Algunos pendientitos
1. Respuesta a dos mails.
a) El primero dice así:
En tu aventura playera, estilo «y tu mamá tambien», ¿quién le hizo de Gael, quién de Diego y quién de Maribel?
Nuestros lectores, con la chispa de siempre!
b) El segundo:
Me gustó mucho la historia de Acapulco, pero debo decirte que si te vas a descansar a una playa semidesértica… NO TE BAÑAS NI TE PEINAS toma el ejemplo de largojoe que tenia un buen look de gente que va a despreocuparse del mundo. No manches, ni que te fueran a fotografias los de la revista Quien
Estimado lector, así como David Livingstone, Howard Carter y Lord Carnarvon hacían del five o’clock tea un símbolo de la civilización arraigada en el imperio británico, tomando té sin importarles estar en lo más denso de la selva africana o bajo el ardiente sol del Valle de los Reyes… de esa misma forma, el gel para el pelo significa para mí un último reducto de civilización en cualquier lugar del planeta.
Bien decía Douglas Coupland que lo que tienes sobre la cabeza muchas veces habla de lo que ocurre adentro de tu cabeza (cfr. Shampoo Planet), por lo que, mientras me sea posible, seguiré usando mi gel llueva, truene o nieve. (sobretodo porque mi gel es resistente al agua!)
2. Todos tenemos una tía que gusta de ver telenovelas o programas de concursos y que es fácil presa de las artimañas de la televisión. Todos sabemos de personas que son adictas al fenómeno de Big Brother. Algunos inclusive hemos tomado el teléfono con la intención -oscura y vergonzosa- de votar por nuestro favorito.
Los invito a que si en algún momento han pensado en llamar para apoyar a alguien pero no lo han hecho por falta de una buena excusa, marquen entre hoy y el domingo para apoyar al buen Eduardo Videgaray. Si ustedes no quieren llevar en sus hombros la carga de conciencia de haber marcado a un número telefónico de esos, convenzan a su tía o a su mamá o a su hermana para que lo hagan! El teléfono es el 01900 849 9803. Eduardo y este blog se los agradeceremos.
3. Vaya desde aquí un enorme abrazo y felicitación a mi prima Gaby González. El día de ayer presentó su tesis titulada «La excesiva onerosidad sobrevenida. Una solución para el Distrito Federal» y se recibió como abogada por la Escuela Libre de Derecho (entran las fanfarrias que solía poner el Tío Gamboín). ¡FELICIDADES!