sea ver cuál es la nueva lap-top que me pienso comprar o el nuevo teléfono que es la sensación en Hong Kong.

Pero eso sí, una vez que estoy enganchado con la tecnología, es muy difícil poderme salir. Tardé mucho tiempo en tener un celular (hasta 1998) pero ahorita preferiría que me cortases el pulgar antes de siquiera apagar el teléfono. Lo mismo ha pasado con el resto de los gadgets que tengo y uso.

Uno de esos aparatejos a los que me negaba utilizar, era un PDA, que es lo que todos conocen como la Palm. Tener una agenda electrónica me parecía un gasto inútil, excesivo y a todas luces snob; y además, tomando en cuenta que a mí me gusta escribir a mano en general, la idea de usar un aparato tan frío y poco personal para precisamente anotar todas mis cosas personales… nomás no me latía.

Aquí quiero incluir una disculpa a todas esas personas con las que he convivido durante las dos últimas semanas y que me encontraron algo molesto/irritado/amargado. Lo siento mucho en verdad… pero hace quince días, mi Palm, mi queridísima Palm decidió entrar en estado de coma.
Yo estaba en una reunión de esas super-chipocludas en una sala de juntas que parecía el lugar donde se había tomado la decisión de cortarle la cabeza a Hidalgo o donde se había firmado la Expropiación Petrolera. «Tómale una foto» me dije, «y la publicas en Big Blogger«.
Como no iba a sacar mi cámara en medio de la reunión, muy prudentemente saqué mi Palm y me dispuse a tomar una foto con una pequeña camarita que tiene incluida… y justo después de sacarla de su estuche, CHAS!! que veo un letrerito:
«El programa que está tratando de ejecutar ha tenido un error.» Y luego un botoncito de ‘Aceptar’. Con un poco de miedo, le di al botoncito… una, dos, tres veces y no pasó nada!
La Palm estaba trabada, pasmada, sin reaccionar.

Mi corazón dio un vuelco.
«Ahí traigo todo lo que tengo que hacer por el resto del año…
ahí traigo todo lo que tengo que hacer para el 2005…
ahí traigo mis direcciones, teléfonos, datos personales, recordatorios…
ahí… TRAIGO MI VIDA»

La persona con la que tenía la reunión debió haberme visto pues me preguntó si todo estaba bien. «Sí… sí… sólo necesito… un vaso de agua», dije mientras corría una gota de sudor sobre la palidez de mi frente.
Salí de la junta, llegué al coche, saqué la Palm a ver si había reaccionado mientras yo no la estaba viendo («Igual y le da penita») y no… nada. Llegué a mi oficina y nos quedamos viendo frente a frente, ella con el letrerito de Error y yo con un rictus de Horror.

Al pasar las horas, se le acabó la pila y se apagó.

Durante dos semanas fingí que no pasaba nada, pero por las noches, justo antes de irme a dormir, pensaba en mi Palm y en qué parte de algún Purgatorio cibernético estaría su pequeño disco duro. ¿Qué soñará mi Palm? me preguntaba en los momentos de mayor desvarío. Lo cierto es que la seguía trayendo de un lado para el otro, como si siguiera viva, siendo parte y testigo de mi vida.

Pasé por la etapa de negación, de enojo y de aceptación y frustración.
Hoy, después de haber tenido dos semanas para asimilar mi pérdida (duelo, le dicen los psicólogos) decidí mandar un mail al Soporte Ténico de PalmOne para ver qué podría hacer o si de plano me tendría que despedir de mi pequeña amiga.
Mandé el mail con más tristeza que esperanza y decidí que, para cualquier cosa que pasara (una intervención mayor, una reparación, su lanzamiento desde un décimo piso), la Palm tenía que tener pila. Y decidí cargarle su batería.

A los 5 minutos, me dio una corazonada y probé a ver si el botón de encendido funcionaba. Pasaron 3 segundos. En el último segundo de esos tres, por mi mente sí pasó un «Okey… y así terminó todo»
Pero encendió.
ENCENDIÓ!!!!

De inmediato me pidió que la volviera a configurar, que estaba lista y dispuesta para actualizar sus fechas, cumpleaños, compromisos, citas y demás que estaban respaldadas en la computadora. Un botón fue suficiente para que su vida y personalidad regresaran de manera casi mágica.

Esta semana comenzó bien.
Bienvenida!!

Written by Salvador Leal

noviembre 15th, 2004 at 11:34 am

Mi Gran Noche

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Esta noche voy a una boda… y voy vestido de smoking.
Originalmente, toda relación con el smoking era con el agente 007, James Bond.

Pero ayer, buscando un buen soundtrack para poner mientras me estoy poniendo el smoking (eeeeeel obsesivo.. looootería!), me vino a la mente otra película en donde el smoking es bastante representativo.
Así que hoy pienso tener en mente al Dr. William Harford de ‘Eyes Wide Shut’ para ver si en algún momento de la noche (digamos, después de la boda) puedo decir la contraseña. (si de plano no entendieron ninguna referencia, denle un vistazo a esa última película de Stanley Kubrick)

Y dado que el Dr. William Harford será inspiración esta noche… el soundtrack del smoking será la rola de Chris Isaak, «Baby Did a Bad Bad Thing»

naaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh

Hoy seré… Leal, Salvador Leal

Written by Salvador Leal

noviembre 13th, 2004 at 9:21 am

Beers & Blogs

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Con la finalidad de darle más difusión, publico aquí la convocatorio a la reunión ‘Beers & Blogs’ que salió originalmente en ALT1040. Yo aún no sé si vaya a poder ir, pues tengo cruzados tres compromisos que aún no sé cómo voy a descruzar.

Se invita cordialmente al Beers & Blogs México, la siguiente reunión de webloggers que, como dice el título, se llevará a cabo en la Ciudad de México este Sábado 20 de Noviembre en el bar Quetzalcóatl ubicado en la calle Carrillo Puerto esquina con Presidente Carranza, frente al IMSS, en el centro de Coyoacán. La cita es a las 5:00pm

Por favor usa la imagen y ponla en tu blog para promocionar la reunión y de esa manera lograr que muchas más personas se enteren de ésta; no olvides enlazar la imagen a este post para que tus visitantes sepan todo lo necesario para asistir.

Cualquier persona sea blogger (sin importar la temática) o interesada en poner un weblog o lector puede asistir, nos encanta conocer gente nueva, conversar, compartir y discutir. Si vas a asistir por favor confírmalo aquí.

Written by Salvador Leal

noviembre 12th, 2004 at 2:43 pm

De la Selección Adversa™

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Basta con las rolas para despertar por la mañana!!
Van a creer que tengo algún tipo de fijación o que realmente me cuesta trabajo agarrar cuerda al inicio del día (aunque así sea).

La rola del día de hoy, cortesía de mi disquera imaginaria, es más para la tardecita. También es rola de comercial.
Nomás escúchenla y díganme de qué tipo de comercial se lo imaginan, luego les platico mis debrayes.

Para escuchar la canción, vayan… aquí.

Written by Salvador Leal

noviembre 11th, 2004 at 2:17 pm

John Peel

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Me gusta mucho la tradición sajona de los obituarios, estos artículos que reseñan la vida de alguien que acaba de morir y que merece, ya sea por sus aportaciones a la sociedad o por su normalidad como ser humano, un pequeño último homenaje.

Tengo un corto listado de personas que admiro (o que envidio, pues creo que la admiración tiene mucho de envidia); en él se encuentran sobretodo personas ligadas a los medios y gente que ‘va a donde nadie antes ha ido’. Me caen bien los groundbrakers.

En este grupo de personas se encuentra John Peel, de cuya muerte me acabo de enterar. Yo solía escuchar su show en la BBC1 y las reseñas y obituarios me han enseñado que la persona a la que me gustaba sintonizar era mucho más que un locutor de radio. Les dejo el obituario que le dedica The Economist:

John Peel, born John Ravenscroft, music lover, died on October 26th, aged 65

THE modern world of music offers an embarrassment of riches. Faced with shops full of compact discs, records and tapes, the ordinary listener hardly knows where to start. With popular music, in particular, there is now an almost inverse relationship between the popularity of a song and its quality. The best new film or book usually gets noticed; the best new popular song is undoubtedly one that few people have heard of and that fewer still will have the patience, or the funds, to find.

What is the popular-music lover to do? For the past 37 years, in Britain at least, the answer has been clear: listen to John Peel. From 1967 onwards, Mr Peel broadcast a music show on the BBC’s Radio 1 where he played records he liked. In his eyes, he was no more responsible for the music than a newspaper editor is for the day’s events. He did not, after all, create anything. The music was all there already.

Yet selection is creating, after a fashion. A sculptor picks which bits of marble to include and which to chisel away. Mr Peel’s medium was larger than that of any of the bands he championed: the whole of popular music, which was shaped, at least to some degree, according to his taste. The number of acts he raised from obscurity to fame (David Bowie, Marc Bolan, Captain Beefheart, the Undertones, the Smiths) is large; the number of bands he raised from obscurity to semi-obscurity is even larger. Happily, though, he never saw promotion as his task. His demeanour on the radio was one of pure delight: delight in the new, the unexpected and the good. Listening to him, it was difficult to avoid the conclusion that the listener was at some level irrelevant—the point was for Mr Peel himself to revel in the music.

That is not to say he avoided the usual formalities: “I hope you enjoy this one”, and the like. He said such things, and meant them. But they were secondary. He never pandered to the audience. A catchy, addictive tune might be followed by a few minutes of sheer noise. What he most liked, he once said, was not only music he had never heard before, but music he could relate to nothing else.

Mr Peel’s show was quite unpredictable, save, in later years, for one fixture: “Pig’s Big 78”, halfway through. This was a 78 rpm record chosen by his wife, affectionately nicknamed Pig. The sound quality would be terrible, as no one had made such records since the late 1950s, and the ones Mr Peel played often came from much earlier than that. But the 78s were no exception to his passion for novelty. They were old enough to be new again.

Radio shows are by nature ephemeral. But from his early days on the BBC, Mr Peel had invited musicians to come into the studio and perform for him and his audience. These “Peel Sessions”, as they came to be known, were a sort of shadow Greatest Hits of popular music of the past 30 years. Bands liked coming on his show as much as he liked having them. The publicity, of course, did not hurt, and Mr Peel’s own enthusiasm seemed to lend the music vitality. For all that, he rarely formed close relationships with musicians. It was the end product that mattered to him, not the process of creation.

Crashing the car
Mr Peel lived in Suffolk, a gently undulating county two hours away from London, in a house he dubbed “Peel Acres”. He kept chickens there, like a country yeoman. On the long drive home from the studio after recording his show, he would listen to demo tapes that unknown bands had sent him, throwing the ones he didn’t like on the floor and the ones he did on the back seat. One day, he supposed, he would be squinting to discern a good new band’s name and would kill himself by crashing the car. It was probably, he said, how people imagined he would like to go.

Yet Mr Peel always seemed too young to be considering how he would like to die. And there was too much music to be listened to. Although it was not work to him, but sheer pleasure, he nonetheless spent hours every day listening to music he had never heard before. By the time he died—suddenly, of a heart attack in Peru—he had possibly listened to more music than anyone else alive. And though studios had become as computerised as the rest of the world, he continued to prefer playing vinyls on turntables. They sounded better.

He did not start his radio career at the BBC, but at WRR, in Dallas, Texas. He had been in America for two years, working as a crop-insurance agent, when the Beatles started sweeping America. His scouse accent was suddenly marketable, even if he hammed it up a bit. Although he was born just outside Liverpool, the son of a cotton broker, he went to Shrewsbury, a mid-ranking public school. He once said that his life was changed, and set on course, at Shrewsbury when he first heard Elvis Presley singing “Heartbreak Hotel”. If it had not been Elvis, it would have been some other song.

He also credited his time at Shrewsbury with sustaining his BBC career. The toffs at the corporation figured that an old boy couldn’t be all that bad, even if he played music no one else on the station knew. But he remained a slightly dangerous outlier. When he first returned to England in 1967, he spent six months working for a pirate radio station on a ship in the North Sea. He never lost that pirate streak.

P.D. Les dejo el sitio que tiene la BBC1 como homenaje, por si quieren saber más de quién era este gran amante de la música.
P.D. 2 También les dejo un foro muy muy interesante que se plantea una muy buena pregunta: ¿Qué canción tocarías como tributo a John Peel? (y que después retomaré como tema de otro post)

Written by Salvador Leal

noviembre 10th, 2004 at 3:01 pm

Bejarano

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(Disclaimer para los no-mexicanos y los no-enterados)
Recientemente en nuestro país hemos vivido varios escándalos que involucran a personajes de la política mexicana en actos de corrupción. Eso no es nuevo (lo de los actos de corrupción, me refiero), pero lo que les ha dado especial interés es que fueron actos grabados en video y transmitidos por la televisión nacional.
Uno de estos personajes (el más famoso) es René Bejarano. Este cuate era el coordinador de los diputados locales de su partido en el Distrito Federal, además fue Secretario Particular del personaje que ahorita va puntero en las encuestas para la elección presidencial del 2006 (sí.. a los mexicanos nos gusta adelantarnos en eso de las votaciones).

Bueh, el caso es que después de varios meses en la discusión, la semana pasada el Congreso votó a favor o en contra de que se le quitara el fuero a este personaje (fuero: privilegio que se les da a los legisladores de no ser sujetos de acción penal). Durante esa sesión, el Congreso se convirtió en jurado, hubo parte acusadora, defendido y, desde luego, hubo el momento en que habló el señor Bejarano.

Su presentación fue bastante mala, chafona y sin la calidad que se pudiera esperar de un cuate que nada en la política desde hace bastante tiempo. Sin embargo… hubo dos o tres cosas bastante rescatables que, desgraciadamente, no van a tener eco en la sociedad.
Y eso va a ocurrir por varias razones. La primera es porque la persona que las está diciendo está quemadísima y dando patadas de ahogado, así que aunque diga muchas verdades, nadie se las va a creer. La segunda es que el lugar en el que fue dicho (el canal del Congreso) tiene menos raiting que la Hora Nacional. Finalmente, la tercera razón… es que a los medios no les conviene que este tipo de declaraciones sean manifestadas de manera masiva y mucho menos que la gente se las crea.

A continuación, las declaraciones:

Yo invito, señoras y señores diputados, a hacer a un lado aquellas querellas basadas en los odios, en las imposturas, en las circunstancias que quieren volvernos rehén de mecanismos de la «telecracia». México está sustentado en una democracia y la ley no puede basarse en la tromba de agravios ni tampoco en las felonías de un «payaso tenebroso» ni en los «vocingleros» ni en el oportunismo fácil del insulto mediático. Los decidores mediáticos no son los jueces ni los fiscales y mal haríamos en volverlos y tratarlos como tales, porque ahora soy yo, después cualquiera.

No puede ser la política un ejercicio en donde se es confeso y convicto a partir de los prejuicios de la máxima del «Homo Videns» y donde lo que se ve no se juzga, porque para la ley, lo que se ve sí se juzga.

(…)

Estamos en un momento paradigmático porque lo que estamos presenciando y viviendo es la definición acerca del papel que tienen los jeques mediáticos y sus intereses en el futuro de la democracia. Cuándo y a dónde iremos a parar si las bocas no cesan de llenarse calumnias y si la sospecha, el recelo o el morbo, hacen de la política un espectáculo; si la mercadotecnia y el raiting pretenden sustituir al debate político y a lo escrito en la ley.

(…)

Habrá que pensar hacia delante, cómo evitar el círculo perverso que se ha venido constituyendo de que para trascender política y electoralmente se requiera una presencia significativa en los medios masivos de comunicación, misma que a su vez requiere de gastos significativos de recursos porque las tarifas no están reguladas, porque se manejan tarifas diferenciadas y con discrecionalidad. Ojalá se pueda hacer la Reforma Electoral para que sea el Instituto Electoral y las autoridades electorales en los estados la que pueda asegurar o analizar las mejores formas para desarrollar este tipo de actividades.

P.D.1 Estos fragmentos del discurso de defensa de René Bejarano, los saqué de la versión estenográfica de la sesión del jueves 4 de noviembre (verla aquí)
P.D.2 Desde luego que no apoyo a René Bejarano… pero resulta curioso como un tipo de moral tan asquerosa, podría estar diciendo la verdad y tener razón.
P.D.3 La próxima vez que vean las noticias, sería bueno que nos preguntáramos qué es lo que le conviene al medio que sepamos, qué no y cuáles son las razones para que así sea.

Written by Salvador Leal

noviembre 10th, 2004 at 11:28 am

Polviento

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No me basta con ocupar hasta el último minuto de mi semana… parece que a mi SuperYo le encanta estar ocupado y programa también actividades para los fines de semana. Pareciera que no puedo estar quieto y si el destino me invita por medio de sus misteriosos caminos, a que se cancelen mis actividades de fin de semana, me las arreglo para seguir ocupando ese tiempo que podría utilizar en dormir o meditar.

Este fin de semana hice limpieza en mi cuarto.
Tenía mucho (muchísimo) tiempo queriendo hacerlo y finalmente se alinearon los astros para que lo pudiera lograr. De hecho, quería arreglar mi cuarto desde que dejé mi trabajo en WFM y todas las cajas que saqué de mi oficina (alrededor de 5 cajas atascadas de madre y media que cabían milagrosamente en una oficinita de 3×3) las dejé abajo de mi escritorio.
Je! de hecho, ahora que me acuerdo, arreglé todo lo que había en mi cuarto… menos las cajas.

Mis discos estaban hechos una lástima, lo mismo que la colección de DVD’s, así que lo primero que hice fue sacar todos los discos (que, antes de W solían estar mega-hiper arreglados), limpiar el mueble donde estaban, hacerle algunas adecuaciones y volver a meter todos los discos pero en orden: los de hasta abajo son discos quemados por mí o por amigos, luego le sigue la música por décadas (de arriba para abajo, 50’s, 60’s, 70’s, 80’s, 90’s), siguen los soundtracks y termina hasta arriba con la música electrónica.

Como los discos fueron de lo último que arreglé, al final ya ni siquiera los organicé en orden alfabético o con algún tipo de clave (onda el Dewey de las bibliotecas)… a lo que va mi pregunta:
¿Alguien conoce algún buen código para identificar discos? Debe ser sencillo y práctico, porque si me pongo a hacerlo como biblioteca me voy a tardar más en adivinar qué significa el 849.032 BSWPi3 que en encontrar entre el montón el disco de Justin Timberlake.

Se aceptan sugerencias, recomendaciones y links. Ya saben que el correo electrónico (exlocutor@gmail.com) está a su entera disposición.

P.D. ¿Di.. di.. dije ‘Justin Timberlake’? je! bueno… lo que quise decir fue «el último disco de los Chemical Brothers»… sí, sí… eso!

Written by Salvador Leal

noviembre 8th, 2004 at 5:33 pm

Selección de Viernes

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Durante la semana estuve pensando en ese sueño guajiro de tener una disquera que se dedicará a hacer compilados para soundtracks. Aquí debo decirles que siempre me han gustado los soundtracks (supongo que porque siempre me han gustado las películas Y la música) y si ven mi colección de discos, los CD’s de soundtracks conforman un buen 50% de mi stock.
De hecho, cada vez que oigo una rola me gusta sí la armonía, la música y la letra… pero sobretodo me gusta imaginarme la situación en la que esa rola quedaría perfecta: una mañana de viernes, una noche cachonda de sábado, una salida con tus cuates de vacaciones o un momento realmente triste.
El tener el gusto/la necesidad de imaginarme cosas con las canciones nos lleva al punto de explicar por qué no me gustan los videos. Quienes me conocen personalmente muy seguramente han tenido esta conversación conmigo:

Amigo X: Oye… ¿ya viste el nuevo video de Keane?
Salvador: No.
Amigo X: Bueh… ¿y el de Eminem?
Salvador: No, tampoco.
Amigo X: … pero si lo pasan a cada rato en MTV!!
Salvador: No veo MTV
Amigo X: ¿¿¡¡QUÉ!!??
Salvador: Que-no-ve-o-em-ti-vi
Amigo X: Aaaahh, entonces ves VH1
Salvador: No… tampoco veo VH1. No veo videos, vaya.
Amigo X: NOMANCHES!!!
Salvador: Neta.
Amigo X: Estás enfermo… no te me acerques.

Y así es con video tras video tras video.
Creo que el último video que vi fue el de Jeremy de Peal Jam e, intermitentemente, dos o tres más desde entonces. Pero simplemente no veo videos. Por «política personal» como les digo a mis cuates, no veo videos ni en Telehit, MTV, VH1, Bandamax o Ritmoson. Créanme que para un MediaJunkie™ es bastante difícil no detenerse en un canal de videos cuando vas haciendo zapping por la televisión, pero creo que lo vale: no veo videos porque no me gusta que me digan qué imaginarme al escuchar una canción. Ese es un gusto que me quiero seguir reservando a mí mismo.

Pero bueh, regresando al tema de mi hipotética disquera especializada en música de soundtracks (donde, ooooobviamente yo escojo la música)… he pensando en nombres y creo que finalmente he llegado al nombre ideal: Selección Adversa.

¿Por qué ese nombre?
Pues porque es un juego de palabras que involucra el nombre de un fenómeno económico que ocurre en mercados con información asimétrica (y pues no puedo negar mi naturaleza de economista… más info aquí) así como el concepto de la ‘selección’ que es lo que finalmente haría esta disquera: seleccionar los tracks adecuados para el momento preciso de la película.

Bueh, si se les ocurre un mejor nombre (menos ñoño quizás), ahí me avisan, ¿no?

En fin, como ya se ha hecho costumbre y para que vean mi vocación seleccionadora, les regalo una rolita que ayuda a ‘prender’ los últimos días de la semana e insertarnos el sentimiento de que pronto tendremos dos días para hacer lo que realmente queramos (si tú trabajas en sábado o domingo, este párrafo no es para tí y te adjunto mis más sinceras condolencias).

Es la rola justa para despertar un viernes o un sábado por la mañana, sobretodo si sabes que vas a hacer algo especialmente cool a lo largo del día. Si quieren la rola, vayan aquí. Feliz Fin de Semana!!

Written by Salvador Leal

noviembre 5th, 2004 at 10:58 am

Trabajar… es Básico

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Pues ya me di cuenta que lo mío lo mío lo mío… son las vacaciones.
Quién hubiera pensado que el no hacer nada me podría sentar tan, pero tan bien.

Y yo que ando metido en mil cosas!! Ahora sé que la verdadera fórmula para la felicidad es estar metido en tu casa, friéndote el cerebro con DVD’s y comiendo pizza y palomitas.

Pero bueh, hay que regresar al trabajo.

Hoy sólo les puedo contar que a partir de esta semana, Básico.fm tiene nuevas secciones, nueva música y promociones para el deleite de quienes buscan una alternativa a la -inexistente- radio de propuesta en México.
Entren, vean que ahora queremos que sean más propositivos y participativos, vean que también los queremos consentir y hemos conseguido bastantes regalitos. Finalmente, hemos exprimido los cerebros musicales de quienes trabajamos ahí para lograr las mejores selecciones musicales.

Si ya habían entrado, borren el caché de internet de su compu (Herramientas > Opciones de Internet > Borrar Archivos y Borrar Cookies) para que puedan disfrutar de las nuevas cosas que hay en la estación.

Si no han entrado, escriban www.basico.fm en cualquier explorador y prepárense para una buena dosis de música escogida minuciosamente. Y luego, recomienden Básico.fm a sus amigos, ¿no?

Yo me regreso a trabajar, pues quiero salir temprano. Tengo boletos para ir a ver a los Pet Shop Boys (omitan cualquier comentario respecto al nivel de gayness que tiene el evento) y si quiero vencer al tráfico de la Ciudad de México, tendré que salir con bastantes horas de anticipación. Ahí luego les cuento!

Written by Salvador Leal

noviembre 3rd, 2004 at 1:14 pm

Las elecciones vs. El Puente

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Pues finalmente sí me dieron estos días.
Desgraciadamente ninguno de mis amigos tuvo ‘plan’ o $$ para irse (y yo irme con ellos) a Acapulco, así que me he quedado ‘disfrutando’ de la tranquilidad que ofrece una ciudad de México medio vacía y con ambiente de domingo.

Me he dedicado a leer mucho, escribir un poco, trabajar por descuidos en cosas que me traje de mi oficina y, desde luego, ver muchas películas tanto rentadas como de mi colección personal. Los días así en mi casa no suele haber comida común y corriente, así que nos hemos dedicado a darnos atracones bárbaros y muy sabrosos.

Hoy he estado algo alejado de los medios de comunicación pues planeo darme una sobredosis a partir de las 7 de la noche en que comiencen a cerrar las casillas electorales en EEUU (por si no se habían enterado, los gringos eligen hoy a su Presidente, eh!). Sin embargo y gracias a que hace algunos meses publicaba un pequeño trabajo de investigación acerca de la influencia de los blogs en la comunicación política me he metido en algunos blogs que en aquel entonces recomendaba y me he encontrado con muchas sorpresas: publicación de exit polls, llamados a votar por uno u otro candidato y hasta reportes de indicios de fraude electoral.

No cabe duda que en algún futuro, a quienes nos ha atraído este asunto de los blogs (no sólo escribirlos sino también analizar sus consecuencias) tendremos que sentarnos a ver a) cómo influyeron en el día de la elección y b) las estrategias que se podrán utilizar en un futuro para mejorar/disminuir/aumentar/generar su capacidad de influencia antes, durante y después de las elecciones (y no… no sólo me refiero a elecciones gringas, eh!)

Les recomiendo los siguientes blogs por si quieren darse una actualizada de las elecciones:
Electablog
Wonkette
Alt1040
Eschaton
El Blog de John Kerry
El Blog de George W. Bush

Written by Salvador Leal

noviembre 2nd, 2004 at 3:53 pm