Magnifique!
Hace poco leía un artículo en el New York Times acerca de una Teoría de la Conspiración™ que involucraba a la función de shuffle en la Ipod.
Palabras más, palabras menos, el artículo hablaba de las raras coincidencias que tiene este aparatito para tocar cosas del mismo artista en varias ocasiones casi seguidas aunque hubiera 4,000 canciones más de las cuales escoger; el artículo también exponía varios osos que los usuarios del Ipod habían pasado cuando, de repente, desde el fondo de su memoria, el shuffle encontraba y reproducía melosas canciones de Elton John en un reventón universitario o cuando en pleno cachondeo entre una pareja suena una rola de los Beastie Boys.
Creo que el artículo habla acerca del difícil arte de domesticar tu entorno. Uno tiene que aprender a domesticar su computadora (todos los que realmente convivimos con una sabemos qué botón presionar en qué momento y cual simplemente no tocar, o qué hacer cuando la pantalla se pone de tal o cual manera), su auto, a sus papás y (aquí iba a decir que a las mujeres, pero me tacharían de machista… así que mejor no lo pongo).
Uno sabe que el artículo en cuestión está domesticado cuando hace exactamente lo que tú harías, i.e. tu coche da el volantazo ‘solito’ para evitar el choque con otro automóvil o tu computadora salva ‘solita’ cosas que jamás pensaste que podrías encontrar todavía en su disco duro.
Y uno sabe que su Ipod se está librando del matrimonio con Apple para aceptarte como amante cuando pone las canciones justas en el momento adecuado. Hoy, por ejemplo, necesitaba que mi mañana fuera de lo más tranquila/cool/chilloutera posible… y he aquí lo que recibí:
A Cor Do Som – Abri a Porta
Mouse on Mars – X-Flies
Smoke City – Underwater Love
Savath + Savalas – Sigue Tu Camino (No Sabes Amar…)
Caetano Veloso – Oba La La/Bim Bom
Radiohead – Like Spinning Plates
Olga Ramón – Esta Boca es Mía
Bent – Good Bloke
y aquí voy… a ver si poquito a poquito me va levantando el mood; si no, en lugar de relajarme con la música voy a comenzar a buscar un barranco en donde aventarme!
Glosario:
En el Distrito Federal (no sé si en la provincia mexicana también se use), existe la frase «hacer un oso» que significa «hacer el ridículo». También existe ‘Qué oso!’ que sería algo así como ‘Qué papelón!’ o ‘Qué vergüenza!’